La impresora que utiliza botellas de refresco - Crónica ambiental

cuando los elementos invocaron al río, ese “dios pardo” que es. “implacable .... con semillas genéticamente modificadas dentro de sus islas. Y eso incluye al ...
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COL A BOR A DORE S

C I N T YA C O N T R E R A S Reportera de la fuente ambiental desde hace ocho años. Trabaja en Excélsior y Grupo Imagen.

AG U S T Í N D E L C A S T I L L O Reportero especializado en medio ambiente, ganador del premio Reuters-uicn para América Latina (2008) y autor de los libros Arterias de vida, los ríos de occidente y Montañas de Jalisco.

CHIMINA ESTUDIO Sus infográficos e ilustraciones se han publicado en revistas, periódicos, libros y páginas web; también se han integrado a proyectos museográficos. Su misión es traducir informaciones abstractas a una narrativa gráfica efectiva.

V E S TA M Ó N I C A H E R R E R Í A S Curadora, investigadora y editora independiente de proyectos fotográficos. Dirige Ediciones Ve y ha publicado Manuel Álvarez Bravo (Francia, 2012) y Mexican Portraits (eu, 2012).

G E O R G I N A H I DA L G O V I VA S Periodista y ciclista urbana. Manifiesta mutaciones de tanto respirar esmog. Sobrevivió a tres inviernos rusos, ¿cómo? La fórmula se encuentra en su libro de crónicas Vodka Naka (editorial Almadía).

FR ANCISCO MARTÍNEZ NIETO Egresado del posgrado en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del iteso (Guadalajara). Su área fundamental es la divulgación de la astronomía y las ciencias del espacio.

JILLIAN MITCHELL Fotógrafa radicada en San Pancho, Nayarit. Su trabajo se enfoca en la gente y sus historias. Recientemente se ha dedicado a capturar el caso Ayotzinapa.

FLORENCIA MOLFINO Editora y periodista independiente, escribe sobre viajes, estilo de vida y medio ambiente. Entre sus especies favoritas está la extinta ballena Maiacetus inuus que hace 47 millones de años dividía su tiempo entre la tierra y el mar.

M A R U M O N R OY Reportera y editora con 20 años de experiencia. Su trabajo se centra en temas relacionados con consumo, viajes y medio ambiente.

A L F R E D O N A R VÁ E Z L O Z A N O Periodista independiente, especializado en alimentación y sustentabilidad. Es profesor universitario de Análisis de Tendencias. Colaborador constante en la revista Nexos.

JULIA PRIOLLI Periodista freelance y guionista de sitcoms. Tiene un posgrado en la Universidad de Sao Paulo y escribe cuentos en un blog. Vive en Brasil.

E D UA R D O R A M Ó N T R E J O Diseñador gráfico e ilustrador tapatío de la revista El Fanzine y colaborador en Life & Style. behance.net/eduardoramon

DA N I E L S Á N C H E Z P O I T E V I N Editor y cofundador de la revista La Peste. Estudió filosofía. Es socio y coordinador de proyectos en dn3 comunicación.

ÁG ATA S Z È K E LY Periodista y escritora experta en salud y wellness. Sus artículos se publican en medios nacionales e internacionales y han sido traducidos a varios idiomas.

direc torio

DIRECCIÓN GENER AL Bárbara Hernández Edgar Chahín DIRECCIÓN EDITORIAL Jorge Lestrade [email protected] C O O R D I N AC I Ó N G E N E R A L Nora Torres [email protected] EDICIÓN Gerardo Lammers [email protected] C O R R E C C I Ó N D E E S T I LO Israel Galina [email protected] DISEÑO Carolina Mendieta [email protected] Lorenzo Vera [email protected] EDICIÓN WEB Pablo Ampudia [email protected] DESARROLLO WEB Víctor Lozano [email protected]

con te nido 16

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CONSUMO INTELIGENTE

Tecnología verde de vanguardia

OPINIÓN

De Lima a París: El largo plazo comienza hoy

NUMERALIA

Mar de Cortés, la joya del Pacífico

N O TA

San Pancho: El dique y el estero GLOSARIO

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QUIÉN ES QUIÉN

5Gyres.com PERSONA

Tender la ropa al Sol (Y otras conductas domésticas que protegen el planeta)

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CENTRAL

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PA R A L I P Ó M E N O S

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10 ejemplos para cambiar a México

De la imposibilidad de un contrato natural (II) CRÓNICA

La modelo que se lava el cabello con agua mineral ¿Qué sucede en tu cabeza cuando usas un shampoo para beber?

INFOGR AFÍA

Acuífero guaraní: el gran depósito sudamericano

P O R TA F O L I O S

Sanna Kannisto: El teatro de la naturaleza SERES

Puma (Felis concolor): El león americano MIS PRIMEROS DESASTRES

Biodiversidad

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Este producto fue impreso en papel Domtar Lynx White FSC de 118 g, 100% sustentable. Cuenta con el certificado del Forest Stewardship Council, lo que garantiza el uso responsable de los recursos naturales con que se fabrica.

Crónica ambiental, año 1, No. 8, febrero 2015, es una publicación mensual editada por dn3 Comunicación sc. Chapultepec 540, interior 609, colonia Roma, delegación Cuauhtémoc, cp 06700, México, df. Teléfono 5514 1577. Editor responsable: Jorge Lestrade Sadurní. Número del certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo 04-2014-060613205000-102. Número issn 2007-994x ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud de Título en trámite, Certificado de Licitud de Contenido en trámite. Impresa en Servicios Profesionales de Impresión sa de cv. Mimosas 31, colonia Santa María Insurgentes, delegación Cuauhtémoc, cp 06430, México, df. Teléfono 5117 0100. Crónica ambiental tiene un tiraje mensual de 5 000 ejemplares; esta edición terminó de imprimirse en febrero de 2015. Distribución controlada. El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de los autores y no refleja el punto de vista de Crónica ambiental. Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial del material publicado sin consentimiento por escrito de Crónica ambiental.

Noticia de un bicisecuestro

CONSUMO INTELIGENTE

Tecnología verde de vanguardia POR MARU MONROY I ILUSTRACIONES DE EDUARDO RAMÓN

Cada año —en enero—, decenas de empresas de todos tamaños se reúnen en Las Vegas durante el Consumer Electronic Show (ces). Se trata del espectáculo de innovación tecnológica más grande de Estados Unidos —y quizá del mundo—. Ahí, las firmas aprovechan para cacarear sus inventos, prototipos y productos que saldrán al mercado en el futuro. Presentamos algunos gadgets que se distinguieron por ofrecer soluciones ambientales.

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Es lavable y cuesta cerca de

Aire acondicionado inteligente

$2 000

sensibo.com

Hazte visible visijax.com Si tu principal medio de transporte es la bicicleta, seguro querrás la chamarra equipada con luces led que fabrica la compañía británica Visijax. La Commuter Jacket obtuvo en esta exposición el premio 2015 a la innovación; cuenta con 23 luces led de alta intensidad tanto en el frente como en la espalda (visibles incluso si llevas mochila), luces direccionales en las mangas que se activan con el movimiento, capa de teflón para hacerla impermeable, tela que facilita la ventilación y una pila usb con 30 horas de duración.

Sensibo es un sistema de clima artificial que ahorra hasta 40% de energía (en comparación con los dispositivos convencionales). Se controla desde cualquier smartphone y es compatible con aparatos de todas las marcas, por lo que es posible modificar la temperatura de las estancias aún sin estar en ellas. Una ventaja adicional es que no requiere instalación para ser utilizado; usa baterías que duran hasta tres años. También puede sincronizarse con el control remoto tradicional de tu celular, te avisa cuándo cambiar los filtros e incluye un sensor que mide humedad, temperatura, luz y detecta cuándo una habitación está ocupada o vacía. Cuesta $ 2 500. Almacena tus hábitos y horarios, por lo que se activa de forma automática.

Jardines más saludables edyn.com

La base de datos tiene información de más de

5 000 plantas.

Edyn lanzó su sensor para jardín y válvula de riego. El sistema fue galardonado con el reconocimiento Tecnología por un mundo mejor, debido a que monitorea las condiciones climatológicas en exteriores para mantener las plantas bajo las mejores condiciones posibles. Cubre un área de 23 metros cuadrados, funciona con luz solar y detecta luz, humedad, temperatura y nutrientes en la

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tierra; luego, cruza esta información con la aplicación y sugiere el tipo de plantas que se darán mejor en ese ambiente. Además avisa cuándo es el mejor momento para sembrarlas y cuáles se llevan bien estando juntas. El sistema no estaría completo si no mostrara cuándo deben regarse, así que la válvula se adapta a cualquier sistema de riego (manguera, rehilete o aspersor o riego por goteo).

La scooter cero emisiones gogoro.com Un vehículo que llamó la atención de medios y consumidores durante el ces fue la Smartscooter, presentada por Gogoro, la primera cero emisiones. Se trata de un vehículo eléctrico cuya velocidad máxima es de 95 km/h y que por el momento sólo está disponible en San Francisco, California. Está fabricado en aluminio ultraligero —es 30% más liviano y el doble de resistente que cualquier otra scooter—; la suspensión está inspirada en el tren de aterrizaje de los aviones y en el diseño de los autos de Fórmula 1 para que sea segura y suave. Al girar alcanza ángulos de 48º, de modo que tiene un toque casi deportivo. También es impermeable y las baterías se cambian en segundos (ofrecen hasta 100 kilómetros de recorrido); por si fuera poco, incluye una función para optimizar los viajes, pues registra los hábitos del conductor y está equipado con una aplicación para monitorear los traslados, el estado de la unidad y encontrar las estaciones de recarga más cercanas.

Acelera de cero a

50 km/h en 4.2 segundos.

Piensa mal thinkdirtyapp.com En el supermercado, camina hasta el pasillo de belleza o cosméticos, saca tu celular, abre la aplicación Think Dirty y escanea el código de barras del producto que te interesa comprar; en segundos sabrás si ese shampoo, loción o jabón está fabricado con ingredientes peligrosos para la salud y conocerás alternativas más saludables y menos dañinas. Brinda información de más de 200 000 artículos e incluye un “Mugrómetro”

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para que con datos fáciles de entender conozcas los ingredientes, impacto ambiental y certificaciones relacionadas con los productos. También puedes escanear lo que tienes en tu baño para que poco a poco agregues más marcas al directorio. Si un producto no aparece en la base de datos, puedes enviar el código de barras y la aplicación te notificará cuando sea incluido.

Recárgalo con la luz del Sol

Cuesta casi

$18 000

solpro.com Mientras los dejas expuestos a la luz solar los cargadores de batería Solpro permiten que tu smartphone, tableta o reproductor de música se carguen. Existen dos modelos: Gemini, lo suficientemente pequeño para llevarlo en el bolsillo, con capacidad para darte dos cargas completas que te salvarán en días nublados; y Helios, que almacena energía ya sea a través del puerto usb o utilizando la luz del Sol. El tiempo de carga es de cuatro horas y media, y puedes cargar dos dispositivos al mismo tiempo.

La impresora que utiliza botellas de refresco ekocycle.com Will.i.am, Coca Cola y 3D Systems lanzaron la Ekocycle, una impresora verde 3D que aprovecha las botellas vacías de la marca refresquera para convertirlas en la materia prima con que funciona. Cada cartucho utiliza unos tres envases de medio litro, de modo que 25% de los objetos impresos está fabricado con productos reciclados. Incluye 25 accesorios relacionados con música, moda y tecnología seleccionados por el cantante de The Black Eyed Peas que se convierten en una cubierta para smartphone o en accesorios de decoración. Imprime en alta resolución y con una amplia gama de colores.

Helios

$2 400

Gemini

$900

Audífonos sustentables nighthawk.audioquest.com Otro de los productos galardonados con el premio al mejor eco diseño fueron los audífonos Nighthawk, de Audioquest. Su diseño —que emula las bocinas convencionales— cubre todo el oído, son semi abiertos y están fabricados con un nuevo material sustentable llamado

CONSUMO INTELIGENTE

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madera líquida, que se obtiene al mezclar madera con fibras recuperadas que se calientan, licuan y procesan en modelos de inyección. La acústica que ofrecen es mucho mejor a la del plástico y, por el momento, el precio no está disponible.

Tecnología verde de vanguardia

De Lima a París: el largo plazo comienza hoy POR EXEQUIEL EZCURRA*

C

omo en otras ocasiones, la Conferencia de las Partes 20 (cop) realizada en Perú en diciembre pasado, se manifestó como una mezcla de buenas intenciones junto a una penosa disfuncionalidad para avanzar hacia soluciones concretas. El objetivo parecía sencillo: empezar a transitar un camino para eventualmente desarrollar un sistema de evaluación de emisiones por país. Había algunas señales auspiciosas. El acuerdo bilateral entre China y los Estados Unidos para reducir emisiones precedió la cumbre como un halo de esperanza. La aceptación de ambos países de superar el debate acerca de si la intensidad de las emisiones debería estimarse en proporción al tamaño de la población o de la economía, que había sido el principal obstáculo al Protocolo de Kioto, los llevó a abrir un espacio inesperado al diálogo y la negociación. Bajo esa influencia, se avanzó en cosas importantes. Una aprobación generalizada de la gravedad del ascenso del nivel del mar llevó a incrementar el apoyo para las pequeñas islas-Estado. Quizá el progreso más importante se dio en la admisión por los países en desarrollo de su responsabilidad en la reducción de emisiones. Pero el desafío más grande, el de desarrollar un sistema transparente para medir las emisiones por país, sigue siendo un objetivo trunco. No es un objetivo pequeño, porque sobre ese inventario de emisiones estarían basadas las metas por nación y el monitoreo de cumplimiento. Estas negociaciones se harán más intensas a medida que avance el año, camino a la cop 21 en París (que se realizará del 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2015). Las naciones entienden lo crítico de la situación, qué duda cabe. Las devastadoras sequías regionales, como la de California en 2014, siguen apareciendo como focos de alarma en todo el globo. La intensidad de eventos extremos es cada vez mayor, y el ascenso del océano provoca estragos en muchas costas. Nadie niega las conclusiones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (ipcc): la influencia humana en el clima del planeta es irrefutable, la temperatura global está aumentando, las oscilaciones son cada vez más extremas, y el cambio es irreversible. Debemos hacer algo urgentemente para mitigarlo. La cop 21 en París podría ser un parteaguas en el largo, penoso, y hasta ahora infructuoso proceso de las negociaciones internacionales sobre el cambio climático. Si la comunidad internacional logra llevar su preocupación a los líderes del mundo, París 2015 podría ser el parteaguas. Si no lo logramos, cada país seguirá tratando de hacer lo mínimo de su parte a la espera de que otros hagan algo más significativo. Los países industrializados continuarán lidiando con sus economías rezagadas, y no verán con buenos ojos la idea de imponer cargas

EL CAMBIO CLIMÁTICO ES, EN EL FONDO, UN DESAFÍO DE EQUIDAD Y JUSTICIA. EQUIDAD ENTRE SOCIEDADES RICAS Y POBRES, JUSTICIA PARA CON LAS GENERACIONES FUTURAS.

adicionales a sus contribuyentes para disminuir sus emisiones. Y el panorama se puede poner aún más desalentador con la abrupta caída de los precios del petróleo, porque ¿quién va a invertir en energías renovables cuando el precio petróleo ha tocado un mínimo histórico? El cambio climático es, en el fondo, un desafío de equidad y justicia. Equidad entre sociedades ricas y pobres, justicia para con las generaciones futuras a quienes les dejaremos un mundo devastado. Lograr acuerdos en París demandará un liderazgo moral que hasta ahora no hemos logrado concertar, pero que empieza tímidamente a verse en algunos rincones del planeta. Como especie, como humanidad, necesitamos un cambio de mentalidad, una verdadera transformación civilizatoria que opere hacia adentro de nuestras propias sociedades. El problema no es el de una competencia entre países por contaminar al máximo a la espera de que otras sociedades hagan lo que la nuestra no está dispuesta a hacer. El problema, creo yo, radica en darse cuenta de que el cambio social y económico que demanda avanzar hacia una economía más eficiente y sustentable en el uso de la energía es bueno para quien lo emprenda, independientemente de los infructuosos debates internacionales, y es bueno también para el planeta. China firmó el acuerdo con Estados Unidos no sólo por altruismo: el creciente descontento por la contaminación atmosférica y sus evidentes impactos en la salud jugaron un papel preponderante. Las élites gobernantes entendieron que no podían continuar de manera indefinida con su modelo de crecimiento sin sufrir serias consecuencias. En eso radica el desafío. En darnos cuenta de que el problema de la reducción de emisiones no es una meta cuyos frutos se verán en muchas décadas, sino que se verán hoy. Si tenemos ciudades con aire limpio y menos emisiones, nuestros hijos vivirán mejor hoy. Si tenemos bosques densos y ecosistemas saludables, no sólo contribuirán a la captura de carbono, sino que nos darán agua limpia, biodiversidad, aire transparente. Hoy. ése es el reto inmenso de París 2015.

* Profesor de Ecología y doctor por la Universidad Colegial de Gales del Norte; es director del Instituto para México y los Estados Unidos (uc Mexus) de la Universidad de California en Riverside. 9

NUMER ALIA

POR CINTYA CONTRERAS I @cintyacc

POR AGUSTÍN DEL CASTILLO | @manfrax

el dique y el estero

San Pancho NOTA

San Pancho, comunidad emblemática de la Riviera Nayarit, vive días de conflicto por la construcción de un bordo de tres metros de ancho en su estero (hábitat de cocodrilos y nutrias) por parte de una inmobiliaria. La autoridad municipal señala que servirá para contener aguas negras; en cambio, los detractores advierten que la obra, detenida como consecuencia de las protestas, provoca pérdida de biodiversidad y aumenta el riesgo de inundaciones en la región.

“Y

o soy Natalio y él es mi primo; cuando caiga otra lluvia tan fuerte como la de 2010, véngase a esta orilla, aquí en mi casa, a comer un pescado dorado, y le aseguro que juntos veremos pasar casas flotando sobre el río”. Natalio porta un machete por si hace falta; su primo es apenas mayor de edad. Son invasores de la zona federal de muchas décadas. Conocen como pocos el comportamiento del río Los Izotes y el estero de San Francisco, llamado coloquialmente San Pancho, en Nayarit, nombre también de la localidad contigua, con 2 000 habitantes que viven del turismo, el comercio y la pesca. La región está en efervescencia desde que la Inmobiliaria San Pancho, con permisos oficiales y un convenio con el Organismo de Agua Potable y Saneamiento de Bahía de Banderas (Oromapas), decidió modificar el cauce, abrir un bordo de tres metros de ancho y cercenar la zona federal. Esa situación no dejó indiferente a miembros de la comunidad, que tras interponer denuncias ante instancias ambientales y señalar en medios de comunicación locales y nacionales la destrucción de su ecosistema, pararon la obra por su cuenta, la mañana del 3 de enero de 2015 (a un mes de que arrancaran los trabajos); los lugareños —que han formado el colectivo Todos unidos por el estero— se dijeron exasperados ante la celeridad de la construcción del dique y la lenta actuación de las autoridades para impedirlo. Si bien el bordo está casi terminado, el ayuntamiento local y la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) pusieron sellos de clausura en las horas siguientes a la acción vecinal; situación que no significa el fin de la historia. En el pequeño solar de Natalio, un núcleo de casas precarias con madera y lonas, se ha vivido la fuerza de los cambios desde hace casi 13

Foto | Jillian Mitchell.

40 años, cuando se asentaron de forma ilegal en la zona federal, sobre un bordo que data de los años 70 del siglo XX, y que desde entonces había funcionado como “protector contra inundaciones” en San Pancho, una aldea de pescadores devenida a conejillo de indias por un experimento socialista apadrinado por el expresidente Luis Echeverría Álvarez, el cual quedó condenado al fracaso prácticamente al día siguiente de que dejara el poder, en 1976. Todo San Pancho contiene edificaciones notables de ese breve periodo de auge, tras el que volvió el anonimato provinciano, interrumpido de nuevo por la irrupción del turismo bajo la marca Riviera Nayarit. “Antes del desastre de 2010 tenía una huertita allí abajo, con vástagos de plátano, con maicito, un espacio para mis gallinitas. No sólo se los llevó el agua, sino que ya no se puede sembrar nada porque se fue el suelo. Hoy sólo hay piedras y nada crece que valga la pena”, señala el hombre moreno, recio y bajito, de mirada torva, astuta, pero que no resiste una buena conversación para reírse un poco a costa de sus vecinos, los compradores de fraccionamientos residenciales que han invertido miles de dólares para espacios de descanso y recreación, hoy amenazados. El de 2010 a que alude Natalio es un temporal que ha dejado huella: destrucción de caminos, derribamiento de puentes, inundaciones de fincas, arrasamiento de chozas y ahogamiento de ganado en tres días de pesadilla. El daño se potenció debido

a las modificaciones a la cuenca conformada por cinco arroyos: desde la deforestación de las partes altas hasta el desvío de corrientes, estrechamiento con muros y gaviones, “acciones totalmente al margen del sentido común, no digamos la prevención de desastres”, subraya Érik Saracho Aguilar, ambientalista y uno de los líderes informales del poblado. El gobierno federal iba a declarar zona de desastre en toda la región, pero los empresarios del turismo lo impidieron porque “dañaba la imagen” del destino. Inmobiliaria San Pancho —razón social de la empresa que construye con autorizaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)— ha montado el nuevo bordo con una anchura de tres metros, que parte la zona federal y deja espacios pantanosos a ambos lados. Al Este, se seguirá recibiendo el agua que baje de la cuenca; la zona Oeste, poco más de media hectárea, quedó atrapada entre terrenos elevados, lo que la destina a ser rellenada para la expansión del terreno contiguo, donde la firma constructora tiene planteado establecer casas para turistas… siempre que las aguas, que algunos aseguran que son memoriosas, no reconozcan su lugar original. Esa es la parte medular del problema: un desbordamiento no sólo pone en riesgo a las nuevas fincas; se lleva de corbata a San Pancho, que se acostumbra lentamente a la volubilidad del clima y a las consecuencias del mal manejo del territorio. 14

Martín Reygoza, encargado de la obra por parte de la inmobiliaria y gestor de los permisos ambientales, asegura por teléfono que atenderá a Crónica ambiental para aclarar la situación. “Opina mucha gente que nada sabe, yo quiero mostrarle realidades”, promete, pero después ni siquiera contesta la llamada. Si bien el delegado municipal, Cayetano Vázquez, señala que medio pueblo está en peligro, la autoridad municipal de Bahía de Banderas, a través del Oromapas, difundió que el proyecto del bordo es para conectar tubería que “permitirá evitar que las aguas negras se derramen en el mismo, como sucedió desde que la capacidad de la planta de tratamiento fue rebasada”. Los permisos de la Semarnat, que se dieron a conocer apenas en la tercera semana de enero, reconocen la ubicación de la tubería, pero no la modificación de la zona federal, como es el caso de un bordo (expedientes 18NA2013HDO28 y 18NA2013HDO29). Esto ha derivado en que la agrupación vecinal, a través de Érik Saracho —quien es vocal de organizaciones no gubernamentales al seno del núcleo Nayarit del Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable— haya solicitado formalmente la revocación de esos permisos. Pero Oromapas cuenta otra historia: el organismo municipal solicitó la intervención de Inmobiliaria San Pancho — propiedad del estadounidense John Hardesty, un inversionista que adquirió del expresidente Echeverría las tierras en torno a San Pancho— para hacer el bordo y canalizar la tubería necesaria para llevar los desechos a la planta de tratamiento, pues actualmente, siete de cada 12 litros por segundo de aguas negras del pueblo van crudos al cuerpo lagunar, asegura. El contrato que firmaron Oromapas y la inmobiliaria acuerda que ésta hará el bordo “dentro de los 10 metros de la zona federal a lo largo de la laguna y arroyo”, para instalar el “tubo de impulsión” de las aguas negras. No hay explicación de los efectos de modificar un cauce ante avenidas extremas de agua. Mientras los promotores de la obra señalan que la contaminación y el deterioro habían degradado severamente el cuerpo de agua, los opositores aseguran que el embalse contenía vida abundante: por un lado, con el movimiento de tierras se destruyó parcialmente la comunidad de majahuas o majaguas, un árbol nativo de zonas pantanosas salinas; por otro, hay evidencias fotográficas de 2014 con cocodrilos e incluso nutrias, el famoso “perro de aguas” del trópico mexicano, en el interior del estero. “Hay que mejorar la calidad ambiental, pero eso no se logra con una infraestructura invasiva”, dice el biólogo Alan Heinze, también vecino de San Pancho. Don Natalio sostiene que el tiempo a todos pone en su lugar, y que si no es retirado, el bordo nuevo va a ser rebasado por el agua en la próxima gran tormenta, y derramará hacia el poblado; “pasa cada cuatro o cinco años”, subraya. Los vecinos creen lo mismo. Así sucedió en tres días extremos de octubre de 2010, cuando los elementos invocaron al río, ese “dios pardo” que es “implacable siempre, fiel a sus estaciones y sus cóleras / destructor que recuerda cuanto los humanos prefieren olvidar…” (TS Eliott, Cuatro Cuartetos).

QUIÉN ES QUIÉN

5Gyres.org Foto | Vberger.

POR FLORENCIA MOLFINO | @flormk

2.5 MM O MENOS

268 000 TONELADAS

Mide el microplástico, producto de los desechos que comienzan a erosionarse en el mar, y también del que contienen ciertos productos de belleza exfoliantes (las famosas microesferas).

Peso estimado del plástico que flota en los océanos del mundo.

“E

l plástico: hecho para durar para siempre, diseñado para desecharse”, es la frase con la que 5Gyres (cinco giros, en español) explica su misión. Se trata de una organización sin fines de lucro que se dedica a eliminar de los mares la contaminación por plástico. Del total de productos plásticos que se consumen en el mundo, 5Gyres alerta que apenas 5% se reutiliza, 50% se entierra en los vertederos y otro tanto se va a un “paradero desconocido”, cuyo destino final suele ser el mar abierto. Pero las aguas oceánicas no son un ecosistema sencillo, y en ellas existen al menos cinco giros, espacios descomunales (el del norte del Pacífico se estima que mide el equivalente al doble del territorio de Estados Unidos), en los que la combinación de los vientos, sumados a la rotación de la Tierra y las corrientes oceánicas, producen un efecto similar al de un jacuzzi. En ese inmenso jacuzzi oceánico, nuestra basura gira lenta e incesantemente por décadas, sin degradarse, produciendo efectos nefastos en la fauna y flora marina. 5Gyres fue fundado por el doctor en Ciencias Marcus Eriksen y su pareja, Anna Cummins, en 2009. Desde entonces, ambos han estudiado los cinco giros oceánicos, embarcándose en expediciones solventadas por donantes y otras ong asociadas. En cada viaje (hasta ahora nueve), realizan además paradas en tierra firme para impartir conferencias y mostrar una curiosa exhibición, en la que evidencian los estragos de la basura plástica marina, por medio de esculturas hechas por Eriksen a partir de dicha materia prima. Cada año, la ong invita a científicos, fotógrafos y curiosos para que se sumen a sus travesías (cada participante financia su propio viaje), durante las que estudian algún tema en particular. En la última edición, realizada en 2014, el foco estuvo puesto en el efecto de las partículas de plástico: según 5Gyre, éstas funcionarían como un imán para sustancias químicas contaminantes que también flotan en el mar —como el ddt—, que son ingeridas por los peces, y así entran a la cadena alimenticia humana, cerrando en nuestros cuerpos el círculo de contaminación que iniciamos al tirar a la basura cualquier desecho plástico. QUIÉN ES QUIÉN

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5Gyres.org

PERSONA

TENDER LA ROPA AL SOL

(y otras conductas domésticas que protegen el planeta) POR ÁGATA SZÉKELY | @agataszekely

He aquí cinco hábitos caseros con impacto positivo probado. Pequeñas grandes acciones que, viralizadas, pueden disminuir o, en el mejor de los casos, eliminar patrones negativos de consumo.

H

ace apenas unos días, la eco-acción de Lauren Singer, una neoyorkina de 23 años, se volvió viral. Singer, que cursa estudios ambientales, llamó la atención y se dio a conocer a través de las redes sociales por llevar dos años ininterrumpidos reduciendo sus desechos a cero. En su página trashisfortossers. com, la estudiante muestra un pequeño frasco que contiene aquello que no pudo reusar o reciclar en 24 meses de su reto personal. El resto de su basura la llevó a centros de composta y

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reciclaje. En el transcurso del proyecto aprendió a fabricar pasta de dientes y jabón, y eliminó los plásticos de su vida. Singer contó que emprendió el desafío al observar que su cesto repleto de residuos señalaba una contradicción entre sus valores y sus acciones. Además de funcionar como inspiración, la joven le ahorró al planeta tonelada y media de desechos sólo en ese tiempo, y mostró una vez más que las decisiones individuales con impacto son posibles. Aquí, más hábitos caseros en pro de la sustentabilidad:

Tolerancia cero a los empaques superfluos

Centros de acopio de reciclables: recuperamexico.com, proambi.com, reciclaelectronicos.com y ecoce.org.mx.

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De acuerdo con cifras del inegi, cada mexicano genera 769 gramos de basura al día (y en el df el número se eleva hasta dos kilogramos). Diariamente se recolectan 86 343 toneladas en todo el país, de las cuales se trata 6%. 87% va a parar a tiraderos a cielo abierto (sólo 13% de los 1 882 sitios de disposición final, son rellenos sanitarios). Reducir, reutilizar y reciclar la cantidad de basura que se produce ahorra espacio, contaminantes, emisiones, agua y energía.

Ser unplugged (en la medida de lo posible)

Secar la ropa al aire libre en lugar de usar la secadora durante seis meses disminuye en 320 kilos la emisión de CO2 al año. Al cambiar los focos comunes por lámparas de bajo consumo, que utilizan 60% menos electricidad, se reduce la emisión en 140 kilos de CO2 al año. De los hábitos domésticos con impacto positivo, ésta es una de las medidas de las que los consumidores son más conscientes (probablemente porque un ahorro de energía también implica un ahorro económico).

Al reducir 10% la basura personal, se ahorran más de 500 kilos de CO2 al año. Comprar alimentos a granel, no usar bolsas de plástico, preferir artículos sin envases ni moños e imprimir lo menos posible son algunas estrategias para lograrlo.

El inegi indica que en nueve de cada 10 viviendas se reportan prácticas relacionadas con el ahorro de electricidad. 88% de los encuestados apaga la luz cuando no está en una estancia y 53% ya utiliza focos ahorradores.

En México se desechan 22 millones de toneladas de papel, que si se reciclaran ahorrarían 33% de la energía que se precisó para fabricarlo y 28 000 millones de litros de agua. 19

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Atención al agua

Cada familia destina cerca de 2 000 pesos anuales a comprar agua embotellada, más del doble de lo que cuesta un filtro de agua de buena calidad que puede durar varios años.

Una llave que gotea pierde casi 1 900 litros de agua al mes (suficiente para bañarnos unas 100 veces). Dejar el grifo abierto al lavar los trastes puede gastar 120 litros de agua en una sola ocasión. Lavar el carro con una manguera desperdicia más de 300 litros. En todos los hogares, el escusado es el mayor derrochador. Cuando se jala la palanca, se pierden hasta 10 litros (si no se puede adquirir uno de bajo consumo, introducir dos botellas llenas de agua en la caja logrará que se consuman cuatro litros menos en cada descarga).

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Un metro cuadrado de azotea verde atrapa un kilo de CO2 y genera el oxígeno requerido por una persona en un año. Los jardines en los techos reducen el efecto “isla de calor” en las ciudades y absorben hasta 75% del agua de lluvia, lo que alivia la presión de los sistemas de drenaje. Funcionan también como aislantes acústicos y aportan varios beneficios para la salud (como reducir el estrés y la presión arterial, mejorar la atención y los índices de recuperación de enfermedades). Incluso, las plantas de interior son más que un objeto decorativo para las personas y el entorno: limpian el aire y reducen la contaminación en los espacios hasta en 80% (las mejores para este fin: la Sansevieria o Espada de San Jorge, las Dracaenas, las cintas (Spotiphyllum), la planta de bambú (Chamaedorea) y la hiedra (Hedera belix).

En México se consumen 364 litros de agua por persona al día; más del doble que en Europa, donde se usan alrededor de 150 litros diarios.

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Generar oxígeno

Comprar un filtro

Pese a que las autoridades insisten en que 98% de los municipios y delegaciones tienen servicio de agua potable, 73% de los hogares compra agua en garrafón o botella. Según el último estudio de la Beverage Marketing Corporation, realizado en 2010, México es el mayor consumidor de agua per cápita del mundo. Se compran 200 000 botellas de plástico cada hora, de las cuales sólo se recicla 21% (según la Asociación para Promover el Reciclado del pet); el resto va a parar a tiraderos a cielo abierto.

Un estudio realizado por la American Chemical Society aseguró que si se reemplazaran por azoteas verdes los techos de todos los edificios de un área urbana del tamaño de Detroit, con una población de un millón de personas, lograrían capturarse 55 000 toneladas de CO2, el equivalente a eliminar el emitido por 10 000 vehículos utilitarios deportivos de tamaño medio por un año.

Fuentes: Agencia de Gestión Urbana del DF (agu.df.gob.mx) I Ciceana I Gran Libro de la Casa Sana (Martínez Roca) I Greenpeace I Inegi I Journal of Environmental Science & Technology I Las Páginas Verdes I nasa (nasa.gov) I Profeco I Semarnat I todocarton.com.mx PERSONA

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Tender la ropa al sol (y otras conductas domésticas que protegen el planeta)

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PARA CAMBIAR A MÉXICO Por Alfredo Narváez Lozano, Francisco Martínez Nieto y Gerardo Lammers

Los políticos lo recalcan una y otra vez, y nadie lo duda: el país necesita un cambio. Pero, ¿cómo lograr la transformación que México requiere más allá de los desgastados discursos? Para responder a esta pregunta, Crónica ambiental exploró qué es lo que otros países, estados y regiones, no necesariamente con más recursos, están haciendo —en términos de proyectos, planes, estrategias y políticas públicas— para potenciar a sus sociedades, atendiendo retos globales —como el cambio climático, la protección de la biodiversidad, la escasez de agua o el manejo de la basura—, que enfrenta el planeta. De la soberanía alimentaria a la educación y de Ecuador a Finlandia, te presentamos 10 ejemplos exitosos en el cuidado del medio ambiente que son compatibles con el desarrollo económico.

CENTR AL

01 Sobe-

ranía Alimentaria

Japón protege de modificaciones genéticas sus diferentes variedades de arroz

Japón

J

apón, la tercera mayor economía del mundo después de Estados Unidos y China, no permite, por ley, ningún cultivo con semillas genéticamente modificadas dentro de sus islas. Y eso incluye al alimento base de la dieta de sus 127 millones de habitantes: el arroz y sus diferentes variedades, entre ellas el arroz japonés o japónica, que se caracteriza por su textura única y carácter pegajoso. En promedio, según la FAO, cada japonés consume al año 59 kilos (6.7 kilos es el consumo per cápita en México; 140 kilos en Madagascar). El país del sol naciente es el noveno productor mundial. Aunque en la actualidad existe un intenso debate global en torno a los impactos (positivos y negativos) del uso de transgénicos en asuntos tales como la biodiversidad y la salud, la postura del gobierno japonés es no admitirlos dentro de su territorio (curiosamente sí invierte en el desarrollo de arroces transgénicos biofortificados en otras regiones del planeta). Esta postura está en consonancia con el sentir de ciudadanos y organizaciones —como la Unión de Consumidores de Japón— que rechazan el uso y la ingesta de productos que contengan Organismos Genéticamente Modificados (ogm). Los científicos que están en contra señalan que la inclusión de estos genes manipulados podría provocar efectos nocivos en la salud humana y una pérdida en términos de biodiversidad. Existen razones culturales que influyen en el rechazo que los japoneses manifiestan contra los arroces genéticamente modificados y los transgénicos en general. El budismo sintoísta, la religión mayoritaria, le da una especial importancia a la pureza y eso incluye a los alimentos. El arroz, más que un alimento, es un símbolo nacional. No en vano, desde que empezó a plantarse este cereal (originario de China, según algunos historiadores; o de India, según otros) hace 2 400 años, el calendario del cultivo del arroz domina el tiempo japonés. Se afirma que la humildad, una de sus virtudes más apreciadas, es como el arroz. Su gastronomía pone especial énfasis no sólo en la presentación de su amplia gama de platillos (elaborados muchos de ellos a base de arroz), sino a la calidad de sus ingredientes. Los japoneses se sienten orgullosos de su arroz. Además de prohibir la siembra de transgénicos en sus colinas y laderas (73% del país es montañoso y está cubierto de bosques), el gobierno japonés impone un arancel de 800% a la importación de arroz.

México

¿Qué habría que hacer en México siguiendo el ejemplo japonés? Proteger de modificaciones genéticas las miles de variedades de maíz que existen a lo largo y ancho del territorio nacional (adaptadas a diferentes ecosistemas), ya que el maíz no sólo es el alimento base, sino que es su centro de origen genético: no podemos arriesgar este invaluable acervo, producto de 8 000 años de cuidadosa domesticación por parte de cientos de generaciones de agricultores desde tiempos prehispánicos. La alteración o pérdida por medios artificiales podría tener consecuencias negativas para la salud y la alimentación de millones de personas, para la cultura mexicana y también para el medio ambiente. Si los nuevos genes patentados contaminan la enorme diversidad genética de esta planta se corre el riesgo de perder genes únicos para luchar contra los efectos del cambio climático, pues cada variedad ya está adaptada a los diferentes climas —algunos de ellos francamente agrestes— de México, mientras que el maíz transgénico requiere, por ejemplo, condiciones óptimas de agua y fertilizantes. En este sentido, los maíces mexicanos constituyen una póliza para el futuro. Aunque hasta ahora en México no se cultiva maíz transgénico de manera comercial, las presiones por parte de las seis empresas fabricantes (Monsanto, Syngenta y Dupont Pioneer, entre otras) por entrar son muy fuertes. Está en marcha un proceso judicial que varias organizaciones civiles como Colectivas AC y Fundación Semillas de Vida entablaron contra estas poderosas trasnacionales. Las asociaciones mexicanas argumentan que la introducción de maíz transgénico dentro de nuestras fronteras violaría tres derechos: a la alimentación, al medio ambiente sano, y al patrimonio cultural y natural. Mientras tanto, al interior del gobierno mexicano hay un debate: organismos como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) advierten que el uso de transgénicos podría no ser conveniente, otros, como la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), no tienen mayores objeciones. A falta de pruebas contundentes sobre el daño cabal que pueden causar los transgénicos, es fundamental proteger todas y cada una de las diferentes variedades de maíces con que contamos. Se trata de un tesoro no sólo nacional, sino mundial.

02 Cuidado del Agua

La agricultura de precisión de Israel Israel, un país creado en 1948, más pequeño que el Estado de México, desértico, ubicado en una región políticamente inestable y con sólo 20% de su superficie cultivable, se destaca por el uso ultraeficiente del agua en la agricultura. Esto lo ha logrado gracias a sus vanguardistas sistemas de riego por goteo, los cuales emplean tecnologías satelitales de monitoreo para conocer en tiempo real el estado de sus diferentes cultivos. Empresas israelíes como Netafim (fundada en 1965 en el kibbutz Hatzerim) han jugado un papel clave en esta revolución, ya que sus sistemas de riego, que operan con microtubos elaborados con sofisticados plásticos, ofrecen hasta 80% más eficiencia que los sistemas de riego abierto. Como resultado, esta nación de poco más de ocho millones de habitantes tiene 95% de autosuficiencia alimentaria, con lo cual fortalece su seguridad nacional, vende tecnología, asesora a países en desarrollo y se da el lujo de exportar flores frescas a Europa todos los días.

Eficientar el uso del agua para la agricultura implementando no sólo sistemas de riego por goteo y por aspersión en todo el país, sino normativas y programas de capacitación, así como políticas transversales que involucren a las diferentes dependencias oficiales vinculadas con el tema. En zonas privilegiadas como El Bajío, aún predomina el riego a cielo abierto que pierde grandes cantidades por evaporación, lo cual es preocupante, pues se espera que la desertificación, presente en buena parte de los estados del norte, se extienda al centro del país. Instituciones gubernamentales como la Sagarpa y la banca de desarrollo deberían hacer más accesible la compra de equipos mediante créditos blandos. La grave sequía que azotó al país en 2012 —y que hizo necesario cambiar las reglas del Fondo Nacional de Desastres que no otorgaba recursos para afectados por sequías— es una prueba de que el clima está cambiando y que cada vez será más costoso, en muchos sentidos, no adaptarse.

¿Qué habría que hacer en México siguiendo el ejemplo israelí?

03 Protec-

ción al clima

La economía cero carbono de Suecia

Suecia es el país líder en el desarrollo de una economía cero carbono, es decir, que no emita emisiones de CO2. Cuenta con ocho instancias oficiales —como la Agencia Sueca de Protección Ambiental, creada en 1967—, involucradas en la política ambiental. Del trabajo gubernamental han surgido documentos claves —como el Código sobre Medio Ambiente (1999) y la Estrategia Sueca de Desarrollo Sostenible (2003)— para diseñar políticas e instrumentos que incentiven la sustentabilidad y que han puesto énfasis en los sectores del transporte y la energía. En 1990 se introdujo el impuesto a los combustibles derivados del petróleo. Y en 1995 se formó la Asociación Nacional de EcoMunicipalidades que busca reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Kalmar, una pequeña ciudad del sur, ha servido de prototipo para algo que se pretende replicar en el resto del país: sustituir sus calentadores eléctricos, de gas y de aceite por un modelo de calefacción distrital que usa biocombustibles. La estrategia sueca para convertirse en economía cero carbono consta de tres etapas: Para 2020 contar con 50% de energía renovable, así como lograr 40% de reducciones de gases de efecto invernadero; para 2030, que su flota vehicular no dependa de energías fósiles; y para 2050, contar con un suministro energético sostenible y eficiente sin emisiones de CO2 a la atmósfera. Hay razones para pensar que Suecia va bien encaminada: en 2009 emitió 60 millones de toneladas de CO2, 3.6 millones de

toneladas menos que en 2008 (una reducción de 17% en comparación con 1990). 77 pueblos y ciudades han alcanzado la categoría de eco-municipalidades. Mälmo, Väjxo y Estocolmo son modelos de sustentabilidad urbana. Esta última obtuvo en 2010 el título de “Capital Verde Europea”.

¿Qué habría que hacer en México siguiendo el ejemplo sueco? Planes transexenales, con metas muy claras, a corto, mediano y largo plazo, y asegurar su cumplimiento. Impulsar estrategias de movilidad. Urge desincentivar el uso del automóvil en todo el país. Una manera de hacerlo sería eliminando el subsidio a la gasolina y demás combustibles fósiles. Cabría ensayar la reducción de combustibles fósiles en las ciudades, con un proyecto piloto como el de Kalmar. Tequisquiapan, que cuenta con cierta infraestructura solar y geotérmica pudiera ser una opción. El Gobierno Federal se comprometió en la pasada cumbre de cambio climático celebrada en Nueva York, a que un tercio de su producción energética sería renovable en 2018.

04 Salud Derechos del consumidor:

El sistema - semáforo de etiquetado de alimentos procesados de Inglaterra y Ecuador A finales de 2012 el gobierno británico, en respuesta a los altos índices de obesidad de su población, implementó un sistema de etiquetado para informar, con sólo un vistazo, y a todo tipo de consumidores (niños, adultos mayores, ciudadanos inmigrantes que no dominan el idioma inglés) sobre los contenidos de grasas saturadas, sal, azúcar y calorías de los alimentos procesados. Se trata de una etiqueta-semáforo: el rojo es alerta máxima; el amarillo es advertencia; y el verde, cero riesgo. Dicho sistema ha probado su eficacia, como lo muestra el apoyo de prestigiadas organizaciones como la British Medical Association y la Consumers International. Tan es así que, en agosto pasado, Ecuador se convirtió en el primer país de América Latina en adaptarlo a su territorio. A sólo unos meses de su implementación, la Agencia Nacional de Regulación y Control Sanitario de Ecuador ha declarado que este proyecto ha dado resultados positivos. A saber: algunas empresas han reformulado sus productos para que éstos contengan niveles menores de grasas, azúcar y sal. Este servicio que orienta la decisión de compra del consumidor se suma a otras valiosas iniciativas de certificación de alimentos, como lo es, por ejemplo, el eco-etiquetado (implementado en Suecia desde 1989), que garantiza que el impacto ambiental a lo largo del ciclo de vida de los productos y servicios haya sido examinado y aprobado. Implementar un sistema similar cuanto antes, considerando el grave problema de obesidad que se tiene en el país. Según el portal El Poder del Consumidor, el etiquetado que actualmente existe en México —desarrollado por la industria—, no sólo es de difícil lectura, sino engañoso. En noviembre pasado, el diputado Fernando Bribiesca presentó ante la Cámara la iniciativa del etiquetado en forma de semáforo (lo que supone una modificación al artículo 212 de la Ley General de Salud). La transformación de esta iniciativa en ley estaría en consonancia con la “Estrategia Nacional para la Prevención y Control de la Obesidad y Diabetes”, del Programa Sectorial de Salud del Gobierno Federal. Según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad está asociada en México a 300 000 muertes al año. 26% de los niños mexicanos, entre cinco y 11 años, padecen obesidad.

¿Qué habría que hacer en México siguiendo los ejemplosinglés y ecuatoriano?

05 Urba-

nismo

Medellín, un proyecto de ciudad construido desde la ciudadanía

Durante años, Medellín tuvo el estigma de ser una ciudad violenta controlada por narcotraficantes. Hasta que, en 2003, impulsado por el frente cívico Compromiso Ciudadano por Colombia, Sergio Fajardo ganó la alcaldía (2004-2007) de manera arrasadora. Bajo la guía de este matemático y profesor, que llegó detestando la política en un sentido tradicional, la ciudad inició un proceso de transformación, con especial atención en las mujeres y los pobres, con el lema “Medellín, la más educada”. A sabiendas de que la violencia encierra y aisla, la estrategia de Fajardo y su equipo (a los cuales hizo firmarles compromisos éticos y de transparencia) consistió en generar obras de gran impacto en el espacio público, con la colaboración de la ciudadanía. Destinó 40% del presupuesto anual de la ciudad a rubros educativos. Llevó a cabo proyectos como “La Escuela Busca al Niño” y “Emprendimiento Social”, así como los llamados Proyectos Urbanos Integrales (pui): intervenciones en colonias pobres, realizadas a partir de las necesidades expresadas por los propios colonos. Cinco parques-biblioteca (diseñados por prestigiados arquitectos colombianos), 10 nuevas escuelas y ludotecas en zonas marginadas, así como el MetroCable, un sistema de funicular que permite a los vecinos de la periferia pobre llegar al centro, figuran entre sus obras más emblemáticas. Redujo el índice de homicidios de 381 casos por cada 100 000 habitantes, a 28. El premio que Medellín obtuvo en 2013 como “Ciudad Innovadora del Año”, por encima de Nueva York y Tel-Aviv, en buena medida se debe a las ideas y honestidad de este político sui generis.

¿Qué habría que hacer en México siguiendo el ejemplo de Medellín? Atender, por principio de cuentas, a las zonas más marginadas del territorio nacional con proyectos urbanos y educativos dignos e incluyentes. Si pueden contribuir a enriquecer el espacio público, qué mejor. Sería una forma de comenzar a combatir la inequidad que existe en el país. Aunque la ciudad de México está despertando de un marasmo de décadas y otras ciudades del país como Guadalajara, León o Tijuana, han dado algunos pasos interesantes, falta mucho por hacer en términos de innovación urbana. El transporte urbano sigue siendo una pesadilla, lo mismo que el acceso a servicios públicos. La nueva Secretaría de Desarrollo Territorial busca solucionar el problema con mayor regulación del ordenamiento del territorio, pero eso tomará años. El caso de Medellín de esperanzas a las regiones más castigadas del país y demuestra que no es necesario esperar a que todas las iniciativas surjan del Gobierno Federal. Muchas ciudades medias del país podrían ser el próximo Medellín: Celaya, Ciudad Juárez, por ejemplo. Son los líderes con una idea precisa de qué hacer por la sociedad y somos los ciudadanos participativos los que debemos ejercer el derecho a tener la última palabra.

06 Protec-

ción forestal

Las nuevas estrategias de Acre, Brasil, para cuidar los bosques

Entre los años 1970 y 1990 los extensos bosques del estado brasileño de Acre eran víctimas de una depredación rampante a manos de compañías madereras y ganaderas. Francisco Chico Mendes, gran figura del ambientalismo brasileño de la época, encabezó entonces un movimiento para promover un modelo sustentable de desarrollo, que sustituía la deforestación incontrolada por la recuperación de actividades tradicionales y con mucho menor impacto ambiental, como la recolección de caucho o de nueces de castaña. El asesinato de Chico en 1988, a manos de latifundistas de la región, tuvo un efecto definitivo en el porvenir de los bosques de Acre, al llamar la atención internacional, detonar la expansión del movimiento y manifestarse en las políticas públicas del Partido de los Trabajadores, que tomó el poder hacia finales de la década de 1990. Los numerosos marcos regulatorios implementados por el gobierno desde entonces —entre ellos la Ley Chico Mendes— han buscado un balance entre el crecimiento económico y la preservación de los bosques, mediante acciones como la división organizada de la tierra, que rompió con la ambigüedad en los derechos de propiedad que tantos problemas causaba entre habitantes y terratenientes; un programa estatal de pagos por servicios ambientales, para incentivar la vigilancia del bosque y las prácticas sustentables de agricultura –especialmente los métodos tradicionales indígenas-; y la creación de nuevos mercados, como el cultivo de peces o la fabricación de condones, industria que emplea recursos forestales no madereros, como el caucho. Con estas medidas el producto interno bruto de la región creció durante la primera década del nuevo siglo a un ritmo mayor que el de la economía brasileña, mientras que, según el Fondo para la Defensa del Medio Ambiente —ong ambientalista con base en Nueva York—, la deforestación disminuyó hasta en un 70%. Desde 2008 una nueva política impulsada por el Estado prevé que esta tasa pueda bajar hasta 80% dentro de cinco años.

Los bosques y los nuevos mercados.

¿Qué habría que hacer en México siguiendo el ejemplo brasileño? México figura en la lista de los países con mayores recursos forestales y también en la de aquéllos que presentan la mayor deforestación en los últimos 20 años. Más allá de las estrategias de restauración, la experiencia en Acre sugiere acciones en al menos tres frentes: el económico, relacionado con la creación de industrias alternativas basadas en prácticas no destructivas del ambiente; el social, orientado a generar mejores condiciones de vida para los pobladores, sin criminalizar sus prácticas tradicionales; y el ambiental, mediante la conservación y la apertura de programas de subsidios para vigilar y mantener relaciones sustentables con el bosque.

07 Energía

El modelo nuclear de Francia

El cambio climático ocasionado por la intervención humana está haciendo a muchos ambientalistas reexaminar su posición acerca de la energía nuclear. Y sus defensores apuntan al ejemplo de Francia, que produce —de manera segura—, más del 70% de su electricidad de esa fuente, emitiendo niveles bajísimos de CO2 a la atmósfera. El origen del proyecto nuclear francés se remonta a la crisis del petróleo en 1973, cuando el primer ministro Pierre Messmer anunció un ambicioso programa para dotar al país de una infraestructura nuclear que produjera electricidad para toda la nación, conquistando, así, la independencia energética. El trabajo para construir las tres primeras plantas inició ese mismo año y en los próximos 15 se instalaron 56 reactores. En la actualidad, Francia cuenta con un sistema de 19 centrales nucleares con un total de 58 reactores (la mayoría de doble circuito), gestionado por una serie de organismos encargados de la investigación, construcción y explotación de las centrales, así como de la seguridad en las instalaciones. Según estimaciones del gobierno de Alemania, la posibilidad de accidente en una central nuclear es de 0.3% para Europa. Su electricidad no sólo es la más barata de Europa, sino que este país es el mayor exportador neto en el mundo. Francia ocupa el segundo lugar, detrás de Estados Unidos, por cantidad de energía nuclear y primero por densidad de población.

¿Qué habría que hacer en México siguiendo el ejemplo francés? Aprovechar las décadas de experiencia de Laguna Verde e invertir en una nueva generación de reactores nucleares, eficientes y seguros, ubicados en estados de la República con baja o nula incidencia sísmica como Durango, San Luis Potosí, Zacatecas y Yucatán. Ello estaría en consonancia con una estrategia de diversificación de fuentes energéticas. La escasez de petróleo de fácil acceso (una de las razones que motivaron la Reforma Energética del presidente Peña Nieto), está colocando al país en una situación de cada vez más dependencia energética. Y si a esto sumamos las acciones que México, como todos los países del globo, deben emprender para frenar el cambio climático, un modelo energético como el nuclear podría ser una alternativa. “México tiene dos reactores un poco antiguos de tecnología americana y estamos dispuestos a emprender una cooperación en este sector”, declaró el presidente francés François Hollande en su más reciente visita a México, en abril pasado, en la que se firmó el Acuerdo de Cooperación para el Desarrollo de los Usos Pacíficos de la Energía Nuclear. En la actualidad, nuestro país produce 4% de electricidad usando esta tecnología.

08 Internet

El impacto del social media en las políticas ambientales de la industria El uso de Internet como escenario para organizar y movilizar demandas se remonta a su propio origen como tecnología masificada. Ya en 1994, una coalición de grupos ambientalistas —entre ellos Defenders of Wildlife, Sierra Club o Greenpeace— coordinó un movimiento en Internet para denunciar la indolencia ambiental presente en el Tratado de Libre Comercio. Era tan sólo un pequeño adelanto de la predominancia que este medio iba a adquirir en la discusión pública sobre estos temas. Un par de décadas después, la llegada de las redes sociales virtuales no sólo ha visibilizado las buenas o malas prácticas ambientales de las industrias, sino también su credibilidad pública como marcas y su posicionamiento en los mercados. En 2012 el escándalo, mal administrado por Nestlé en sus redes sociales, ante la acusación de Greenpeace de fomentar la tala de bosques en Indonesia, mediante la compra masiva de aceite de palma, culminó con la exclusión de este ingrediente de sus procesos de producción. Un éxito similar ha tenido otra campaña de Greenpeace donde más de un millón de firmas electrónicas logró que la empresa de juguetes Lego rompiera sus relaciones con la petrolera Shell, a la que proporcionaba una imagen aceptable entre el público infantil. Mediante otra estrategia, la página Change.org, dedicada a la publicación e impulso de peticiones sociales en diversos rubros, se jacta de liquidar prácticas ambientalmente cuestionables —o abiertamente destructivas— por parte de emporios como Kellogg’s, General Mills, GAP o Unilever. Todo ello mediante la participación de millones de usuarios que almacenan sus firmas en el sitio y comparten la demanda dentro de las redes sociales. Se materializa una forma de participación social que, con todo y sus limitaciones, obtiene resultados sin mediaciones o demoras. Impulsar el sentido y el valor político del activismo digital. Según números del Banco Mundial, el 43% de la población en el país tiene acceso a Internet. De ellos, nueve de cada diez cuentan con registro en alguna red social. Sin embargo, el activismo digital se encuentra muy poco extendido. Es necesario clarificar la relación de la participación ciudadana con el logro de objetivos concretos y posibles, divulgar los procesos de las políticas públicas para saber cómo incidir en ellos y promover la imaginación política, que permita la configuración de movimientos robustos pero también creativos y carismáticos.

¿Qué habría que hacer en México siguiendo estos ejemplos de las redes sociales virtuales?

09 Manejo de residuos

¿Qué habría que hacer en México siguiendo el ejemplo de Alemania? Diseñar un sistema de aprovechamiento y fomentar una cultura pública del tratamiento de la basura. México se encuentra entre los mayores productores de basura en el mundo; sin embargo, la solución predominante continúa basándose en los rellenos sanitarios, dentro de los cuales, según la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, se alcanza una tasa de reciclaje menor al 3%. Es necesario diseñar estrategias que integren a los sectores públicos, sociales y empresariales. Por otra parte, la conformación de cooperativas de reciclaje entre las comunidades dependientes del manejo de los residuos puede combinar beneficios sociales y ambientales, como lo demuestra la experiencia en Sao Sebastiao, Brasil.

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El crecimiento de la industria alemana ha sido por muchos años equivalente al de sus residuos, contribuyendo junto con su extensa población —más de 80 millones— a la generación de más de 40 millones de toneladas de basura por año. Durante años, el manejo de estos residuos se limitaba a deshacerse de ellos mediante acciones no sistematizadas, carentes de métodos de reciclaje o de preocupación alguna para la separación entre los residuos de la industria y los domésticos. La entrada de la Ley de Economía Circular y Residuos, en 1994, que promueve una economía de ciclo cerrado, ha logrado que la basura comience a eliminarse incluso antes de que exista, pues los fabricantes deben diseñar sus productos y empaques evitando materiales superfluos o no reciclables. Una vez convertidos en basura, los productos son reciclados mediante un programa público de separación que precisa de hasta ocho contenedores diferentes, o transformados, mediante plantas de incineración, en electricidad. Los residuos finales, como escombros y materiales peligrosos, son almacenados en rellenos sanitarios sustentables. Gracias a este programa, los alemanes son quienes mejor reciclan, pues recuperan casi el 70% de sus residuos domésticos. Este logro los ha motivado para proyectar un programa de cero residuos para 2020. Mientras tanto, importan decenas de toneladas de basura de países como Italia, de quienes reciben importantes recursos para procesar y reciclar sus desperdicios.

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La desaparición gradual de la basura en Alemania

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10 Edu-

cación

La formación de ciudadanos innovadores de Finlandia Según el índice Better Life de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ocde), Finlandia es uno de los países que mejor protegen sus recursos ambientales. Este resultado está sostenido por eficaces políticas ambientales, una cultura ambientalista de avanzada y, fundamentalmente, un notable sistema educativo. Las cosas no han sido siempre así. Durante la época de la posguerra, la economía finlandesa, cuyo eje era la explotación forestal, estaba sumida en una profunda crisis. Hasta 1968, la educación en Finlandia se regía por la desigualdad, pues distinguía entre los estudiantes talentosos y el resto, ofreciendo diferentes oportunidades según el caso. El punto de inflexión tuvo lugar en la década de 1970, cuando el gobierno, mediante un debate parlamentario, decidió qué tipo de educación quería para sus ciudadanos. El modelo finlandés, que despierta tanta atención en el mundo entero, está soportado en una educación inclusiva, pública, gratuita y lúdica, en la que los alumnos, en lugar de aprender contenidos, desarrollan proyectos que resuel-

PAR AL I P ÓM ENO S

De la imposibilidad de un contrato natural (II) POR DANIEL SÁNCHEZ POITEVIN / @Dapoitevin

ven problemas. Quizá cueste trabajo creer que en el país nórdico, los alumnos tienen pocas horas de clases, tareas mínimas y deambulan por los salones sin uniforme… y sin zapatos. Un aspecto clave es la atención especial que se le otorga a la formación de su planta docente. El gobierno cerró el 80% de las escuelas de Pedagogía y Educación, dejando sólo las mejores. En un país como Finlandia donde la clase media es mayoría, los profesores, que reciben un sueldo tan bueno como el de un ingeniero o abogado, requieren el nivel de maestría para impartir clases. Desde que comenzaron a aplicarse, Finlandia ha ocupado los primeros lugares en las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (pisa, por su siglas en inglés), hecho que contrasta con el presupuesto que el gobierno destina a la educación, que no figura entre los más altos. Pero, sin duda, el logro más importante del sistema educativo finlandés, más allá de pruebas y escalafones, es formar ciudadanos innovadores y, por qué no decirlo, felices.

¿Qué habría que hacer en México siguiendo el ejemplo finlandés? Distribuir estratégicamente los recursos destinados a la educación. En la actualidad México invierte un porcentaje de su Producto Interno Bruto muy similar al de Finlandia; sin embargo, las posiciones de ambos países en el índice de educación de la OCDE son diametralmente opuestas. Es necesario ampliar el margen de maniobra del presupuesto que el Gobierno Federal otorga a la Secretaría de Educación para atender rubros hasta ahora desfavorecidos como la capacitación de los maestros, el fomento de la cultura educativa o el impulso a la infraestructura escolar. Todo ello, teniendo una idea clara sobre qué es lo que implica una enseñanza eficaz de acuerdo con la realidad de nuestro país.

D

ecíamos en la columna anterior que términos como naturaleza, sustentabilidad, cambio climático, etcétera, se han vuelto nociones de uso común que más que informarnos y alfabetizarnos sobre la emergencia ambiental, nos alejan de ella, al ser conceptos vacíos dentro de una narrativa ideologizada y despolitizada. La falta de una crítica de sus propios términos han vuelto al ambientalismo (incluida buena parte de la ciencia y política) más una religión que un organismo crítico y racional. Se trata de explorar las posibilidades de politizar, de devolver el debate público a la realidad mundial, no de negar los problemas ambientales actuales ni sus posibles consecuencias. El filósofo esloveno Slavoj Žižek plantea en su libro ¡Bienvenidos a tiempos interesantes! de qué modo un desastre natural no sólo es un evento condicionado por procesos sociales, sino que en su mayoría somos los culpables de que dichos sucesos existan. En sentido estricto, la Tierra no tiene desastres; no es que una erupción volcánica suceda para destruir bosques y fauna, o que las inundaciones anuales del Nilo antes de la humanidad causasen pérdidas incuantificables en las colonias de insectos que habitaban en la vera del río. Incluso con seres humanos de por medio, no es lo mismo un terremoto arriba de siete grados Richter en Japón que en Haití. El desastre está condicionado a situaciones sociales muy específicas, es casi un evento sociopolítico. No se quiere decir con esto que no pueda haber un evento planetario catastrófico, sino que nuestro modo de afrontar y entender los fenómenos naturales no debe ser desde una perspectiva ambiental, al modo de una naturaleza desbocada por una desincronización climática que la actividad humana provoca, sino desde la perspectiva política, asumiendo que las causas y consecuencias son en buena medida un producto humano. Dice Žižek en el libro antes citado: “El verdadero culpable no es la BP [British Petroleum] (aunque, para evitar cualquier malentendido, creemos que debe ser castigada lo más severamente posible), sino la demanda que nos empuja a una producción de petróleo que se desentiende de las consideraciones ambientales”.

CRÓNICA

POR JULIA PRIOLLI

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L

a última noche del siglo XX, en Guarda do Embau, un balneario en el litoral sur de Brasil, un grupo de mujeres —casi adultas o casi adolescentes— se desesperaban por la falta de agua. No buscaban beberla: querían bañarse. La sal, ese mismo mineral con el que los brasileños supersticiosos suelen cubrirse para espantar el mal de ojo, maltrata el cabello. Y ninguna brasileña quiere lucir fea en Año Nuevo, sobre todo en el nuevo milenio. La costumbre dicta que la ropa que se usa en la noche vieja marca la suerte del año siguiente. Pero una cabellera maltratada por la sal marina era un mal presagio. “Entonces decidimos lavarnos los cabellos con agua mineral”, dice Diana Bouth, modelo, presentadora de un programa sobre maternidad en el canal GNT y mujer de un surfista, mientras recuerda el episodio una década después. Dice que desde entonces su cabello nunca había sido tan suave, liso, luminoso, intenso, dócil ni flexible. Así que, en ocasiones importantes, Diana Bouth no deja de usarla. “No puedo bañarme con agua mineral todos los días porque no soy Cleopatra”, dice resignada. “Pero puse un filtro en mi ducha”. Cuando no tiene tiempo de pasar por el salón de belleza, Bouth se lava la cabeza con agua mineral. “Una botella de un litro y medio basta”. Sólo es cuestión de darse un último enjuague libre de cloros, fluores, carbonatos y tantos otros aditivos que tiene el agua que fluye a través de las tuberías de las ciudades. Diana Bouth se maquilla como las paulistas, que se maquillan porque no toman Sol. Bouth toma sol como las cariocas, que no se maquillan porque están siempre bronceadas. Las cariocas dicen que el maquillaje envejece. Las paulistas argumentan que lo que envejece la piel es el Sol. La verdad es que no se broncean porque en Sao Paulo llueve 100 días al año. Hoy Bouth, quien creció entre Sao Paulo y Río de Janeiro, tiene dificultad para definir dónde está su residencia fija, y se broncea y se maquilla porque se lo exige el trabajo. La mujer que se lava el pelo con agua mineral se siente vieja, mientras con nostalgia recuerda el viaje que hizo con sus amigas. “Todo eso pasó cuando aún era joven”. Hoy, a los 30 años, siente

como si se tratara de los caprichos de una juventud perdida en otro siglo, aunque el agua que usa para bañarse es bastante más vieja que ella. “Las aguas subterráneas muy antiguas son llamadas aguas fósiles”, dice el profesor Antonio Mozeto, que estudia acuíferos, es decir, las formaciones geológicas donde se almacena el agua bajo la tierra. Las aguas que Bouth usa para lavar sus cabellos son aguas jóvenes, aunque tengan siglos de existencia. “La edad del agua — explica Mozeto— es determinada por el tiempo que transcurrió desde que llegó al acuífero hasta el momento en que fue almacenada”. Cuanto más antigua el agua, más inmaculada. Entre las mujeres es un inconveniente llegar intacta a una edad avanzada. Sin embargo, toda forma de vejez tiene algo de sacro. “Me siento mayor pero más interesante”, admite Bouth, quien nunca abdicó del capricho juvenil de lavarse el pelo con agua mineral.

Durante el carnaval de 2011, mientras Bouth corría olas con su marido en Ipanema, Marcia Moribe, una funcionaria de la empresa de distribución de agua potable en Sao Paulo se curaba de una gripe. Había llovido todos los días del carnaval, y un frío fuera de lo común para marzo debilitó a buena parte de los paulistas. A Moribe no le molestaba no poder irse de rumba. Esta química descendiente de japoneses habla solamente lo necesario. No se ríe con sus colegas de trabajo, todos químicos, que tampoco suelen reírse entre ellos. Moribe tenía sólo una preocupación: si su nariz seguía tapada, no podría participar en un panel de evaluación organoléptica, un análisis sensorial que la ley exige a las empresas que abastecen de agua a las grandes ciudades. Los técnicos, que ya tienen una sensibilidad para degustar matices y variaciones en los infinitos sabores posibles del agua, evalúan las que se distribuyen en Sao Paulo. Cuando hay una queja, ellos saben el origen del problema. Las aguas tienen diferentes sabores a causa de los químicos con que las tratan. 35

El jueves después del carnaval, el primer día útil del año en Brasil, tras un esfuerzo que no escatimó en antigripales, Moribe está lista para degustar el agua del grifo. Rosangela Ciampi, su subalterna en la empresa, trae dos Erlenmeyers —esos matraces de laboratorio que abundan en las películas de ciencia ficción— llenos de agua. El primero huele y se ve feo. Tiene un color anaranjado y no es potable. El segundo sí, y es para probarlo. Mientras los otros compañeros del panel organoléptico llegan —faltan dos—, Moribe y Ciampi esperan en silencio. Cuando llegan los demás, se saludan sólo con un movimiento de las cejas, y se ponen a mover y oler frenéticamente los botes que Ciampi llena a cada rato, y enumera con un bolígrafo que escribe sobre cristal. Evalúan con notas de uno a ocho y apuntan en una hoja de papel con decenas de opciones de olores, sabores y colores. Moribe sorbe sólo algunos milímetros de agua, cierra los ojos, luego los abre y apunta algo más. Tras un largo silencio, murmura: “No es pescado”. Su compañero contesta, con una pregunta que no va dirigida a nadie en particular: “¿Cuándo será la Semana Santa este año?” Acaso el sabor de trapo mojado —como lo definió, por fin, Moribe— le hiciera recordar la fiesta, las chicas o el chocolate que viene junto con las festividades de Pascua. ¿Puede ser que el único varón en un grupo de químicas catadoras de agua estuviera recordando el carnaval mientras probaba agua que sabía mal? Las aguas mienten y engañan a los sentidos. Lo que el olfato distingue como un suave aroma cítrico puede ser consecuencia de la acumulación de un alga que crece en determinada presa o también de coliformes fecales, es decir, heces. Mientras Moribe identificaba un suave sabor floral, los periódicos de Sao Paulo informaban que los habitantes de la ciudad ya no podían soportar el olor de cloro, incluso para bañarse. “Cuando se calienta y evapora, el olor de cloro queda aún más fuerte”, se quejaba un entrevistado. Moribe no había leído el periódico y tampoco se había maquillado. Si lo hubiera hecho, no habría podido participar en el panel. Maquillaje, perfume, mal humor y estrés pueden alterar un análisis sensorial. Cuando fue cuestionada sobre la noticia que ella no había leído, Moribe dictaminó: “Es el cloro, cuya concentración varía según el punto de distribución del agua. Si estuviera muy cerca de la estación de tratamiento, por

ejemplo, tendría mayor concentración que en los puntos más alejados de la red”. Después de un silencio respetuoso, Ciampe recordó que el cloro añadido siempre estaba dentro de los límites aceptables por el Ministerio de Salud. Las mujeres que no se maquillan por gajes del oficio confían en el agua del grifo que a menudo prueban con rigor científico. Y cuando se les pregunta si lavarían su pelo con agua mineral, su mirada adquiere el gesto de reproche de una profesora frente a un estudiante que quiere pasarse de listo. La pregunta queda sin respuesta.

Renato Frascino es un sommelier de aguas nacido en la ciudad de Bebedouro, que en español significa Bebedero y queda al sur de Brasil. Nunca bebe agua del grifo. Para este analista sensorial, ni el cloro ni el calcio y ni siquiera el flúor, notable por haber solucionado el problema de las caries dentales en las metrópolis brasileñas, son aceptables en un vaso con agua. Si tiene que probarla, Frascino prefiere escupir. “El agua del grifo viene de la presa —dice el catador—, que es un reservorio de mierda”. Sentado sobre un sillón de cuero negro, tiene bajo los pies un tapiz de piel de cebra sobre el que hay una cucaracha —de esas que viven en las tuberías de la ciudad— sin que él la vea. O Frascino hace que no la ve. Está en la sala de eventos de la editorial de revistas de lujo donde es consultor de enología y aguas. En esta editorial se escribe sobre polo, gastronomía, golf, moda y gente con clase. En el salón donde Frascino prueba aguas embotelladas en Europa, a diario sirven comidas exquisitas y los comensales son los mismos periodistas y críticos que escriben las revistas. Frente a la mirada inerte de la cucaracha que no se mueve, Frascino repite como un mantra: “Dulce, salado, ácido, amargo y agrio”, y ubica en sus papilas gustativas el agua que entra en su cuerpo para llegar a sus conclusiones. “Perrier sabe a hielo, como los Alpes. San Pellegrino sabe a césped, como los bosques de Italia”, dictamina. Frascino frecuenta los más exclusivos eventos de Sao Paulo para opinar sobre la calidad de las aguas ofrecidas a sus clientes y dicta un curso que bautizó como Universidad de los Sentidos.

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Hace poco Frascino inventó un agua gourmet para la refresquera brasileña Schincarioll, que se llama For Your Senses (fys). Este tipo de agua tiene alta concentración de bicarbonato para limpiar las papilas de los residuos de sabores de la comida. Schincarioll fabrica una cerveza de mala reputación. En 2003 cambió el nombre de la marca y contrató a Zeca Pagodinho, un famoso sambista y beodo carioca para una agresiva campaña de publicidad. Un año después, Pagodinho salía en la televisión anunciando Brahma, la cerveza de la competencia. Ninguna de las bebidas de Schincarioll es bien aceptada por los consumidores refinados de Brasil. Según Frascino, “son bebidas con burbujas demasiado grandes, que sólo aprecian los norteños, pues les gusta eructar”. Los norteños a los que Frascino se refiere son los habitantes de Bahía, y de los estados cercanos. Decir bahiano es un slang grosero entre brasileños del sur para quienes el gentilicio es sinónimo de cursi. Pero a los bahianos les falta agua. Un proyecto ideado por el emperador Pedro II, en el siglo XIX, trataba de desviar las aguas del río Sao Francisco —el más grande que atraviesa la zona semiárida brasileña— para llevar agua a rincones desiertos del norte. Pero la idea es controvertida y todavía no ha podido realizarse. Hace unos años, el obispo de Barra, Luiz Flavio Cappio, estuvo más de 20 días sin comer, en protesta para que no le cambiasen el trayecto natural al río. En una zona donde el agua que hay contamina y enferma a las personas, nadie se preocupa por la apariencia del cabello o con elegir el vaso correcto para cada ocasión. “Schincarioll quiere cambiar esta imagen de víctimas de la sequía y trata de entrar al mercado de consumo de lujo”, dice Frascino, que se dedica a la industria de las aguas desde que percibió que el mercado de Brasil era sofisticado en casi todos los productos, menos en el más elemental de ellos: aquel que unifica una molécula de oxígeno con dos de hidrógeno.

entiende lo que pasa en la cabeza de las mujeres, sobre todo cuando la lavan con agua de manantial. Mozeto vive en Sao Carlos, una ciudad universitaria al norte de Sao Paulo. Bajo sus pies está el acuífero guaraní. Pero se engaña quien cree que el agua mineral de los pozos perforados en la región es siempre guaraní. Hay otros más arriba, puesto que los acuíferos son la formación geológica que permite que el agua sea absorbida por la tierra y se acumule en reservorios subterráneos que se abren y se pierden en distintas grietas. “Complicada en sí es la fórmula de la cosmética capilar —dice—. Todo el mundo sabe que las sales son letales para el cabello, pero nadie hace un champú tan puro como el agua mineral”. Mozeto conserva la cabellera anacrónica que tenía cuando se graduó de química hace 40 años. “Y me los lavo con champú común”, garantiza.

Además de esconder la edad, falsear sabor y presentarse en innumerables versiones, al agua le han puesto bastantes etiquetas: deportiva, gourmet, mineral, fashion. En estas últimas importa el diseño del embalaje, no su contenido. Son las que vienen en botellas coloridas, plateadas, negras, redondas, ovales. Las deportivas son aguas ligeras, bajas en sodio, para rehidratar el cuerpo más rápido. Renato Frascino sabe que el mercado de las aguas va más allá de la degustación y por eso participó en el diseño del primer spa de aguas de la ciudad de Sao Paulo, a inaugurarse en la primavera de 2011. El espacio es patrocinado por la empresa de aguas Santa Bárbara filial de Nestlé, y será un sitio para beber y disfrutar de las aguas en todas las presentaciones posibles: meditaciones, baños aromáticos, degustaciones y alta peluquería. Lo que para Diana Bouth era una broma de amigas se ha convertido en una industria. Agua de manantial para componer los cabellos rebeldes. H20 más eficaz que los champús y cremas de los salones tradicionales. Y, si resultara cierto que los beneficios del agua fósil son tantos como dice el profesor Mozeto, tal vez allí se encuentre la fuente de la juventud que buscan Bouth y sus amigas. O tal vez sólo baste abrir el grifo —como hace la química Marcia Moribe— para lavar el rostro que nunca llevará maquillaje.

Antonio Mozeto, el experto en las variaciones de las aguas prehistóricas, puede charlar durante horas sobre hidrógeno subterráneo, en la atmósfera o en el espacio sideral, pero no

CRÓNICA

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La modelo que se lava el cabello con agua mineral ¿Qué sucede en tu cabeza cuando usas un champú para beber?

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INFO GR AFÍA

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P ORTA FOL IO S

F lower a r ra ngement , 2010

Sanna Kannisto: e l te atro de la nat u r ale z a POR VESTA MÓNICA HERRERÍAS

A

partir de largos recorridos y periodos de observación en reservas protegidas de los bosques tropicales de Brasil, Guyana Francesa y Costa Rica, la artista finlandesa Sanna Kannisto (Hämeenlinna, 1974) investiga, a su manera, la relación entre naturaleza y cultura. Mezclando la tradición pictórica de las naturalezas muertas con métodos usados por biólogos, antropólogos y arqueólogos para observar el entorno, ella imagina escenas que podrían ocurrir ahí para luego registrarlas, y con ello se convierte en directora de escena de un peculiar proyecto fotográfico. Convencida de que teatro y fotografía comparten la intención de crear ilusiones, y que todo en una imagen artística es verdadero y falso a la vez, Kannisto emplea un método de trabajo que implica el uso de un dispositivo teatral. Luego de detectar a sus actores, la artista finlandesa instala un telón de fondo que en ocasiones es una sábana y otras un cubo, que hace las veces de escenario. En otros momentos prefiere sacar de contexto plantas y animales y retratarlos en su pequeño escenario, sobre todo a causa del clima, pero en ciertas ocasiones este impulso obedece a la inquietud de adaptarse a los ritmos de la naturaleza y realizar un trabajo contemplativo: “Cuando trabajas largos

periodos en el bosque, encuentras que ha cambiado tu concepto del tiempo… Y el tiempo deja de escaparse de ti. Los días, el alba y la niebla se vuelven similares. Las experiencias se vuelven más físicas y los sentidos se afinan. Incluso el cansancio y la soledad se convierten en experiencias espirituales”. Además de preguntarse si puede obtenerse conocimiento a partir de la imagen fotográfica, sus trabajos nos remiten a un universo documental y científico en el que pueden surgir el asombro, la poesía, el humor y la ficción. Consciente de que el encuadre puede revelar detalles que pasarían inadvertidos a simple vista en un contexto natural, Kannisto comparte aspectos de una escena diminuta que de golpe adquieren una relevancia inusual. En otras, la fotógrafa muestra partes de su dispositivo o de sus herramientas, a fin de enviarnos de manera intencional al universo de la ficción. Gracias a la foto sutil y al punto de vista sensible de Sanna Kannisto podemos examinar los límites de lo verdadero y lo falso, de lo objetivo y lo subjetivo; descubrir un escenario natural dentro del bosque y constatar que el verdadero teatro en la fotografía ocurre cuando miramos las cosas a través del punto de vista de una auténtica artista. 41

S p h i n g id a e : M a n du c a p e l l e n i a , 2 014

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Da sy pu s novemci nc t u s , 20 01/20 08

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Fr o g S t u d i e s 1- 4 (4), 2 0 03

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Pl a nt s t r e s s , s t u d y, 2 0 0 6

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Unt it led (Sel f por t ra it), 20 0 0

Sanna Kannisto nació en Finlandia en 1974. Entre 1994 y 2002 estudió Fotografía en la escuela Turku de Arte y Comunicación y en la Universidad de Arte y Diseño de Helsinki. Ha expuesto su obra de manera individual en diversas galerías del mundo. Su trabajo ha sido seleccionado en varias antologías y su más reciente libro es Fieldwork (Aperture, 2011).

PORTAFOLIOS

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Sanna Kannisto: el teatro de la naturaleza

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SER ES

MIS PRIMEROS DESASTRES

POR GEORGINA HIDALGO VIVAS | @cactodeasfalto

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Fue justo cuando empezó lo del Segundo Piso. El día que exhibieron las grúas en el Zócalo se decidió hacer la acción. Estaban HumanOmar, Tom Dieussaert, Xavier Treviño, el Abocleto, Javi Nofriegues, Ricardo Salas, Agustín Martínez, Álvaro la Rana y otros 10 más, a los que esporádicamente me unía para rodar desde El Ángel. Con la nota del diario Reforma sobre la ruta que seguía el jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador, Tom y Xavier monitorearon los puntos por donde pasaba el modesto Tsuru blanco. Durante una semana ubicaron calles y horas, y así se decidió interceptarlo a la altura de 20 de noviembre y Venustiano Carranza. Una tarde de principios de 2002, luego de varias rondas de cerveza en una cantina de la Roma, tomó forma el bicisecuestro del Peje, y con ello uno de lo capítulos inaugurales de la historia del ciclismo urbano en la ciudad de México. En la madrugada, divididos en dos guardias —una en Izazaga y otra en 20 de noviembre— esperaron ansiosos a que el Tsuru pasara. Todos estaban frotándose las manos; unos por frío, otros de puro gusto maquiavélico. Tom ubicó el auto y se fue pedaleando a su lado. Cuando los demás lo vieron venir, comenzó el encapsulamiento. Tres ciclistas le cerraron el paso, cuatro más a los lados, y otros tres atrás. El coche disminuyó la velocidad y dio la vuelta al Zócalo entre una nube de ciclistas. A la altura de Palacio Nacional, el Peje bajó el vidrio. Iba sentado en el asiento trasero del lado derecho, y mientras todos gritaban consignas como “¡No al segundo piso!”, Tom le entregó la propuesta de una ciclopista a Cuernavaca sobre las vías del ferrocarril. Cuando descendió del vehículo y vio que varias bicis estaban amarradas a las puertas del edificio principal, comprendió que estaba acorralado. El personal de vigilancia trataba de ayudarlo, mientras él sonreía: “Sí, sí, claro, las bicis, las bicis”. Se le advirtió que no entraba sin antes agendar una reunión con los ciclistas. “Sí, claro, ahorita”, respondió.

Nofriegues me sorprende, viste de traje y ha ganado algunos kilos. Está de nuevo en el bicindario después de rodar de ida y vuelta a Canadá. Era un flaco con sonrisa de niño que planeaba con una mirada de loco las acciones más descabelladas; lo mismo proponía meterse a rodar por Periférico, que pintar clandestinamente una ciclovía sobre Cuauhtémoc, o boicotear la inauguración del Segundo Piso. En las reuniones cheleras de bicitercos se proponían ciclopistas, tunear bicis, políticas de transporte eficientes y campañas mediáticas. Quince años después, con 114 kilómetros de ciclovías en la ciudad, 80 organizaciones ciclistas de todo tipo en el df, una Red Nacional de Ciclismo Urbano que conjunta a 50 más, un sistema de bici pública (Ecobici) con 100 000 usuarios y medio millón de adeptos a los ciclotones, pareciera que los sueños más salvajes del ciclismo urbano se hicieron realidad. — ¿No sientes que has creado un monstruo?, le pregunto. — Más bien fuimos varios los que creamos un monstruo, pero lo mejor es que fue un monstruo sexy que atrajo cada vez a más gente y se hizo un movimiento cool, porque antes andar en bici era para ñoños. La ciclopista del Peje quiso paliar el desastre del Segundo Piso con lana del Banco Mundial y terminó con una ciclovía mal planeada, de puentes súper difíciles y sin conexión a ningún lado. Sí, hoy andar en bici es cool (excepto cuando el camión te embiste, los policías borrachos te avientan la patrulla, te asaltan en la pejeciclopista o te peleas con el diablero que obstruye la vía por Izazaga). Ni hablar de los taxistas que se estacionan en el carril confinado de Reforma o de los automovilistas que hablan por teléfono mientras pretenden dar vuelta, o de los imprudentes que se avientan a rodar en sentido contrario, sin casco y sin luces y van zigzagueando como en ciclotón. Uf. El sueño birruedo se ha transformado en pesadilla. Menos mal que nos quedan las chelas para seguir inventando la ciudad. Los ojos del Nofri brillan acuosos... oh, oh.

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