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Psicología/Salud
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Sábado 31 de marzo de 2007
Esa percepción alcanza al 89% de los argentinos
La sensación de inseguridad es tan dañina como la inseguridad Provoca ansiedad, aislamiento, pánico, delirio de persecución y fobia social Por Fabiola Czubaj
El efecto de las cifras del delito
De la Redacción de LA NACION ¿Cuántas veces mira a un lado y a otro de la calle antes de abrir la reja que separa su casa del mundo? ¿Reemplazó el anillo que solía usar, o evita ir a lugares que frecuentaba? Es muy probable que sus hábitos hayan cambiado en los últimos tiempos, haya o no sufrido o presenciado un hecho violento. Es que la sensación de inseguridad no necesita de las estadísticas delictivas para afectar el bienestar mental de la población, al provocarle ansiedad, aislamiento, fobia social, pánico y hasta delirio de persecución. “La inseguridad conlleva desconfianza y defensa paranoides, es decir, la necesidad de vivir permanentemente en un estado de alerta que impide distenderse un minuto por la sensación de que algo atacará. Pero como eso es muy difícil de sobrellevar, la reacción inmediata es negarlo y decir que a uno no le va a pasar, ya que es imposible circular sin defensa en una situación general de riesgo”, dijo la doctora Lía Ricón, profesora de Salud Mental de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Favaloro. Inconscientemente, en el camino la población va dejando su felicidad, su capacidad creativa, su interacción social y su productividad. “Hay una especie de acostumbramiento y resignación: la realidad es así y tengo que vivirla de esa manera –agregó Ricón–. Lo más grave es que en el mediano y largo plazo aparecen los sentimientos de depresión y desgano.” Según el Instituto Latinoamericano de Seguridad Pública (Inlasep), la sensación de inseguridad en nuestro país reapareció con fuerza en el invierno de 2006. Ese año, el sondeo local del Centro de Estudios para la Convergencia Ciudadana halló que el 89% sentía temor de ser víctima de un delito, contra el 77% en 2005. Un estudio del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad de México (Icesi) demostró que por cada persona que sufre un delito, 25 creen que van a ser víctimas de la inseguridad y dejan de hacer sus actividades habituales. “El problema es cuál es el límite tolerable antes de que la población o parte de ella quede inmersa en una cul-
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El miedo lleva a las personas a sentirse siempre en peligro
tura de la violencia y comience a considerar lo patológico como normal”, sostuvo el doctor Ricardo Petrissans, presidente del Inlasep. Según el Icesi, la sensación de inseguridad no se contrarresta negándola, sino mediante la lucha contra el delito y el miedo que genera.
Condición necesaria En el último número del Boletín de la Organización Mundial de la Salud, un artículo confirma la importancia sanitaria de convivir con la tan denostada sensación de inseguridad. “La seguridad es una condición previa de la salud y la inseguridad es mala para ella –escribe el doctor Robin Coupland, consejero del Comité Internacional de la Cruz Roja–. Nuestra seguridad y la inseguridad de los demás son cuestiones que despiertan mucho interés porque están relacionadas con nuestro propio bienestar físico, mental y social.” Para que la sensación de inseguridad aparezca, debe existir miedo de enfrentar un peligro imposible de prever y percibirse desprotegido ante delitos más violentos. “La ansiedad persistente genera una angustia que, no tratada, se puede convertir en angustia pánica, lo que amenaza con desintegrar al yo que nos permite interactuar con los otros. El descreimiento en las
instituciones, como la justicia, la educación o la salud pública, refuerzan esa sensación de inseguridad”, dijo el psicólogo Sergio Sáliche, director de la Red Asistencial de Buenos Aires (Redba). En su guardia telefónica de orientación gratuita (011 4382-2280 o 43824724), la Redba recibe consultas sobre fobias o ataques de pánico originados en esa percepción de inseguridad. “El pánico genera una invasión de sensaciones displacenteras que se apodera del cuerpo y provoca una tormenta psicofisiológica que oculta una situación de desamparo, ya que no hay forma de protegerse de lo desconocido y el otro no puede ayudar”, agregó. Para quien sufre un ataque de pánico, no existe ningún lugar que le dé seguridad. “Sentirse desprotegido –dijo Sáliche– hace crecer la angustia a niveles insoportables, lo que gesta el presentimiento de que algo catastrófico va a suceder, pero que no se puede ubicar en tiempo ni en espacio.” Para reducir ese estado de alerta permanente y recuperar algo de tranquilidad, Ricón recomienda tomar conciencia de la situación para no seguir perdiendo energía inútilmente: “Si está dentro de una casa o un ambiente protegido, hay que detener el estado de alerta, tratar de relajarse e intentar disfrutar del entorno”.
Para casos avanzados
Pastillas
Vacuna contra el cáncer de próstata Su aprobación está siendo analizada en los Estados Unidos NUEVA YORK (The New York Times).– El primer tratamiento que alentará al propio sistema inmunologico de un paciente con cáncer a atacar los tumores se encuentra un paso más cerca de ser aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, según sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, luego de que recibiera el respaldo de un panel de asesores. De los 17 asesores que integran el panel, 13 votaron a favor de que existe “evidencia sustancial” de que el tratamiento es efectivo en hombres con cáncer de próstata avanzado; los 17 integrantes coincidieron en que el tratamiento es seguro.
En su artículo para la OMS, el cirujano Robin Coupland relata una pelea que presenció en la guardia de un hospital universitario londinense entre dos grupos rivales de hinchas de fútbol. “Uno de ellos sacó un cuchillo y amenazó a uno de los médicos –recuerda–. Durante tres horas, ningún paciente, fuera hincha de fútbol o no, recibió atención en esa guardia.” Esto demuestra cómo un solo hecho de violencia puede paralizar a muchas personas. “El miedo social al delito es independiente de la cantidad de robos u homicidios que se registren. Tiene que ver más con la falta de reacción del Estado y la repercusión que tienen en los medios –dijo Arturo Arango Durán–. Si a esto sumamos que se registra 1 de cada 5 delitos, porque el 80% de los casos no se denuncia, la sociedad percibe que algo pasa con la seguridad.” Para la doctora Lía Ricón, en realidad, “las cifras pueden aliviar de alguna manera la sensación de inseguridad, pero las neurociencias muestran que los seres humanos podemos reaccionar por acción de las neuronas espejo”, que se activan para “imitar” las conductas ajenas. “[Entonces], si leo en el diario que algo les pasa a otros o le ocurre a un vecino y me lo cuenta, voy a sentir que me puede pasar.” “Documentar cómo la inseguridad afecta la salud va mucho más allá de enumerar la cantidad de personas asesinadas o lastimadas violentamente, aunque ese dato sea un indicador preciso del grado de inseguridad de la población”, apunta Coupland. Arango Durán resumió: “Nuestros estudios demuestran que el delito que registran las autoridades es menor que el que se comete y que el delito que piensa la ciudadanía es mucho mayor que lo que en realidad se comete. En algún punto medio estamos los científicos”.
Este resultado incrementa las posibilidades de que la FDA apruebe Provenge antes de mayo. Aun así, incluso los miembros del panel expresaron algunas reservas sobre la solidez de los datos analizados. Esto podría dejar la puerta abierta para que esa agencia regulatoria rechace la aprobación hasta contar con ensayos clínicos más abarcadores, cuyos resultados sólo estarán disponibles en 2010. Provenge ha sido desarrollado por Dendreon, una compañía de biotecnología con sede en Seattle, Estados Unidos. Su aprobación podría abrir un nuevo frente en la lucha contra el cáncer, ya que su modo de acción difiere del de
las drogas actuales y de la radioterapia, que atacan directamente a las células tumorales. Provenge es una terapia personalizada en la que se extraen glóbulos blancos de los pacientes, y luego de ser procesadas durante 3 a 4 días son inyectadas en el paciente. Su aprobación también representaría el primer éxito después de numerosos fracasos en el desarrollo de lo que se suele conocer como vacunas contra el cáncer, que no previenen esta enfermedad, sino que inducen al sistema inmunológico del paciente a combatir la enfermedad una vez que se ha desarrollado.
Andrew Pollack
TIBURONES EN PELIGRO
Efectos ambientales de la pesca excesiva ■ CHICAGO (AFP).– La pesca extensiva de tiburones en las aguas del noreste estadounidense perturbó el ecosistema marino y redujo la pesca de moluscos, según un estudio publicado por la revista Science. La pesca extensiva de tiburones permitió a ciertas especies de rayas, una de las principales presas de los tiburones, aumentar. Estas se nutren de moluscos, por lo que su población ha disminuido fuertemente. La población de tiburones martillo y tiburones tigre bajó más del 97% en este período, y la baja se explica por una demanda cada vez mayor de carne de tiburón. SEGUN LA OMS
Aumenta el “turismo de trasplantes” ■ GINEBRA (EFE).– La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó del aumento del “turismo de trasplantes”, que lleva a ciudadanos de países ricos a viajar a los países en desarrollo para comprar un órgano, y anunció la creación de un foro para ayudar a esos últimos a unificar los procedimientos de trasplantes. La OMS alertó que “la no existencia o las leyes laxas sobre donaciones avivan el comercio y el turismo de trasplantes”, un fenómeno que, según la OMS, está en auge.