La música clásica, para todos

para acercarse a la música clásica”, considera ... Por eso, confiesa por anticipado sus ganas de que llegue el momento de .... país era para mí impactante, como.
254KB Größe 4 Downloads 80 vistas
Espectáculos

Viernes 16 de febrero de 2007

LA NACION/Sección 4/Página 3

Horacio Lavandera

La música clásica, para todos Gratis y al aire libre, el joven pianista tocará con la Camerata Bariloche “Tal vez Mozart sea el mejor camino para acercarse a la música clásica”, considera Horacio Lavandera, con la mirada puesta en el concierto que mañana, a las 21, lo tendrá en calidad de pianista invitado sobre el escenario de Figueroa Alcorta y La Pampa. Será una presentanción singular para el joven artista: su primera vez con la Camerata Bariloche y, por supuesto, frente a una audiencia numerosa y más diversa que de costumbre. Por eso, confiesa por anticipado sus ganas de que llegue el momento de interpretar, en ese espacio público y al aire libre, una obra clásica que, sencillamente, adora. Residente en Madrid y protagonista en escenarios musicales de todo el mundo, Lavandera –con traje oscuro, zapatos recién lustrados y el pelo largo apenas despeinado por el viento que sopla en Puerto Madero– está de vuelta en su ciudad de Buenos Aires, que advierte cambiada, mejor que cuando la dejó en 2003, a juzgar por el ánimo de la gente. Y en este regreso le toca participar de una función que adhiere a la misión de impulsar hacia una vía más popular el repertorio clásico. Justamente a esto se refería el “grande” de 22 años cuando hablaba de la accesibilidad de Mozart y de su elección personal del Concierto para piano N° 23 en la mayor K. 488 para la velada frente al monumento a Güemes. “Sería muy importante contar a menudo con posibilidades como ésta, para que la gente se acerque y, también, adquiera un hábito”, sugiere, con cierto acento español, un susurro en la pronunciación de las eses que se le impregnó sin que él lo advirtiera demasiado. Así, en una nueva cita del ciclo Verano 07: Vivir Nuestra Ciudad, que el Ministerio de Cultura porteño programó este fin de semana, la Camerata Bariloche, a punto de cumplir su 40° aniversario interpretará la serenata en Sol mayor K. 525 Pequeña música nocturna, de Mozart; el Concierto para oboe, cuerdas y continuo en Re menor de Alessandro Marcello, cuyo solista será el maestro Andrés Spiller; el Concierto para violín y cuerdas en Sol menor RV 315 El verano Op. 8 N° 2, de Vivaldi, con Fernando Hasaj, y tres obras de Piazzolla: Fuga y misterio, Adiós Nonino y Decarisimo, con arreglos de José Bragato y el mismo Hasaj. Pero antes del

Paula Lima, como Ofelia, y Carlo Argento, como Hamlet

El último reportaje a William Shakespeare Bueno

✩✩✩ Los sueños de Shakespeare, de Laura Ferrari. Adaptación, luces, puesta en escena y dirección: Rubén Pires. Con Carlo Argento y Paula Lima. Vestuario: Mercedes Uría. Sonido y música original: Aquiles Roggero. Asistente de dirección: Sol Guallart. En La Clac. Duración: 60 minutos.

A los 22 años, el artista vive en Madrid y se presenta en escenarios de todo el mundo MARIANA ARAUJO

“La clásica no tiene por qué ser sólo para cierto grupo de gente. Es un mundo fascinante y la intención es abrirlo a todos” cierre tanguero, Lavandera tomará posición para tocar la pieza que los entendidos consideran la más perfecta de Mozart. “Para mí, lo es –avala–. Hay un papel muy versátil del piano, con cantidad de colorido y variaciones armónicas. Y tiene un segundo movimiento que, sin lugar a dudas, es uno de los más bellos de la música”, decreta, con una sonrisa fresca y la intención de “abrir a todos un mundo fascinante que no tiene por qué ser sólo para cierto grupo de gente”, según dice. Acompañado por su familia –su padre, José María, percusionista de la Orquesta de Tango de Buenos Aires, no se separa siquiera de su sombra–, el chico que se saca el sombrero al nombrar a Alban Berg, su compositor favorito de todos los tiempos, volverá

pronto a Madrid para seguir con un 2007 de compromisos y desafíos. Más que perfeccionamiento, actualmente con su maestro, Josep Colom, mantiene un trato de “colega a colega” y, asimismo, junto a importantes nombres, sigue en su proyecto permanente de abarcar nuevos universos sonoros. “Estoy trabajando con grandes compositores, como Mauricio Kagel y Karlheinz Stockhauseny, grabando y haciendo conciertos”, enumera. De esa incansable labor, a la que siempre se refiere de manera reflexiva, resultan los discos de Lavandera que se editarán en los próximos meses; en estos días, se ultiman condiciones contractuales: un concierto en vivo registrado en Londres, otro con la soprano Pilar Jurado, y un tercero dedicado a los compositores de la llamada Generación del 51, Joan Guinjoan, Cristóbal Halffter, Luis de Pablo, Antón García Abril y Tomás Marco. –¿Cómo pensás tu carrera a futuro cuando, teniendo 22 años, ya sos un artista reconocido y exitoso? –Mi gran motivación está siempre en las metas musicales, tratar de buscar lo que no exploré nunca. Siempre fui un gran admirador de

El cuerpo según dos ópticas Bueno

intérprete haya reaccionado a esos estímulos con unos pequeños pero intensos movimientos. La propuesta se impone sobre la sensibilidad de intérprete y espectadores de una manera muy particular. Para los observadores, las lecturas pueden ser múltiples y aparecerán siempre y cuando cada uno esté dispuesto a abrir cierto campo de experiencia personal. Técnicamente, el proyecto expone buenas resoluciones.

✩✩✩ Origami-forma que se pliega. Intérpretes: Juan Pablo Sierra, Natalia Maggiori, Marcelo Sturmann, Emanuel Manso. Diseño de iluminación: Ignacio Riveros. Vestuario: Sandra Szwarcberg, Graciela Filici. Diseño e intervención de imagen: Natalia Maggiori, Marcelo Sturmann. Diseño de mapa sonoro e intervención: Emanuel Manso. Asistencia de dirección: Natalia Maggiori. Concepción y puesta en escena: Cecilia Buldain. Coreografía: Juan Pablo Sierra. Dirección general: Cecilia Buldain, Juan Pablo Sierra. Lo que nos sostiene. Intérpretes: Jésica Alonso, Aimé Schwieters. Escenografía: Gerardo Endile. Iluminación: Mariano Arrigone. Vestuario: Marcelo Morato. Coreografía: Aimé Schwieters, Jésica Alonso, Mariela Ruggeri. En el Centro Cultural Ricardo Rojas. IV Festival Buenos Aires Danza Contemporánea.

Dos experiencias técnicamente muy diferentes conformaron el programa que el festival presentó en el Centro Cultural Rojas. Pero, si bien sus resoluciones fueron opuestas, una misma idea sostuvo a ambos proyectos: el cuerpo como centro de una investigación en profundidad.

Cosa sensible

Variedad de elementos

En Origami-forma que se pliega, el bailarín, en el centro de la escena, mantiene su cuerpo inmóvil mientras una cámara de video lo va rodeando y lo descubre por fragmentos, y una banda sonora lo va cargando de múltiples sensaciones. Durante un buen tiempo, las imágenes tomadas por la cámara quedan registradas en ella. Sólo se proyectarán al final de manera mínima y muy endeble, después que el

En Lo que nos sostiene dos bailarinas transitarán el espacio con un único fin: descubrir que, a través del movimiento, sus cuerpos pueden llegar a integrarse y hasta ensamblarse, para dar vida a una nueva entidad. También este trabajo apela a la sensibilidad del público. Las dos intérpretes se mueven en un tiempo muy especial que va operando en la atención del espectador y hasta le provocan cierta intriga. Cada nuevo movimiento formaliza una pequeña situación y ella tiene una carga particular que, en el final, aparecerá definida hasta con cierta sorpresa.

Carlos Pacheco

La publicidad con ironía Bueno

✩✩✩ Slogans. Intérpretes: Nicolás Bolívar, Bárbara Hang, Ana Laura Lozza, Belén Zuccolo, Juliana Piquero. Musicalización: Andrés Duprat. Escenografía: Alicia Antich. Video e iluminación: Catalina Fernández. Asistencia de video: José Muruat. Vestuario: Bárbara Lombardo. Maquillaje: Andrea Marque. Asistencia general: Nancy Hernández. Coreografía: Mariana Bellotto en colaboración con los intérpretes. Idea y dirección general: Mariana Bellotto. En el Centro Cultural Recoleta. IV Festival Buenos Aires Danza Contemporánea.

Muy diversas imágenes publicitarias, sobre todo aquellas que expresan una fuerte carga glamurosa, son el puntapié inicial de la nueva propuesta de la coreógrafa Mariana Bellotto. Slogans se presenta, en una primera parte, como un juego en el que cada uno de los bailarines irá, de manera individual, concibiendo un prototipo de esos modelos que aparecen fotografiados en las publicidades. Mientras que una cámara de video posibilita a

través de una pantalla reconocerlos de manera más directa y efectiva, ellos copiarán gestos y movimientos de los fotografiados y los desarrollarán, ampliándolos de tal forma que producirán una despiadada crítica a todo un sistema de producción publicitaria, del que no están exentos quienes trabajan para sostenerlo. En la segunda parte, el mundo de esos seres aparece transgredido por la violencia. Aunque las ropas impongan un margen conocido y aceptado de belleza, poco puede quedar de ella cuando las agresiones aparecen. Ese mundo se desdibuja, se quiebra, ya no se admiten fotos y mucho menos ocupar las páginas de una revista.

Algo muy formal Slogans parte de buenas ideas, tiene momentos de mucha intensidad, sobre todo cuando cierta teatralidad apuntala en sus diseños a los personajes de la primera parte. La ironía que se maneja impregna de patetismo a ese hombre y a esas mujeres, lo que provoca risa y esto vitaliza el juego escénico.

Diferentes experiencias

En la segunda parte, el espectáculo no termina de ingresar en esa zona de profunda oscuridad que plantea. Y es que aquí la coreógrafa busca más definiciones desde la danza, pero sus jóvenes bailarines demuestran experiencias profesionales muy diferentes y entonces todo queda expuesto de manera muy formal. Aun así, Slogans es un espectáculo provocador en lo temático y con resoluciones muy efectivas desde lo tecnológico.

Carlos Pacheco

la cultura budista, de aquello que proviene de Oriente, y el año pasado terminé trabajando con un compositor japonés, Atsuhiko Gondai, que estuvo personalmente en tres conciertos en los que interpreté su música. Y también hice mi primera incursión en la electrónica en vivo, con sintetizadores. Estudiando las obras del repertorio clásico, haciendo música de jóvenes compositores y no tan jóvenes, pero que están vivos, e investigando siempre en nuevos mundos, así me siento muy libre. –¿De dónde surge tu interés por lo oriental? –No lo sé, realmente. Mi papá viajó a Japón dos veces cuando era muy chico y las imágenes que me traía y el conocimiento que tenía de ese país era para mí impactante, como llegar al espacio. Al espacio, no, pero a Japón Horacio llegó varias veces. “Para mí, es muy importante conocer el mundo –dice, y nombra Africa y países de Eurasia en su ranking de intereses–. Lo hago todo lo que puedo, más allá de los conciertos, pero de cualquier modo siempre están los libros: puedo viajar a través de ellos.”

Constanza Bertolini

Aunque el cine y el teatro cada tanto se ocupan de la biografía de William Shakespeare, no es un tema que interese demasiado a dramaturgos y guionistas. Extraño, si se tiene en cuenta la rica biografía del dramaturgo y poeta inglés. A Laura Ferrari se le ocurrió una idea bastante original que va mucho más allá de plasmar una excusa para escenificar fragmentos de las principales obras del bardo. En una profanación de tiempo y espacio puso a una periodista con grabador en mano frente a Shakespeare, en medio de un reportaje. Allí habla de temas que lo obsesionan en sus últimos días de vida: la creación, la muerte, el amor, el vacío creativo, y los pensamientos y emociones que lo llevaron a hacer sus obras. Entre cada una de esas reflexiones o charlas que mantiene con la periodista, ambos actores personifican a las diferentes criaturas que habitaron el imaginario de sus obras. Pero todo esto transcurre en forma natural, sin pasos forzosos o innecesarios. Y la visión creativa de Rubén Pires también fue esencial para darle una mayor consistencia a la idea. El sótano de La Clac es un espacio escénico poco convencional y alargado. Pires no sólo utilizó el escenario tradicional, sino que también hizo otro tablado enfrentado, es decir, al fondo de la sala. Por lo tanto, las mesas y

sillas se ubicaron en hileras sobre ambas paredes para que los actores transitaran todo el espacio. El cuarto de Shakespeare, siempre a la izquierda, y el ámbito de la periodista, a la derecha, pero cuando la ficción se mete en la ficción todo pasa a transcurrir en un solo lado. La idea está bien, aunque es poco el transitar de los artistas por el centro del espacio, lo que obliga al espectador a desviar el cuello casi en forma permanente. Asimismo, ubicó a cada escena de Macbeth, Hamlet, Ricardo III, Romeo y Julieta y Otelo en ámbitos anacrónicos y desestructurantes como una vereda porteña o un restaurante chino, por ejemplo. Incluso se agregó un par de canciones graciosas. Esta hiperadaptación de Laura Ferrari a esos textos, lejos de ser sacrílega, enriquece la propuesta y les da agilidad.

Matices y estados Rubén Pires trabajó cada interpretación en detalle y condujo a estos dos buenos actores por una gama amplia de matices y estados. Tal vez con el correr de las funciones, algunos engranajes más flojos vayan aceitándose, pero es una puesta difícil donde los actores son exigidos a una composición casi constante y muy variada. Carlo Argento hace un Shakespeare sentido. Consigue emocionar en la recitación de los sonetos finales, y se mueve muy cómodo en Ricardo III y Romeo, sobre todo. Entretanto, Paula Lima también les saca provecho a sus partes y tiene sus mejores momentos en Desdémona y Lady Macbeth. Muy buenos, el vestuario ecléctico de Mercedes Uría y la ambientación de Sol Guallart y Pires.

Pablo Gorlero