Los que resisten en Tokio optan por cambiar hábitos

baile en Fukuoka, en la isla Kyushu, al sur de Japón. Aunque por la crisis que vive el país fijar plazos suena apresurado, su idea es intentar re- gresar en unos ...
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EXTERIOR

I

La amenaza atómica

Miércoles 23 de marzo de 2011

El impacto en la vida cotidiana

Restablecen el suministro eléctrico de Fukushima I

El sismo también arrasó los sueños de los argentinos

Importante avance para enfriar los reactores

Tras quedarse sin alumnos por la tragedia, un maestro de tango decidió volver a Buenos Aires GUILLERMO IDIART ENVIADO ESPECIAL TOKIO.– Misa Takei ensaya un esforzado retroceso con el pie izquierdo. “¡Muy bien!”, la felicita por el paso, en español, su profesor de milonga, el argentino Guillermo Boyd. “Tchi-nisan”, marca el ritmo el sensei, ahora en japonés (uno-dos-tres). Para Takei y sus seis compañeras de baile, ésta no era una clase más en el estudio de tango Ginza, el más antiguo en su tipo de este país. Y menos para Boyd. Era su última lección en estas tierras. El terremoto y el tsunami que marcaron a fuego al archipiélago forzaron a este argentino de 41 años a ponerle puntos suspensivos a la aventura japonesa en la que se había zambullido hace ya casi cuatro años. “Lo vamos a extrañar mucho. El generaba un clima especial en sus clases”, lamenta Takei. Para Boyd, oriundo de La Plata, casado con una japonesa nueve años menor, Yoshiko, y con una beba de

Guillermo Boyd GUILLERMO IDIART

apenas dos meses y medio, Malena, la repentina decisión no fue fácil de tomar. “Fue todo muy rápido. Me mata volver a la Argentina en este momento. Es muy triste. Pero el terremoto fue un golpe fulminante”, cuenta a LA NACION en su última noche en Japón antes de abordar junto con su familia uno de los vuelos dispuestos por la Cancillería para volver a Buenos Aires, vía París. “Mi esposa no quería saber nada con irse. «No puedo dejar mi país», me decía. Ella apenas habla español. Pero aflojó cuando le dije que pensara en la beba. Fue un momento terrible”, sigue Boyd, que antes de recalar en Tokio trabajó en una compañía de baile en Fukuoka, en la isla Kyushu, al sur de Japón. Aunque por la crisis que vive el país fijar plazos suena apresurado, su idea es intentar regresar en unos tres meses, si es que la situación aquí se estabiliza. “Sería volver, para volver a empezar. Hasta hace un rato estuve desarmando todo el departamento.” El detonante para cerrar su estudio en Tokio, Alas de Tango, que había

montado junto con otros dos bailarines argentinos hace pocos meses, fue la abrupta caída en la cantidad de alumnos. “Dos días después del sismo, intuimos que la cosa no iba a funcionar –dice–. Y después vinieron las noticias de la radiación. Ahí ya sabíamos que nos íbamos.” La onda expansiva del sismo se sintió de inmediato. “De un día para el otro, los alumnos dejaron de venir”, explica Boyd. Casi no quedaron discípulos extranjeros, porque, como miles de expatriados aquí en Japón, huyeron del país por el temor a nuevas réplicas del terremoto y, sobre todo, a la amenaza nuclear. “Muchos de los japoneses que estaban con nosotros se fueron al Sur, para Osaka, y otros, que pensaron en que se viene una nueva recesión, lo primero que cortaron fueron sus gastos de ocio y entretenimiento”, agrega. Los socios argentinos de Boyd tampoco resistieron el golpe. Uno de ellos emprendió ayer el regreso a la Argentina y el otro tomará un vuelo mañana. El éxodo de extranjeros desde Tokio es incesante. “El momento del terremoto fue bravísimo. De repente todo se empezó a mover, y pensé que pasaría rápido, como ocurre seguido acá. Pero no paraba, y era cada vez más fuerte –recuerda Boyd–. Las comunicaciones y los trenes se cortaron. Temí por mi familia. Tuve que caminar más de tres horas atravesando todo Tokio para llegar hasta mi casa.” Para la compañera de baile japonesa de Boyd, Yoshiko Mamada –campeona asiática de tango escenario–, la decisión del argentino también fue difícil de asimilar. “Será arduo volver a encontrar una pareja así. Lamento muchísimo su partida”, dice, en un pausado pero claro español. Sobre el escenario, la química entre ambos es total. “Irme también me da mucha pena por ella”, agrega Boyd. Yoshiko llegó al estudio sobre las 20.30, horario de comienzo del ensayo. Dos nuevos temblores, con magnitudes de 6,3 y 6,6 grados en la escala de Richter, se sumaron anoche a las más de 700 réplicas desde el terremoto del pasado 11 de marzo. Los temblores, que mantienen en alto la guardia de los tokiotas, provocaron cortes temporales en algunos servicios de trenes y subterráneos. Las paredes del salón de ensayo montado por el maestro japonés Kobayashi Taihei, y su compañera de baile y de vida, Eguchi Yuko, dueños del estudio Ginza, están repletas de fotos de espectáculos de la pareja, una de las primeras oriundas de Japón en haber viajado a la Argentina. Entre viejos recortes de diarios, hay uno de LA NACION, que retrató su visita, y que se titula “Secretos de una pasión oriental”. También para ellos el hueco que deja Boyd será difícil de llenar. “Su partida, como la del resto de los profesores argentinos, es una pena grande –dice Yuko–. Son todos muy queridos aquí. Esperamos su pronto regreso.”

Clinton reafirmó el apoyo de EE.UU. WASHINGTON (EFE).– La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, reiteró ayer el apoyo de Estados Unidos a Japón, al firmar un libro de condolencias por el trágico terremoto y posterior tsunami del pasado 11 de marzo. Clinton visitó la embajada de Japón en Washington para ofrecer sus condolencias a los japoneses “que han sufrido tanto en las últimas semanas”. “Estaremos con Japón y con los japoneses en la medida en que se recuperen [del desastre] y reconstruyan [su país], y estaremos apoyándolos en los próximos meses y en los próximos años”, dijo la jefa de la diplomacia norteamericana.

Trabajadores de Tepco seguían luchando ayer para enfriar el reactor 4 de Fukushima I AFP

Los que resisten en Tokio optan por cambiar hábitos Compran detectores de radiación y recurren más a la bicicleta TOKIO (De un enviado especial).– Ni el terrible sismo ni los malos augurios. Nada de eso logró torcer el brazo de Matsaro Onoe, un actor de kabuki –el teatro dramático tradicional de Japón– de 57 años. “Aquí no paramos nunca. Hubo menos público, eso sí. Pero, pese a todo, seguimos viniendo a trabajar con la alegría de siempre”, dice, frente al teatro Shinbashi Enbujo, en el barrio Ginza de esta capital. “Creo que en Tokio no hay nada que temer. Pronto volverá todo a la normalidad, ya verá”, confía a LA NACION, antes de entrar puntual al ensayo de las 10. La psicosis que generó aquí una fuga radiactiva de grandes dimensiones de la planta nuclear Fukushima I provocó la huida de miles de habitantes y extranjeros, asustados por la crisis que aún no acaba. Pero como el señor Onoe, millones de tokiotas eligieron resistir aquí, estoicos en su ciudad, uno de los peores sacudones de los que el país tenga memoria. La dramática situación sí obligó a muchos de ellos a cambiar de hábitos: almacenan alimentos, actualizan sus equipos de emergencia, compran detectores de radiación y recurren a la bicicleta como nuevo medio de transporte. “No creo que haya peligro real por la radiactividad. Y para nosotros, que estamos acostumbrados, los terremotos son como esta lluvia”, desdramatiza Naoko Fushisawa, mientras mira hacia el cielo encapotado de Tokio. Fushisawa, empleada de un grupo financiero, camina por Showa Dori, una avenida repleta de negocios de marcas occidentales que lentamente recupera su vitalidad. “La semana que pasó marcó a los

habitantes [de Tokio]. Lo sabemos los que nos quedamos, lo sabrán los que aún no regresaron”, asegura esta joven japonesa, que no duda de que la ciudad más poblada del mundo recobrará pronto su ritmo de ebullición constante. Para Takushi Wada, director comercial de una compañía alimentaria, nunca hubo nada que temer. “No tengo miedo. Por Fukushima, ningún problema”, dice, antes de partir hacia Osaka, donde se refugian miles de tokiotas. “Voy sólo por un día y regreso”, aclara a LA NACION. “Había temor a algo peor. Pero como yo muchos no tuvimos la posibilidad de salir de la ciudad”, dice un taxista, Kiminori. “Fueron días difíciles, con poco trabajo. Estamos empezando a salir.”

Una ciudad intacta Es difícil olvidar. Los temblores aún no pararon. Doce días después del peor terremoto y tsunami en la historia moderna del país, esta ciudad se mantiene intacta, pero para millones de tokiotas la huella que dejó a su paso la catástrofe ha calado muy hondo. Para Shizuki Shokoku, el impacto fue doble. Su puesto de frutas y verduras en el mercado Wanamasa no logra reponerse del golpazo. “Mucha gente todavía tiene terror por los alimentos contaminados”, explica, en referencia a las espinacas con niveles elevados de radiactividad detectadas en las prefecturas cercanas a la central nuclear accidentada, 240 kilómetros al nordeste de aquí. Aunque el pánico que enloqueció a Tokio la semana pasada ya no es tal, muchos residentes aún almacenan alimentos –sobre todo gigantescas bolsas de arroz– y agua embotellada,

e incorporaron otros hábitos por temor a que otro sismo desate su furia, esta vez más cerca de la ciudad. “Acá es difícil relajarse”, dice Fushisawa. “Ahora tomamos más en serio lo que nos enseñan en el colegio”, agrega. Y es que para muchos los consejos de seguridad que dan desde la primaria han adquirido una nueva relevancia después del 11 de marzo. Varios actualizaron sus equipos de emergencia, y se ha vuelto una difícil misión conseguir linternas, filtros para potabilizar agua turbia y hasta cascos. Y lo más novedoso: preocupados por las radiaciones ionizantes que expulsan los reactores averiados de Fukushima I, los japoneses casi han agotado los detectores de radiación Geiger en Akihabara, Tokio, el barrio de comercios de electrónica más grande del mundo. Ahora todos quieren tener un Geiger, un artefacto hasta ahora virtualmente desconocido y cuyo precio oscila entre 600 y 1200 dólares. La semana pasada, los cortes de electricidad programados generaron fuertes retrasos en las líneas de subterráneos, lo que obligó a muchos ciudadanos de Tokio a recurrir a la bicicleta para llegar a sus trabajos. La compañía Tokyo Electric Power, que suministra la electricidad y la misma que opera Fukushima I, advirtió que las interrupciones podrían producirse hasta fines del mes próximo. Para muchos en esta metrópoli de más de 30 millones de personas atravesada por bicisendas, ese hábito llegó para quedarse. Hay quienes temen que un temblor los sorprenda bajo tierra. “No es una sensación nada agradable”, afirma Fushisawa.

FALLO SIN PRECEDENTE EN ISRAEL

Síntesis internacional

Siete años de cárcel para Katsav

CUBA

TEL AVIV.– En una sentencia sin precedente, que provocó una gran conmoción en Israel, el ex presidente Moshe Katsav fue condenado ayer a siete años de cárcel y otros dos de libertad condicional tras haber sido declarado culpable por un tribunal de Tel Aviv en dos casos de violación y otro de acoso sexual. “Todos los hombres son iguales ante la justicia”, dijo el juez George Kara al leer la sentencia, que también impuso al ex presidente el pago de una indemnización de 32.000 dólares para compensar a las víctimas. Tras la lectura del fallo, Katsav, de 65 años, rompió en llanto, perdió los nervios y empenzó a gritar: “¡Se equivocan, permitieron que gane la mentira!”, según relataron testigos presentes en la sala. En diciembre, el ex mandatario había sido declarado culpable por una corte de Tel Aviv de haber violado a una mujer cuando era ministro de

LA HABANA (EFE).– En vísperas del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), el ex presidente Fidel Castro confirmó ayer que renunció como primer secretario de esa organización en 2006, cuando enfermó y se apartó del poder, y que nunca intentó después ejercer ese u otros cargos. “Renuncié sin vacilación a todos mis cargos estatales y políticos, incluso al de primer secretario del partido, cuando enfermé y nunca intenté ejercerlos después de la proclama del 31 de julio de 2006”, afirmó Castro, de 84 años, en un artículo divulgado ayer.

Turismo, a fines de los 90, y de cometer abuso sexual contra varias de sus empleadas durante su mandato presidencial, entre 2000 y 2007. Entre las diez demandantes que dieron lugar al comienzo del juicio contra Katsav, en 2010, figura una identificada como A., que lo acusó de violarla en dos ocasiones en 1998, primero en su oficina en Tel Aviv y dos meses después en un hotel en Jerusalén. Otras dos empleadas lo acusaron de abrazarlas y apretarlas contra su cuerpo contra su voluntad. Según el juez Kara, el hecho de que los delitos fuesen cometidos durante los años de mandato de Katsav como ministro de Turismo y como presidente de Israel llevaron al tribunal a imponer una pena severa. “El acusado es un símbolo, y el hecho de que haya cometido tales acciones mientras ocupaba altos cargos hace que el caso sea más grave”, dijo el magistrado.

Fidel reveló que ya no lidera el PCC

El primer ministro Benjamin Netanyahu describió el día de ayer como “una jornada de dolor y vergüenza” para Israel, pero también “de orgullo” por un sistema judicial que, según dijo, es capaz de mostrar “que la ley puede ser igual para todos”. Tzion Amir, uno de los abogados de Katsav –que había solicitado que se le perdonara la pena de prisión a su cliente mediante el indulto–, también describió la sentencia como “el día de tristeza y luto para la sociedad israelí” y prometió apelar la decisión ante la Corte Suprema en los próximos días. En el caso de que el recurso no prospere, Katsav, casado y con cinco hijos, tendrá que empezar a cumplir su sentencia el 8 de mayo, que este año coincide con el feriado en que se conmemorará la creación del Estado de Israel, en 1948.

GUATEMALA

Un divorcio para poder ser candidata EFE

Agencias AP, AFP y EFE

Moshe Katsav

GUATEMALA (AFP).– Juristas y opositores acusaron ayer a la pareja presidencial de ese país de fraude, por pedir el divorcio para que la primera

TOKIO.– Mientras crece el temor a una contaminación radiactiva en varios productos alimenticios en Japón, los operarios que luchan por enfriar los reactores de la central nuclear de Fukushima I lograron ayer reconectar los cables eléctricos a los seis reactores del complejo, en lo que supone un avance significativo para recuperar el control de la planta y evitar una fuga catastrófica. Medios locales informaron anoche que también se había restablecido la electricidad en una de las salas de control, en otro avance para reinstaurar los sistemas de enfriamiento de la planta. Los equipos de emergencia, además, lograron vaciar unas 18 toneladas de agua de mar en un contenedor de almacenamiento que contiene combustible nuclear usado casi en punto de ebullición, con el objetivo de enfriar el combustible. Pese a las esperanzas de progreso frente a la crisis nuclear desatada por el sismo y posterior tsunami, que dejaron por lo menos 21.000 personas muertas o desaparecidas, el operador de la planta Tokyo Electric Power (Tepco) indicó que aún queda mucho por hacer para que la central vuelva a generar electricidad. El optimismo por el regreso de la electricidad a la central se vio opacado ayer por la preocupación que despertó el hallazgo de radiación en las zonas marinas próximas a Fukushima I, donde se recogieron muestras de agua con niveles de radiactividad por encima de lo normal. Según informó Tepco, una muestra de agua marina recogida anteayer en un radio de 15 kilómetros de la central reveló un nivel de yodo radiactivo I-131 más de 126 superior al límite legal. Ante la creciente inquietud por el alcance de la contaminación en esa área, el gobierno japonés indicó que aún es pronto para saber si los productos pesqueros de la zona están contaminados y anunció que pronto se realizarán análisis para evaluar el impacto de la radiactividad en el mar. Las autoridades locales, además, recordaron que, en la actualidad, no hay productos pesqueros procedentes de Fukushima en el mercado, al tiempo que instaron a las vecinas provincias de Ibaraki y Chiba a estrechar los controles en este sector.

Preocupación del OIEA El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en tanto, señaló ayer que la situación general en la planta continuaba siendo seria y que le preocupaba no haber recibido información de las autoridades japoneses sobre uno de los reactores. “No hemos recibido información válida durante algún tiempo sobre la integridad de la unidad 1. Estamos preocupados porque no sabemos su situación exacta”, dijo Graham Andrew, un importante funcionario del OIEA. “Vemos que la planta emite constantemente radiación. Y la pregunta es de dónde viene exactamente”, dijo, por su parte, James Lyons, experto del OIEA, que teme que los propios japoneses desconozcan la situación del reactor 1. Ayer, por otro lado, a 11 días del terremoto y el tsunami que sacudieron el nordeste de Japón, dos sismos de 6 grados en la escala Richter volvieron a causar pánico en la población.

Agencias AP, AFP, DPA y Reuters

dama, Sandra Torres, pueda suceder a Alvaro Colom, decisión que tiene al país escandalizado. La Constitución de Guatemala impide la reelección del jefe del Estado, así como las candidaturas de “los parientes dentro de cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad” del mandatario. Torres, según juristas, tiene primer grado de afinidad. Además, la simulación de divorcio constituye delito en Guatemala.

MEDIO ORIENTE

Represalia israelí en la Franja de Gaza GAZA (DPA).– Por lo menos ocho palestinos –entre ellos dos menores– murieron ayer, y otros 24 resultaron heridos, en una nueva espiral de violencia en Gaza, en la que Israel ha endurecido sus respuesta al lanzamiento de cohetes por parte de las milicias palestinas. Las últimas tres víctimas son milicianos de la Jihad Islámica que murieron en la noche, en un ataque aéreo cuando trataban de disparar cohetes contra Israel.