primeras poblaciones humanas se - Aike Biblioteca Digital de la

En biogeografía el término "dispersión" se utiliza ... biogeográfica es más defendible el caso de .... atlántica de la Isla Grande desde aproximadamente el 2.700 ...
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NST. PAT. Ser.Cs. Ss., Punta Arenas (Chile), vol. 19, 1989 1990

EVOLUCIÓN CULTURAL DIVERGENTE EN LA PATAGONIA AUSTRAL*

LUIS ALBERTO BORRERO**

INTRODUCCIÓN En anteriores

trabajos

elementos básicos de blamiento de

un

han

se

modelo

la

presentado

general

los

de po

Patagonia (Borrero 1989a). Aquí se resumen algunos de esos elementos, y se tratan con mayor detalle algunas implicaciones del mismo para los estudios del poblamiento de Tierra del Fuego. El objetivo de este trabajo no es simplemente presentar una historia plausible del poblamiento y colonización de la Patagonia, sino utilizar dicha historia conjetural como punto de partida de nuevas líneas de investiga ción. Algunas de ellas están siendo desarrolla das

en

este momento.

Poblamiento de la Patagonia

se

Entendemos que el proceso de puede ser simplemente visto sino que

migratorio, cación más compleja. primeras poblaciones miento

*

Este

trabajo

se

ción divergente y «*

recolectores

poblamiento como

requiere

Parece

se

inscribe dentro del en

sistemas

terrestres

no

un

movi

una

expli

aceptable que las

humanas

difundieron

Proyecto

"Evolu

adaptativos de cazadores en

el

extremo

Sur

de

Sudamérica'' (CONICET. PID 3-085100-88). Prehistóricos Bartolomé Mitre Programa de Estudios 1970- Piso :') (1039) Buenos Aires,

por las estepas patagónicas, a lo lió 12.000 años radiocarbónicos.

lentamente

Argentina.

largo

de

unos

Dentro de

ese corto

ocupación

de la

período

debemos dar

de la mayoría de los

cuenta

espacios

colonizables. Este proceso no debe ser visto un constante movimiento hacia el sur, sino un

flujo multidireccional, dependiendo

rarquía de espacios disponibles

expansión. cesos

como

de la

je

cada sucesiva

El mecanismo debió combinar pro con los de ampliación

de fisión de bandas

de radios de ser

en

como

caza.

el resultado de

El

avance

una

hacia el

sur

relativa saturación

debió o,

al

parcialmente, de una falta de interés en los espacios más norteños. La jerarquía de los espacios debió relacionarse con la productividad de los ambientes y, sobre esa base, puede postu larse que entre las zonas habitadas quedaron Parece comprendidos varios sectores vacíos. difícil sostener que la Patagonia fue ocupada en menos

forma

espacialmente

momento

de

su

continua

en

historia.

algún

Si analizamos el proceso de poblamiento bajo modelo de lento llenado de espacios, surgen

un

algunas implicaciones interesantes que pueden ayudar a dirigir la investigación futura. Algunas

versiones del modelo de migración implicaban una rápida saturación del espacio (Martín 1973). En cambio el modelo de flujo lento, aún actuando dentro de la

disponible

en

corta

escala

Patagonia, otorga

temporal

más

tiempo

134

LUIS ALBERTO BORRERO

para dicha saturación. Esto implica, básicamen te, que las presiones selectivas causadas por la

competencia entre grupos humanos sólo pudie ron ser importantes muy tardíamente. La consi deración de estas presiones es esencial para la discusión sobre procesos de complejización cul tural.

Aunque

actualmente existe bastante acuerdo

respecto a que el poblamiento no se produjo por migración rápida, se puede decir que el mo delo defendido aquí difiere bastante de los de

investigadores.

Por

ejemplo Orquera,

en

de los pocos modelos explícitos publicados (Orquera 1987, ver también 1984-1985) ve la uno

historia del poblamiento de la Patagonia un

adaptación

de

proceso

ambiente, y considera que las industrias ras

más recientes

antiguas.

No

defendible.

planteados

eran

del

cultu

o

más eficientes que las más

creemos

Ante

como

progresiva

que esta posición sea porque los desafíos

todo

pobladores antiguos y recientes eran muy diferentes, y no se relacionaban sólo con el ambiente. En los últimos tiempos era ne los

a

cesario

conciliar

vecinos,

una

planteaba

actividades

con

situación que seguramente no se 10 u 11.000 años. Por ese

hace

motivo "eficiencia" debe

implicar

tintas, según las circunstancias cada sociedad. comienza

en

muy dis

cosas

que funcionó

Orquera el poblamiento tradición cultural-adaptativa

Para

con una

indiferenciada, que lutivas.

numerosos

se

separa

líneas

en tres

Alrededor del 6.000 A.P. las

tres

evo

líneas

el ambiente, equilibrio los incentivos para desarrollar

están básicamente

en

con

y desaparecen métodos más intensivos de

348). En el modelo que presentamos aquí, cambio, las presiones selectivas no faltan

1987: en

explotación (Orquera

pues no dependen exclusivamente del ambiente. Por otra parte, como lo ha destacado Fisher, la

dependencia

que tienen

estos

enfoques

con res

y

momento en que todo el espacio desea ble está siendo utilizado. En una presentación

fiere al

(Borrero 1989a)

anterior

"estabilización", pero

llamé

a esta

término

este

última fase

(a) implica

La fase

movimiento

expresa

no

adecuadamente toda la dinámica que dentro de la misma (ver más-abajo).

con

otros

espacio, con rangos de acción (c) ocupación efectiva, que se re

determinados del

especificados,

se

lo

a

registra

largo

de

naturales y la utilización de localidades no óptimas. No se espera una redundancia muy rutas

marcada

el

en

uso

de los

sitios, sin embargo el

número de los mismos debe

muy inferior

ser

a

los

ocupaciones posteriores. Se espera discontinuidad ocupacional, tanto en una local como regional. Esto aumenta las po

creados por

cierta

escala

ocupacional

sibilidades de alternancia voros o

gridad

Teóricamente

de los sitios.

mejores posibilidades

nen

con

carní

roedores, lo que puede afectar la inte de

ser

esos

sitios tie

destruidos

o

de

cubiertos por sedimentos. Las expectativas encontrarlos son, entonces, bajas. Las

estas

de

primeras ocupaciones de algunos sitios, que siempre son más circunscritas y de menor inten sidad que las superiores, invitan a das dentro de esta fase, pero los

impiden

regional

muestreo

Probablemente

primeros muy grandes.

estos

rangos de acción La fase (b) implica tios localizados

un uso

ópticamente;

más se

considera

ser

problemas

de

hacerlo.

grupos

tenían

repetitivo de

espera que

se

si

for

grupos más o menos discretos de sitios, debido a falta de superposición de los rangos de men

acción.

Se espera que

últimos

estos

sean

más

restringidos que los de la fase de exploración. Bajo estas condiciones la visibilidad debe ser muy alta y, lo que es aún más importante, la resolu

ción debe

muy buena. Sitios concentrados en de los ríos Chico, Deseado y Traful, y

ser

las

cuencas

en

el Seno Ultima

Esperanza,

con

ocupaciones

pecto vieja terminología y planteos de Menghin ya no arrojan resultados relevantes para los nuevos objetivos de la investigación (Fisher 1986-1987).

centradas alrededor del 10.500 A.P., en algunos casos llegando hasta 7.000 A.P., parecen respon

El Modelo

poblacionales (Hayden 1972), deriva cultural (Binford 1963), o competencia por territorios de alta La productividad (Nicholas 1988).

la

a

postulables para la ocupación espacio (ver Schwartz 1970, 1989a). Estas son: (a) exploración, que

Tres fases

de

un

Borrero se

son

determinado

refiere

a

la

dispersión

inicial hacia

vacía, (b) colonización, que

se

refiere

lidación inicial de grupos humanos

una zona

a en

la

conso

sectores

der

característica.

a estas

La fase

(c) implica

dependientes

visibilidad

la

aparición

de la densidad,

arqueológica

la resolución muy

baja,

debe

de mecanismos

incluyendo ajustes

ser

debido

muy alta, pero la superposi

a

ción de rangos de acción motivada por la den sidad.

Dichos rangos de acción, por ser marcadamente más

deberían

otra

parte,

pequeños.

Los

135

EVOLUCIÓN CULTURAL DIVERGENTE EN LA PATAGONIA AUSTRAL

sitios atribuidos genéricamente al

pueden corresponder de

no

Casapedrense

etapa embrionaria

una

fase.

esta

Las

a

importa

a

unidad

que

cultural

atribuibles. parecen responder plenamente condiciones de la fase de

mencionamos la

sean a

ocupación baja resolución arqueológica

las

efectiva. Ya es-

probable que por

ese motivo las han propuesto para después de aproximadamente 4.000 A.P. tengan una de finición tan poco clara (ver Aschero 1983,

y

es

"industrias" que

Gradin 1980). En los últimos

se

tiempos

deben haber

operado

serie de procesos de fusión y fisión de grupos y/o territorios, probablemente a lo largo de líneas similares a lo que se observó entre los una

Selk'nam de Tierra del

Fuego siglo XX (Chapman 1986). Los entre

XIX y comienzos del cazadores terrestres muestran

grande

lugares

una

fines del

variedad muy

estrategias adaptativas

de

de la estepa

distintos

en

patagónica (Borrero 1984),

manifiesta también

y

los grupos cer canos al océano, los que disponían de un notable conocimiento de la dinámica costera y de los esta se

recursos

entre

disponibles (Prieto 1988).

allí

Debido

a

la disminución de los rangos de acción deben haber aparecido mecanismos alternativos para el

de aprovisionamiento La especiales. ocupación

asociarse

el

uso

con

del

materias

un

calendario ritual

Estos mecanismos pero

es

se conocen etno

muy difícil discutirlos para De todas

líneas de

maneras se

trabajo

pue

relacio

la distribución y localización de pin turas y grabados rupestres. La competencia por el uso de recursos también debería dejar una im

registro arqueológico.

pronta

en

El

de Tierra del Fuego

caso

Los modelos tradicionales sobre el

poblamien

de Tierra del Fuego han apelado implícita o explícitamente al concepto de "dispersión". Es to

te

proceso está fuera de toda discusión para el

patagónico, pero no parece funcionar para Tierra del Fuego. En general se lo ha aplicado desde una perspectiva estrictamente cultural (Vignati 1927, Bird 1946, Menghin 1960, etc.), esto no que el uso del término y del caso

pero

quita

caso

muestra

tres

mil años

que

producen

se

al.

barrera

esta

después

1986). biogeográfica

es

de que

sorteando

de

trata

se

se

el estrecho de

área

ocupada

una

perspectiva

el

caso

de

119, Darlington Se habla de vicariancia 1984:

barrera natural (en este que dividió un

una

caso

unos

produjera

defendible

(Morain

Magalla

instauró

se

ello, desde

más

1978, Gould 1980).

cuando

una

el po el al. 1984, Rabassa

(Porter

Por

"vicariancia"

el

y Morrone 1989). Parece que ese fueguino, donde la evidencia geo

blamiento humano et

biogeografía

En

utiliza cuando los proce

se

para la apertura del estrecho de

nes

Magallanes)

ancestralmente.

dispersión y vicariancia es importante. Efectivamente, si habláramos de dispersión, el fenómeno habría afectado tan sólo a las poblaciones humanas sin necesidad de implicar a otras especies; un modelo de vicariancia, en cambio, implica a muchos laxa (Morain 1984: 119). Bajo el primer modelo un La diferencia

nuevo taxon se

entre

adapta

a una

serie de condiciones

diferentes; bajo el segundo modelo de taxa

sobrelleva

adaptativos

no) y que

o

Para el

caso

no

en

1989).

poblaciones

de las

humanas los

exclusivamente genéticos, sino la cultura material (ver Leonard

Estos,

como

ya he dicho,

son

pueden

ser

presencia de la potencialmente importan

pero

ante

la

Se han elaborado teorías de interacción cul

tural que sirven para sustanciar

(Wobst 1977, Plog 1980). vinculados en

número

(que pueden ser pueden producir taxa

son

adaptativos o no, barrera geográfica tes.

un

cambios

(Reig 1981).

vicarios

también

con

el

lógica

mecanismos sociales para ordenar estos pueden incluir desde

tiempos prehistóricos. den plantear algunas nadas

fue el

cambios

actividades guerreras hasta

gráficamente,

(Crisci

efectiva también debe

espacio,

panregional.

primas

poblamiento

de

barrera no

confusión.

causen

"dispersión"

término sos

ocupaciones posteriores al Casapedrense,

perable.

concepto

el

sur

con

el modelo de

Hay

este

fenómeno

otros

aspectos

dispersión aplicado

Este asumió la forma

de Sudamérica.

migraciones en masa, y se mantuvo estas producían arrinconamiento de pobla que ciones (Menghin 1957, Chapman 1986). Las im plicaciones y significado de estos procesos han de sucesivas

sido definitivamente criticadas por Piaña Bajo estos modelos de dispersión se una

continuidad esencial

observable al

norte

y al

en

sur

planteó

la cultura material

del

Estrecho,

a

punto

las puntas de proyectil que caracterizaban la fase Magallanes V (Bird 1946, 1988). Hoy existen evidencias tecnológi tal que

cas

se

que

procesos

llamó "Onas"

( 1 984).

a

permiten defender que de

reducción

preparar puntas de

lítica

son

distintos los

utilizados

para

proyectil morfológicamente

136

LUIS ALBERTO BORRERO

similares al

y al

norte

Nami,

com.

Cuando

se conozcan

pers.;

primas

materias

del Estrecho

sur

mejor

(H.G. 1979).

Borrero

contra

las

propiedades

seleccionadas

cada

en

de la caso

(Ratto 1988, 1989) y la distribución de las fuen tes

de abastecimiento (Franco

avanzar

mucho

Cuando

se

1990)

será

discusión.

en esta

reconoce

que

no

nos

posible

enfrentamos

dispersión,

proceso de

empezamos a plan situaciones que antes eran impensables. Por ejemplo, que el rango de acción de las po blaciones humanas que utilizaban algunos sitios

con un

tearnos

ubicados al

pudo

llanes sur sar

del actual estrecho de abarcar territorios ubicados

norte

del mismo, y viceversa.

obliga

a

modelos de

Maga hoy al

Esta forma de pen replanteo de nuestros

completo del espacio.

un uso

implantarse

Al

la

barrera acuática debió ocurrir un completo reor denamiento del espacio explotado, producién

dose procesos de contracción y expansión de los rangos de acción de las poblaciones instaladas del Estrecho.

cerca

denamiento debió lución ble

reor

proceso de evo sólo hace imposi

comenzar un

independiente

seguir

dos al

Como parte de dicho

que

no

llamando "Onas"

a

materiales ubica

del Estrecho, sino que nos permite la existencia de diferentes procesos de reducción lítica. norte

comprender Esto

constituye

considerar

la

divergente.

A

los estudios

el fundamento esencial para de evolución posibilidad

esto se

agregan las evidencias de

osteología

de

humana

(Cocilovo

1981, Cocilovo y Guichon 1985-1986).

Estos

trabajos mostraron que las poblaciones fuegui nas (incluyendo cazadores terrestres y marítimos) eran muy parecidas entre sí cuando se las com paraba con las poblaciones de cazadores terres tres

continentales.

Todo

esto

biológicas

y

estrecho de fundidad

sugiere

del modelo de

relevante

las

un

cierta

sólo lleva

dispersión,

modelo

a

indepen

desalentar el

sino que

torna más

divergencia no adaptativa o "deriva" (Flannery 1983) y puede ser sensible a la densi dad humana (Binford 1963). De hecho pueden esperarse tanto deriva independiente de la densi sería

dad

como

radiaciones

adaptativas

antes

produjera la

apertura del Estrecho.

de que

pueden esperar es previa a la Magallanes. En una

En resumen, mínimamente

se

primera

dos etapas evolutivas. La apertura del estrecho del

espacial amplia, un modelo de deriva a explicar ciertas diferencias de puede detalle entre los materiales correspondientes a los bloques espacio-tiempo "Fell-Laguna Blanca/ escala

contribuir

11.000-8.500 A.P." por

lado y "Tres

un

Marazzi/1 1.000-9. 000 A.P. "por

teórico, debido

es

que

a

arqueológicos.

Arroyos-

Este

otro.

Parece

esos

caso

bien los

no conocemos

participaban

sistemas de los que

conjuntos

tratable

más

partir postulables. Se puede plantear que poblaciones humanas experimentaban cierto

deductivamente,

de

a

las

diferencias

ambientales las

aislamiento

produjo

se

radiación

ciones de mente

parcial

como

y,

resultado del mismo,

(no adaptativa) como adaptativa. En esos tiempos las pobla Ultima Esperanza estaban probable tanto

deriva

respondiendo

productividad

ambiente de cierta

un

a

diferencial,

cualquier

sitio dado

tificadas

poseen

el

"en

tenía

se

desde

que

acceso a una

varie

dad de ambientes (Borrero 1985). La ocupa ciones humanas de más de 10.000 años allí iden

comparables

a

(Nami 1987).

elementos

morfológicamente "Fell-Laguna Blanca" mismo tiempo esas ocupacio

los

Al

de

deberían diferir

en una serie de aspectos rela la dinámica ambiental, que debió ser muy distinta en ambas regiones. La segunda etapa es posterior a la aparición nes

cionados

del

con

Se puede pensar en (a) el produce, y (b) la diferenciación posibilita. Bajo esas condiciones

Estrecho.

aislamiento que ambiental que

esperable

es

radiación

adaptativa.

Probable

deba esperarse mayor diferenciación en los ambientes terrestres del norte, debido a la

mente

mayor variedad ambiental. con

la

aparición

otras

con

de ambientes ya

Por

Es lo que

Casapedrense,

"industrias"

(Borrero 1989b). terrestres

del

se

observa

y también

discutible status parte, la explotación

de

otra

por grupos de cazadores manifiesta con cierta intensidad

costeros

se

desde el 3.000 A.P.

cladogenético.

aclarar que es posible esperar cambios que resulten exclusivamente del aisla miento parcial, sin que sean adaptativos; esto Es

importante

no

trayectorias

y al sur del tener cierta pro

norte

Magallanes puedan temporal y, por ende,

dencia. La evidencia uso

que

culturales al

se

En el

sur

la

principal

variedad la dan los ambientes de canales, donde cobra

forma

(Orquera

un

sistema

Otros cambios también

pueden

proceso de deriva, pero de te

adaptativo

marítimo

y Piaña 1983, Ortiz Troncoso

1985).

resultar de

un

tipo

muy diferen al planteado para la primera etapa. Se trata

del

segundo tipo

también

un

discutido por Binford (1963), de la densidad humana, y

dependiente

137

EVOLUCIÓN CULTURAL DIVERGENTE EN LA PATAGONIA AUSTRAL

este

en

operativo

caso

la

en

sociedades

para

muchos "vecinos".

con

La formación de conchales atlántica de la Isla Grande desde

costa

aproximadamente

puede

el 2.700 A.P.

tener

que

La evidencia disponible proceso. sugiere que son sitios complementarios dentro de sistemas de subsistencia con orientación terres ver

tre.

con este

La

deriva,

dientemente al

en este

procesos diferencias

y al

norte

paralelos

caso, actuaría sur

indepen

del Estrecho.

Estos

producir largo plazo

de deriva deberían

importantes

tan

solo

(ver Herskovits 1984). Muchas

a

de ellas debieron

en tiempos inmediatamente ante conquista española. Recién estamos

hacer eclosión

riores

a

la

comenzando Gómez

reconocerlos

con

(1986-1987)

en

a

Otero

los

la

trabajos

zona

de

Morros, de Massone (1979) y de Prieto (1988) la

costa

11o

en

de

los en

Magallanes, y de Carbadel lago Argentino (ver

del estrecho de

la

costa

Carballo et al.

sur

1988).

entonces que, apelando a vicariancia lugar de dispersión, contamos con una serie de implicaciones diferentes a las manejadas clásicamente. Algunas de ellas son estudiables en el registro arqueológico y paleontológico fueguino y patagónico. A grandes trazos son

Tenemos

en

esperables: (a) Diferentes proporciones

entre carnívoros y mamíferos terrestres, que tienen que afectar la inserción de poblaciones humanas, implicando

diferentes

organizaciones ecológicas.

El análisis

de estroncio y bario en huesos humanos servir de indicador trófico (Sillen et al. Burton futuro.

1990)

y

quizás pueda

También los estudios

utilizarse

específicos

los" tipos de interacción establecidos nívoros y

poblaciones

puede 1989,

en

el

sobre

entre car

humanas sirven para

acción de las po que son discutibles mediante el análisis de las regularidades en la distribución de materiales. Ya discutimos que estas diferencias se pueden relacionar con las dis humanas,

tintas fases del

ende,

pueden

las

poblamiento patagónico servir

como

sus

y, por

indicadores

preliminares en la costa arqueológicos. muestran la presencia norte del lago Argentino de

de

algunas

Estudios

formas

diferentes

(observaciones

(1988),

importancia logía patagónica.

particulares

clases

inéditas).

de

de distribución

materiales

Estos

Esta información también

ser

virá, incidentalmente, para estudiar cambios

estrategias

las

de movilidad utilizadas

en

en

diferen

temporales (ver Kelly 1988). Es esperalas limitaciones impuestas por un

tes cortes

ble

que ambiente isleño afecten dichas

estrategias

en

y al

sur

La forma de las distribuciones

forma marcada.

de materiales líticos

superficie

en

al

norte

reflejar estas diferencias. Para estudiarlas se están aplicando técnicas de regis tro de hallazgos aislados, las que junto con la dis del Estrecho debe

los loci de alta densidad de llamamos sitios, deben dar infor hallazgos que mación sobre el uso del espacio. tribución

Estas

de

implicaciones,

por otra parte, cuentan fuerte carga teórica, en tanto se siguen cuerpo bien sustentado y que constituye el

con una

de

un

ecología

evolucionista.

Existen

cuerpos de datos independientes que pueden servir como controles de algunas de las ideas

discutidas aquí,

referimos básicamente

1985-1986,

Guichon Howell

nos

los

a

antropología biológica (Cocilovo

estudios de

Hammel

también

ver

y y

1987), incluyendo los de morfología

funcional y análisis de isótopos estables (Yesner et al.

1989),

y

temporales te

en otros

(Gamble

sean

que

comparables

trabajos

y Soffer

estudio tenga un base será posible

orientados

1990)

es

plantear

espaciales

con

y

las utili

regionalmen-

esencial para que el

significado global.

queología patagónica

lin

al. 1988, Bateman et

et

La utilización de escalas

al. 1990). zadas

divergencia

los estudios de

a

güística (Cavalli-Sforza

un

Sobre

estudio de la

dentro de

un marco

de

esa ar re

ferencia evolucionista. AGRADECIMIENTOS

ese

objetivo (Borrero et al. 1988). (b) Diferencias en los rangos de blaciones

entender la para de las áreas lacustres en la arqueo servir

deberán

núcleo de la

Perspectiva

y los de Goñi

(com. pers.)

los de Carballo

con

líticos,

estudios, junto

A la Fundación un

subsidio de

permitió

la que mediante

investigación (Proyecto 11078/1)

iniciar

radiocarbónicas ción de

Antorchas,

nuestro

un

programa

de

dataciones

indispensable para la realiza trabajo. A Janis Klimowicz del

Desert Research Institute de Reno, y a Gary Haynes de la Universidad de Nevada en Reno por su ayuda durante la preparación de este tra bajo. A Mateo Martinic B. y Alfredo Prieto por las apasionantes discusiones sobre el tema prin cipal de este trabajo. A Patricia Campan y

Beatriz N. Ventura por sus observaciones sobre primera versión del manuscrito.

una

138

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