espectáculos | 5
| Jueves 19 de diciembre de 2013
cine
Mirada superficial a un clásico en el camino (on the road, estados unidos-francia-reino unido-canadá-brasil, 2012). ★★★ buena . dirección: Walter Salles. guión: José Rivera, basado en el libro de Jack Kerouac. fotografía: Eric Gautier. música: Gustavo Santaolalla. edición: François Gédigier. diseño de producción: Carlos Conti. elenco: Sam Riley, Garrett Hedlund, Kristen Stewart,
Amy Adams, Tom Sturridge y Viggo Mortensen. duración: 124 minutos. calificación: apta para mayores de 16 años con reservas
Johnny Knoxville y Jackson Nicoll
uip
cine
Escatología y crítica social Jackass: el abuelo sinvergüenza (Jackass Presents: bad grandPa, estados unidos/2013). ★★★★ muy buena. dirección: Jeff Tremaine. guion: Jeff Tremaine, Johnny Knoxville, Fax Bahr,
Spike Jonze, Adam Small. fotografía: Lance Bangs, Dimitry Elyashkevich. música: Sam Spiegel. elenco: Johnny Knoxville, Jackson Nicoll, Spike Jon-
ze, Catherine Keener. distribuidora: UIP. duración: 92 minutos. calificación: Sólo apta para mayores de 16 años.
L
as películas de Jackass –incluida la 3D, que hacía un uso muy imaginativo de esa posibilidad y que fue estrenada aquí en 2010– solían ser ampliaciones más espectaculares, más bestiales, más extremas y sobre todo más grandes, del programa de televisión de MTV en el cual un grupo de seres se sometían a las pruebas más absurdas, dolorosas, imbéciles, ridículas que resultaban, para mucha gente, muy cómicas. Las películas de Jackass eran una sucesión de viñetas cómicas en las que no estaban ausentes las tradiciones de los grandes cómicos atletas (Buster Keaton, Jackie Chan) y de los grandes transgresores del cine (John Waters, una zona de los hermanos Farrelly). Ahora, en El abuelo sinvergüenza, los muchachos de Jackass se deciden por una “película argumental”, abandonando el sistema de sketches. Aquí, el abuelo Irving Zisman (interpretado por Johnny Knoxville, el líder de Jackass, con fuertes dosis de maquillaje) tiene que llevar a su nieto desde Nebraska hasta Carolina del Norte para que se quede con su padre, un patán en toda regla, porque su madre está (otra vez) presa. El molde narrativo de “abuelo que no quiere saber nada con su nieto” y la road movie, y las peripecias, ya lo vimos muchas veces, aunque no de esta manera: aquí se trata de un viaje con escatología, groserías varias, chistes sexuales. Es una clase de humor que espanta a mucha gente. Aquellos espectadoras espantados se evitarán las groserías, sí; pero también una crítica furibunda a
unos cuantos aspectos monstruosos de la cultura estadounidense. Un ejemplo especialmente claro es el de los concursos de belleza infantiles, que abuelo y nieto (extraordinario y versátil el niño Jackson Nicoll) desarman desde adentro al llevar al extremo en la ficción lo que ya está claro en la realidad: que se trata de una exposición pública inapropiada para las niñas de corta edad. El humor de esta película de Jackass apunta a lo más enfermo del consumismo estadounidense, al embrutecimiento, al empobrecimiento, y lo hace estallar mediante chistes que –como todo humor consciente y que se hace con respeto por la comedia crítica– tienen ese regusto amargo proveniente de haber dado en el clavo. Entre los mejores momentos de la película está el de la respuesta “timing”, que es de una asombrosa brevedad. El timing para la sorpresa es clave en Jackass: la sorpresa del espectador y/o la sorpresa de aquellos que son víctimas del modo cámara oculta. Así se logran situaciones de remate perfecto (el juego mecánico) y otras que no parecen llegar al remate necesario (el de la caja de encomienda). Pero la película apuesta al experimento de mezclar el modo sketch de la cámara oculta con una línea argumental, y de esa forma se pasa de forma despareja de una secuencia a otra en la búsqueda del próximo chiste. Ese que puede lograr –otra vez–la explosión cómica, la crítica social a esas catástrofes que vemos y alejamos –al menos temporalmente– mediante sonoras carcajadas.ßJavier Porta Fouz
Tom Sturridge y Garrett Hedlund, beatniks
E
n el camino era –al momento de estrenarse en la competencia oficial del Festival de Cannes de 2012– uno de los films más esperados tanto por cinéfilos como por expertos en literatura, ya que se trataba de un proyecto que Francis Ford Coppola (dueño de los derechos del mítico libro de Jack Kerouac ) había intentado concretar –sin suerte– durante
distribution company
mucho tiempo y que finalmente rodó el brasileño Walter Salles con el aporte de un amplio elenco internacional. Pero la película no funcionó comercialmente en casi ningún mercado y, de hecho, aquí llega con más de un año y medio de retraso. Esta road-movie del director de Estación Central sobre los viajes iniciáticos de dos aspirantes a es-
critores (Garrett Hedlund y Sam Riley) durante fines de los años 40 y principios de los 50 contó con guión de José Rivera (quien ya había trabajado con Salles en un proyecto con varios elementos en común con éste, como Diarios de motocicleta) y –como curiosidad– con varias escenas de nieve filmadas en la zona de Bariloche. El film tarda en “arrancar”, ya que Salles se toma varios (quizá demasiados) minutos en presentar a estos jóvenes intelectuales fascinados por Proust, por el jazz y la cultura afroamericana, por el sexo, el alcohol, las drogas y los tugurios de la bohemia neoyorquina. Luego, sí, llega el turno de los viajes por esa Norteamérica profunda, a toda velocidad, sin límites, a puro desenfreno. En este sentido, una de las mayores “audacias” de la película son los desnudos de Kristen Stewart, famosa por su recatado papel en la popular saga Crepúsculo. Con una narración muy cuidada, una excelente reconstrucción de época e impecables aportes del argentino Gustavo Santaolalla en la música y del francés Eric Gautier en la exquisita fotografía, En el camino alterna secuencias inspiradas con varios otros pasajes algo anodinos que conspiran en definitiva contra la solidez y fluidez del relato. Nada desentona demasiado en esa película bella, cool y distanciada, pero es precisamente esa prolijidad la que hace “ruido” en oposición al original literario, que hacía culto de lo opuesto: visceralidad, sordidez, intimidad, realismo, intensidad. Así, esta versión cinematográfica de En el camino puede verse como una mirada bastante superficial, simplificada (pasteurizada) sobre aquellas experiencias de Kerouac y compañía que conmovieron al mundo. La generación beat para… la generación Wikipedia.ß Diego Batlle
Breaking Bad vuelve con una precuela netflix. Better Call
Saul se verá aquí en 2014 por la Web
Para quienes siguen de duelo por el final de Breaking Bad, un paliativo: Netflix confirmó que tendrá disponibles en pocos meses todos los capítulos de la primera temporada de Better Call Saul, centrada en los casos judiciales del pintoresco abogado con oficinas en un shopping que interpreta Bob Odenkirk, centrada en sus años previos a convertirse en el “consultor legal” del profesor de química devenido narcotraficante Walter White (Bryan Cranston). Vince Gilligan, el creador de Breaking Bad, repite labores con esta serie, que será “una comedia, pero con reparos”. Otra serie muy esperada para el año próximo –es de Showtime, con lo que su posible pantalla local sería HBO– es Penny Dreadful, proyecto de ocho capítulos gestado por Sam Mendes y John Logan, los responsables de 007: Operación Skyfall, un “thriller psicosexual” ambientado en la Londres victoriana y centrado en algunos de los seres sobrenaturales más famosos de la literatura, de Drácula al monstruo de Frankestein, con Timothy Dalton y la siempre magnética Eva Green como protagonistas. La dirección es del español Juan Antonio Bayona, que llegó a Hollywood de la mano del terror de El orfanato.ß