La sociedad capitalista antes de 1850.* “Las palabras son testigos que a menudo hablan más alto que los documentos. Consideremos algunos vocablos que fueron inventados o que adquirieron su significado moderno en el período de sesenta años que abarca este volumen [se refiere a este libro]. Entre ellos están: “industria”, “industrial”, “fábrica”, “clase media”, “clase trabajadora”, “capitalismo” y “socialismo”. Lo mismo podemos decir de “aristocracia” y de “ferrocarril”, de “liberal” y “conservador” como términos políticos, de “nacionalismo”, “científico”, “ingeniero”, “proletariado” y “crisis” (económica). “Utilitario” y “estadística”,”sociología” y otros muchos nombres de ciencias modernas... Imaginar el mundo moderno sin estas palabras (es decir, sin las cosas y conceptos a las que dan nombre) es medir la profundidad de la revolución producida entre 1789 y 1848, que supuso la mayor transformación en la historia humana desde los remotos tiempos en que los hombres inventaron la agricultura y la metalurgia, la escritura, la ciudad y el Estado. Esta revolución transformó y sigue transformando al mundo entero.”
© Hobsbawm, Eric Las revoluciones burguesas Barcelona: Labor, 1985. Pág. 15
Este comentario tiene como objetivo demostrar que la sociedad europea de 1850 era muy distinta a la que había existido cien años antes. Las diferencias estaban relacionadas con dos procesos revolucionarios que se desarrollaron, uno en Inglaterra y otro en Francia casi en forma simultánea, a fines del siglo XVIII: la Revolución Industrial Inglesa y la Revolución Francesa. Esta “doble revolución”, y otras que la sucedieron produjeron transformaciones tan profundas que cambiaron la historia de los siglos XIX y XX, no sólo la de los países europeos sino la de todo el mundo, aún la de los lugares tan lejanos -para esa época- como las colonias hispanoamericanas. La Revolución Industrial que comenzó en Inglaterra, significó un nuevo modo de organizar la producción, es decir, la forma en que el hombre obtiene la riqueza y los bienes que necesita. Estos cambios en las formas de producir transformaron la vida en la sociedad moderna. “Hasta el siglo XVIII todo lo que producían los hombres se realizaba de manera artesanal. A partir de entonces, la mayor parte de los productos comenzaron a hacerse primero en pequeños talleres y luego en grandes fábricas. En las fábricas se utilizaron por primera vez máquinas que permitían realizar las tareas que antes hacían los artesanos. Las nuevas máquinas, que se movían por medio de energía a vapor, hacían posible elaborar más productos en menos tiempo. La principal actividad que se desarrolló en los inicios de la revolución industrial fue la confección de los tejidos de algodón.” | La formación de las sociedades burguesas, capitalistas y liberales (fines del siglo XVIII-1850) | Este nuevo modo de organizar la producción fue denominado capitalismo y aunque sufrió muchos cambios, es el sistema en el que vivimos en la actualidad. El capitalismo permitió, como gran novedad, un crecimiento constante de la riqueza, pero también implicó que los hombres se organizaran y relacionaran entre sí de distinta manera. Por ejemplo, originó un nuevo grupo social, la clase obrera. Eran, fundamentalmente, los trabajadores de las fábricas. A diferencia de los artesanos que vivían de la venta de las mercancías que fabricaban en sus talleres -zapatos, telas, etc.- los obreros vivían del salario que les pagaban los capitalistas. Los “capitalistas o burguesía industrial” también aparecieron en esta época. Eran los dueños de las máquinas y de las fábricas y como tales, eran los que tomaban las decisiones económicas con total libertad como qué mercancía producir, a qué precios venderla, cuáles serían las condiciones de trabajo, etc. Contrataban a los obreros, les pagaban los salarios y obtenían ganancias de las ventas de las mercancías. En realidad, una burguesía rica ya existía desde hacía bastante tiempo, lo nuevo fue que ahora su riqueza se originaba en el trabajo de los obreros en las fábricas. Junto con estos cambios, se produjeron otros relacionados con las formas en que vivía y se organizaba la sociedad. Mientras los obreros padecían condiciones laborales muy duras, la burguesía incrementó su fortuna, obtuvo el poder político e impuso sus costumbres y valores al
conjunto de la sociedad. Hasta ese momento, el grupo social más importante y con mayor poder era la aristocracia. Pero la burguesía en algunos países, como en Inglaterra y en Francia, desplazó del poder a los aristócratas. En otros, como en Alemania, compartió el poder con ellos. Como dijimos anteriormente, a esta nueva forma de organizar la economía y la sociedad se la denominó capitalista. Pronto la exitosa experiencia inglesa estimuló el proceso de industrialización en otros países. Poco tiempo después, desde los comienzos del siglo XIX, Francia, Alemania, los Estados Unidos y Japón comenzaron a transitar su propio camino hacia el capitalismo. La Revolución Francesa y los cambios político-ideológicos. La Revolución Francesa (1789-1815) fue el acontecimiento más importante de esta época por los profundos cambios que introdujo. Antes de la Revolución Francesa, el privilegio y poder que tenía cada persona dependía del lugar que los padres ocupaban en la sociedad y, salvo raras excepciones, se mantenía ese lugar desde el nacimiento hasta la muerte. Por supuesto, el mayor poder lo tenía el rey. A partir de la Revolución Francesa no sólo el pueblo francés logró derrotar al rey y a la aristocracia que lo apoyaba, sino que también construyó un nuevo y moderno sistema político con división de poderes en el que ya no existían los privilegios por nacimiento e instauró la revolucionaria idea de que todos los hombres nacen libres e iguales ante la ley. Cuando estalló la revolución, la burguesía era todavía una clase demasiado débil como para poder derribar por sí sola a ese antiguo, y aún fuerte, poder aristocrático. Pero otros grupos sociales (artesanos, vendedores ambulantes, campesinos, trabajadores domésticos...) también luchaban por la igualdad. Gracias a la unión entre los distintos sectores, la revolución pudo triunfar. La Revolución Francesa que comenzó en 1789 fue la más importante de las revoluciones que se produjeron hasta la primera mitad del siglo XIX pero no la única. Otras, en 1820, 1830 y 1848, en Francia y en otros países, profundizaron los cambios iniciados en 1789. Las nuevas ideologías Las experiencias de la Revolución Francesa, de la Revolución Industrial Inglesa y de los otros movimientos revolucionarios que acabamos de mencionar, favorecieron el desarrollo de nuevas ideas y creencias, es decir, ideologías, que intentaron imponerse a toda la sociedad. Muchas habían tenido origen en siglos anteriores pero, fue a partir de la “doble revolución” que comenzaron a ser aceptadas y adoptadas por amplios sectores de la población y los gobiernos. Estas nuevas ideas y creencias constituyeron las bases de las ideologías modernas como el liberalismo, el nacionalismo y el socialismo, y explican muchas de las luchas que se desarrollaron durante los siglos XIX, XX hasta la actualidad; incluso el surgimiento de numerosos partidos políticos y movimientos sociales que aún hoy existen. a) El liberalismo El liberalismo es una forma de pensar y organizar la sociedad, la economía y la política que comenzó a desarrollarse en el siglo XVII. Defendía las libertades de religión, de asociación, de comercio y el derecho de propiedad. Consideraba que el Estado, tenía que asegurar el pleno ejercicio de todas esas libertades y eliminar cualquier obstáculo que existiese. Por ejemplo, el Estado no debía intervenir directamente en la economía pero sí garantizar el libre juego de la oferta y la demanda. El precio de los productos se fijaría en función de este “libre juego”. Los liberales sostenían además que todos los hombres eran iguales ante la ley -tenían los mismo derechos-, pero aceptaban y justificaban las diferencias económicas y la existencia de clases sociales. Según ellos, las diferencias entre el rico y el pobre se originaban en las cualidades naturales de cada uno; el rico lo era por su capacidad, habilidades y
constancia para enriquecerse, el pobre carecía de esas condicionesnaturales y/o no realizaba el esfuerzo suficiente para lograr sus propósitos. A partir de fines del siglo XVIII, el liberalismo se difundió por todo el mundo aunque no de igual manera. Tuvo más influencia en el Reino Unido, Francia y Estados Unidos y mucho menos en Alemania, Japón, Austria-Hungría o Rusia. En resumen, hacia mediados del siglo XIX, tres aspectos que se desarrollarán y profundizarán en la segunda mitad del siglo, caracterizaron a las sociedades europeas occidentales y americanas: • el capitalismo en lo económico, • el liberalismo en el plano de las ideas y de las instituciones políticas y • la burguesía como la clase de mayor poder. 1) Volvé a leer el párrafo de Eric Hobsbawm de la primer página y contestá las preguntas a partir de lo que hayas comprendido acerca de este período. a :| ¿Qué argumentos da el autor para demostrar que el período entre fines del siglo XVIII y mediados del siglo XIX “supuso la mayor transformación b :| Elegí uno de los vocablos nuevos mencionados entre comillas en ese texto. Buscá el significado de los términos encodillados. Considerando lo sucedido en este período, explicá por qué tuvo que inventarse esa palabra. c :| ¿Podés identificar algún aspecto que se originó en la Revolución Industrial y/o en la Francesa y que se mantiene en la sociedad actual? Mencionalo y argumentá tu respuesta. 2) Leé el siguiente artículo periodístico y, considerando lo que aprendiste sobre el liberalismo, ¿cuál sería la posición de un liberal frente a las medidas implementadas por el gobierno? b :| ¿Acordás con estas medidas? Justificá tu respuesta. Sábado 23 de julio de 2005** Lanzan medidas para frenar la suba de precios de la leche LA MARCHA DE LOS PRECIOS: POLÉMICA ENTRE FUNCIONARIOS Y PRODUCTORES Las industrias lácteas aplicaron esta semana una fuerte remarcación. El Gobierno reaccionó ayer aumentando los impuestos a las exportaciones del sector. Fue también un gesto para otros empresarios. Por Annabella Quiroga. Con datos certeros de que la inflación del mes ya supera el 1%, el Gobierno jugó fuerte para frenar la suba de precios. Ayer concretó un alza de los impuestos a las exportaciones (retenciones) de lácteos, que pasaron del 5 al 15%. Fue una manera clara de presionar a los productores y comercializadores para que bajen los precios, pero también de mandar un mensaje inequívoco al resto de los sectores de que están en la mira por las subas reiteradas. [...] A la hora de las justificaciones, el Palacio de Hacienda no recurrió a medias tintas. A través de un comunicado, informó que la suba de las retenciones se decidió porque el sector no está atendiendo el mercado interno "con precios y calidades razonables". El mismo texto explica que se tomó esta decisión después de que el sector diera por terminado, a los 90 días de vigencia, el acuerdo de precios que debía regir hasta octubre. Según pudo confirmar Clarín, en esta semana las dos empresas líderes del sector aumentaron los precios de la leche hasta un 8%, lo que fue el punto de quiebre de las negociaciones con el Gobierno. [...] Por su parte, desde la presidencia de SanCor, señalaron que la medida dispuesta por el gobierno "se contrapone con el crecimiento productivo y la mayor inserción de los lácteos argentinos en el mundo", y acotaron que esa "no es la manera de impulsar una actividad tan competitiva". [...] *Nivel secundario para adultos módulo de enseñanza semipresencial: historia mundial contemporánea - 1a ed. - Buenos Aires : Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, 2007. **© Clarín, Lanzan medidas para frenar la suba de precios de la leche.La marcha de los precios: polémica entre funcionarios y productores.
La crisis de 1873 y las transformaciones del capitalismo. “... esta época de prosperidad económica finalizó con una crisis generalizada de alcance mundial cuyo inicio suele ubicase en 1873 y que se mantuvo hasta mediados de la década de 1890.
¿Qué significaba una crisis bajo el capitalismo industrial? En las sociedades agrarias anteriores las crisis ocurrían debido a una disminución del rendimiento de las cosechas, a un crecimiento exagerado de la población o por ambos fenómenos combinados. En suma, se producía menos de lo que se necesitaba y había escasez. En cambio, las características de las crisis capitalistas eran diferentes porque con el capitalismo las crisis provenían del exceso de producción. En efecto, muchas veces la producción era tan grande que los mercados se saturaban de bienes que resultaban muy difíciles de vender. Los precios caían y con ellos también descendían los beneficios obtenidos por los capitalistas. Cuando las ganancias caían demasiado las empresas quebraban y dejaban a gran número de trabajadores desocupados. La crisis de 1873 fue de este tipo, con sus secuelas de caída de precios y baja de las ganancias. En particular, hubo una fuerte caída de los precios agrícolas a causa de la expansión de la agricultura de exportación en América, Australia y Nueva Zelanda; en Europa esta expansión generó una amplia oferta de granos que provocó una gran caída de los precios. Como resultado, las regiones agrícolas de Europa se empobrecieron y eso incrementó las migraciones del campo a las ciudades y hacia otros continentes. En cierta medida, la emigración fue una válvula que permitió aligerar los conflictos sociales generados por la crisis. [...] Recién a mediados de la década de 1890 el capitalismo europeo inició un nuevo ciclo de ascenso. Sin embargo, en el intervalo la crisis había provocado profundas transformaciones en el capitalismo. Muchas de esas transformaciones ya se habían insinuado anteriormente, pero en ese momento se profundizaron: así, algunos Estados comenzaron a intervenir en la economía y protegieron a sus industrias de la competencia de los productos importados mediante la elevación de las tarifas aduanera, a la vez que incrementaron sus tendencias expansionistas y colonialistas. Por último, la vinculación entre el Estado, los bancos y la industria se hizo más estrecha y se formaron grandes conglomerados empresariales. Inglaterra comenzó a perder la preeminencia que tenía como primer país industrial del mundo [...] La quiebra de muchas empresas pequeñas y medianas y su absorción por las más grandes dieron como resultado que quedaran pocas empresas de grandes dimensiones en cada rama de la producción. Este fenómeno recibió el nombre de concentración económica y una de las consecuencias de esta concentración fue la alteración de la libre competencia: una vez que en una rama de la producción quedaban pocas firmas o una única firma, la competencia prácticamente desaparecía y los precios pasaban a ser fijados por estas empresas. Este último efecto se denominó oligopolización (cuando eran pocas empresas) o monopolización (cuando se trataba de una empresa única).”*** ***© Barral, María Elena y otros, Historia. El mundo contemporáneo. Siglo XVIII, XIX y XX. Buenos Aires, Estrada, 1999, pp. 70-71
1) Releé el texto y marcá la información que te sirva para contestar estas preguntas. a :| ¿Cuál es la diferencia entre las crisis que se producían en las sociedades agrarias precapitalistas y las que se producen en el capitalismo? b :| Explicá la siguiente frase del texto: “En cierta medida, la emigración fue una válvula que permitió aligerar los conflictos sociales generados por la crisis. [...]” c :| Explicá con tus palabras, a partir de lo que leído en el texto, qué es un monopolio y un oligopolio. d :|¿Por qué las transformaciones que se producen por la crisis de 1873 son contrarias a las ideas liberales? El socialismo y el crecimiento de los movimientos obreros Así como existían diferencias económicas y políticas entre los países, en su interior también había grandes desigualdades entre los grupos sociales, entre ricos y pobres. El crecimiento económico que se produjo en este período benefició sobre todo a un grupo minoritario de la sociedad: la burguesía, constituida por industriales, comerciantes y terratenientes que, además de poder económico, tenían poder político.
Frente a esta burguesía cada vez más enriquecida, el resto de la sociedad sufría condiciones de vida y de trabajo miserables. Esta situación de desigualdad fue generando movimientos opositores que cuestionaban las ideas del liberalismo y las injusticias de la sociedad capitalista. Uno de ellos fue el socialismo. Los socialistas pensaban que la historia de la humanidad era una historia de lucha de clases, entre explotadores y explotados, dominadores y dominados, y que había llegado la hora en que el proletariado -la clase obrera explotada- se liberara, conquistara el poder y construyera una sociedad justa, sin desigualdades de ningún tipo ni clases sociales. Los principales representantes de este movimiento fueron Karl Marx y Friedrich Engels. Si bien en su origen el socialismo marxista fue un movimiento europeo, en poco tiempo su influencia llegó a todo el mundo. Bajo la influencia de las ideas socialistas y de otras corrientes revolucionarias, los trabajadores se fueron organizando en sindicatos y partidos políticos. El primero y más importante fue el Partido Socialdemócrata Alemán. Incluso, en 1864 se organizó la Primera Asociación Internacional del Trabajador que reunía a sindicatos, federaciones y grupos obreros socialistas de distintos países del mundo. A pesar de su corta vida logró instalar la idea de que el movimiento obrero de todos los países debía unirse para luchar contra el capitalismo. Gracias a las luchas de los trabajadores, a fines de siglo XIX, los gobiernos concedieron varias reformas. Se permitió la libre organización gremial, fueron conseguidas importantes mejoras en las condiciones de trabajo –como el descanso dominical y la jornada laboral de 8 horas-, y poco a poco se fue extendiendo el derecho al voto al conjunto de los sectores sociales hasta llegar al sufragio universal para los varones mayores. Sin embargo, a pesar de esta democratización de la sociedad, siguieron gobernando los mismos grupos políticos. El socialismo marxista Para poner fin a la explotación del hombre por el hombre, Marx proclamó la necesidad de que el proletariado, mediante la revolución, conquistase el poder político económico y crease un nuevo Estado obrero al servicio de los trabajadores. Esto daría lugar a un nuevo modo de producción (socialista), en el que no existiría la propiedad privada, ya que la primera misión de la revolución sería la socialización de la propiedad, que pasaría al Estado. Ahora bien, el socialismo era para Marx tan solo una etapa intermedia ya que, con la desaparición de la propiedad privada, desaparecerían las clases y como no habría clases, no sería necesario el Estado, porque el Estado es la expresión de la dominación de una clase sobre otra. Poco a poco, éste se iría disolviendo para dar paso a la sociedad comunista, es decir, igualitaria, sin clases y sin Estado. 2) a| Subrayá en el texto “El socialismo marxista” las principales ideas de esta ideología. b| ¿A quiénes se refiere Marx cuando habla de “proletariado”?
La expansión imperialista A fines del siglo XIX, las principales potencias industriales se lanzaron a la conquista de nuevos territorios. Varios son los factores que permiten explicar esta expansión imperialista: • Los empresarios necesitaban tierras en donde obtener materias primas baratas para fabricar sus productos. • Necesitaban, además, mercados, es decir, centros de población donde venderlos. • Las potencias industriales rivalizaban por esos territorios. Estas rivalidades despertaban sentimientos nacionalistas agresivos. Cada potencia quería ser la más importante. • Los gobernantes de esas potencias comenzaron a pensar que la conquista de territorios coloniales tranquilizaría las tensiones que surgían, producto de las desigualdades sociales y las crisis económicas. • Pensaban, además, que el sentimiento nacionalista que despertaría la conquista podría servir para que la mayoría de los trabajadores de las potencias imperialistas se olvidasen de las ideas socialistas. Como resultado de esta expansión, todo el mundo quedó sometido de algún modo a la dominación de los países industriales. África y parte de Asia fueron conquistadas por los ejércitos de las grandes potencias. Formaban parte de sus imperios coloniales y eran gobernadas por funcionarios nombrados desde las metrópolis.
Otros países del mundo se transformaron en “semi-colonias” de las grandes potencias industriales. Sólo una gran zona del mundo pudo escapar casi por completo del reparto territorial que tuvo lugar en la época. Esa zona era el continente americano. Con la excepción de Canadá, las islas del Caribe y algunas zonas del litoral caribeño, en el resto había repúblicas soberanas. Pero, aunque mantenían su independencia política, los países industriales ejercieron sobre ellas una fuerte dominación económica. La influencia del Reino Unido en América Latina era preponderante. Sólo Estados Unidos le disputaba su predominio en el Caribe y América Central. Glosario: Imperios coloniales: organizaciones políticas formadas por un centro -la metrópoli- desde el cual se gobierna a las colonias. Metrópolis: país del cual dependen las colonias, es la cabecera del imperio colonial. Semi-colonias: países que, aunque mantienen su independencia política, deben ceder el control de parte de sus territorios a las grandes potencias. (Es el caso de China que debió cederle el control de Hong Kong -territorio chino- a los ingleses).
¿Qué opiniones existían en la época sobre el imperialismo? “Ayer fui al East End de Londres (barriada obrera) y asistí a una asamblea de parados. En la reunión escuché muchos discursos exaltados que no hacían sino pedir pan, pan y pan. Al volver a casa estuve reflexionando sobre lo que había oído y me convencí más que nunca de la importancia del imperialismo [...] La idea que tengo representa la solución al problema social, es decir, con tal de salvar a cuarenta millones de británicos de la guerra social, nosotros, los políticos coloniales, tenemos que tomar posesión de nuevos territorios para colocar el exceso de población, para encontrar nuevos mercados donde vender los productos de nuestras fábricas y nuestras minas [...] Si no queréis la guerra civil tenéis que convertiros en imperialistas.” Carta de Cecil Rhodes, colonizador de África, en 1895
“Se hicieron las deducciones generales siguientes: 1º. Hay razones tan buenas para clasificar al negro como una especie diferente del europeo como las hay para hacer del burro una especie diferente de la cebra; y si tomamos en consideración la inteligencia, hay una diferencia mayor entre el negro y el anglosajón que entre el gorila y el chimpancé. 2º. Las analogías entre los negros y los monos son más grandes que entre los monos y los europeos. 3º. El negro es inferior, intelectualmente, al hombre europeo. 4º. El negro es más humano en su natural subordinación al hombre europeo que bajo cualquier otra circunstancia. 5º. El negro tan sólo puede ser humanizado y civilizado por los europeos.” Junt, J. Sesión científica de la Sociedad Antropológica de Londres en 1863.
“¡Razas superiores! ¡Razas inferiores! Se dice pronto. Por mi parte, me opongo completamente a esta afirmación desde que he visto que los sabios alemanes demostraban científicamente que los franceses son una raza inferior a los alemanes. No, no hay derecho de las naciones llamadas superiores contra las naciones llamadas inferiores [...] La conquista que vosotros defendéis es el abuso puro y simple de la fuerza que da la civilización científica sobre las civilizaciones rudimentarias para apropiarse del hombre, torturarlo y extraerle toda su fuerza en provecho del pretendido civilizador.” Discurso de George Clemenceau en la Cámara de Diputados del 30 de julio de 1885 La misión civilizadora de la que habla la sociedad capitalista es tan sólo un pretexto para esconder su ansia de explotación y de conquista [...] Enemigo de toda explotación del hombre por el hombre, defensor de todos los oprimidos sin distinción de razas, el Congreso condena esta política de robo y de conquista, aplicación
desvergonzada del derecho del más fuerte que pisa el derecho de los pueblos vencidos, y comprueba también que la política colonial aumenta el peligro de tensiones internacionales y de guerras entre los países colonizadores [...] El congreso declara que los diputados socialistas tienen el deber de oponerse irreductiblemente, en todos los parlamentos, a este régimen de explotación y de servidumbre que impera en las colonias, exigiendo reformas para mejorar la vida de los indígenas, velando por el mantenimiento de sus derechos, impidiendo cualquier tipo de explotación y de servidumbre y trabajando, con todos los medios a su disposición, para educar a estos pueblos para la independencia.” Resolución de la Segunda Internacional (Socialista) de Stuttgart en 1907.
3) a :| Marcá las palabras cuyo significado desconozcas. Tratá de deducir qué quieren decir a partir del sentido del párrafo. b :| Subrayá con distintos colores en cada uno de los textos los argumentos a favor o en contra del colonialismo. c :| A partir de lo subrayado, hacé un listado de los argumentos que justifican la dominación imperialista y, otro, de los que la critican. d :| Si vos vivieras en esa época, ¿estarías en contra o apoyarías la dominación imperialista? Redactá uno o dos argumentos que expliquen y justifiquen tu propia opinión. Los nacionalismos Mientras se desarrollaba la expansión imperialista y como parte de ella, los gobiernos de Europa intentaron contrarrestar la influencia de las ideas socialistas y frenar los conflictos internos. Uno de los métodos que utilizaron fue la difusión de las ideas y sentimientos nacionalistas. Por medio de ceremonias diarias como el izamiento de la bandera en la escuela y en el servicio militar que comenzó a ser obligatorio, el Estado fomentó el “patriotismo”. Con el mismo objetivo, se impusieron nuevas fiestas y canciones “patrias” y se fomentaron las competencias deportivas entre equipos nacionales, como los campeonatos mundiales de fútbol. De esta manera, el Estado oponía el “internacionalismo” de las ideas socialistas -la unión de la clase obrera de todos los países contra las burguesías- al orgullo y defensa de la nación. La idea de “patria” ya se había difundido durante la Revolución Francesa pero, a partir de entonces, cobró un nuevo significado en un contexto de creciente rivalidad entre las potencias imperialistas. La prensa jugó un papel importante en todo este proceso, exagerando las cualidades de la nación y ridiculizando o disminuyendo las de los pueblos extranjeros. Como en muchos momentos de la historia, se exacerbaron ideas nacionalistas y patriotismo para manipular la voluntad popular. En América, los Estados impusieron en las escuelas y en el ejército rituales similares a los europeos. En este caso estaban asociados a la construcción de la nacionalidad en territorios poblados por culturas diversas. El nacionalismo no sólo enfrentó a los Estados. En los territorios de algunos de ellos, como en el del Imperio Turco o del Austro-Húngaro, se desarrollaron luchas entre pueblos de distintas nacionalidades. En resumen, podemos hablar de nacionalismos en plural porque el término tiene distintos significados. Además de los explicados en esta Unidad, más adelante estudiará un nacionalismo asociado a sistemas políticos dictatoriales y expansionistas.
EL RÉGIMEN OLIGÁRQUICO DE ARGENTINA AGROEXPORTADORA
GOBIERNO
(1880-1916)
Y
LA
El Régimen Oligárquico de Gobierno Entre 1880 y 1916, la Argentina atravesó un periodo de estabilidad institucional gracias al “orden” alcanzado en las décadas anteriores. El triunfo de las ideas liberales a partir de la segunda mitad del siglo XIX, consolidó el sistema de producción primaria agro-exportadora, que insertó al país en el mercado internacional como proveedor de materias primas y alimentos para los centros industriales europeos. Bajo estas circunstancias, se afirmó el predominio social de los terratenientes exportadores aliados de los capitalistas extranjeros, que conformaron una élite económica y política que controló el funcionamiento del Estado e instaló
en el poder a una minoría, excluyendo a la mayor parte de la población argentina de la participación política. La oligarquía gobernante: los grupos dirigentes liberales se constituyeron en una minoría de notables que acaparó el poder político y económico durante todo el periodo 1880-1916. Esta minoría privilegiada legitimó su poder político en su poder económico, su educación y preparación para el ejercicio del gobierno. En este sentido constituyeron una verdadera oligarquía (del griego oligarchía “gobierno de unos pocos”), puesto que ejercieron el gobierno de manera exclusiva, montando un aparato político que aseguraba el acceso a los cargos de gobierno y de la administración pública a los integrantes del Partido Autonomista Nacional (PAN), e impidiendo que las riendas del poder pasaran a la oposición. Los miembros del PAN en general compartían el ideario liberal y estaban convencidos de que el orden político y el poder del Estado constituían los requisitos indispensables para lograr el desarrollo del país. Influenciados por las corrientes ideológicas extranjeras, en especial el positivismo, tenían confianza en el “progreso indefinido” que veían plasmado en la gran expansión económica del momento. El régimen oligárquico fue conjuntamente liberal y conservador. Fue liberal en el sentido que impulsó al máximo la concreción de los ideales del liberalismo en la economía y la sociedad, posibilitando su difusión en el conjunto de la población y sancionando leyes que aseguraran su ejercicio. Pero, al mismo tiempo, la clase gobernante se manifestó profundamente conservadora en el ámbito político, manteniendo la restricción de los derechos políticos de los ciudadanos y negando la participación política a amplios sectores de la población. Los mecanismos políticos de la dominación oligárquica El régimen de gobierno oligárquico que se instauró en el poder a partir de la presidencia de Roca en 1880, consolidó su predominio político a través del control sobre el acceso a los cargos de gobierno y la práctica del fraude electoral. La minoría oligárquica nucleada en el PAN controlaba la sucesión presidencial, de modo tal que el funcionario saliente designaba a quien le sucedería en el cargo con el consentimiento del grupo más poderoso de la oligarquía, impidiendo el acceso de candidatos opositores a los cargos legislativos y asegurándose que el Colegio Electoral -encargado de la elección indirecta del presidente y vicepresidente- estuviera integrado por hombres de su confianza. El mecanismo por excelencia utilizado por el sector dominante para conservar el poder en forma exclusiva, fue el fraude electoral. El voto no era secreto ni obligatorio, por el contrario era cantado y optativo. Esto hacía que la mayor parte de la población no concurriera a sufragar y se mantuviera indiferente a los comicios, que por otra parte estaban plagados de fraude y vicios. Generalmente, quienes votaban estaban vinculados con algún caudillo local, conectado a su vez con dirigentes políticos nacionales o provinciales. La oligarquía gobernante influía en los comicios de diversas maneras: era habitual la compra de sufragios, la repetición del voto, las amenazas y presiones sobre los votantes e incluso el uso de la violencia para impedir a miembros de sectores opositores al gobierno acercarse a las mesas electorales.
Las leyes laicas Continuando con la política de robustecimiento de la autoridad del Gobierno Nacional iniciado en 1862, Roca y sus sucesores ampliaron la esfera del poder del Estado Nacional interviniendo de manera directa en la vida social de la población. Esto supuso el desplazamiento de la Iglesia Católica de funciones en las que hasta ese momento había tenido un control casi exclusivo. En efecto, la Ley de Registro Civil de 1883 y la Ley 1420 de Educación Común, sancionada en 1884 y que estableció la enseñanza primaria, laica, gratuita y obligatoria, quitaron a la Iglesia importantes atribuciones. Este proceso, conocido como secularización, ocasionó encendidas luchas y debates ente el gobierno y la jerarquía eclesiástica, apoyada por grupos católicos contrarios a las determinaciones estatales.
La construcción de la nacionalidad argentina: La falta de integración social de la enorme masa de inmigrantes extranjeros que residían en las principales ciudades del país hacia fines de la década del ‘80 constituyó una preocupación fundamental del gobierno, que se propuso captar su atención y despertar en ellos el sentido de la nacionalidad argentina. La escuela pública se convirtió en el principal medio de impartir un sentimiento de nacionalidad, instaurando la celebración de las fiestas patrias, la enseñanza de la Historia Argentina, la participación escolar en los actos cívicos, la entonación del himno nacional, el lucimiento de la escarapela, etc. Debemos tener en cuenta que la mayoría de la población extranjera enviaba sus hijos a las escuelas estatales. Por otra parte el Estado impuso el requisito de la nacionalización para acceder a los empleos públicos y desplegó una política de construcción de plazas y museos, creación de monumentos que recordaban próceres o gestas patrias, colocación de banderas y escudos en los espacios públicos y la realización de manifestaciones patrióticas. También el Ejército se convirtió en foco irradiador de “argentinidad”, a través del adoctrinamiento destinado a crear una conciencia común, lograr la adhesión a los símbolos patrios y construir un disciplinado “nosotros”. El papel cumplido por el Ejército en este cometido se volvió aún más importante a partir de la instauración del servicio militar obligatorio.
La oposición al régimen oligárquico y la Revolución de 1890 Hacia mediados de la década del ‘80, las políticas liberales impulsadas por los gobiernos nacionales, acarrearon serios problemas económicos y financieros para el país: el progresivo aumento de la deuda externa por los empréstitos contraídos en el extranjero, la desvalorización del peso argentino frente al oro que era el medio de pago internacional, el desarrollo de un proceso inflacionario y un constante aumento del costo de vida. La inflación favorecía a los terratenientes exportadores, que recibían oro como pago por sus productos, pero perjudicaba a los sectores que tenían una remuneración fija en pesos como los asalariados, los empleados públicos y los obreros. Hacia finales de la década del ‘80, a la crisis económica se unieron los desajustes en el sector financiero provocados por una desenfrenada especulación con las tierras y los valores de la Bolsa, la descontrolada emisión de moneda sin respaldo, la imposibilidad de hacer frente a las obligaciones crediticias contraídas en el exterior y la creciente inflación. Entre 1887 y 1889, el país conoció las primeras huelgas y protestas, protagonizadas por trabajadores ferroviarios, zapateros, albañiles y carpinteros. Esta profunda crisis sacudió a la población y la oposición al régimen imperante se organizó en un nuevo movimiento con el propósito de “cooperar con el restablecimiento de las prácticas constitucionales en el país y combatir el orden de cosas existente”. En ese entonces la presidencia del país estaba ocupada por Miguel Juárez Celman, quien había sucedido a Roca en 1886 y cuyo gobierno era conocido como el “unicato”, porque el presidente era el jefe único del único partido que existía y que controlaba el gobierno. El movimiento opositor se organizó en una agrupación que se denominó UNIÓN CÍVICA, que aglutinaba a hombres de las más variadas ideologías que se unían en repudio al régimen imperante, situación que posteriormente provocará su división. Entre sus principales dirigentes se contaban Aristóbulo del valle, Leandro N. Alem, Bartolomé Mitre y Bernardo de Irigoyen. El 26 de julio de 1890 estalló en Buenos Aires una revolución provocada por la Unión Cívica, que contaba con el apoyo de un sector del ejército. Aunque los rebeldes fueron derrotados por las fuerzas gubernamentales, la presión de los acontecimientos provocó la renuncia de Juárez Celman. El vicepresidente Pellegrini se hizo cargo del gobierno hasta 1892, restableciendo el control oligárquico.
Las nuevas fuerzas políticas La Revolución de 1890 no cambió la orientación política del país, sólo produjo el reemplazo de un sector de la oligarquía por otro. Con motivo de la sucesión presidencial de
Pellegrini, la Unión Cívica reveló sus disidencias internas y se fragmentó en dos líneas opuestas: • La Unión Cívica Nacional, encabezada por Mitre, que estableció un acuerdo con el régimen oligárquico, asegurando su continuación. • La Unión Cívica Radical (UCR), liderada por Leandro N. Alem, que desconoció el acuerdo y adoptó un programa político basado en la libertad política, honradez administrativa y sentido nacional. Durante los años siguientes, la UCR desplegó una oposición al gobierno tendiente a conseguir garantías constitucionales en el momento de votar. Adoptaron entonces la estrategia de abstención electoral, reduciendo aún más la escasa participación de los ciudadanos en la política y propiciaron también la revolución armada como forma de acceder al poder. En 1892 y 1893 se produjeron revueltas organizadas por los radicales en Buenos Aires y en el interior del país. En 1905, los movimientos revolucionarios fueron apoyados por sectores del ejército y coincidieron con agitaciones sociales provocadas por organizaciones obreras. En todos los casos, fueron reprimidos por el gobierno nacional, pero un creciente número de dirigentes oligárquicos advirtió la necesidad de encarar reformas en el sistema político, que dieran participación a los sectores de la población que se hallaban excluidos. Otra nueva fuerza política surgió en 1896, cuando Juan B. Justo fundó el Partido Socialista (PS), con el propósito de impulsar cambios a través del Parlamento para llegar al Socialismo. Su poder electoral residía en la clase obrera, aunque sus dirigentes provenían principalmente de los sectores medios urbanos. En materia económica, el PS no se oponía a la expansión del modelo agroexportador, pero sus dirigentes proponían una reforma en la distribución de la riqueza, que favoreciera a los sectores de menores ingresos. Políticamente, reclamaban por reformas en el sistema laboral como jornada de ocho horas, aumento de salarios, derecho a huelga y régimen especial de trabajo para mujeres y niños. Los orígenes del movimiento obrero argentino Las primeras agrupaciones obreras surgieron en 1890 y su número se acrecentó en las primeras décadas del siglo XX. En 1901 se fundó la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) bajo los preceptos del anarquismo. En 1902, un sector de la FORA de tendencia socialista se separó y fundó la Unión General de Trabajadores (UGT). La corriente anarquista, introducida por los grupos inmigrantes, tuvo una gran difusión y agrupó a los obreros de pequeños talleres y de servicios urbanos, como los portuarios, mecánicos, albañiles, panaderos, zapateros, etc. Con el objeto de reivindicar sus derechos, los anarquistas recurrían a huelgas generales y al uso de la violencia en forma de atentados contra personas y edificios. Desde el gobierno se reprimió duramente estos movimientos y en 1903 se sancionó la Ley De Residencia, que permitía expulsar del país a los militantes extranjeros anarquistas que fueran responsables de huelgas y atentados. En la primera década del siglo XX, comenzó a cobrar mayor importancia el sindicalismo, que adoptaba una posición menos extrema que el anarquismo y orientaba sus reclamos hacia objetivos específicamente económicos, utilizando la huelga como su principal medio de presión hacia el gobierno. Los sindicalistas obtuvieron el apoyo de los gremios más numerosos como los estibadores portuarios y los trabajadores ferroviarios. El aumento de las huelgas y reclamos obreros impulsó la reforma de las leyes laborales y logró que el gobierno reconociera algunas reivindicaciones solicitadas por los obreros, como el descanso dominical y la reglamentación laboral de mujeres y niños. Pero esto no era suficiente y, pese a la represión estatal, las manifestaciones obreras se hicieron más generalizadas, violentas y frecuentes. La Reforma Política La presión de los opositores al régimen oligárquico, dejó al descubierto la necesidad de impulsar reformas políticas que ampliaran la participación de los sectores excluidos. En 1902, durante su segunda presidencia, Roca impulsó la sanción de una nueva ley electoral, que permitía la incorporación al Congreso de una minoría opositora, o sea ampliaba la
participación política pero aseguraba el predominio del régimen oligárquico. En las elecciones de 1904, algunos candidatos de la oposición resultaron electos, entre ellos Alfredo L. Palacios, candidato del Partido Socialista que accedió a una banca de diputado en el Congreso Nacional. Pero estas reformas eran insuficientes: los movimientos revolucionarios de la UCR y la creciente movilización de los trabajadores urbanos y rurales, daban cuenta del agotamiento del sistema oligárquico. Bajo el mandato del presidente Roque Sáenz Peña, en 1912 se sancionaron las Leyes de Reforma Electoral, que establecían: • Sufragio masculino para mayores de 18 años. • Voto universal, secreto y obligatorio. • Confección de un nuevo padrón electoral, que se regiría por el padrón militar. • Sistema de “lista incompleta”, es decir representación en el gobierno de mayorías y minorías. A partir de la sanción de la nueva ley electoral, los radicales salieron de su abstención y comenzaron a participar en las elecciones, convirtiéndose en el partido político más poderoso del país. Los oligarcas liberales, contrariamente a lo que habían supuesto, no lograron obtener la adhesión popular y fueron completamente derrotados en las elecciones de 1916, que consagraron a Hipólito Yrigoyen, candidato por la UCR, como presidente de la nación. El régimen liberalconservador había llegado a su fin.
La Argentina Agroexportadora Hacia 1880 la Argentina estaba preparada para adaptarse a un mundo en plena transformación y expansión. Se produjo un importante crecimiento económico acompañado de la modernización del aparato productivo orientado a la exportación de productos agropecuarios. Comienza el período de inmigración masiva, que atraerá a grandes contingentes de europeos hacia el Río de la Plata hasta entrado el siglo XX. Se la conoce como etapa agroexportadora es decir, centrada en un modelo económico que tenía como base la producción agropecuaria para la exportación. La Argentina inició en este período una etapa de crecimiento espectacular que recién habría de cerrarse en 1930. Grandes cambios en Europa En Europa se había producido la Revolución Industrial. Inglaterra primero, Francia, Alemania, y los Estados Unidos después, comenzaron a especializarse en la producción de manufacturas industriales, en la creación de nuevas tecnologías y en la acumulación de capital. Sus barcos llevaban productos industriales a todas partes del mundo. De este modo, estos países se transformaron en el centro de la economía mundial capitalista. Necesitaban materias primas para sus industrias y alimentos para una población cada vez más numerosa. A cambio de esos productos primarios, ellos podían vender a los países exportadores de materias primas, sus bienes industrializados. Ofrecían herramientas, telas, locomotoras, rieles, puentes, alambres, etc. Sin embargo no todos los sectores sociales se beneficiaron con esta Revolución Industrial. Con la aparición de las máquinas, sobre todo en el campo, disminuían las necesidades de trabajadores; el progreso técnico significó el hambre de millones de europeos. Grandes cambios en la Argentina Llegan los inmigrantes Para muchos europeos sin trabajo y sin tierras y sin futuro, América se mostraba ante sus ojos como la tierra de la esperanza. Millones de personas emigraron a Canadá, Estados Unidos, Brasil y Argentina. No sólo la pobreza los hacía emigrar, en muchos casos debieron hacerlo por razones políticas y religiosas o porque sus países estaban en guerra. Este aporte inmigratorio europeo, llamado “gran inmigración” puede considerarse comprendido entre 1857 y 1939, año en que se desató la segunda guerra mundial. Eran trabajadores rurales en su mayoría. El sueño de estos inmigrantes, era ser dueños de una parcela de tierra. Este sueño sin embargo, en la gran mayoría de los casos no se cumplió porque las mejores tierras ya tenían dueño. En algunos casos el capital que habían traído no era suficiente para adquirirlas, por lo cual pasaron a ser arrendatarios o en algunos casos peones, con sus familias, en campos de otros dueños.
La llegada de casi 6.000.000 de europeos generó cambios en las costumbres argentinas: vestimenta, comidas, maneras de hablar. Algunas palabras de ellos se incorporaron al lunfardo. El aporte de los inmigrantes fue decisivo en la formación de los sectores populares. También tuvieron un rol central en la formación de los sectores medios. Constituyeron el empresariado pequeño y medio de la industria y el comercio. Sus hijos, gracias a las habilidades adquiridas en la escuela accedieron en muchos casos al empleo público, a la docencia, a las profesiones liberales. A partir de la llegada de esta ola inmigratoria, se produjeron fuertes cambios culturales, políticos y sociales. “Cuando en la Argentina hablamos de colonización nos estamos refiriendo al establecimiento de campesinos agricultores en tierras públicas destinadas a ese objeto, y, como complemento necesario, si nos referimos al siglo XIX, debe unirse a éste el tema de la inmigración. Ambos son la consecuencia de un mismo problema: el desierto, la falta de habitantes en nuestro país para desarrollarlo en todos sus aspectos.” Gastón Gori
Puertos y ferrocarriles Se hizo necesario comunicar las nuevas áreas productoras con el puerto de Buenos Aires. Empresarios europeos, principalmente ingleses, invirtieron capitales en la construcción de 2.500 Km de vías férreas entre 1860 y 1880. No fueron necesarios caminos troncales en la pampa y en consecuencia no se los construyó hasta final del ciclo. Las vías férreas pudieron tenderse en línea recta en largos tramos, con un número mínimo de puentes, desmontes y viaductos. Para las estaciones del ambiente rural bastó un modelo británico y se las espació por distancias iguales, atendiendo a las necesidades de reposición de agua de las locomotoras de vapor de la época. Caracteres económicos del modelo agroexportador • Se apoyaba en una política liberal, librecambista, mediante la cual Argentina debía incluirse en la División Internacional del Trabajo como exportadora de cereales, lanas y carnes, y debía comprar las manufacturas europeas. • los beneficios económicos se dieron principalmente en la pampa húmeda donde: � aumentó considerablemente el área sembrada con maíz, trigo, lino y alfalfa, planta forrajera que cubrió los campos ya que servía de alimento al ganado y proporcionaba fertilidad al suelo. � se refinaron las razas de ganado lanar y vacuno � se alambraron y dividieron en potreros los campos � se crearon y adoptaron semillas seleccionadas para aumentar la productividad. La otra Argentina: la del Interior En este contexto, la región más dinámica fue la pampa. Bs. As. se convirtió en el punto de conexión con el exterior y a partir de allí se estructuró una red de intercambio donde los beneficios comerciales quedaban solo en ese sector. El esquema agroexportador, valorizó la parte de las provincias que tenían condiciones aptas para el tipo de producción requerida por el mercado internacional. El Interior quedó desarticulado, estancado y en decadencia económica. Ocupó un papel muy secundario dentro de este esquema, sus producciones, que antes se canalizaban en los mercados regionales, se vieron arrasadas por la competencia de los productos extranjeros. Es así como en la segunda mitad del siglo XIX se consolida el esquema de la "estructura agroportuaria", que definiría la decadencia de las economías regionales. En este esquema, solo mantuvieron desarrollo dos ambientes del Interior: la planicie tucumana y los oasis cuyanos - Mendoza y San Juan - que se insertaron con cultivos industriales regionales - vid y caña de azúcar -. ¿Cuándo? En el momento en que el ferrocarril logra afianzar su coparticipación en la estructura agroportuaria. Actividades ¿Por qué al sector social dominante de esta etapa se lo conoce como “oligarquía”? ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………. ¿Cómo se aseguraba la clase gobernante el predominio político durante esta etapa? ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………. ¿De qué manera las “leyes laicas” contribuyeron a consolidar el poder del Estado nacional? ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………. ¿Qué factores permiten explicar la participación política en 1890, de sectores que hasta ese momento no habían cuestionado el régimen oligárquico? ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………… …………………………………………………………………………………………….
¿En qué se diferenciaban las ideas de la UCR con las del grupo oligárquico gobernante? ¿En qué puntos coincidían? .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. ..................................................................................................................................
¿Qué diferencias encontrás entre la UCR y el Partido Socialista? .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. Establecé las diferencias en el modo de efectuar reclamos obreros entre los sectores anarquistas y los sindicalistas. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. ¿Qué problemas solucionaba la instauración del voto secreto y obligatorio? .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. ..................................................................................................................................
¿Qué ventajas democráticas supuso la representación en el Congreso de las minorías? .................................................................................................................................. ..................................................................................................................................
.................................................................................................................................. .................................................................................................................................. Examiná los resultados de las elecciones presidenciales de 1916 y elaborá una conclusión al respecto: Unión Cívica Radical 367.263 votos P. Demócrata Progresista 98.873 votos P. Conservador 96.103 votos P. Socialista 66.397 votos
¿De qué nacionalidad eran la mayor parte de los inmigrantes? Calculá aproximadamente los porcentajes correspondientes. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. .................................................................................................................................. 2.- ¿En qué región se instalaron la mayor parte de los inmigrantes? ¿Cuáles son, a tu entender, las razones que explican esa ocupación?