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“Porque para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia” (NVI). J. Wood, autor del artículo sobre la muerte de la señora de Hunter y presumiblemente su pastor,.
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PABLO, EJEMPLO DE CÓMO ENFRENTAR LA MUERTE Mensaje del pastor Stanley Clark del domingo 04/03/2007 Iglesia Evangélica Bautista Flores He estado leyendo en estos días un libro cuyo título nos puede parecer extremadamente extraño. El título es La feliz muerte de la señora Hunter y fue escrito por John Fanestil, pastor de iglesias metodistas en el estado de California de los EE. UU. de N.A. Hace unos quince años Fanestil estudiaba en un seminario en California. Descubrió en el subsuelo de la biblioteca del seminario números de una revista metodista de fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Empezó a leer en los diferentes números de la revista el relato de la muerte de creyentes. No fueron los relatos tradicionales con datos de la vida del fallecido y alguna referencia a los miembros de la familia que siguen con vida. Más bien fueron relatos de la manera gozosa y triunfante en que se habían enfrentado con la muerte. La lectura del libro me llevó a pensar en la necesidad de pensar en la forma en que nosotros debemos enfrentarnos con la muerte. Uno de los textos más pertinentes es Filipenses 1:20-25. Al escribir a los Filipenses, Pablo está bajo arresto domiciliario en Roma según nos cuenta el capítulo 28 de Hechos. Ha sido acusado por las autoridades de los judíos y ha apelado al emperador romano y por eso ha sido trasladado a Roma. Su situación es seria. Puede terminar en la muerte. Él está cara a cara con la posibilidad de su muerte. En el pasaje Pablo reflexiona sobre las alternativas y llega a la conclusión de que su tiempo no ha llegado todavía. Pero lo que nos interesa es la manera en que Pablo podía pensar en la posibilidad de su propia muerte como ejemplo para nosotros frente a la misma posibilidad. Aprendamos algunas lecciones de la vida de Pablo sobre el tema de la manera cristiana de pensar en el fin de nuestras vidas. I. Pablo es un ejemplo para nosotros en su disposición de pensar en la posibilidad de su muerte. De manera franca y explícita Pablo considera las dos alternativas, seguir viviendo o morir. Él no tiene dificultad en considerar las alternativas. Tampoco tiene problema en sacar el tema en la carta. Esta actitud contrasta con la actitud hacia la muerte en la sociedad contemporánea. No es un tema que consideramos apropiado para tocar. Margaret Kim Peterson destaca este hecho en un artículo en la revista Christianity Today (22/05/2000). Dice Peterson: “Uno de los resultados de la medicina moderna es que muchos de nosotros pensamos que una enfermedad ‘normal’ es una que puede ser curada. Nos incomoda profundamente una enfermedad que no puede ser arreglada, y no asociamos por voluntad propia con gente con tales enfermedades. Preferimos que se mantengan separados en hospitales y hogares geriátricos. Ciertamente no queremos casarnos con personas con enfermedades incurables. Al casarnos podemos decir ‘en la enfermedad y en la salud hasta que la muerte nos separe’, pero buscamos casarnos con alguien que ahora tiene buena salud y suponemos que la tendrá siempre”. No ha sido siempre así entre creyentes. Uno de los libros en mi biblioteca que adquirí temprano en mi vida de creyente es la obra de John Foxe escrita en el siglo XVI que se llama El libro de los mártires de Foxe. Ha sido un libro clásico de devoción y es el relato de cómo cristianos a través de los siglos dieron sus vidas por su fe en Cristo. El tema de la manera en que murieron los fieles era un estímulo a la fidelidad a Jesús. Precisamente lo que descubrió Fanestil en los números de la revista metodista de fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX es que la gente mencionada en los relatos de la revista se enfrentaban con la muerte sin temor y con una felicidad sorprendente. El ejemplo de Pablo nos enseña la posibilidad de poder hacer frente de la muerte sin temor. II. Pablo es un ejemplo para nosotros en reconocer que hay algo más importante que la muerte. “Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado, sino que con toda libertad, ya sea que yo viva o muera, ahora como siempre Cristo será exaltado en mi cuerpo” (NVI).

Pablo aquí habla de su “ardiente anhelo y esperanza”. El término traducido “ardiente anhelo” aparece solamente aquí y en Romanos 8:19 donde se refiere al “ardiente anhelo” de liberación de una creación sujetada a vanidad. Algunos comentaristas sugieren que la etimología del término describe la postura de la persona que, en puntillas y estirando el cuello, mira adelante para poder avisar algo que espera ansiosamente. Lo que va a expresar es su deseo más profundo, más intenso. Y ¿qué es “ardiente anhelo y esperanza”? Lo expresa de manera negativa y después de manera positiva. En sentido negativo, su anhelo ardiente es no ser avergonzado en nada. DHH lo expresa así: “espero firmemente que Dios no me dejará quedar mal”. LA dice: “Espero firmemente no hacer nada que pueda avergonzarme”. BAD traduce: “Anhelo y espero jamás hacer nada por lo cual puedan avergonzarse de mí”. No es la única vez que Pablo expresa esta preocupación de no hacer nada que pueda perjudicar el evangelio. En 1 Co. 9:27 dice, “golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado”. Tendríamos que orar cada día, “Señor, no permitas que hoy haga algo que sea una vergüenza para mí, para mis hermanos, para el evangelio y para Cristo”. También expresa su “ardiente anhelo y esperanza” en términos positivos: que “ahora como siempre Cristo será exaltado en mi cuerpo”. Su anhelo es la exaltación de Cristo en su vida. DHI traduce: “espero. . . que. . . ahora como siempre, se verá más y más la grandeza de Cristo”. LA traduce: “quiero portarme siempre con valor para que, por medio de mí, la gente hable de lo maravilloso que es Cristo”. Esto debe ser el anhelo de todo creyente. III. Pablo es un ejemplo para nosotros en advertir la relación entre cómo vivimos y cómo morimos. “Porque para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia” (NVI). J. Wood, autor del artículo sobre la muerte de la señora de Hunter y presumiblemente su pastor, incluye en el artículo muchas citas de su diario privado. Su artículo se refiere a su muerte, pero el autor se da cuenta de la relación que hay entre cómo hemos vivido y cómo morimos. Wood hace referencia a su desarrollo en la fe y en la gracia de Dios en base a citas del diario privado de la señora de Hunter. Ella escribió el 21 de junio de 1795: “Siendo hoy mi cumpleaños, fui conducida a una dulce reflexión con respecto al año pasado. Encuentro que he crecido en la gracia y el conocimiento de Dios; hay más disposición a sufrir su voluntad y a tener paciencia cuando me acusan falsamente.” A veces lo que escribe es una reflexión sobre algún pasaje bíblico, por ejemplo, la liberación de los hijos de Israel cuando perseguidos por Faraón claman al Señor y él los libró. Ella se exhorta a sí misma diciendo,

“Oh, alma mía, acude a Jesús, tu mediador”. A veces cita una frase de un himno conocido. Wood se refiere a su conducción de clases de estudio bíblico y sus visitas a los enfermos. IV. Pablo es un ejemplo para nosotros de comprender que la vida y la muerte son opciones buenas para el creyente. “Ahora bien, si seguir viviendo en este mundo representa para mi un trabajo fructífero, ¿qué escogeré? ¡No lo sé! Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor” (NVI). Pablo se siente tirado en dos direcciones. LA: “En realidad no sé que es mejor, y me cuesta mucho trabajo elegir”. BAD: “A veces quisiera vivir y a veces no, porque tengo ganas de irme a estar con Cristo. ¡Sería mucho mejor que quedarme!” El creyente debe encontrar sentido y satisfacción en la vida, pero debe tener siempre consciente que le espera algo mucho mejor. V. Pablo es un ejemplo para nosotros en su percepción de la naturaleza de la muerte (Fil. 1:23). “deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor” (NVI). Ve la vida como partir. Barclay señala cuatro sentidos en que se usaba el verbo traducido “partir”. Para desuncir al animal al final del día: La muerte es descanso al final de la jornada de trabajo que es la vida. “Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor. Si—dice el Espíritu—, ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues su obras los acompañan” (Apoc. 14:13, NVI). Dejar sueltos lazos o cadenas: La muerte es liberación de todo lo que sujeta. Aflojar los tirantes de una tienda: La muerte es la última mudanza en nuestro peregrinaje por el mundo. Soltar las amarras de un barco: La muerte es el comienzo del viaje, no el final. Ve la vida como ir a estar con Cristo. Esto es muchísimo mejor. Es mejor, es más mejor, es más mejor por mucho. Es estar al fin en casa, haber encontrado por fin nuestro verdadero hogar. “En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas;. . . Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté” (Juan 14:2-3, NVI). BAD: “Allá donde vive mi Padre hay muchas moradas y voy a prepararlas para cuando vayan. Cuando todo esté listo, volveré y me los llevaré a ustedes, para que estén siempre donde yo esté” (Juan 14:2-3). Conclusión: El señor Wood cuenta la muerte de la señora de Harris.

La noche antes de su muerte entre las 11:00 y 12:00 exclamó, “¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!” A la una dijo a la joven que la acompañaba: “El enemigo me ha engañada por tiempo suficiente, pero no me engañará más: No soy suya. ¡Qué liberación! ¡Qué gracia tan grande!” A las tres exclamó: “Ha venido la carroza. Ha venido la carroza para mí y me voy, me voy. ¡Cuán claro el camino! Pronto estaré allá. ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Qué gracia tan grande! Vienen los ángeles para mí. ¿No los pueden ver? ¡Bendito sea el Señor! ¡Bendito sea el Señor!” Volteó la cara hacia la pared y no habló más. Tenía solamente 26 años cuando falleció a las siete de la mañana el sábado 17 de enero de 1801.

Dios nos conceda la gracia de aprender del ejemplo de Pablo cómo hacer frente a la muerte. CENTRO FAMILIAR EIRENE ARGENTINA Maipú 216 8º “D” Tel. 4325-6350 [email protected] --- www.kairos.org.ar

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