La larga obsesión de Quentin Tarantino

La larga obsesión de Quentin Tarantino. Viene de tapa sony. Christoph Waltz y Jamie Foxx son el dúo de cazarrecompensas en el centro de la historia.
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| Domingo 27 De enero De 2013

La larga obsesión de Quentin Tarantino

superjueves. Esta semana se podrá conocer la esperada incursión del cineasta en el western, film que polarizó a la opinión

pública de su país por su postura ante la esclavitud, y la también muy cuestionada (e igualmente brutal) Zero Dark Thirty

Dos films unidos por la polémica y la violencia Sus directores, criticados, quedaron fuera de la lucha por el Oscar

Christoph Waltz y Jamie Foxx son el dúo de cazarrecompensas en el centro de la historia

sony

Viene de tapa

De todas estas novedades, Django sin cadenas es la que exigió más tiempo de elaboración. Cuatro meses y medio de trabajo para dejar satisfecha la obsesión de una década. Antes de Django sin cadenas, Quentin Tarantino nunca había empleado tanto tiempo para hacer una película. Un rodaje de 130 días no es habitual. Pero si se comparan con los largos diez años que le llevó concretar el proyecto más largamente soñado de su carrera, el balance hasta podría resultar benigno e indulgente para el realizador de Perros de la calle. Nadie le reprocharía haberse tomado tanto tiempo y prolongar la espera en torno de uno de los largometrajes que más expectativas despertaron en los últimos tiempos. Empeñoso, obstinado, perseverante, Tarantino no trabajó en línea recta, trabajó a conciencia en el argumento del film con la lógica del avance y el retroceso permanente, dedicó muchísimas horas a la elección de su protagonista y se permitió sobre todo construir la historia sobre la marcha alterando aún al borde del rodaje personajes y tramas que horas antes parecían estar fuera de toda duda. “Llevaba esperando casi una década escribir tanto un spaghetti western como un western más o menos tradicional alrededor de un ex esclavo convertido en cazador de recompensas. Y lo único que tenía en la cabeza era el título. Me faltaba la historia completa”, confesó Tarantino, verborrágico como siempre, frente a la prensa internacional congregada en Cancún a instancias de la distribuidora del film. la nacion también estaba frente al locuaz realizador, que por entonces se encontraba en pleno rodaje y no podía imaginar ni por asomo la controversia que habría de despertar más tarde su película, una vez exhibida, en torno de cuestiones

Zero Dark Thirty: la otra reflexión sobre la violencia que se estrenará el 31 tan sensibles como la violencia y el racismo. Tradición y revisionismo Fiel a su costumbre de trabajar con la máxima libertad e imaginación materiales conocidos y extraídos de la cultura popular, esta vez Tarantino abrevó en el cine del Oeste. El tradicional y la revisión que en los años 60 se impuso desde Europa. En este caso, la violencia cruda y explícita del western spaghetti se mezcla con algunas expresiones más recientes del género que colocan el primer plano en personajes de raza negra. El Django de Tarantino, en este sentido, no tiene la piel blanca y los ojos azules del Django original concebido en 1966 por Sergio Corbucci y personificado por Franco Nero (que tiene una aparición especial en este nuevo film). En cambio es negro (lo interpreta Jamie Foxx) y en la primera secuencia es liberado de la esclavitud por un extraño personaje de origen alemán (Christoph Waltz), cuyo medio de vida consiste en capturar “vivos o muertos” a personas buscadas por

Di Caprio, el villano Candie

distribution company

la ley para entregarlas a las autoridades. De esta manera, el Django liberto se convierte en asociado del muy germánico Dr. Schultz. El camino que comparten de allí en más se dirige hacia la propiedad de Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), a cuyo servicio trabaja la esposa de Django (Kerry Washington), sometida como muchos otros integrantes de su raza a una vida de esclavitud. Esta trama pone en juego unos cuantos elementos del spaghetti western, un género que Tarantino conoce como pocos. De hecho, fue el responsable de programar el último gran tributo que se hizo a esa historia en el Festival de Venecia, y hace pocas semanas recibió un reconocimiento a la trayectoria en Roma, con Franco Nero a su lado. Como todo estudioso del spaghetti western, Tarantino sabe que de Sergio Leone para acá la idea de venganza y la presencia central de los cazarrecompensas (bounty hunters) forman parte de la columna vertebral del género. Al mismo tiempo, para su personaje central

recurre al nombre más popular de la historia del cine del Oeste realizado en Europa. Además del Django original y una curiosa secuela realizada en 1987 (una de las pocas que se ocupa en la historia del spaghetti western del tema de la trata de esclavos), ese nombre llegó a ser inmensamente popular en Alemania y aún lo es en Japón. En el primero de los dos países se llegaron a estrenar durante los años 60 decenas de películas que buscaban atraer a espectadores mediante el uso apócrifo del personaje en el título o en alguna caracterización. En el Lejano Oriente, Django es objeto aún hoy de un extendido culto cinéfilo, representado en revisiones, estudios, encuentros de fans y hasta en homenajes explícitos como Sukiyaki Western Django (2007), de Takashi Miike, exhibido aquí en el Bafici. Lo que Tarantino se encargó de subrayar en Cancún fue que esta nueva película no tiene esa suerte de cruce de géneros que llegó a caracterizar su filmografía previa. “Esta película es en esencia un western hecho y derecho, con aportes del género tomados en sus expresiones europeas o negras. Pero lo que hice en definitiva es escribir la historia tal como se desarrolla. Django sin cadenas es lo que es.” Como también es habitual en Tarantino, no faltan aquí algunas fugaces apariciones que funcionan como tributos a sus respectivas figuras, así como una cuidadosa banda de sonido con temas extraídos de películas de otros tiempos y aplicados con exactitud en la trama. En esa lista no falta el tema original de Django, compuesto para el film de 1966 por el argentino Luis Enrique Bacalov. Pero tampoco (y esta es una verdadera curiosidad) una canción original, especialmente escrita y orquestada para este film por Ennio Morricone, el gran referente musical del spaghetti western. Lleva como título “Ancora qui” (Todavía aquí) y está cantado en italiano por Elisa Toffoli.ß

El estreno en la Argentina para la misma fecha de Django sin cadenas y Zero Dark Thirty, la noche más oscura no es más que la curiosa culminación local de un llamativo arco de semejanzas entre ambas que salta a la vista, sobre todo, desde que se puso en marcha el camino al Oscar. Cada una de ellas acumula cinco nominaciones de la Academia de Hollywood y en circunstancias casi paralelas. Las dos compiten directamente en tres rubros (película, guión original y edición de sonido), presentan una nominación actoral (Christoph Waltz, actor de reparto en el film de Tarantino; Jessica Chastain, actriz protagónica en el de Bigelow) y otra técnica (fotografía para Django sin cadenas; edición, para Zero Dark Thirty). Como si fuera poco, sus respectivos directores quedaron al margen de las nominaciones pese a los vaticinios en contrario de muchos observadores. Al mismo tiempo, los dos films debieron reaccionar frente a sendas controversias ligadas a la forma en que se trataban cuestiones de elevada sensibilidad, con la violencia como eje principal. En el caso de Django sin cadenas, ya son bien conocidos los reproches de Spike Lee, que objetó la forma en que Tarantino trata a los afroamericanos en la película, sobre todo a partir del personaje encarnado por Samuel L. Jackson, una suerte de consejero negro del sádico potentado esclavista que interpreta Leonardo DiCaprio. Al mismo tiempo, Tarantino debió salir varias veces al cruce de los cuestionamientos al tono violento de su película, lanzada casi al mismo tiempo en que se produjo la masacre en una escuela de Connecticut. “No se me ocurriría ver La pandilla salvaje el mismo día de una tragedia así, pero quizá sí ver una película de kung fu tres días después, porque una cosa no tiene nada que ver con la otra. Creo que es una falta de respeto a la memoria de las víctimas hablar de películas. Obviamente, el problema es el control de armas y la salud mental”, dijo el realizador. En cuanto a Zero Dark Thirty, debió enfrentar desde el vamos serias objeciones políticas. Varios senadores estadounidenses pusieron el grito en el cielo a partir de las supuestas facilidades que habría otorgado la CIA a los productores del film, facilitándoles el acceso a documentos confidenciales sobre la operación que culminó con la muerte de Ben Laden. Más lejos fue un miembro de la Academia de Hollywood, el actor David Clennon, quien llegó a afirmar públicamente que jamás votaría por Zero Dark Thirty. “Esta película promueve una actitud de tolerancia hacia la tortura y a riesgo de ser expulsado de la Academia por revelar mis intenciones, anuncio que no votaré por ella”, dijo Clennon. La ejecutiva de Sony Pictures Amy Pascal le respondió duramente y reclamó un rotundo rechazo de la Academia “a este intento de censura contra una de las grandes películas de nuestro tiempo”. Insistió en que el film “no defiende la tortura” y que “debe ser juzgado sin intenciones partidistas”.ß

en liberarte

stand up

última función

tango para bailar

Patria y humor, en escena

Pettinato, entre las sierras y la ciudad

Casero se despide hoy de Mar del Plata

Pista de milonga en la Usina del Arte

El grupo de teatro Arasalhum, dirigido por Julián Collados, presenta su nueva obra: Por humor a la patria, que aborda desde la comicidad algunos hitos y figuras de nuestra historia, como las Invasiones Inglesas, la Revolución de Mayo y la vida de algunos de los próceres más importantes de nuestra historia. En sus siete años de trabajo, el Grupo Araasalhum (Artistas asociados al humor) lleva realizadas diversas obras de humor, como el infantil Drácula, el murciégalo, la obra Humor is tango y la comedia policial No hay caso. Por humor a la patria puede verse los sábados, a las 20, en Liberarte, Corrientes 1555.ß

Roberto Pettinato presenta nuevamente en Buenos Aires su unipersonal Me quiero portar bien, un show de humor stand up en el que el conductor finalmente se da el gusto de enfrentarse con su público cara a cara. Además, como sorpresa, el conductor interpretará un tema con su saxo. Actualmente, Pettinato conduce en radio El show de la noticia, en La 100 (FM 99.9) y realiza funciones de Me quiero portar bien también en el teatro Candilejas 1, de Villa Carlos Paz (con una única función, los lunes, a las 19). En Buenos Aires, la propuesta puede verse los viernes y sábados, a las 23.30, en La Comedia, Rodríguez Peña 1062. $ 150.ß

Alfredo Casero realiza hoy la última función de Estese confuso 2.0, show escrito y dirigido por el actor, quien está acompañado en la propuesta por Diego Rivas y Humberto Spallina. Cuenta además con proyecciones de video de Marcelo Pinqui y Matías Donda y producción de Damián Sequeira y conserva la impronta experimental que caracteriza a las propuestas del actor, siembre bordeando el disparate y lo absurdo. Sobre la obra, Casero dijo: “No muestro bajezas, ni realidades, no tengo ínfulas. Son dos horas de confusión, que le va a hacer bien al balero”. Hoy, a las 23, en el Teatro Roxy del Centro de Arte RadioCity + Roxy + Melany, San Luis 1752 (Mar del Plata). $ 160.ß

Ayer comenzó en la Usina del Arte del barrio de La Boca el ciclo de Grandes Milongas que organiza el Ministerio de Cultura del gobierno porteño. La programación de la apertura incluyó las actuaciones de Alberto Podestá, la orquesta del bandoneonista Rodolfo Mederos y clases de danza a cargo de Lorena Ermocida y Pancho Martínez Rey. Para hoy está prevista la actuación de Raúl Lavié, a las 17, clases de baile, a las 17.45, las actuaciones del grupo Viceversa y el Sexteto Mayor, a partir de las 18.30, y para cerrar la actividad del fin de semana, Milonga Electrónica, desde las 20. En Pedro de Mendoza 501, con entrada gratuita.ß

televisión

International Emmy Kids Awards

Este año se entregarán por primera vez los International Emmy Kids Awards. Se trata de uno premios instituidos por la Academia Internacional de las Artes y Ciencias de la Televisión de los Estados Unidos, para la producción televisiva dedicada a niños y adolescentes realizada fuera de Norteamérica. Entre

los nominados se encuentran tres programas argentinos. Uno es Mentira la verdad, el ciclo que conduce Darío Sztajnszrajber en Encuentro, en la categoría Factual. Otro es Art Attacks, de Disney, en Non-Scripted Entertainment y finalmente, El jardín de Clarilú, también de Disney, en la categoría Preschool.ß