Jaime Roos, para entendidos

11 jul. 2008 - nioso tecladista Osvaldo Fattoruso. (aunque la combinación que hizo de los bancos de sonidos en su sinteti- zador pareció por momentos muy.
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Espectáculos

Viernes 11 de julio de 2008

LA NACION/Sección 4/Página 5

MUSICA POPULAR

Jaime Roos, para entendidos

Estreno

El cantante ofrece un espectáculo que excluye todo hit compuesto a lo largo de su carrera discográfica Muy bueno

★★★★

Hermano te estoy hablando, espectáculo del cantante y compositor Jaime Roos (voz y guitarra). Con Hugo Fattoruso (teclados, voz y acordeón), Nicolás Ibarburu (guitarras y bajo) y Gustavo Montemurro (teclados, programaciones, acordeón y voz). Anteayer, en La Trastienda. Próxima función: hoy, a las 21.

SILVANA COLOMBO

La cantante de Arequito, durante el minirrecital que dio ayer

Soledad Pastorutti: criollita santafecina Folklore es su nueva producción discográfica Durante un almuerzo que reunió a gente de la industria discográfica y a periodistas, la cantante Soledad Pastorutti dio ayer un pequeño show con temas incluidos en su flamante producción discográfica, a la que llamó, simplemente, Folklore. Meses atrás, antes de su actuación en el Festival de Cosquín junto a Mercedes Sosa, la intérprete de Arequito adelantó que para mediados de este año pensaba tener un nuevo CD en las bateas. Su idea era

lanzarlo el 25 de mayo, aunque sabía de antemano que la fecha era demasiado próxima para volver al ruedo con un material que todavía no estaba grabado. Tal vez por eso fue en busca de otra fecha patria para su estreno. El 9 de julio puso el material en las bateas, y ayer realizó ese minirrecital –matizado con asado y buen vino– en el que cantó cuatro piezas y mostró un breve video que remitía especialmente a su infancia, a su gusto primordial por el folklore, a su pasión por la vida pueblerina (en el video muestra la casa donde nació) y al cariño a su padre, a quien llena de agradecimientos.

Ahí nomás encendieron las luces del escenario. Soledad apareció con nuevo vestuario en colores claros y un sombrero. Junto a sus músicos interpretó la chacarera “La vieja”, “Canción del jornalero”, “Del tiempo de mi niñez” y el clásico de Chabuca Granda “Fina estampa”, en versiones potentes y ajustadas a su estilo vocal. El resto del repertorio tiene otros matices. En el segundo track del CD se encuentra la “Zamba por vos”, que ya venía incluyendo en sus recitales, pero aquí, en el CD, tiene una versión más delicada. Algo similar ocurre con otras piezas de esta selección: “Cuando llegue el alba”, por ejemplo, pieza tan bella y de melodía tan tradicional. Soledad también toma del cancionero latinoamericano. Canta “Piensa en mí” y luego se va para el lado de los estilos peruanos. Pero lo homogéneo de este trabajo no tiene que ver con que el álbum se llame Folklore y tenga músicas argentinas y latinoamericanas, sino con la sonoridad. Son instrumentaciones acústicas y bastante clásicas de piano, bombo o percusión, guitarra y acordeón, según corresponda a cada tema. Tampoco es casual que el corte de difusión elegido sea un clásico de la música nativa, “La vieja”, y que haya quedado casi a modo de yapa, en el último track, “Escucha a tu corazón”, escrito por Marcela Morelo y Rodolfo Lugo, que sería un corte de difusión ideal para promocionar un disco de la Sole. Pero uno más “popero”. No éste.

Mauro Apicella

Con su voz baja y su uruguayísima manera de entonar, a poco de terminar el primero de los tres recitales que programó esta semana en Buenos Aires, el cantante y compositor Jaime Roos contó que desde que actuó por primera vez en La Trastienda ya llevaba acumuladas 33 actuaciones en ese lugar. También manifestó que jugaba de local. Claro que sí. Jugaba de local ante el público que llenó ese día la sala y ante el que lo llenaría los dos días siguientes. Esa ventaja le permite presentar espectáculos como éste, Hermano te estoy hablando, no sólo en su país. Puede recorrer algunas ciudades argentinas con dos docenas de canciones que no suele cantar en vivo ni son hits del estilo de “Colombina”, “Durazno y Convención”, “Si me voy antes que vos” o “Amándote”. Lo llamativo, terminado el primer show, es que pareció haber algún hit colado (“Postales para Mario”, por ejemplo, todo un cantito futbolero) y varias piezas por las que más de uno se habrá preguntado: ¿Por qué Roos no las incluye habitualmente en los recitales? Ya en los primeros minutos se descargó con la pintura adolescente de “15 abriles” y con la oscura “Chalaloco” que representan, sin duda, dos joyas ocultas de su producción. Roos paseó por títulos de casi todos sus discos. Fue desde Candombe del 31 a Fuera de ambiente (se despidió del público con “Vida número dos”).

ARCHIVO

Gira y disco: el martes pasado, Juana Molina comenzó una serie de conciertos como telonera de Feist en los Estados Unidos, y la discográfica Domino Records aprovechó para anunciar la edición de su nuevo álbum, Un día, para el 7 de octubre.

ADRIAN QUIROGA

Roos y, a la derecha, sentado a los teclados, Hugo Fattoruso, en un recital que no incluyó canciones demasiado conocidas

Y pasó por 7 y 3, Siempre son las cuatro, Estamos rodeados y por la banda de sonido de la película El sueño de los héroes. También hubo piezas del disco La Margarita; sonetos escritos por Mauricio Rosencof y musicalizados por Roos que tienen status de leyenda. Pero Roos no apeló a la historia de cómo Rosencof escribió esos versos, mientras estaba recluido como preso político, sino, con muy buen criterio, se concentró en explicar brevemente cuáles fueron los sonetos que eligió para este recital y qué función tienen en esta historia de amor (el momento en el que el muchacho se anima a hablarle a la chica o el instante del primer beso).

Roos estuvo acompañado por tres músicos: un preciso Nicolás Ibarburu en guitarra y bajo, el siempre ingenioso tecladista Osvaldo Fattoruso (aunque la combinación que hizo de los bancos de sonidos en su sintetizador pareció por momentos muy recargada) y Gustavo Montemurro, que además de los teclados se encargó eficazmente de las programaciones. A pesar de que en más de un tema le hubiera venido bien una batería o una cuerda de parches con chico, repique y piano, los sampleos de Montemurro estuvieron muy bien. En general, el grupo se mueve fluidamente porque sus integrantes se conocen desde hace muchos años.

En cuanto a las versiones que se escucharon, hubo un poco de todo: desde aquellas que sonaron muy similares a las originales hasta una muy house de “Una vez más” (originalmente tiene un toque beat, en el LP Mediocampo, que hoy nos sonaría retro). Esa se escuchó a modo de bis y en su estribillo dice: “Oyes la historia, ya la conoces./Oyes las notas, las reconoces./ Oyes el coro, las mismas voces”. Aunque sean las historias, notas y coros de esas otras canciones que poco suenan en los recitales de Roos y que es grato volver a escuchar fuera del CD. Un gustito para Jaime y también para su público.

Mauro Apicella