Nueva York, del caos a la “tolerancia cero”

5 ene. 2009 - Esta última medida estuvo inspi- rada en la teoría de las “ventanas rotas”, del profesor de la Universidad de Harvard James Q. Wilson, quien.
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INFORMACION GENERAL

Lunes 5 de enero de 2009

I

11

Soluciones para la inseguridad | El éxito del plan Giuliani-Bratton / Nota II de IV NUEVA YORK Estados Unidos CLAVES DEL PLAN

SUPERFICIE

ESTADISTICAS CRIMINALES HABITANTES

POLICIAS

Homicidios

Buenos Aires: 116 casos (en 2006)

Se decidió perseguir con el mismo énfasis los delitos menores y los crímenes graves.

779 km2

Se descentralizó la policía y se aumentó la presencia uniformada en las calles. Se diagramó el trabajo preventivo sobre la base de estadísticas de delitos informatizadas.

Ciudad de Bs. As. 220 km2

37.838

8.008.278 (2000)

Ciudad de Bs. As. 2.776.138 (2001)

Ciudad de Bs. As. 14.000 (2008)

Nueva York 2006

1181 629

1990

Tasa CADA 100.000 HABITANTES

2262

1995

1998

649

2001

496

2007

Robos

Buenos Aires: 8571 casos (en 2006)

100.280

Buenos Aires: 137.477 casos (en 2006)

108.487 59.773

7,3

65.425 39.003

27.873

21.736

2001

2007

Buenos Aires 2006

3,83

Hurtos

1990

1995

1998

1990

1995

51.461

46.291

45.144

1998

2001

2007

Fuente: Departamento de Policía de Nueva York / Ministerio de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos de la Nación LA NACION

Nueva York, del caos a la “tolerancia cero” En la década del 90 se redujeron drásticamente los asesinatos y robos; aumentaron la prevención y la lucha contra delitos menores MANUEL J. TORINO LA NACION CANADA

Hace veinte años, caminar de noche por las calles de Manhattan era más que peligroso. La combinación de vandalismo juvenil, epidemia de crack y corrupción policial arrojaba cifras alarmantes: seis asesinatos, ocho violaciones y otros 410 delitos violentos por día acaparaban las tapas de diarios, que titulaban “La Gran Manzana... podrida”. Hoy Nueva York está mucho mejor y basta un paseo nocturno por alguno de sus barrios para entender por qué ahora es considerada la ciudad más segura de los Estados Unidos. La razón principal de la transformación radical de esta metrópoli de ocho millones de habitantes fue la aplicación de la política de seguridad conocida como “tolerancia cero”. Con ese concepto como vector ideológico se bajó el índice criminal el 77% entre 1990 y 2007, por lo que esa ciudad ya es considerada en el mundo un paradigma en la lucha contra el delito urbano. El modelo impulsado en 1994 por el entonces alcalde de la ciudad, el republicano Rudolph Giuliani, se basó en una serie de medidas simples: se puso énfasis en la prevención de crímenes, se multiplicó la presencia de policías en las calles, se restableció el vínculo entre la fuerza y la comunidad y se puso especial énfasis en prevenir y perseguir determinadas contravenciones graves o delitos menores, como pintar graffiti, saltar los molinetes de los subtes o beber alcohol en la vía pública. Esta última medida estuvo inspirada en la teoría de las “ventanas rotas”, del profesor de la Universidad de Harvard James Q. Wilson, quien expuso la idea de que si en un edificio abandonado hay una ventana rota y no es arreglada rápidamente, los vecinos apedrearán el resto de las ventanas y, eventualmente, será destruida la propiedad entera. “La policía debe sancionar todas las infracciones, por más insignificantes que parezcan, porque la sumatoria de esas pequeñas faltas crea un clima de desorden e inseguridad que favorece la irrupción del delito”, explicó a LA NACION durante su última visita a la Argentina el entonces jefe de policía de Nueva York, William Bratton. Considerado el “verdadero cerebro” del plan del carismático Giuliani, Bratton fue el jefe de una fuerza de unos 37.000 hombres que “limpiaron” la ciudad. Tras dejar el cargo se transformó en un “embajador” de la “tolerancia cero”, para transmitir su experiencia en distintas ciudades del mundo acosadas por el delito.

Mapa del delito Un punto clave del plan fue la descentralización de la fuerza policial. La corrupta y burocrática estructura vertical del Departamento de Policía de entonces fue reemplazada por un sistema que otorgó más responsabilidades y poder de decisión a cada una de las 76 comisarías distribuidas entre Manhattan, Brooklyn, Bronx, Queens y Staten Island. Así se logró que cada oficial se comprometiera con lo que sucedía en su área y que desarrollara vínculos sólidos y duraderos con los vecinos. Para apoyar esta medida, se instrumentó un sistema informático para la prevención del delito que resultaría fundamental: el Compstat, una base de datos estadística. Esta herramienta de gestión recopila, procesa y analiza a diario miles de cifras y estadísticas criminales en tiempo real. Los resultados son reflejados en un gigantesco mapa del delito que permite conocer al

ESTADOS UNIDOS

San Diego

Km

0

600

MEXICO

GOLFO DE MEXICO

LA NACION

Población: 1.337.000 habitantes Superficie: 936,6 km2 Cantidad de policías: 1744 Los vecinos y la Iglesia participan de la prevención del delito. Hay planes de apoyo a jóvenes desfavorecidos.

San Diego y su policía comunitaria AP

La mayor presencia policial en cada rincón de Nueva York es uno de los ejes del plan de seguridad

AFP

Control de equipaje en una estación del subte instante las zonas más críticas de la ciudad, detectar tendencias de nuevos tipos de crímenes y evaluar la acción policial cuadra por cuadra. Si bien nadie discute que hoy Nueva York es más segura que hace 20 años, han surgido críticas a las

políticas de Giuliani y Bratton. “Hay mucha discusión entre los especialistas sobre la real importancia que tuvo la tolerancia cero en la caída del crimen”, dijo a LA NACION el presidente de la Sociedad Americana de Criminología, Todd Clear.

AP

Trenes bien vigilados en Grand Central Terminal La acusación más común es que los policías, en nombre de la “tolerancia cero”, avasallaron no pocas veces libertades individuales, sobre todo de afronorteamericanos y latinos. “Es que en un momento se autorizó a la policía a hacer cumplir leyes

Estrategia, recursos y decisión Son ejes de un eficaz plan contra el crimen, según Safir, ex jefe de policía NUEVA YORK.– Erradicar el crimen de una gran ciudad requiere de una combinación de “buenas estrategias, recursos adecuados y una estructura política que sostenga a la policía”, sintetiza Howard Safir, jefe de la policía aquí entre 1996 y 2000. Safir, que tuvo a su cargo a 41.000 oficiales, afirma que cada ciudad tiene características diferentes, pero que los principios del crimen son los mismos en todos lados. Explicó a LA NACION las claves del éxito del plan. “En primer lugar, prestamos atención a los delitos pequeños. No nos ocupamos sólo de los grandes crímenes. Enviamos el mensaje de que el crimen y el desorden no serían tolerados. Hay que asegurarse de que los

criminales sepan que habrá castigo. Por ejemplo, la gente saltaba los molinetes del subte para no pagar. Empezamos a arrestar a esas personas y resultó que algunas estaban involucradas en actividades criminales”, explica Safir. Otro aspecto central es prestar atención a las causas de la criminalidad. En Nueva York se puso en marcha un plan antidroga y se hizo hincapié en sacar armas de circulación. También se aumentó el número de policías. Safir, que preside la consultora de seguridad SafirRosetti, destaca la importancia de la inteligencia criminal a partir de la base de datos informatizada. “Es importante saber dónde ocurren los crímenes para saber

dónde asignar más recursos. En la computadora observábamos qué crímenes se cometían en el área de cada comisaría. Si la cifra había bajado, los felicitábamos. Si no, les preguntábamos qué harían para que bajaran. Si luego de tres o cuatro evaluaciones no mejoraban, cambiábamos al comisario”, explica Safir. Finamente, considera fundamental el respaldo político. “El funcionario electo más alto, sea el presidente o el alcalde, debe estar comprometido, dar a la policía los recursos necesarios y tener la voluntad política de respaldar al jefe de policía para que lleve adelante esas políticas”, señala Safir.

Pilar Conci

que no se habían hecho cumplir durante 25 años”, explicó Bratton, que hoy es jefe de policía en Los Angeles. Otros sostienen que cuando se comenzó a aplicar la “tolerancia cero” ya había una tendencia a la baja en las tasas de criminalidad en el resto del país, incluso en ciudades con políticas más flexibles. También destacan la recuperación económica que experimentaba la nación entonces, durante la presidencia de Bill Clinton. Pero para muchos vecinos neoyorquinos el cambio fue radical, y lo agradecen. “La transición no fue fácil. Giuliani inundó las calles de policías, que muchas veces estaban nerviosos y mal entrenados. Fue un giro de 180 grados”, dijo en una conversación telefónica con LA NACION Bob Melendy, que vive hace 30 años en lo que hoy es el exclusivo Soho. Y agregó: “Durante los 80, frente a mi casa había gente armada con ametralladoras a plena luz del día. Te mataban por cualquier cosa. Era tierra de nadie, ni los policías pasaban por acá”. Su barrio hoy está entre los más cotizados de la ciudad. Antes era una zona industrial donde se tiroteaban en nombre del crack.

Bajaron la tasa de homicidios el 60% En 1992, en San Diego, en el estado de California, hubo 145 homicidios y 485 violaciones. Quince años después, los asesinatos disminuyeron el 60 por ciento y los abusos sexuales, casi el 40 por ciento: en 2007 hubo 58 asesinatos y 296 violaciones. Así lo reflejan las estadísticas que publica en su sitio web el Departamento de Policía de esta ciudad, la segunda de California y la séptima de los Estados Unidos. A diferencia de lo que ocurrió en Nueva York, con su programa de “tolerancia cero”, en San Diego las autoridades optaron por un plan preventivo, en el que fue clave la relación entre la policía y la comunidad. “Reconocemos que necesitamos a los ciudadanos como nuestros ojos y oídos, porque los policías no pueden estar en todos los lugares al mismo tiempo”, explicó a LA NACION Mónica Muñoz, vocera del Departamento de Policía de la ciudad de San Diego. “Asistimos y hacemos presentaciones en encuentros comunales donde instruimos a la gente respecto de cómo evitar ser víctimas del delito”, agregó Muñoz. El programa Vigilancia Orientada a la Comunidad tiene diferentes planes de acción, como el The Drug Abatement Response Team (DART), que permitió que en seis meses se descubrieran 70 casas en las que se vendían drogas. Y, como lo definió Muñoz, los ojos y oídos de la policía son los grupos de civiles que patrullan la ciudad para observar actitudes sospechosas y denunciar a las autoridades los problemas que comprueban. Aun así, para algunos la soluciones se demoraron demasiado. Irvin Waller, profesor canadiense especializado en prevención del delito, autor de Menos represión. Más seguridad, explicó a LA NACION: “Es verdad que en San Diego se logró reducir el índice delictivo, pero también hay que resaltar casos en los que se logró el mismo objetivo en menos tiempo, como los de Bogotá y Boston”.

MAÑANA Las experiencias de Johannesburgo y Auckland contra el delito.