Gino Costa, periodista revelación del matinal Buenos Días a Todos:
“Laboralmente sé, que si sales de una crisis, eres un tremendo profesional”
Fiel a sus principios, cree que los malos momentos en el trabajo son pasajeros y que la solución no es abandonar el barco a medio camino. “Gozo en poder crear distintas cosas para salir de esta crisis que vivimos como canal”, señala. A corto plazo ha logrado ir abriéndose camino en los medios de comunicación, siendo una de las jóvenes promesas del mundo televisivo. La televisión nunca fue lo suyo hasta que un ramo que tuvo en la universidad le abrió los ojos, “Me gustaba mucho que aquello que uno veía se podía plasmar y comunicar a la gente de la forma más clara posible”, afirma el ex estudiante de la PUC de Valparaíso.
Por Juan Pablo Díaz San Román
Gino Costa Silva a sus 29 años ya se ha hecho un renombre como periodista. Nominado dos veces al Copihue de Oro como mejor notero, el viñamarino ha tenido una extensa carrera en los pocos años que lleva trabajando en los medios. Sus inicios fueron en la señal UCV de Valparaíso, donde fue conductor del noticiario y animador de diversos programas. Luego saltó al área de periodismo del canal de televisión abierta Mega donde se destacó con sus notas de contingencia y del "Lado B" de las cosas. Pero el carismático periodista terminó consagrándose cuando tuvo que cubrir el rescate de los 33 mineros junto al lamentable accidente de Juan Fernández donde fallecieron 21 personas. Ese fue el salto en su carrera para ser llamado y pasar a integrarse al programa Buenos Días a Todos de TVN, donde se ha ganado seguidores y fanaticada debido a sus despachos y espacios, transformándolo en una de las revelaciones juveniles de los medios de comunicación. -¿Por qué decidiste estudiar periodismo? -Fue una decisión complicada porque yo no quería estudiar periodismo, quería teatro, pero me dio miedo porque los sueldos eran bajos. El hecho que yo vivía en Viña y teatro se estudiaba en Santiago, no me convenció. Yo sabía que lo mío iba por la expresión, la escritura y la lectura. Pensé en estudiar Derecho, pero era algo que no me gustaba, algo muy empaquetado y que no me permitía desarrollar habilidades más ligadas a la comunicación. Por eso decidí periodismo. Yo entré a la carrera sin saber mucho de actualidad, pero me enamoré de ella sin querer queriendo. Empecé a descubrir áreas que no conocía. Siento que es algo que no a muchos les pasa. Yo no veía mucha tele ni tampoco leía diarios, ni mucho menos escuchaba radio. No tenía vínculos con los medios de comunicación, entonces fue un enamoramiento en el minuto en el que ingresé a la carrera, aún sabiendo que era muy parecido a teatro por ser copada y tener bajas remuneraciones. No fue una decisión rápida, pero sí tenía pensado desde la enseñanza media que si en algún minuto no me atrevía a dar ese paso para estudiar comunicación escénica o teatro, estudiaría periodismo. -¿Cuándo te diste cuenta que la televisión era la tuyo? -Todavía no me termino de convencer si es realmente es lo mío. Yo tuve televisión recién en tercer año de universidad con una profesora maravillosa que se llama María Eugenia Moreno, que fue productora general del programa Sábado Gigante, y que sabe mucho. Hoy en día, es directora de prensa de UCV, es una periodista que además de estar muy informada, le gusta mucho la tele, los documentales. Por esa área me empecé a enamorar de la televisión, me empecé a enamorar del reporteo televisivo. Me gustaba mucho que aquello que uno veía se podía plasmar y comunicar a la gente de la forma más clara posible. Así me empecé a acercar a la televisión, tenía veinte años. A esa edad me fui de intercambio a México y allá pude apreciar algo que me llamó mucho la atención y que era que la televisión es muy diferente a la de acá, allá todo es más superficial, todos súper bien vestidos, con pintas extrañas, mucha luz, todo entra mucho por la vista. También sentía que la entretención era un área que me gustaba mucho, básicamente por mi personalidad, y la televisión lo permitía bastante. Sentí que para mí no había una incomodidad con la cámara al frente, sino que era mucha comodidad. Aparte que pasó que en ese ramo me empezó a ir muy bien, mucho mejor que los demás. Ahí le empecé a agarrar el bichito. -¿Cuál ha sido la experiencia reporteando que más te marcó? -Hay varias. El rescate a los mineros. Impactante. Empezaba a trabajar un lunes en Mega y me mandaron el martes a Copiapó. Me sentí orgulloso de ser chileno. Fue súper intenso, habían muchos rumores y te empiezas a pelear con los demás canales para ver quién puede entrevistar a los mineros. Lo otro fue que uno empieza a conocer la historia de cada minero, generando lazos. También, me marcó mucho la muerte de Osama Bin Laden. Me tocó por casualidad. Estaba en Estados Unidos reporteando los 65 años de la marca Jeep, y muere él. Me cayó de rebote porque
justo estaba ahí para cubrir la noticia. Fue un desafío súper grande el estar reporteando en inglés, haciendo tu despacho con puros asiáticos al lado sin entender mucho e informándote a la rápida. Muy intenso. La otra experiencia reporteando que me marcó demasiado, porque estuve muy de cerca con la gente, es el aluvión en el norte. Fue impactante, de verdad, fue como si se hubiese caído un meteorito y destruyera una ciudad entera. Chañaral estaba partida en dos. A mí me da cosa volver, no me gustaría enfrentarme a una situación tan fuerte. Con estas transmisiones me acuerdo de una frase que me dijo una jefa que tuve en Mega, que se me acercó una vez y me dijo: Gino, tú cuando te dejes de sorprender por los casos que reporteas, ándate, porque en tu trabajo tienes que sentir que estás vibrando, que te estás sorprendiendo. Estas transmisiones me han ayudado a seguir sorprendiéndome de todo hasta el día de hoy. -¿Cómo fue el ser rostro de las noticias de UCV siendo tan joven? -Una locura. Yo llegué al canal sin reportear un día en mi vida. Llegué por una prueba de cámara, me pasaron unos libretos, empecé a hablar y me vio el director ejecutivo, y le gustó. Ellos aperraron al jugársela por un cabro chico de 21 años para que se hiciera cargo de un noticiero central de los domingos donde es mayor el análisis. Asumí la responsabilidad de un público que no es tan masivo, pero que tenía que conquistar, y ellos creerme. Para eso tenía que estudiar. Yo no tenía calle y eso lo asumía. Estudiaba mucho tratando de entregar el sello de la juventud, que si bien analizábamos temas fuertes, duros, sociales, políticos y económicos, iba de la mano con un relajo distinto de abordar el tema, que de una conducción súper estructurada. Fue un gran desafío que además me permitió tener un noticiero todos los días en la mañana y en la tarde. Me encantaba. También en el mismo canal empecé a conducir un programa de viajes por Chile, muy entretenido. Para ese año nuevo hice un programa especial con Janis Pope, fue todo muy rápido. Decidí irme del UCV porque necesitaba calle, ensuciarme las patas, equivocarme, conocer a la gente, el Chile, los problemas, y los beneficios. Quería reportear. -¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en un matinal como el Buenos Días a Todos? -Me gusta vivir la crisis en la que estamos. Suena masoquista pero es verdad. Cuando llegué, el matinal lideraba absolutamente, ningún otro matinal le hacía sombra. Gocé mucho ese período de triunfos y ahora también gozo en poder crear distintas cosas para salir de esta crisis. Yo no me voy del matinal porque, laboralmente sé, que si sales de una crisis, eres un tremendo profesional. Siento que en mí ya hay una faceta distinta, lo paso bien, son hartas horas de trabajo diarias pero muy entretenidas, es muy cercano a la gente. Eso lo descubrí en el matinal, que me gusta mucho conocer a las personas, hablar con ellas, entenderlas, enojarme con ellas y reírme de ellas. -¿Cuál ha sido tu momento más crítico en el matinal? -Cuando me equivoco. Propones los temas y tienes que defenderlo en la reunión de pauta, y el jefe te dice que cree que es un tema poco atractivo, y tú insistes en que es bueno y te lo aceptan. Lo haces y en verdad el tema era malo. Me ha pasado varias veces y lo he pasado mal. Pero creo que el momento más difícil ha sido el último tiempo porque en un año hemos tenido cerca de cinco jefes y es complicado porque eso implica despidos, perder compañeros y amigos, generando incertidumbre. Pero eso es parte de la crisis, y es bueno vivirla también. Es bueno que echen a tu amigo, es bueno que te echen a ti, porque así uno se sobrepone, se replantea, comienzas a buscar distintos horizontes profesionalmente. Ha sido difícil pero enriquecedor. Este último período sin duda ha sido el más complejo por los cambios. -¿Qué se siente haber sido nominado a mejor notero en las dos últimas premiaciones del Copihue de Oro? -Entretenido. La verdad no me interesa ganar ese premio pero me encanta estar ahí. Yo no sé el día de mañana lo vaya a ganar, pero me gusta porque la gente se motiva mucho, hace campañas en Facebook y Twitter. Le agradezco mucho a la gente, me encanta. Genera un compromiso igual, piensa que ellos tienen que gastar plata para votar por ti, ese nivel de fanatismo no me gusta. Ningún
problema que me manden mensajes por las redes sociales, pero que anden gastando plata por mí, no me agrada. Igual me llena de orgullo porque la nominación del Copihue de Oro la hacen los ejecutivos y personas influyentes en los medios de comunicación, entonces eso significa que andas haciendo las cosas bien, y eso es bueno. Además que nunca he salido último entonces también cuento con la confianza de la gente que es súper importante. -¿Alguna vez te imaginaste que podrías llegar a convertirte en uno de los periodistas más valorados de TVN? -Nunca lo pensé y me lo hacen sentir mucho. Soy muy ambicioso personalmente, no quiero ser notero toda la vida, y para eso te tienen que valorar, y si lo hacen, mucho mejor. Yo me he sacado la cresta para ser valorado. Aquí no hay espacio para errores ni para arrepentirte. Soy enfermo de mateo, apestosamente mateo, me gusta saber de todo, y pese a eso me he equivocado. Siento que es fruto del trabajo, del esfuerzo y sacrificio porque uno deja de lado familia, pareja, amigos, de todo, y yo he dejado de lado. Creo que es lo que uno espera recibir a cambio. -¿Qué tipo de programa te gustaría conducir a futuro? -Este año un jefe me dio la posibilidad de conducir el matinal, me llenó mucho. Fue una semana en que sentí que fui natural, fue un desafío potente. Estuve con tres gigantes como la Javiera Contador, María Luisa Godoy y la Karen Doggenweiler. Me gusta mucho el formato matinal pero creo que a mi edad, y como están los matinales hoy en día, no es una plataforma para que yo pueda entrar a la conducción. Me gustan muchos los programas de fin de semana, de turismo, gastronomía, los culturales y los de entrevista. Todo esto lo estoy trabajando y logrando con un programa que tengo en internet que se llama “Gozadores”, que mezcla la entrevista, la música y la comida, que para mí son los tres placeres, ya que el cuarto no se puede decir. La comida es exquisita y recorremos diferentes lugares. La música me da igual, yo escucho lo que sea, no me complico, me encanta la música. Conocemos estos grupos emergentes con un rico plato de comida. A mí estas curiosidades de conocer y leer de alguien que no conoces, me fascina, entonces mezcla estas tres ideas que a mí me gustaría proyectar en mi carrera. No es el programa que a mí me gustaría hacer en televisión abierta, pero creo que en internet es buenísimo, es como un recreo que me doy. -¿Cuáles son tus expectativas para los próximos años en televisión? -Algo te he adelantado un poco. A mí me gustaría, si me dan la posibilidad de conducir lógico, tener un programa de entrevista, para conocer historias, gente que está intrigada en la audiencia, qué hay detrás del personaje. Me gusta mucho el formato “Docureality”. TVN se ha especializado mucho con programas como “Adopta a un famoso” hasta “Mamá a los 15”, que adopta una temática súper potente que son los embarazos adolescentes no deseados, fuertes temáticas y que implican que el conductor esté las 24 horas disponible. Realidad Pura. También lo que me encanta son los concursos, porque uno sabe como comienzan pero jamás como terminan. Hoy en día tengo una sección en el matinal que se llama “Te pago la cuenta”. Por lo general regalamos dos cuentas y hoy regalamos siete, imagínate, todos los días pasa algo nuevo. Yo era muy crítico a los programas de de este tipo, pero ahora que lo vivo me encanta, creo que se puede descubrir una alternativa para que la gente enganche y les guste.
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