La Casa Blanca podría enviar más soldados a Irak

BAGDAD.– En medio de la creciente tensión entre Estados Unidos e Irán, el gobierno de Teherán culpó ayer a. Washington por el secuestro de un di- plomático ...
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Exterior

Miércoles 7 de febrero de 2007

LA NACION/Página 3

La guerra que no termina: la disputa con Teherán y el envío de tropas

Irán acusa a EE.UU. por el secuestro de un diplomático

Difunden el video de un ataque por error

Fue capturado el domingo en Bagdad

Aviones de EE.UU. contra británicos

BAGDAD.– En medio de la creciente tensión entre Estados Unidos e Irán, el gobierno de Teherán culpó ayer a Washington por el secuestro de un diplomático iraní ocurrido el domingo pasado en Bagdad y del que se informó ayer. La acusación, que la Casa Blanca desestimó, amenaza con provocar una nueva escalada en la confrontación entre los dos países rivales. “Irán responsabiliza a las fuerzas estadounidenses en Irak por la seguridad y la vida del diplomático iraní”, dijo el vocero de la cancillería iraní, Mohammed Ali Hosseini. El incidente ocurre en un momento de fuerte tensión entre ambos países por el supuesto respaldo de Irán a los extremistas chiitas de Irak y por el controvertido programa nuclear de Teherán que, según Estados Unidos, tiene como objetivo desarrollar armas atómicas. El diplomático, identificado como Jalal Sharafi, segundo secretario de la embajada iraní en Bagdad, fue secuestrado por unos 30 hombres vestidos con uniformes del ejército de Irak, mientras conducía su auto en el centro de la capital. Una fuente del gobierno iraquí dijo que los captores habían usado vehículos norteamericanos y que eran parte de una unidad del ejército iraquí que trabaja bajo la supervisión directa de las tropas de Estados Unidos. Voceros del ejército estadounidense, sin embargo, negaron su participación en el secuestro. Tanto el gobierno iraquí como el ejército norteamericano informaron que investigan el asunto. Sus sospechas recaen en varios grupos, como los comandos iraquíes de elite, elementos rebeldes de las fuerzas de seguridad, insurgentes sunnitas o delincuentes que buscan el pago de un gran rescate. Apenas conocido el incidente, la cancillería iraní convocó a los embajadores de Irak y Suiza –que representa los intereses norteamericanos en Irán, país que no tiene relaciones diplomáticas con Estados Unidos– para entregarles una nota de protesta. La cancillería afirmó que el secuestro

había sido un “acto terrorista” y dijo que los captores estaban “operando bajo la supervisión de las fuerzas norteamericanas en Irak”. “Los estadounidenses han violado todas las normas internacionales y diplomáticas al lanzar tales operaciones”, dijo el vocero de la cancillería. “Parece que este acto terrorista ha sido cometido en el marco de las órdenes de [el presidente George W.] Bush de intensificar la confrontación con Irán”, señaló, por su parte, el embajador iraní en Bagdad, Hassan Kazemi Qomi. Estados Unidos acusa a Irán de apoyar a las milicias chiitas que combaten contra las tropas de la coalición en Irak, a través de la provisión de bombas y armas a los insurgentes. En los últimos meses, las tropas norteamericanas detuvieron a por lo menos ocho iraníes en suelo iraquí, acusados de entregar armas a terroristas. En una polémica medida, la Casa Blanca también autorizó a las tropas norteamericanas en Irak a matar a agentes iraníes sospechosos de colaborar con extremistas. Por otro lado, Bush subió el tono de sus advertencias a Irán la semana pasada, al afirmar que Estados Unidos respondería “con firmeza” si Teherán seguía expandiendo su influencia en Irak.

Blair niega una ofensiva La escalada verbal entre Washington y Teherán llevó a varios políticos y militares retirados de Estados Unidos y Gran Bretaña a advertir en los últimos días sobre las consecuencias “desastrosas” de una eventual intervención militar en Irán. Ayer, el primer ministro británico, Tony Blair, estrecho aliado de Estados Unidos, negó la existencia de un plan de ese tipo. “Nadie está hablando de una intervención militar en Irán”, dijo Blair. “Pero es importante que Irán entienda que está llevando a cabo estrategias que desestabilizan a la comunidad internacional”, agregó el premier. Agencias AP, AFP, Reuters y EFE

Las declaraciones de Gates coincidieron con los preparativos en Bagdad para la gran ofensiva con la que las fuerzas iraquíes y estadounidenses pretenden pacificar la capital iraquí. Gates dijo que el operativo comenzará en los próximos días. En tanto, la de ayer fue otra jornada de violencia en Irak, en la que murieron por lo menos 25 personas en diferentes ataques.

LONDRES.– Un dramático video que muestra cuando dos pilotos norteamericanos dispararon por error en 2003 contra blindados británicos en Irak, acción en la que mataron a un sargento, fue divulgado ayer por medios ingleses, que destacaron la serie de errores cometidos por Estados Unidos. En el film, cuya divulgación Washington había rechazado inicialmente, se escucha cómo los soldados –cuya identidad no ha sido revelada– maldicen al percatarse de su error. “¡Maldita sea, terminaremos en la cárcel!”, dijo uno de los soldados estadounidenses tras darse cuenta de que se había equivocado de blanco y atacado por error a un blindado británico, según la transcripción del diario The Sun de la supuesta conversación entre los dos pilotos. La grabación de la cabina de un caza estadounidense constituye una prueba contundente del error cometido por las fuerzas estadounidenses el 28 de marzo de 2003, siete días después de la invasión de Irak para derrocar a Saddam Hussein. La víctima fue el soldado Matty Hull, de 25 años, quien viajaba en un vehículo blindado que formaba parte de un convoy británico que se hallaba cerca de Basora (sur de Irak) cuando fue atacado por un avión estadounidense. “Voy a vomitar”, dice uno de los pilotos, al darse cuenta de que habían atacado un convoy británico, que estaba además, subraya The Sun, en una zona que no debían atacar los pilotos estadounidenses, que eran guiados por controladores del cuerpo de infantes de marina de Estados Unidos. En la grabación se oye sollozar al otro piloto, que abrió fuego contra los blindados aliados sin esperar la autorización. Después de que el video fue exhibido por la televisión británica, un funcionario de Defensa estadounidense dijo que ahora Estados Unidos había accedido a que la cinta formara parte de la investigación.

Agencias AP, ANSA y Reuters

Agencias AFP y Reuters

AFP

Robert Gates (a la derecha) saluda al senador Robert Byrd antes de la audiencia en el Senado

La Casa Blanca podría enviar más soldados a Irak Otros 3000 militares se sumarían a los 21.500 ya previstos WASHINGTON.– Después de la fuerte polémica que desató en Estados Unidos la decisión del presidente George W. Bush de enviar más tropas a Irak, la Casa Blanca dijo ayer que está pensando en incrementar aún más el número de fuerzas adicionales que mandará al país árabe. El secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, dijo que el Pentágono podría agregar unos 3000 soldados a los 21.500 que están siendo desplegados en Irak bajo el nuevo plan de guerra del presidente George W. Bush. Por otro lado, Gates admitió que Estados Unidos podría comenzar a retirar sus tropas de Irak a fines de este año si la nueva estrategia destinada a sofocar la violencia sectaria en Bagdad tiene éxito. Gates hizo estas declaraciones durante una audiencia ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, para defender la propuesta de presupuesto para su cartera, que presentó anteayer Bush y que prevé que el Departamento de Defensa reciba la as-

tronómica cifra de 624.600 millones de dólares en el año fiscal 2008. El funcionario dijo que el número total de fuerzas adicionales que están enviando a Bagdad y a la provincia de Anbar podría incrementarse en entre 10 y un 15%, lo que equivaldría a unos 3000 soldados. También sorprendió al insinuar un calendario para el retiro de tropas. “Desearía que si nuestras operaciones tienen éxito este año podamos comenzar a retirar nuestras fuerzas hacia fin de año”, dijo Gates. El funcionario condicionó el retiro a una disminución de la violencia sectaria y al cumplimiento de “algunos compromisos políticos”. “La decisión de comenzar a replegar las fuerzas militares dependerá además de que el gobierno iraquí maneje el país con efectividad”, agregó. Bush ordenó el mes pasado el aumento del número de soldados desplegados en Irak –donde ya hay unos 138.000 militares norteamericanos– como parte de su estrategia para contro-

lar la violencia en el país árabe. El plan de Bush chocó con las críticas de la oposición demócrata –que desde el mes pasado controla ambas cámaras del Congreso– y con la desaprobación de gran parte de la opinión pública norteamericana. Gates dijo que el aumento de tropas “no es la última oportunidad” para triunfar en Irak y que “examina alternativas” por si el plan no funciona, aunque no las especificó.

En Bagdad