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LAS CREDENCIALES DEL REY Mateo 21.1-11 Por Alberto Marrero INTRODUCCIÓN A. Este pasaje nos introduce en el último acto de vida de Jesús. B. Era el tiempo de la Pascua y Jerusalén abarrotada de peregrinos. C. Dos alegorías tras la acción dramática de Jesús: 1. Se estaba ofreciendo al pueblo como el ungido de Dios, 2. que había venido a purificar la Casa de Dios=PROFANACIÓN DEL TEMPLO D. Observemos a Jesús en el centro de la escena: I. NOS MUESTRA SU CORAJE. A. Sabe que las autoridades lo odiaban; juraron eliminarle. 1. Bien pudo entrar en lo cubierto de la noche, 2. pero lo hizo de una manera que lo colocó en el CENTRO DEL ESCENARIO B. Pero, ¿por qué este valor de Jesús al sufrir tanto en Jerusalén? C. Vino para absolver la ira de Dios. (Gá. 3.13) 1. Dios es AMOR/SANTO=Su amor satisface las demandas de la justicia. 2. PROPICIACIÓN: Eliminación de la ira de Dios por medio de un sustituto. D. PECADO: Deshonrar a Dios amando otras cosas más que a él. II. NOS MUESTRA SUS CREDENCIALES. A. Se presentó como el MESÍAS de Dios, como el UNGIDO de Dios. B. Su mayor anhelo es hacernos SANTOS e INTACHABLES y PERFECTOS. C. La angustia de la vida cristiana: Lentitud de nuestro cambio. 1. Los cristianos están sin levadura; no hay mal (1 Co. 5.7). 2. Debemos de llegar a ser lo que somos. 3. Peleamos con nuestro pecado; no para ser perfectos, 4. sino porque ya lo somos. III. NOS MUESTRA SU INVITACIÓN. A. No pretendía sentarse en un trono: Ser rey de nuestros corazones. B. Su propósito fue que perteneciéramos sólo a él (Jn. 8.32-34). 1. Lo más importante no es quiénes somos, sino de quién somos. 2. Estamos o gobernados por el pecado o gobernados por Dios.  La mayor parte del tiempo somos libres de hacer lo que deseamos,  pero no somos libres para desear lo que debemos. C. Ahora sí somos libres, pero no para ser autónomos (Ro. 7.4), D. SINO para desear lo que es bueno. E. Uno de sus propósitos al entrar en Jerusalén: PERTENECER A ÉL CONCLUSIÓN: Se nos presentó como el Rey de la paz. A. No vino para destruir, sino para amar; no para condenar, sino SALVAR; B. no por la fuerza de las armas, sino por la fuerza del amor. Este escrito es una contribución del grupo de autores evangélicos cubanos denominado “Pluma Evangélica”. Tiene su sede en Jatibonico, Sancti Spíritus, Cuba. Usado con permiso ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.