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Miércoles 21 de enero de 2009

OPINION Por Cristian Grosso De la Redacción de LA NACION

Las inconvenientes palabras de más

EL GRANIZO FRENO A LA FORMULA 1

El crudo invierno europeo se transforma en un obstáculo para los deportes al aire libre. Lo sufrió ayer la Fórmula 1 en Portugal, donde los equipos debieron interrumpir los ensayos por la caída de granizo. Sebastien Buemi, piloto de pruebas de Toro Rosso, fue uno de los que debieron ingresar rápidamente en boxes.

A POCHETTINO LE ESPERAN DUROS RETOS EN ESPANYOL

Finalmente no se hará la millonaria transferencia de Kaká a Manchester City (las cifras oscilaban entre los 50 y más de 100 millones de euros), pero el brasileño se iría de Milan con otro destino. El DT Carlo Ancelotti y su compañero Beckham dijeron que Kaká espera ilusionado una oferta de Real Madrid.

Como jugador de Espanyol, Mauricio Pochettino fue el extranjero con más partidos (275) en el club catalán, que ahora le confió la dirección técnica de un equipo que está en puesto de descenso. Sin experiencia en el cargo, Pochettino debutará hoy, ante Barcelona, por la Copa del Rey.

Lavezzi y Denis pagan sus enojos con los técnicos

Agüero recapacitó y se disculpó con el plantel

Robinho dijo que no se fue de la concentración

Goycochea, el mejor arquero en 20 años

Usandizaga se retractó, pero le apuntó al Kily

Como se suponía, Napoli le impuso una multa a Germán Denis, que el domingo pasado le gritó al técnico y tiró los guantes contra el banco de los suplentes cuando fue reemplazado. En Lazio le llamaron fuertemente la atención a Mauro Zárate, que también se quejó tras ser sustituido. “Tendría que estar contento por haber jugado 70 minutos”, dijo el entrenador Delio Rossi.

No habían caído bien las palabras (“Así no vamos a ningún lado”) de Sergio Agüero tras el empate con Almería. El Kun, cuya contratación interesa a Manchester United, se disculpó ayer con sus compañeros y el técnico de Atlético de Madrid, Javier Aguirre, que se mostró comprensivo: “Sergio estaba rabioso por no haber vencido a un rival que tuvo un jugador menos”.

Las primeras informaciones dieron cuenta de que Robinho había dejado sin autorización la concentración de Manchester City en Tenerife. Sin embargo, ante el revuelo creciente, el brasileñó declaró que su club lo autorizó a viajar a Río de Janeiro por “cuestiones familiares”, relacionadas con la renovación del pasaporte de su hijo.

Según el ranking mundial de la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol, Sergio Goycochea es el mejor arquero argentino en el período 1987-2008. En un escalafón que es encabezado por el italiano Buffon, Goycohea es el primer argentino que aparece, en el puesto 16°. Lo sigue Abbondanzieri, en la 29a ubicación.

Horacio Usandizaga, presidente de Rosario Central, admitió que se “equivocó” cuando hace tres meses dijo que iba a “matar a todos” los jugadores si no conseguían triunfos. Sin embargo, su relación sigue tensa con el Kily González, al que ve fuera del equipo por una lesión que, según él, es producto de no haber hecho la pretemporada en el invierno.

Kaká ahora se ilusiona con Real Madrid

“En la selección hay una minicrisis”, disparó Diego Maradona apenas asumió. Intentó ser aún más gráfico cuando relató que “el equipo es un Rolls Royce lleno de tierra que habrá que limpiar”. Enojado con la herencia de Basile y preocupado por la actualidad albiceleste. Y al volver de su reciente gira por Europa, reafirmó su malestar: “A los jugadores hay que ordenarles la cabeza y ordenarlos en la cancha. Hay que formar un grupo fuerte, que sepa lo que quiere”. Palabras bien críticas. Alentadoras desde el punto de vista que alejan conformismos y seguramente buscan desafiar a sus dirigidos. Pero no es lo único que ha dicho... Recortadas desde hace tiempo las funciones en campo de los DT de selección por las urgencias de los calendarios, Maradona le da cabida a su discurso. Justo a su discurso, con el que ha confundido durante años. Especialmente, por su inestabilidad y escaso sentido del tacto. Mientras se debate en vaivenes públicos sobre si realmente quiere a Oscar Ruggeri en su cuerpo técnico (pasa con desconcertante facilidad de un discurso combativo a otro casi desinteresado), sistemáticamente alienta las esperanzas de pertenencia para muchos futbolistas. Ya alimentó las expectativas de Ortigoza y Sebastián Blanco, por ejemplo, pero también dijo que lo tiene muy en cuenta a Roberto Ayala. Y a Mauro Zárate le susurró: “Vas a ver que la camiseta argentina es la más linda del mundo”. Como si desconociera que en el seleccionado no habrá espacio para todos… Luego, cada futbolista que no se sienta correspondido con una convocatoria inexorablemente cargará con un despecho mayor porque sentirá que regaron sus brotes de ilusión en vano. Son peligrosos los mensajes que propician una cosa y luego se contraponen a otros. Maradona todavía no entiende que ya no es la leyenda que ingresaba sorpresivamente en un vestuario y arengaba con su sola presencia; ahora, desde que eligió bajar del Olimpo, es el conductor. Con todas las responsabilidades. Y un líder se construye sobre la coherencia de una conducta uniforme. Aún no asume que no necesita estar frotando espaldas constantemente. Ni excederse en promesas que se volverán carcelarias. Se sabe que los hábitos previsibles no son la especialidad de Maradona. Ni callarse a tiempo. Habló en Milan, dijo que sería muy feliz si el Kun Agüero decidiese jugar en Inter, y se equivocó. ¿Se trató de un exceso de cortesía para con los italianos más que una intromisión en la vida de Atletico de Madrid? Enrique Cerezo, presidente de los colchoneros –a quien varias veces le tendrá que pedir al Kun y a Maxi Rodríguez–, seguramente no lo entendió así. “Pues lo habrá dicho porque… es Dios, ¿verdad?”, resopló con una sorna que no disimuló su enojo. Mandar exige tomar cierta distancia. Y cuidar mejor las palabras. [email protected]