La transformación digital y social

fundamental de la producción industrial y al mismo tiempo la lucha contra el cam- ... Es el proceso de la robótica, por tanto estaremos en un nuevo panora-.
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Hablemos de economía

Antonio Morlanes Presidente de Aragonex · [email protected] - www.aragonex.com

La transformación digital y social

E

s evidente que con Jeremy Rifkin, se oficializa la Tercera Revolución Industrial que la define en las siguientes transformaciones: el cambio de generación y uso de la energía como elemento fundamental de la producción industrial y al mismo tiempo la lucha contra el cambio climático; el desarrollo de las energías renovables permite también el acceso de los servicios energéticos para las personas más pobres. Rifkin apoya la generación de energía en el uso del hidrógeno. El cambio de los modelos de trabajo tiene la consideración de un riesgo, ya que el incremento de la productividad basada en las nuevas tecnologías destinará un buen número de empleos y es necesario el diseño de otros que deberían estar basados en una mayor formación, pues los trabajos más sencillos y mecánicos serán realizados por las máquinas. Es el proceso de la robótica, por tanto estaremos en un nuevo panorama donde la deslocalización de los negocios perderá el valor actual, pues el coste de la mano de obra también se transformará. Debemos iniciar el cambio de modelo basándonos en el conocimiento como base de la fuerza del trabajo. Así pues, la gestión de los datos está pasando a ser el recurso principal de una nueva economía, donde se produce la respuesta a un nuevo sistema de productividad y competitividad. La meta será la capacidad que tengamos de entender las demandas de los mercados para ser generadores de respuestas. Debemos entender que las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) no son la novedad en el momento actual, sí lo es, la capacidad de a través del acceso de los datos, la generación de modelos y sistemas que hacen del mercado algo sustancialmente variable para cada mo-

mento, por eso la producción de algoritmos para dar dinamismo a toda la información y transformarla en algo, que de sentido a cada una de las producciones. Esta es la verdadera revolución que se ha dado en llamar la Transformación Digital o Industria 4.0, tal es el cambio, que como describe Jordi Sevilla en su informe Retos EconómicosEspaña 18, “los nuevos modelos de negocio hacen que la principal compañía mundial de alojamientos no tenga una sola cama a su nombre, la compañía de transporte de pasajeros que está transformando el panorama urbano no tenga un solo vehículo bajo su custodia, o que el principal distribuidor global de bienes de consumo no tenga, hasta el momento, una sola tienda abierta en el planeta”. De la observación de todo lo relacionado podemos concluir que los principales eslabones en que basamos la cadena económica hoy son: la energía, los recursos humanos y la generación de información. Son los cambios fundamentales en que configuramos el cambio de modelo, tanto productivo como competitivo y esto debemos hacerlo en una sociedad que debe y está cambiando en su forma de convivencia. Esta y no otra es la importancia y la base de la transformación, pues todo lo anterior son términos cuya aplicación tendrá el éxito esperado si los territorios son capaces de dejar a un lado el statu quo actual y dar el salto a una nueva forma de entender la vida. El acceso y la velocidad con que ya tenemos la información, a través de las redes sociales, nos permite conocer lo que se ha dado en llamar la verdad de las cosas. Sin embargo, también estamos en situaciones que esas verdades se hacen múltiples, porque en la gran mayoría de ocasiones, estas son subjetivas y por tanto dependen del análisis del lugar que parten, así pues, hoy po-

demos llegar con el acceso a la información a sufrir una borrachera de criterios, que nos deje con mayores dudas por cuánta más capacidad de acceder tengamos a ella. ¿Qué está sucediendo? Que lo que hemos venido a definir como posverdad, se está adueñando de la generación de informaciones, pues todos y cada uno de nosotros queremos establecer argumentos precisos que hagan de nuestra verdad la auténtica para todos y como consecuencia de ello, se establecen respuestas en el mismo sentido de implicación en el asunto. De esta forma recibimos montones de verdades diversas sobre un mismo tema y damos verosimilitud a aquella que se acerca más a nuestros propios criterios, con los matices correspondientes, lo que en muchas ocasiones da pie a generar nueva verdad ¿Cuál de ellas triunfa? Aquella en la que más personas se encuentren cómodos, sin importar la derivación que tenga en el resultado final de convivencia. Bien, en esta conjunción de cambios de todo tipo ¿Cuál es el valor que debe preva-

lecer por encima de todo? Sin lugar a dudas debería ser la propia persona con su capacidad de ser analítica y considerar aquello que establezca los mejores valores generales. Es decir, debemos establecer que el cambio de costumbres no lleva implícito un cambio cultural en el sentido de ciudadano como ente de integración en el conjunto. Así pues esa fórmula que parece querer implantarse en la sociedad de elementos convertidos en vigilantes de la verdad, son sin ninguna duda el peligro a combatir. Las personas no necesitan esa especie de hermanos mayores que nos indiquen el camino. Somos cada uno de nosotros los que debemos hacer realidad el camino a recorrer. Por tanto, entendamos y aceptemos el cambio que las tecnologías nos aportan a una nueva forma de vida y hagamos de ello los criterios más positivos de esta, demos valor a la eficiencia de nuestros esfuerzos frente a la austeridad de no hacer nada y recordemos que las grandes palabras son pocas y se resumen en la combinación persona/ciudadano.

El segundo miércoles de cada mes encontrará encartada la revista Actualidad de las Empresas Aragonesas en el Diario de Teruel y el Diario del Alto Aragón

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Mayo 2018