Lourdes Chicco Ruiz “hacer un zapato es contar un ...

13 feb. 2014 - peluda, de puma. A partir de esto, este zapato está hecho con cuero de cabra con pelos; uno de los modelos tiene pulserita de cuero de chivo,.
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moda&belleza

artesana. Se anima a probar materiales autóctonos y crea

zapatos muy personales. A partir de hoy y hasta el miércoles próximo sus piezas se exhiben en London Fashion Week

Lourdes Chicco Ruiz “hacer un zapato es contar un cuento” Delia Alicia Piña @dapina | Fotos Fernando Massobrio

| Jueves 13 de febrero de 2014

C

on esa inconfundible tranquilidad santiagueña, mirada profunda y paso firme, Lourdes Chicco Ruiz llega a su espacio de diseño de la mano de una de sus pequeñas hijas, Rosita, por supuesto, con zapatos de su autoría: bajos, bicolor con recortes en charol sintético, que “bien pueden soportar una de estas intensas lluvias”. Su local, que ahora comparte con Carola Besasso, es colorido, cálido, ambientado con piezas en madera de su Santiago del Estero natal. Dice que lo que más la inspira y le permite expresar lo que siente son los zapatos, que hace a mano de manera minuciosa desde hace cinco años, cuando egresó de la Escuela Bizcaina, la del maestro zapatero Fernando López Bizcaino.

–Trabajas con artesanos... –Sí, con carpinteros artesanos de Colonia Dora, Quimili Paso, Fernández, localidades no muy cercanas a La Banda de donde soy. Ellos encuentran ramas, raíces, troncos, a los que le dan vueltas y siempre logran, con pequeñitos detalles, que se vea la forma de un animal, como este cabrito o perro. –¿Vos también usás materiales de Santiago del Estero? –Uso muchas telas, rafias y plásticos antiguos que provenían del taller de costura de mi abuela. Cada vez que voy a su casa recopilo tesoritos que terminan en los zapatos. También uso cabritilla, pelo y cuero de productores campesinos que tienen sus cabras o chanchos, comen la carne y venden el resto. –¿Por qué zapatos? –Porque me inspiran, son el medio que me permite expresar lo que siento y así hago lo que descubrí que más me gusta. Hacer zapatos me resulta desafiante, puedo utilizar y crear a partir de un montón de materiales, hasta madera de Santiago, por ejemplo. –Hacés muchas combinaciones. –Trabajo con mondongo, por ejemplo, y variedad de rafias, sea de fibras naturales o plásticas, como mallas de parlantes de los 70. –Siempre elementos no convencionales. –Investigo y experimento; es un aprendizaje permanente. Las líneas o los cortes no tienen mucha vuelta, lo raro son los materiales. –La variedad de materiales o sus

combinaciones generó la identidad de tu marca. –Sí, mis zapatos se diferencian por cómo y con qué están hechos, y también porque trato de que no sean de moda. Hago uno por número, de manera artesana. Cada pieza cuenta de dónde viene, eso con que está hecha; muestra un trabajo querido, buscado, cuidado, con una impronta personal e irrepetible. –¿Qué expresás con un zapato? –Hacer un zapato es como contar un cuento. Es mi forma de escribir. Todos tenemos una historia para contar, y la mía se ve en los zapatos. Y cuentan la historia de cómo llegaron a ser así; es una historia fantástica o de ficción. Me inspiro mucho en los mitos santiagueños y del Norte. –Contame una de esas historias. –Este es Runa Uturunco, un hombre puma que se ve en el monte y aparece en las noches con una figura poco visible, medio hombre, medio felino, grande y musculoso, con cara peluda, de puma. A partir de esto, este zapato está hecho con cuero de cabra con pelos; uno de los modelos tiene pulserita de cuero de chivo, ese que se usa para los parches del bombo. Otra historia: la de Mula ánima o Alma mula, una mujer convertida en mula como castigo por adúltera, que aparece amarrada con cadenas que le cuelgan. –Son piezas muy personales. –Ahora estoy aprendiendo ñandutí y lo aplico en botas. También, por ejemplo, recupero puños de sacos viejos y los aplico; lo mismo que car-

cosas especiales “El ñandutí es un bordado que surgió como regalo de bodas de madres a hijas; se inspira en una tela de araña y se teje del centro hacia afuera. Es lo que quiero hacer: cosas especiales, con que se sienta el cariño y el trabajo.

petitas antiguas, pañuelos, botones y hasta jean de faldas o pantalones que se verán en botitas, con detalles en cuero de chancho del monte. –¿Qué otros destacarías? –El de los tejidos de coling, que hice junto con la joyera Gaby Horvat, o los de ñandutí, con mi profesora; también con el grupo de bordadoras de Rita Smirna, que trabajaron sobre retazos de lino natural, que se convirtieron en volados aplicados en el empeine de sandalias. Y me gusta mucho estos zapatos llamados Peinado para el cole, porque es el peinado que les hago a mis hijas todos los días para ir al colegio, dos trenzas cosidas, hechas en una piel sintética, que parece lana sin peinar. Mirá, este es un zapato-cabra: en Santiago del Estero está lleno de cabras y siempre me flashean los ojos de las cabras, que tienen como las pupilas así rectangulares. Por eso creé un zapato que las represente: en una tela bordada, son zapatos que te miran o los mirás y se ven bordados los ojos de las cabras. –¿Qué otras cosas hacés que influyen en tu diseño? –Pinto,yaprendíalgoqueusoadiario: la sensibilidad por el color. –¿Qué pintás? –A partir de fotos, por lo general de mis hijas, pinto sobre tela. Además me fascina el bordado. –¿Coleccionás tijeras? –Me encantan. Las uso todo el tiempo, haciendo detallitos en los zapatos. Siempre ando con una tijerita encima. –¿Y hacés algo con Carola Besasso, de DAM? –Cada una hace lo suyo, proyectamos cosasjuntas,comointervenirzapatos con sus estampas. –Chicco Ruiz está en Palermo, ¿y dónde más? –En un multimarca de diseño que se llama Usagi pour toi, en Tokio. –Volvés a Londres. –Sí (a partir de hoy), participaré nuevamente del International Fashion Showcase en London Fashion Week, junto con otros 15 diseñadores, en la muestra Land of diversity, Time of contrasts, curada por el Observatorio de Tendencias del INTI y el Mercado de Industrias Culturales Argentinas. Y llevo piezas en cuero con pelo, mondongo y fibras naturales. Una excelente vidriera que me permitió estar en Tokio. Todo un logro: que un producto artesanal y argentino esté presente en un mercado tan distinto como Japón.ß