Espectáculos
Sábado 10 de abril de 2010
LA NACION/Página 5
TEATRO (En escena) Savignone de estreno Hoy se estrena Vivo, concebida, dirigida e interpretada por Marcelo Savignone. Es un espectáculo experimental de improvisación, en el que el intérprete despojado de todo artificio lleva la actuación a sus estados más primitivos y carnales. Sábados, a las 20.30, en Ciudad Cultural Konex, Sarmiento 3131. De 30 a 40 pesos.
Homenaje a Vaccarezza Hoy, a las 17, María Héguiz presenta De cara al Bicentenario: Alberto Vaccarezza, un encuentro narrativo en el marco del ciclo Una Nación es una Narración. En el subsuelo del Café de los Angelitos, Rivadavia 2100 (49522320).
Convocatoria a elencos Comienza la convocatoria a elencos para Vamos que Venimos 2010, el Festival de Teatro Adolescente de la ciudad, que se realizará entre el 7 y el 11 de octubre. La presentación y la convocatoria formal serán hoy, a las 16, en Espacio Crearte, Don Bosco 4124.
Grotesco sobre la memoria El bizco, obra de Marta Degracia, dirigida por Cristian Sabaz,
El bizco, de Marta Degracia
se estrena hoy en el Taller del Angel (Mario Bravo 1239). Una pieza sobre la memoria, con Ricardo Bustos, Silvina Sastre y Julia Pérez Ithuralde. Sábados, a las 21 (4963-1571). $ 30.
Audiciones para actores José María Muscari convoca hoy a audiciones, a las 11, para su nueva obra Feizbuk. Convoca a “actores y actrices de todas las formas, edades, nacionalidades y particularidades”. En la Ciudad Cultural Konex, Sarmiento 3131 (www.feizbukteatro. blogspot.com).
Se despide Lucy Hoy, a la medianoche, termina Lucy toca fondo, el unipersonal de Patricia Camponovo, dirigido por Paula Lemme. En Bataclana, Corrientes 3500 (48620888). $ 25.
Shows en Velma Hoy y el próximo sábado se presentará la comedia de magia El reemplazo - Primera misión, con el grupo de magos Similares y el grupo Improcrash. Los primeros, a las 17 ($ 20); y los improvisadores, a las 21 ($ 50). En Velma Café, Gorriti 5520 (4772-4690).
(Platea infantil)
Opinión
Por Juan Garff
Por Ernesto Schoo
La valentía de ciertas malas palabras Agudo texto de Perla Szuchmacher sobre la búsqueda de una verdad escondida por los padres Excelente (((((
Las “malas palabras” suelen ser “cosa de grandes”. Pero buscando significados en las hojas de un diccionario, no aparecen términos esencialmente malos. Sólo las que no se dicen, las palabras silenciadas, son las que realmente pueden ser malas. Y es más frecuente que los adultos callen algo frente a sus hijos, por miedo o por subestimar la capacidad y necesidad de comprensión de los niños, que la situación inversa. Sobre esta tesis se desarrolla Malas palabras, obra de Perla Szuchmacher estrenada por el grupo La Galera Encantada. La autora argentina es un referente del teatro para niños y jóvenes en México, país en el que se radicó en 1976, después de haber integrado en Buenos Aires el elenco que estrenó La vuelta manzana, de Hugo Midón, pero su obra sólo se vio aquí brevemente, cuando llegó invitada al Festival Atina, en 2003. La carencia de fotos de recién nacida de la protagonista desencadena la historia de búsqueda insistente de la verdad oculta por parte de la niña, de lo que termina siendo la historia de sus orígenes, de la adopción que la ha llevado a formar parte de la familia que integra. La puesta en escena de Héctor Presa, que apunta ante todo a los chicos entre 7 y 10 años, desdobla el unipersonal del texto original en dos actrices que interpretan al mismo personaje, Flor, como niña y protagonista de la historia y como mujer adulta que la narra y presenta
Desde el Génesis hasta hoy, los conflictos familiares han sido cimiento de religiones y de la ficción en todos sus géneros y variantes. Sin ellos, ¿qué sería de las telenovelas, actuales reemplazantes de los antiguos folletines por entregas? La reiteración infinita de lugares comunes y de estereotipos, jamás ha desanimado a lectores y espectadores: al contrario, tenemos un evidente placer en recelar de los villanos (villanas, de preferencia), y nuestra buena conciencia se congratula al estar de parte de los buenos. Los trágicos griegos no hicieron otra cosa que relatar historias de familias. También los poemas homéricos y las obras de Shakespeare, Ibsen, Strindberg –el más cáustico y desesperanzado de todos– y compañía: la esencia del drama burgués.
En La Galera Encantada
Malas palabras. Autora: Perla Szuchmacher. Dirección y puesta en escena: Héctor Presa. Intérpretes: Luli Romano Lastra y Guillermina Calicchio. Música: Diego Lozano. Coreografía: Mecha Fernández. Vestuario: Lali Lastra. Escenografía: Claudio Provenzano. En La Galera, Humboldt 1591. Domingos, a las 15. Entrada: 25 pesos.
En el comienzo fue la familia
Héctor Presa dirige esta obra, que cuenta con las excelentes interpretaciones de Luli Romano Lastra y Guillermina Calicchio
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MIGUEL ACEVEDO RIU
desde la perspectiva que da el paso del tiempo. Gana así vivacidad sobre el escenario sin perder el contrapunto de la reflexión sobre lo acontecido.
Actrices estupendas Para ello, cuenta con actuaciones impecables. Luli Romano Lastra sostiene el hilo narrativo de la visión retrospectiva como álter ego lúcido de la niña, a la vez que brinda versátilmente apoyo al armado de cada escena posicionándose fugazmente en otros roles, como los padres con sus dudas, la maestra caricaturesca o los progenitores gritones del vecinito, que no la pasa nada bien. Guillermina Calicchio marca, en tanto, los vaivenes emotivos de la historia infantil, desde la alegría lúdica con que se presenta la niña, pasando por la angustia de saber que hay algo que no sabe, hasta su enojo al serle revelado el secreto, momento de particular crecimiento de la intensidad de su interpretación. Las canciones que llevan
de una escena a otra funcionan como coro catalizador y aliviador de la tensión; ponen en palabras que fluyen con la música y con la coreografía de Mecha Fernández lo que andaba flotando o bien, confundido en “letras revueltas”, al decir de Flor. El desenlace, inteligente, es el que abre el camino desde ese enojo de la niña por “no ser hija de sus padres”, hacia la serenidad que transmite Flor como narradora adulta de cómo pudo armar su propia historia familiar, bordeando con cuidado el límite de la sensiblería. Por un momento, todos los niños espectadores pueden ser niños en adopción, sin violentar su necesidad de afecto y seguridad. La obra es, además, un llamado claro a los padres a no pasar de largo ni por encima de los chicos en asuntos que los atañen muy directamente, a no subestimarlos, formulado por esos adultos de mirada atenta sobre la infancia como Perla Szuchmacher y Héctor Presa.
(Piedra libre) Música en la Biblioteca. Mañana, a las 12, Los Musiqueros inauguran el ciclo del Momusi que tendrá lugar en la Biblioteca Nacional, Agüero 2502. Entrada libre.
N
Reestreno de los maravillosos Cuentos animados, protagonizados por Daniela Fiorentino, que interactúa con atractivas proyecciones. En Pan y Arte, Boedo 876, domingos a las 17. Entrada 25 pesos. N Narraciones dibujadas.
N Para los más chicos. Vuel-
ve el Teatro Chupete, la propuesta para los más pequeños, creada por Pipo Pescador, en versión de Gastón Cerana. Auditorio San Isidro, Av. Libertador 16.138, San Isidro, sábados y domingos, a las 15.30. Entrada: 40 pesos.
Al repasar la nutrida cartelera porteña de hoy, salta a la vista la superabundancia de familias “disfuncionales”, como se las llama ahora. Dos títulos, sobre todo, designan a las cumbres del género, Hoy en día hay de muy alta calidad artística: La omisión de superabunla familia Coleman, en el área local (aunque tiene dancia de merecida repercusión internacional), y Agosto, familias disen la de habla inglesa. Quizá no sea casual que funcionales ambos sean dirigidos por el talentoso Claudio Tolcachir, autor, además, de la citada en primer término. Tiempo atrás, en esta columna, me preguntaba si realmente la institución familiar se tambalea de tal manera en la Argentina, si es un fenómeno mundial o, simplemente, una moda. Ambas obras mencionadas exigen elencos numerosos, pero no cabe duda de que reducir el conflicto a dos personajes –lo habitual: madre e hija, o dos hermanas solteronas, o padre e hijo– implica una considerable reducción del presupuesto. En este sentido, la tendencia es mundial, y comprensible: por la misma razón, hoy abundan los monólogos. Por otro lado, si atendemos a la crónica policial diaria, es evidente el auge de la violencia y de la droga en todo el mundo, y el formidable avance del narcotráfico, capaz de superar y desbordar los controles estatales (cuando no se trata de complicidades perversas). El fenómeno tendría sus raíces, en parte, en las flaquezas de la institución familiar. El tema ofrece otra arista: la posibilidad de que se trate también de una moda. Así como el “nuevo” cine argentino, sobre todo el de los directores que se inician, reitera el tema del regreso de alguien a su tierra natal, a su pasado, narrado con la morosidad que caracterizó, cuarenta años atrás, al cine de Antonioni (otro índice de nuestra tendencia a obsesionarnos con el espejo retrovisor), en el teatro estaría ocurriendo algo similar con estos conflictos de familia, ya demasiado parecidos entre sí.