Una manera de organizar la reunión de mujeres de tu iglesia local Artículo escrito por: Elsa Amezcua de Balderas ObreroFiel.com usa este artículo con permiso del autor
Existen muchas maneras de organizar y dar forma a una reunión para mujeres en la iglesia local. Mucho de ello depende la cultura evangélica de tu iglesia, su forma de gobierno y de las características que la conforman. Lo siguiente es una breve y general sugerencia de lo que puedes hacer para comenzar una reunión entre mujeres. ¿Por qué una reunión de mujeres? ¿Por qué y para qué tenerla? El propósito es sumamente importante, es la brújula de las reuniones. Debe existir una razón claramente definida, ya que ésta será la pauta para dar forma al nuevo ministerio. Una reunión no debe existir por el sólo hecho de tener un ministerio más, o porque todas las iglesias tienen su reunión femenil. Hay que saber porqué estamos haciendo lo que hacemos (o lo que queremos hacer) y tener metas y objetivos. ¿Quiénes estarán involucradas en la organización y planeación de este ministerio? El número de personas involucradas en la organización de este ministerio variará según el tamaño mismo del grupo de mujeres de la iglesia, así como de la disposición e interés de las mujeres que deseen involucrarse en este ministerio. Como mencioné anteriormente, también mucho depende del tipo de gobierno de la iglesia y en base a éste, se definirá el equipo de trabajo y quiénes colaboraran en él. En algunas iglesias es la esposa del líder, o pastor, o anciano, etc., el que organiza y lleva a cabo este ministerio, en otras iglesias no, son otras mujeres las que son las encargadas. Un trabajo en equipo puede ser más complicado pero es más saludable y redituable, además de ser un modelo natural del cuerpo de Cristo. Los dones dados a cada creyente y en este caso a las mujeres, es un aspecto muy importante a considerar, ya que más allá de la posición eclesiástica, debe considerarse el don espiritual, la habilidad y las distintas capacidades para llevar a cabo esta labor. La relación y comunicación del grupo organizador con el liderazgo de la iglesia es básico para llevar a cabo este ministerio. ¿Cómo trabajar? Después de definir el propósito por el cual existir, y quienes participarán en la organización, hay que planear cómo lograr ese propósito. Definir primeramente, cómo se trabajará en el equipo organizador, qué responsabilidades tendrá cada quién y quién coordinará tal grupo. Posteriormente trabajar en la planeación de las reuniones para mujeres, con qué frecuencia se llevarán a cabo las reuniones (semanal, quincenal mensual, bimestralmente, etc) el horario, duración, el lugar, si incluirá algún tipo de refrigerio, cómo se sufragarán los gastos, etc. Considerar qué necesidades existen entre las mujeres, definir el contenido y programa de las reuniones entre otras cosas. Recomiendo el artículo “Enseñando la Biblia a mujeres” por nuestra hermana Ester de Nuñez (http://www.obrerofiel.com/index.cfm?go=recurso&rid=316) que se encuentra en este mismo sitio WEB). Es importante planear la publicidad del ministerio, cuándo y cómo se dará a conocer y mantener los avisos constantes de las reuniones, ya que una o dos veces no será suficiente.
Entre muchos, un elemento importante: Creatividad. Es bueno tomar modelos de otras iglesias para realizar nuestras reuniones de mujeres, pero no hay que quedarse ahí. No hay como la creatividad y frescura de cada grupo. Esto tanto en la organización, planeación como en la difusión constante del ministerio. Y, como todo en la vida, en este proceso de organizar y llevar a cabo el ministerio con las mujeres, la dependencia y búsqueda de la voluntad de Dios es lo principal. Cada persona involucrada en este ministerio necesita permanecer en Dios para poder ayudar a sus hermanas a crecer y para ayudar a sus amigas a conocer al Dios verdadero. El Señor dirigirá al grupo organizador a realizar su mejor papel en su entorno. Sigamos buscando Su rostro cada día para qué Él nos guíe y dirija.
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