Los efectos de la música mediática en nuestra sociedad ...

Plática a maestros normalistas por Rubén Flores. En principio erat ... guayabas y naranjas, fui experto en cazar renacuajos en la pista de atletismo y .... por lo que México es el país con el peor desempeño en matemáticas, lectura y ciencias.
443KB Größe 7 Downloads 78 vistas
Los efectos de la música mediática en nuestra sociedad contemporánea. Plática a maestros normalistas por Rubén Flores. En principio erat Verbum et Verbum erat apud Deum et Deus erat Verbum.

En el principio era la palabra y la palabra estaba con Dios y Dios era la palabra.

Logos (en griego λóγος -lôgos- ) significa: la palabra en cuanto meditada, reflexionada o razonada, es decir: "razonamiento", "argumentación", "habla" o "discurso". También puede ser entendido como: "inteligencia", "pensamiento", "sentido", la palabra griega λóγος -lôgos- ha sido y suele ser traducida en lenguas romances como Verbo (del latín : Verbum)

Todos sabemos, porque lo percibimos, que la música tiene una gran importancia en las sociedades de todas las épocas en tanto que es un elemento constante en ellas, porque siempre ha estado presente en todo su desarrollo, pero es una tendencia de los últimos dos siglos tomar esta actividad como una expresión meramente artística, inspirada, que sólo compete a los artistas, en especial a los músicos, y a algunos intelectuales de élite de todas las culturas. Algo ajeno, pero que podemos usar de alguna manera, sin saber por qué.

Pero la música, la menos visual de las artes, tiene una materia prima que la hace diferente de las demás artes, la música usa el elemento primordial del Universo; la vibración. Todos los elementos que conforman el universo tienen algo en común, las mismas leyes del movimiento. La música no puede representar imágenes ni objetos tangibles, sino su esencia, su significado, su intención última, todo aquello que las imágenes y los objetos representan para nosotros. Puede haber pueblos sin literatura, sin teatro, sin expresiones pictóricas refinadas ni abundantes, pero no existe pueblo sin sonido, sin música.

Somos seres sonoros, vibrantes, como todos los elementos del Universo. Entender el sonido es entonces necesario en cuanto que es el medio más directo de asimilación de la vibración. La Vibración es el esquema audible, visible, tangible que representa, en forma de fractales, los ciclos, las tonalidades de los colores, de la secuencia reproductiva de los seres vivos, el movimiento molecular de todo cuerpo, las espirales de la creación, incluso el desarrollo del las ideas y de todo el Universo. Es por eso que los grandes pensadores, los filósofos, los teólogos, los lingüistas, los sociólogos, los historiadores de todos los tiempos le dan una gran importancia al sonido, a la vibración audible.

Con estas palabras quiero dar comienzo a una plática en la que deseo compartir una serie de reflexiones que me es menester compartir con ustedes, los estudiantes de la carrera de Educación, ya que considero que es una parte fundamental de mi labor como divulgador del arte. Yo no soy conferencista ni pretendo serlo, soy músico de profesión, Director de orquesta y compositor. Nací en el entorno social que ustedes pueden ver de primera mano, justo aquí en su escuela. Vine a este Kínder hace muchos años y a esta escuela primaria que sirve de laboratorio a las innovadoras ideas pedagógicas de nuestra Escuela Normal. De niño vivía a tres cuadras de aquí, y por las tardes tuve muchas actividades extraescolares como nadar, aprender carpintería, cerámica, futbol, el mágico teatro guiñol y por su puesto música. También coseché muchas veces higos, guayabas y naranjas, fui experto en cazar renacuajos en la pista de atletismo y culebritas negras en los registros de la luz de las luminarias. Durante décadas mi vocación como director, como artista, me ha llevado a reflexionar muchas veces sobre mi actividad, sobre cómo los demás, los míos, pueden, podrían acceder a ese universo que creo que es tan simple y maravilloso, y por tanto, a mi entender, es el mejor medio que tenemos para poder trascender espiritualmente como especie. Eso es lo que me trae ahora a estar ante todos ustedes para plantearles mis inquietudes que tienen que ver con un posible mejoramiento de mi sociedad, una propuesta.

Para nosotros los artistas esta reflexión se convierte en preocupación cuando tenemos que justificar de alguna manera nuestro trabajo institucional. Todas las orquesta, las bandas, los coros, los solistas, los compositores de música nueva, los educadores, los investigadores, tratan incesantemente de atraer a nuevas audiencias a sus presentaciones de expresiones artísticas porque son exigidos en sus centros de trabajo como una condición de permanencia, de finalidad última de un trabajo artístico remunerado, de la obligación de formar alguna cultura, orillando a la mayoría de nosotros a ser sólo un producto. Esto es el pan diario para los grupos artísticos, sobre todo los académicos, que se dedican a la divulgación del arte en nuestra sociedad, pero, ¿por qué nos cuesta tanto trabajo que los demás vean lo importante y benéfico que es el arte en la vida de los seres humanos? Quizás porque nosotros mismos, los artistas, nos encerramos en sólo cumplir con nuestro hedonista trabajo y olvidamos, omitimos, de alguna manera, los gustos o intereses de los que nos escuchan porque juzguemos irreconciliable cumplir las expectativas de todos, pero de acuerdo a muchos pensadores, presentes y pasados, el arte no puede ser ajeno al pueblo, a su desarrollo espiritual. El problema es grande y está planteado desde hace ya varios siglos sin una respuesta que satisfaga a los pueblos ¿para qué es el arte, en este caso, de la música? Las respuestas pueden ser muchas. Podemos adentrarnos en el estudio sociológico del desarrollo del arte de la música, en sus usos religiosos, políticos, místicos, en su utilidad como elemento azuzador bélico, en su uso en danzar rituales, en su inevitable

poder de seducción, en su desarrollo técnico, o en su inmensa fuerza evocadora; no hay fin. La música se puede ver y estudiar desde todos los ángulos del conocimiento y la percepción humana porque es parte inherente del ser humano y su desarrollo espiritual. ¿Por qué es tan importante dentro de las sociedades? porque básicamente las sociedades también vibran, tienen una frecuencia vital, de conciencia.

Como decía en un principio la música es el resultado, generalmente sonoro, del manejo humano de un elemento que es básico en todo el universo y que es la vibración. Todo en el Universo vibra, y hasta donde sabemos, todo vibra de la misma manera. Ya desde hace dos siglos y medio Pitágoras había vislumbrado que todo el universo tenía una constante y que podía ser entendida, si no en valores absolutos numéricos, sí en proporciones. Desde entonces surgió lo que ahora conocemos como “Proporción Aurea”. La Proporción Aurea es una proporción que se encuentra en todas las formas del universo, desde los minerales, las plantas, los animales, a nivel molecular y atómico, los ciclos lunares y las espirales de las galaxias. Es la proporción que tienen todas las cosas. Pitágoras la encontró en la estrella de cinco picos o pentagrama. Inmediatamente se convirtió en el mayor símbolo de conocimiento para su escuela. En el siglo XII Leonardo de Pisa, llamado Filio de Bonacci o Fibonacci descubrió en una serie numérica esta misma relación al sumar la siguiente sucesión infinita de números naturales: 1,1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89,144, 233, 377, 610, 987, 1597…

Análisis Justificación

En sociedades tan complejas como las actuales debemos poner especial atención a los factores o elementos que más influyen en su desarrollo, continuidad y equilibrio. Existen mucho elemento importantes que conforman una sociedad: las familias, las costumbres, la economía, la política, las creencias, el arte, el lenguaje, la educación y últimamente el espacio virtual. Es un mundo globalizado que parece tener un solo objetivo, el del bienestar económico por sobre cualquier otro interés.

Hemos explotado sistemáticamente nuestro planeta en pos de alcanzar dicho objetivo y todas las ideas y acciones políticas y económicas nos perfilan irremediablemente hacia una extinción.

Las nuevas tendencias educativas, tratando de alejarse de la sistematización educativa para explotar la mano de obra, han enfrentado al hombre compitiendo con el hombre por el mismo fin, pero a pequeña escala. Cada vez más somos víctimas, recursos humanos de empresas y gobiernos, simples destinatarios de las ideas y productos de los avariciosos sin escrúpulos, sin que parezca que haya salida. Nuestros políticos son los primeros en corromperse ante el interés mezquino del utilizador. En México el problema parece empeorar aún más.

A pesar de nuestras buenas intenciones, somos para la UNESCO el penúltimo lugar de lectura de una lista de 108 países. En promedio el mexicano lee 2.8 libros al año. El 41% de nuestra población dedica su tiempo libre a ver la televisión. http://www.proceso.com.mx/339874/entre-108-paises-mexico-es-penultimo-lugaren-lectura El rezago entre los estudiantes mexicanos y los de países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es de dos años de escolaridad, por lo que México es el país con el peor desempeño en matemáticas, lectura y ciencias. Los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos 2012 (PISA, por sus siglas en inglés) concluyen que a México le tomará más de 25 años alcanzar el nivel promedio de los 34 países de la OCDE en matemáticas y más de 65 años en lectura. http://www.animalpolitico.com/2013/12/mexico-el-peor-de-la-ocde-enmatematicas-lectura-y-ciencias/ Somos para la OCDE el país más corrupto, uno de los más ignorantes según Ipsos Mori y uno de los más creyentes. Los índices de corrupción son los más altos del mundo. Nuestro pueblo presupuesta el 15% de su ingreso para pagar favores o para obtener protección. La situación social es tal que no podemos ni siquiera confiar en nuestras propias instituciones impartidoras de justicia.

Nuestro sistema docente esta siendo sistemáticamente atacado por reformas educativas que, lejos de ayudar con el charrismo sindical tan dañino, ha alejado a nuestros jóvenes maestros de su verdadera vocación. Sin embargo el sistema social parece funcionar muy bien, al menos a favor de los que obtienen el provecho económico y político.

El análisis podría continuar durante muchos años sin que podamos realmente encontrar una razón de fondo de todas las actividades humanas que no sea, en lo general, el bienestar económico.

Podemos identificar algunos factores que nos están impidiendo alcanzar, no sólo nuevos objetivos sociales, nuevas ideas sino, todo el buen funcionamiento de nuestro sistema cognitivo que pudiera permitirnos trascender como sociedad. Para mí, el factor de cambio es el sonido, el sonido social. La educación propia no es sólo una técnica (la de los demás países creemos que sí), es en todo caso, la capacidad que tenemos de sentir, comprender y manejar todos los factores que nos definen y nos conectan con el universo.

No estamos urgidos de soluciones o ideas nuevas puesto que el sistema parece funcionar bien, lo que tenemos que hacer es aprender a poner atención, aprender a escuchar. No poner atención al sonido propio, ya sea nuestra lengua o nuestra música, es como no tomar en cuenta el color, los aromas, las proporciones, los ciclos naturales de todas las cosas que nos rodean. Yo vengo a proponer una “conciencia posible”. El sonido es para mí un factor determinante en la inteligencia social, que crea ideas, acciones, hábitos, conciencia, sociedades, vida, épocas, creencias, paradigmas y cambios. Somos un pueblo muy apegado a sus medios de comunicación. La radio y la televisión han marcado a generaciones durante décadas y ha influido en el gusto, no sólo de los mexicanos, sino de toda América latina. Desde los albores de la XEW en 1930 y las primeras transmisiones de la XE1GC en 1934 los medios de comunicación son las fuentes de información y entretenimiento más influyentes en México. Artistas internacionales de habla hispana, de todos los géneros, verían en los medios mexicanos un trampolín para sus carreras. 4.- La intención de las comunicaciones.

Como he dicho anteriormente, las actividades humanas han tenido, en general, un solo propósito; el del beneficio económico. La industria de las comunicaciones no puede tener fines diferentes. El sistema económico de los medios de comunicación se centró en el interés que tenía la gente en escuchar ciertos cantantes, canciones, grupos, noticieros, opiniones, etc. y, de acuerdo a la cantidad de audiencia fijaron un

tabulador para el anuncio de negocios por esos medios. Los comercios pagaban porque los medios anunciaran sus productos. Nacieron entonces productoras de artistas que buscaban atraer a un público cada vez mayor para los medios. El resultado fue un “constante forjar un gusto estético social”. La verdadera finalidad de las compañías disqueras en México

6.- La comercialización de las canciones, programas de radio, novelas, programas de televisión, etc. 7.- Las temáticas de las canciones que escuchamos en la radio.

El concepto de canción romántica. La creación de estereotipos, moda, lenguaje, visión, prespectivas, relaciones interpersonales, etc. 3.- La música en nuestro sistema educativo.

Las personas de entre 7 y 13 años de edad no tienen música qué escuchar.

Es un hecho que la música en un elemento didáctico de mucho poder. Afianza los cantos y tradiciones de los pueblos y genera la comprensión y el aprecio de las más bellas expresiones de la humanidad. Sensibiliza, sorprende y puede ser un medio de elevación espiritual. La música ocupa un lugar muy importante en todas los currículos de educación de la mayoría de las escuelas en todo el mundo siendo en algunos casos de países con un altísimo nivel académico tan importante como las matemáticas y el estudio del lenguaje.

Aquí en México hemos ido incluyendo esta actividad poco a poco en nuestros programas de estudio, pero la labor se muestra titánica. La profesionalización técnica didáctica de los maestros, la sensibilización social, el manejo de el idioma musical, las oportunidades de apreciar grupos profesionales e incluso la capacidad de tener un instrumento musical propio han sido algunos de los muchos factores que se han tenido que enfrentar en la labor pedagógica musical de nuestro país. Los programas académicos de la educación básica y media contemplan esta actividad como un complemento de pocas horas a la semana. En la educación media superior se ha logrado apenas que se pueda aprender algo de música con el sistema de créditos, aunque estos sean muy bajos. La instrucción musical a nivel educacional no ha tenido un desarrollo que pueda significar una identificación social, pasando a ser considerada como una actividad

elitista. Los cantos, temáticas líricas, los estilos y formas usados como herramientas didácticas siguen siendo, desde el porfiriato, extranjeros.

Un orgulloso ejemplo de producción musical infantil es la de nuestro orizabeño Francisco Gabilondo Soler con sus más de 200 canciones. Propuestas. Posibles soluciones

1.- Hacer un llamado a todos los artistas a que compongan, colaboren con música que pueda recrear un espíritu social que nos conduzca a una manera diferente de ver la vida, más amable, contemplativa y que nos permitan tener una mejor relación interpersonal que nos ayude a trascender como sociedad. 2.- Manejar con una mejor calidad nuestro lenguaje y honrar nuestras palabras.

3.- Buscar y crear música adecuada para nuestros niños y cuidar su entorno sonoro.

4.- Generar, desde el ejercicio docente, expresiones que hagan crecer a nuestros niños.

5.- Ser selectivos en la música que escuchamos cotidianamente. Analizar su contenido lírico y cuestionarlo. Deslindarse de las intenciones que no nos pertenecen.

6.- Cultivar en los niños la crítica analítica sobre los temas de las canciones que escuchan. 7.- Crear espacios culturales el los que el arte pueda nutrir a nuestros ciudadanos. 8.- Convivir más en el entorno sonoro natural. 9.- Platicar más eficientemente con la gente.

10.- Asistir en familia a lugares en donde se sucedan expresiones artísticas en vivo. 11.- Escribir y leer poesía.

12.- Practicar leer en voz alta, en especial a los niños. 13.- Mejorar la ortografía y la caligrafía.

14.- Mirar las estrellas, darnos la oportunidad de asombrarnos. 15.- Cultivar el habito de hablar estéticamente.

16.- Crear un lenguaje, un sonido, que nos permita ser una sola persona en cualquier situación, ya sea laboral, amorosa o lúdica. Hablar igual al trabajar que al vivir cotidianamente.

Cuida tus pensamientos, porque se harán palabras; Cuida tus palabras, porque se harán actos; Cuida tus actos, porque se harán costumbre; Cuida tus costumbres, porque forjarán tu carácter; Cuida tu carácter, porque forjará tu destino, y tu destino… es tu vida.

Mahatma Gandhi.