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Looney Tunes, marca registrada

14 ago. 2011 - los Looney Tunes, que Cartoon. Network emite todos los domingos, a las 19. En este nuevo ciclo no falta ninguno de los nombres clásicos,.
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ESPECTACULOS

I

TELEVISION s EL REGRESO DE UN CLASICO

Domingo 14 de agosto de 2011

BALLET s PRIMERA GALA DE BUENOS AIRES

Looney Tunes, marca registrada Bugs Bunny, el pato Lucas y sus amigos regresaron en clave de sitcom MARCELO STILETANO LA NACION No debe haber fuera de Disney una marca registrada de la animación más asociada a un estudio de Hollywood, a un puñado de nombres y a una serie de identificaciones que triunfaron sobre el paso del tiempo como los Looney Tunes. Nacieron en los años 30 con un espíritu original, cuando Warner Bros. imaginó un vehículo animado para promocionar sus primeras grabaciones, para las que auguraba un fértil mercado. Dos décadas después, el apogeo de la animación televisiva fue también el comienzo de la etapa dorada de la serie, gracias al talento incomparable de un grupo de inmensos artistas liderado por Chuck Jones, y de allí en más, hasta hoy, sus personajes conservaron una popularidad enorme y globalizada, aunque no todos los intentos de emprender con ellos nuevas etapas y relanzamientos resultaron felices. De todas maneras, la atracción de estos personajes (Bugs Bunny, el pato Lucas, Porky, Elmer, Speedy Gonzales, el gato Silvestre, Tweety, el irritable Sam Yosemite, el Demonio de Tasmania, el zorrino Pepe le Pew y, por supuesto, el Correcaminos y el Coyote) resulta inoxidable, además de tentadora para las nuevas generaciones de animadores y productores. Inspirados por la historia, por la riqueza de los personajes y también por el homenaje a uno de sus grandes mentores (este año se cumple una década de la muerte de Chuck Jones), Warner Bros. lanzó El show de los Looney Tunes, que Cartoon Network emite todos los domingos, a las 19. En este nuevo ciclo no falta ninguno de los nombres clásicos, pero el viejo modelo de sketches (que por ahora se conserva sólo en los cartoons que acompañan algunos largometrajes animados del estudio, como El oso Yogi) ahora mutó a una fórmula mucho más cercana a la comedia de situaciones. “Son los personajes de siempre, pero en una comedia moderna –explica a LA NACION Hugh Davidson, responsable del equipo de

El show de los Looney Tunes POR CARTOON NETWORK, LOS DOMINGOS, A LAS 19

Después de su época dorada con más de 500 cortos animados, los clásicos personajes de Warner (Bugs Bunny, el pato Lucas, Tweety, Silvestre, el Coyote, el Correcaminos, Speedy Gonzales, Porky y otros) viven ahora aventuras en clave de comedia de situaciones

autores del programa–. Empezamos pensando en un show de variedades, como el de los Muppets, pero encontramos mucho más divertida la posibilidad de una comedia. Además, hay cosas que eran graciosas en los cortos, pero ahora no nos podemos permitir, como la de usar armas. En los nuevos Looney Tunes, nadie puede dispararle al otro, lo que nos obliga a crear un nuevo mundo y pensar en él cosas divertidas.” En este nuevo mundo, por ejemplo, Bugs Bunny y el pato Lucas “viven juntos, manejan vehículos y se mueven en una realidad bastante parecida a la nuestra”, según relata Davidson. “No estamos en el universo fantástico de antaño. Bugs, Lucas y los demás tratan como cualquiera de nosotros de enfrentar el estrés de la vida cotidiana”, agrega. Por lo tanto, la atención de las historias está puesta en buena medida en mostrar cómo se relacionan los personajes en este nuevo mundo. “Lucas es uno de los personajes animados más graciosos de la historia, es una felicidad escribir sobre él y sobre todo explorar otras facetas, como verlo junto a Bugs y a Porky en el mismo momento, algo inusual en el pasado”, subraya el autor. Davidson reconoce que, en la comparación, los viejos cortos de Looney Tunes son insuperables: “Para nosotros, más que la animación lo más importante es el show. Estos personajes grandiosos son leyenda, pero nuestro programa, que se nutre de ellos, no está pensado sólo para fanáticos de la animación. Nos gustan estos personajes porque sobrevivieron a cualquier moda y son graciosos por lo que hacen. Por eso pensamos este show como una típica comedia de personajes”. Con dibujos más estilizados, duración extendida, la incorporación de nuevas tonalidades de color y el aporte de segmentos musicales (nueva etapa de otro clásico, Merrie Melodies), los 26 episodios del nuevo Show de los Looney Tunes quieren tener personalidad propia. “El programa está lleno de referencias clásicas –concluye Davidson–, pero tiene su propia personalidad. Es lo que más nos importa.”

SINTESIS CINE

Dos sagas que siguen y un film que no se hace Las productoras responsables de las películas de El diario de Bridget Jones y de Austin Powers anunciaron la realización de la tercera versión para la primera y de la cuarta para la historia del detective. Por otro lado, Disney anunció que El llanero solitario, con Johnny Depp, no se hará. TELEVISION

Oscar Martínez a El puntero Desde septiembre, Oscar Martínez se incorpora al elenco de la serie que protagonizan Julio Chávez y Gabriela Toscano. Su personaje será el de un empresario relacionado con el negocio del fútbol que también tiene contactos con la política y traba relación con “el Gitano” (Chávez).

Natalia Osipova e Ivan Vasiliev, del Ballet del Bolshoi PATRICIO PIDAL / AFV

A la altura de las expectativas Emocionante encuentro con las grandes figuras de la danza mundial Cuando se trata de una gala, esta distinción no siempre representa un grado de excelencia, pero en esta oportunidad la Primera Gala de Ballet de Buenos Aires puede ostentar orgullosa esta nominación. Con la participación de bailarines de diferentes compañías internacionales ofreció, con el mismo eximio nivel de interpretación, un variado programa integrado por pas de deux y solos. Lo más interesante radica en la selección de coreografías que ofreció cada pareja o solista, que permitió demostrar realmente el alto grado de capacitación para encarar tanto la danza clásica como la contemporánea. De esto, son un clarísimo ejemplo Natalia Osipova e Ivan Vasiliev, ambos del Bolshoi, que interpretaron Serenata, con música de Amerigo Ciervo, con una moderna coreografía en la que volcaron, además de técnica, sensualidad y erotismo, lo que sacudió al público. En la segunda parte, cerraron el programa con el grand pas de Don Quijote, donde expusieron una técnica impecable que les permitió lucirse en los giros y los saltos, demostrando la excelencia de la escuela del Ballet del Bolshoi. Otro bailarín que conmovió a los espectadores fue Daniil Simkin del American Ballet Theatre, que ofreció en primer lugar el pas de deux de El corsario, acompañado por una correctísima Iana Salenko, del Staats Ballett Berlin, y luego el solo Les bourgeois, con música de Jacques Brel, elecciones que le permitieron demostrar el talento y la ductilidad del bailarín, que se extienden más allá de la técnica, transformando a la danza en un movimiento tan natural como la respiración.

No faltaron los argentinos, Natalia Pelayo y Federico Fernández, del Teatro Colón, que estuvieron a la altura de sus colegas, con un programa que incluía La bella durmiente, de Tchaikovsky, y Manón, de Massenet. También estuvieron Agustina Verde y Bautista Parada, del Argentino, que tuvieron una sola actuación que alcanzó para mostrar su nivel con una potente interpretación de Espartaco, de Khachaturián. Ana Sophia Scheller, del New York City Ballet, y Joseph Phillips del ABT, eligieron Esmeralda, de Pugni, y Tchaikovsky, con música del compositor ruso, temas que resolvieron con mucha seguridad y aplomo. La pareja de la compañía francesa de la Opera Nacional de París, Mathilde Froustey y Mathias Heymann, se lució con Delibes suite y Who Cares, con música de Gershwin, donde la joven bailarina encantó con su gracia y ductilidad para crear imágenes etéreas. Muy potentes resultaron los solos que estuvieron a cargo de Daniel Proietto (Eastman) y Pablo Fermani (CNDC). El primero interpretó Two, de Andy Cowton, una coreografía con un fuerte componente dramático. Por su lado Fermani encaró Lay Still, con coreografía de Gustavo Lesgart, otro trabajo donde el cuerpo en su totalidad pasa a encarar un gran protagonismo. En ambos casos, la iluminación fue fundamental. Un gran espectáculo que se mereció la respuesta entusiasta de un público que aplaudió y ovacionó todas y cada una de las actuaciones.

Susana Freire