La ciudad que nunca dueRme

of American Art o el Met (Metropolitan Museum of Art). Este último es uno de los más ... que actualmente cuenta con tres sedes: Fifth Avenue, Breuer y Cloisters.
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La ciudad que nunca duerme Nueva York no solo es un destino que aparece en la lista de lugares a conocer de millones de viajeros, sino que también es un sitio al que todos los que ya estuvieron quisieran regresar. Recorremos sus principales atracciones para entender a qué se debe su enorme magnetismo.

Fotos: Prensa NYC & Company

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Regiones Pista de patinaje sobre hielo

Grand Central Terminal

Estatua de la Libertad Una ciudad que vibra de energía, que atrae gente de las más remotas partes del mundo y donde todo parece posible. Capital del comercio, la innovación y la cultura, ha inspirado miles de obras de literatura, cine y música que la hicieron famosa. Nueva York tiene un sinfín de actividades para descubrir en los cinco distritos que la componen: Manhattan, Brooklyn, Queens, The Bronx y Staten Island. El gigante Central Park, que cambia de color según las estaciones del año, es el punto de referencia más sencillo para ubicarse: desde allí todo es al sur (downtown), al norte (uptown), al este (east side) y al oeste (west side). Dicho esto, a explorar. Y si el tiempo lo permite, es buena idea alquilar una bicicleta porque caminar todo el día puede resultar muy cansador, aunque siempre está el metro que es una de las mejores maneras de trasladarse en la ciudad. La cantidad de rascacielos de distintas alturas y arquitecturas son uno de los sellos distintivos de Nueva York. Y verlos de noche, cuando están iluminados, es un verdadero espectáculo. Hay dos alternativas para encontrar esa vista panorámica de la ciudad desde arriba. Una es la terraza del Rockefeller Center, o el Top of the Rock Observation Deck. Esta torre ubicada en el número 30 de la calle Rockefeller Plaza es uno de los más prestigiosos estudios de televisión y desde sus pisos 67, 69 y 70 se puede disfrutar de una increíble vista de 360 grados. Al norte se pueden ver el Central Park y el edificio más alto -el 432 Park Avenue, de 426 metros- y hacia el sur, el Empire State

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y el Chrysler Building, entre otras figuras. Es recomendable ir al atardecer o un día de sol despejado, aunque se puede subir hasta las 23.15 hs. Además, el Rockefeller Center tiene una pista de patinaje sobre hielo en donde pasan música hasta la medianoche. Es un plan muy divertido tanto para quienes nunca lo probaron como para los que ya se animan a las piruetas. Hay otras pistas como la de Bryant Park, en su Winter Village, que tiene entrada gratuita sin límite de tiempo -solo hay que alquilar los patines- y por supuesto la del Central Park, entre las más conocidas. El otro punto panorámico es el Empire State Building. Su mirador principal está en el piso 86 y es el más alto de los que están ubicados al aire libre en todo Nueva York. Y para quienes se animan a más, 16 pisos más arriba está el Top Deck del piso 102, con las vistas más completas de la ciudad y alrededores, incluyendo el Central Park entero y todos los rascacielos. Pero el Empire State tiene mucho más que una vista fantástica: es una experiencia inmersiva, con un renovado lobby donde hay asombrosos murales de Art déco en los cielorasos, una exhibición histórica llamada Dare To Dream y otra enfocada en la Sustentabilidad. Unas cuadras más en dirección hacia el sur, justo enfrente del Madison Square Park, se encuentra el Flatiron Building. Este llamativo edificio súper angosto de forma triangular es un palacio del Renacimiento. Tiene 22 pisos y desde su restauración, en los años 90, puede verse su color original. ¿Cuántas películas, canciones y poesías han inmortalizado el famoso Puente de Brooklyn con sus torres góticas y sus arcos dobles? Diseñado por un inmigrante de Prusia llamado John

A. Roebling, es una magnífica obra de ingeniería. Cuando se completó, en 1883, se convirtió en la primera vía en conectar Manhattan y Brooklyn, que hasta 1898 eran ciudades separadas. En ese entonces, era el puente en suspensión más largo del mundo hasta la creación del puente de Williamsburg, en el Lower East Side, dos décadas después. A cada lado hay barrios muy interesantes para explorar, como la zona del DUMBO (Down Under the Manhattan Bridge Overpass) y las playitas del East River. El río que está al oeste de Manhattan es el Hudson y desde allí salen varios cruceros para dar un paseo. Desde el agua, a medida que nos alejamos, podemos tener la mejor vista del horizonte de Nueva York y también fotografiar de cerca la Estatua de la Libertad. Hay paseos de una hora para quienes tienen muchos planes en el día, pero también hay paseos más largos, de dos horas y media, que bordean toda la isla y permiten ver Staten Island, Brooklyn, Queens y el Bronx. La Estatua de la Libertad, como su nombre lo indica, es un símbolo de libertad y democracia reconocido universalmente. Fue un regalo de amistad del pueblo de Francia a los Estados Unidos que llegó en 350 partes y tardó 4 meses en ser ensamblada. En 1886 fue desvelada y en 1924, declarada monumento nacional. El peso de su base de cemento es de 27 mil toneladas, el de la construcción de acero, de 125 toneladas y el cobre utilizado, 31 toneladas. Pero estos no son los únicos números sorpresivos. Si se tiene en cuenta hasta el punto máximo de la antorcha, mide 46 metros, y los siete rayos de la corona simbolizan los siete mares. Visitar la corona es una de las experiencias más buscadas

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Regiones Vista desde el Edificio Empire State

9/11 Memorial & Museum

por los turistas, aunque para llegar hay que subir una escalera en espiral de doble hélice no apta para claustrofóbicos. Por su alta popularidad, conviene reservar los tickets con mucha anticipación antes de llegar. Otro sitio que vale la pena visitar es el 9/11 Memorial & Museum. El museo cuenta lo sucedido en el atentado del 11 de septiembre de 2001 a través de historias reales en primera persona por medio de dispositivos multimedia. Además, muestra artefactos auténticos y una exhibición de 13 artistas que intenta comprender lo sucedido. Por otro lado, el Memorial está exactamente en las bases donde se ubicaban las Torres Gemelas. Son dos enormes piscinas cuadradas con fuentes de agua que caen de sus bordes y con los nombres de las víctimas fatales inscriptos en bronce a su alrededor. Es un sitio donde se respira un clima de respeto y silencio, estando allí se logra salir de la vorágine y el apuro de todos los días para permitirse un momento de reflexión. Para los amantes del arte, hay varios museos como el MOMA (Museum of Modern Art), el Guggenheim, el Whitney Museum of American Art o el Met (Metropolitan Museum of Art). Este último es uno de los más grandes y más visitados del mundo, que actualmente cuenta con tres sedes: Fifth Avenue, Breuer y Cloisters. La primera, ubicada dentro del Central Park, abrió sus puertas en 1880. Con más de dos millones de obras de arte de hasta 5000 años, sus galerías proponen un recorrido que incluye Egipto, Grecia y Roma, entre otras culturas, a través de

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distintos períodos como el medieval, moderno y contemporáneo. Allí se puede ver desde la habitación de María Antonieta pasando por una gran colección de pinturas impresionistas (que incluye Edgar Degas, Vincent Van Gogh y Claude Monet) hasta el expresionismo abstracto de Jackson Pollock. Otro lugar increíble para conocer es la Grand Central Terminal. Decir que es apenas una terminal de trenes sería como decir que el Central Park es solo un parque. Cada día, cerca de 750 mil personas transitan por sus pasillos y 700 trenes parten desde allí hacia distintas ciudades de los Estados Unidos. Tiene muy buenos restaurantes, un espacio para conciertos y un diseño arquitectónico digno de ver, con un enorme mural en el techo inspirado en el zodíaco, con 2.500 estrellas. La lista puede seguir y seguir dependiendo de los intereses e inquietudes de cada viajero y de cuántos días tenga en total para recorrer. Por supuesto, están los espectáculos musicales de Broadway (y del circuito off Broadway) como el Fantasma de la Ópera, El Rey León o Chicago. Están las marcas de los más reconocidos diseñadores como Carolina Herrera, Ralph Lauren o Valentino para ir de shopping. Hay restaurantes con estrellas Michelin y de comida al paso de todas las nacionalidades, especialmente en la zona conocida como Hell’s Kitchen. Y hay eventos deportivos para quienes disfruten viendo jugar a sus equipos favoritos también. Por sobre todo, hay opciones. Muchísimas y muy variadas, para poder diseñar y hacer realidad ese viaje de los sueños a Nueva York a la medida de cada uno.

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