PALABRA FIEL: 5 PERLAS, UNA JOYA Por Carlos Astorga Treviño Los rabinos de la época del Señor Jesucristo y de Pablo, tenían como práctica el unir una serie de textos bíblicos con el fin de enmarcar las verdades de las Escrituras. La imagen era como enhebrar los textos como si fueran perlas valiosísimas, formando un collar que en conjunto presenta una joya inapreciable: el principio presentado. Algo así podemos hacer con cinco textos en donde Pablo menciona la frase “Palabra fiel”. Los versículos son: CINCO PERLAS 1 Timoteo 1:15, Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 1 Timoteo 3:1, Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 1 Timoteo 4:9-10, Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos. Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. 2 Timoteo 2:11, Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; Tito 3:8, Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. La frase “Palabra fiel” destaca que la Palabra dada es exacta, tal y como Dios la dijo. También es palabra fiel porque lo que afirma, es conforme a la verdad—verdaderamente es la Palabra dada por Dios. Por último, es Palabra fiel, porque cumple de forma exacta su función, es decir, lo que se afirma se cumple. UNA JOYA Podemos engarzar estas Palabras Fieles para formar una joya preciosa que llamaremos “Privilegios de la Vida Cristiana”. 1 Timoteo 1:15: Establece el fundamento de nuestra salvación eterna en la libre gracia de Dios. La misión de Cristo fue salvar pecadores y Pablo es la muestra de que así sucede. El gran pecador Pablo fue salvo. 1 Timoteo 3:1: En la vida cristiana encontramos que Dios espera que le sirvamos: “No me elegisteis a mí, yo os elegí y los he puesto para que llevéis fruto que perdure” Juan 15:16. Desear servir a Dios en el obispado sirviendo a la iglesia es una buena obra que tiene sus requisitos. 1 Timoteo 4: 9-10: La vida de servicio, trabajando duro y sufriendo oprobios, es una vida como lo fue la del Señor, Salvador nuestro. 2 Timoteo 2:11: Esta vida de trabajo y oprobios, nos puede llevar hasta el sacrificio de nuestras propias vidas, pero nos garantiza que al final también viviremos con él, “…los sufrimientos de esta vida presente no son de comparar con la gloria venidera que se ha de manifestar en nosotros”.
Tito 3:8: Nos enseña que la vida cristiana, cualquiera que sea su condición, siempre debe ocuparse en las buenas obras. Como dice 1 Pedro 4:19 “Los que padecen según la voluntad del Señor encomienden sus almas al fiel creador y hagan el bien”. En la conversión, el Señor nos lleva por las buenas obras preparadas de antemano. Cada uno somos llamados a vivir esas obras, y las debemos ver como un privilegio para vivir, servir y sufrir por nuestro Señor. Atesoremos estas palabras fieles. Pablo y todos su compañeros apóstoles, demostraron que esas fueron “palabras fieles” al vivirlas y creerlas. Son fieles todavía, y son dignas de ser recibidas por todos. Comprobemos su fidelidad. Que estas cinco palabras fieles formen la joya que exhibas en todas las áreas de tu vida porque están en tu corazón.
Este material fue tomado del Boletín dominical de la Iglesia Bíblica Unidos en Cristo (IBUC) en Monterrey, NL, Méjico. Usado con permiso ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.