espectáculos | 5
| Sábado 22 de febrero de 2014
Platea infantil
MúsicA
El ukelele, Edith Piaf y una voz especial
Juan Garff
piedra libre En el País de las Maravillas Alicia Underground, versión del clásico relato de Lewis Carroll, en una puesta en escena de Gabriela Marges. En el Espacio Cultural Julián Centeya, San Juan 3255, hoy, a las 20. A la gorra.
Juga di Piaf (esPectáculo de Juga di Prima). ★★★★
muy bueno .
músicos :
Juga, voz, ukelele y piano; Carlos Felipe Bórquez, piano y acordeón, y Sito Lacombe, guitarra.
Malabares titiritescos
sala: Velma Café. próxima fun-
Reestrena Circo Fokus Bokus, el varieté de títeres y teatro negro del Grupo Kukla, con dirección de Antoaneta Madjarova. C.C. de la Cooperación, Corrientes 1555, sábados y domingos, a las 16.30. $ 70 y 80.
ción: hoy, a la medianoche.
J
uga ubica cada elemento sobre el escenario (luces, instrumentos, accesorios y hasta músicos) como si acomodara piezas en un tablero de ajedrez para comenzar una partida. Cada una tiene su lugar y su función. Juga es una cantante que parece ajedrecista o una ajedrecista que parece cantante. O ambas cosas a la vez. Parece tener en su cabeza cada movimiento. De hecho, para el concierto tiene todo perfectamente guionado; todo perfectamente calculado. Cuando en medio de una canción deja de tocar el ukelele (instrumento que se transforma en la base sonora de su actualidad musical) y lo apoya en el pie-soporte, toma la precaución de poner la traba que sujeta el mástil. No sea cosa que el destino le juegue una mala pasada y se caiga.
santiago filipuzzi
Juga, en Buenos Aires Pero no todo lo que tiene Juga para mostrar es tan calculado. Es decir: es un espectáculo, tiene una hoja de ruta minuciosamente guionada (y está muy bien que la tenga), sin embargo, desde que hace sonar los primeros acordes de una canción que tantas veces se escuchó por Edith Piaf, Juga se deja llevar, no mide, no calcula; asume el riesgo de sacar toda su voz, sin guardarse nada. La suya es una voz singular. En su fraseo quizás abuse un poco de los ligados. Por eso puede sonar, por momentos, un poco redundante, como un efecto al que recurre para un tema y para el siguiente. Pero hay algo performático en ese gesto de darles a las melodías una gran amplitud, es parte de su estilo. Juga no juega a ser Edith Piaf. Sólo busca recrear algunas de esas canciones tan conocidas (“Mi Lord”, “La Foule”, “Non, je ne regrette rien”, L’Hymne a l’amour” y otras) que se hicieron populares gracias a la voz de la genial cantante parisina. Pero no la imita ni se acerca a su estilo. Da su propia versión, que está construida con mucha personalidad y con las experiencias vividas en Chile, en Europa, en la Isla de Pascua (es decir, en ese Chile insular y exótico al que la cantante recurrió para buscar inspiración hace algunos años). Juga canta un poco en francés y otro poco en castellano. Se acompaña del ukelele y se deja acompañar por sus músicos. Desmenuza cada verso, lo saborea, lo reinterpreta. Después intercala, como si todo fuera parte de lo mismo, un puñado de canciones que están registradas en sus discos (“Lo celos” y su caballito de batalla, “El orden de las cosas”, entre otras). Actúa las canciones como si no llevara la mochila de Piaf sobre las espaldas. Su talento le permite despojarse y construir su propio relato en poco más de una hora. Un concierto breve, pero que desnuda su talento y cierta extravagancia o rareza que le queda bien a lo que propone en esta original incursión en el mundo Piaf.ß Mauro Apicella
Los hermanos Hansel y Gretel
julián aguirre
Los títeres se visten de Grimm hansel y gretel. ★★★★
muy buena. autor: versión escénica de Omar
Álvarez del relato de los Hermanos Grimm. dirección: Omar Álvarez. música :
Edward Shore. intérprete: Omar Álvarez. voces en off: Raúl Rizzo,
Soledad Silveyra, Susana Sisto, Belén Caccia y James Murray. diseño de títeres:
Alejandra Farley y Juan Bembasat. escenografía: Claudio Álvarez,
Bárbara Schmidt, Ana Paula San Martín y Delfina Wigger Dávalos. sala: Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1555. funciones: sábados y domingos, a las 16.30.
L
os dos hermanos deben escapar a la miseria material y moral del mundo adulto que los rodea. Pero no están solos, se tienen uno al otro y cada uno a sí mismo. Sobre esta premisa se desarrolla la interpretación que hace el titiritero Omar Álvarez del popular cuento recopilado hace dos siglos por los hermanos Grimm. El ingenio de Hansel guía las tácticas de supervivencia, hasta que la bruja está a punto de echarlo al horno. Allí es donde aparece Gretel, aparentemente la más débil y frágil, encontrando el camino hacia la liberación de los niños. La caída de la bruja en el fuego es celebrada por el público infantil, seguramente por su captación del valor simbólico y dramático de la escena, más que porque sean simpatizantes de la truculencia.
Omar Álvarez, cual sutil alquimista, aparece tras la mesaretablo armando y desarmando los episodios de la historia sobre el ingenioso dispositivo escenográfico diseñado por Claudio Álvarez. Como es habitual en sus puestas en escena, el titiritero se concentra en ser el artífice de los movimientos de sus personajes, delegando la exteriorización del texto en voces grabadas en off. Contó para ello con la valiosa colaboración de Raúl Rizzo que llevó el relato con la misma sutileza del titiritero, sin hacerles sombra a los personajes, pero modulando las inflexiones del desarrollo de la historia. Y con la de Soledad Silveyra, en las voces de la madrastra y de la bruja –entendiendo a la segunda como reedición potenciada de la primera–,
en su decir tajante y brusco, que se corporiza a la perfección en la manipulación de los personajes por parte del titiritero. Resta, en cambio, algo de contundencia al planteo dramático de Omar Álvarez la opción por voces para Hansel y Gretel que siguen el estereotipo de los dibujos animados. Ese aniñamiento –que no es el de los niños– impide manejar a pleno los matices, algo que es tanto más importante en la representación de títeres, cuya relativa rigidez expresiva no acompaña fácilmente la dinámica de parlamentos mayores. También podría ser más explotado el recurso de la música, que transcurre con una innecesaria monotonía, un tanto sombría y ligeramente excedida en el volumen. Ello no obstante, Omar Álvarez hace de esta versión de Hansel y Gretel absolutamente fiel al texto original una representación que termina siendo casi festiva, celebratoria del triunfo de los niños, tras un derrotero cargado de emociones, de tensión dramática, de una confrontación con el destino que tiene sus momentos difíciles. Contra todo prejuicio, la obra resulta atractiva para edades diversas: no asusta a los de tres años ni aburre a los de ocho. Por algo ganó el Premio Villafañe a la mejor obra de títeres para niños. No por nada fue invitada al Teatro Nacional para Niños de Pekín.ß
Del cover pop al Stravinsky polémico the Bad Plus. El original trío jazzístico
estadounidense trae nuevo repertorio
Viene de tapa
El trío grabó covers que llamaron la atención, pero fue la propia composición la que se impuso en mayor porcentaje dentro de sus álbumes. De hecho, en la última, Made possible, sólo uno de los doce temas no les pertenece. “Nunca pensamos que nuestras composiciones de los primeros álbumes fueran menos importantes que los covers –apunta Iverson–. Pero, bueno, nuestro próximo álbum será un gran cover, una sola pieza, La consagración de la primavera, de Stravinky.” La casa disquera que publica los álbumes del grupo anunció hace dos semana que el lanzamiento del CD será el 25 de marzo. –Se los definió como un trío avant-garde y popular. ¿Pueden ir estas dos cosas de la mano? King: –Sí, por supuesto. Quizá nosotros nos corrimos del avant-garde clásico o contemporáneo. Lo que ofrecemos es un show, no una intelectualización. Lo que hacemos se puede recibir en múltiples niveles. Anderson: –Y creo que lo que hacemos es darle permiso a la audiencia para que disfrute la música, no como una experiencia intelectual.
–¿Les interesa más la experiencia con el público que la búsqueda de un lenguaje? Anderson: –Pienso que todo va unido. Para nosotros lo importante es la voz de The Bad Plus. Su sonido. –¿Están yendo hacia un lugar distinto del que van las actuales corrientes del jazz o de la música popular en general? King: –No creo que estemos inventando o reinventando nada. Sentimos que somos una parte del jazz moderno. Estamos bien con esa expresión tan amplia. Pero cuando traemos una música al trío no la ponemos en determinado lugar, simplemente se convierte en nuestra música. The Bad Plus es resultado de tres enfoques y personalidades distintas. Y me hace muy bien pensar en el tiempo que llevamos juntos haciendo esto. Porque podemos hacer cualquier cosa como trío. –¿Una especie de socialismo? King: –Sí, lo es. ß
The Bad Plus Presentará música de su último CD Usina del Arte, Caffarena 1 Hoy, a las 19. Entradas, desde 90 pesos.