Innovación: contradicciones oficiales

Kimberly-Clark desarrolló en Quilmes un centro de innovación regional en shopper marketing (para mejorar la experiencia en el punto de venta). Y Microsoft ...
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economía

| Domingo 15 De septiembre De 2013

Cuánto se destina a actividades científicas y tecnológicas 0,5%

Porcentaje del PBI

El Estado incrementó el monto global destinado a la actividad, en relación con el producto bruto interno

0,5%

0,5%

0,52%

0,5%

0,48%

0,44%

0,46%

0,49%

0,53%

0,58%

0,61%

0,61%

0,67%

0,7%

0,73% 13,489

Valores corrientes En millones de pesos

1353

1466,3

1495,6

1481,9

1430

1290,2

1388,7

1742,5

2194,5

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2796,4 3768,7

4934,2

6275,6

7624,8

10.132,9

0

Fuente: Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación / LA NACION

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

Innovación: contradicciones oficiales Viene de tapa

El economista austríaco Joseph Shumpeter ubicó a las disrupciones innovadoras del emprendedorismo empresario en la base del crecimiento económico. Apple, Google y Facebook, entre muchas otras, parecen darle la razón. Distintos indicadores muestran avances en la Argentina. Pero en la comparación con otros países, el rezago es grande. Por tomar sólo un parámetro, nuestro país suma, desde la década del 80 hasta el presente, 1279 patentes en el registro radicado en los Estados Unidos, contra casi 4,9 millones de ese país, unas 905.000 de Japón y, sin ir tan lejos, 3087 de Brasil. A nivel local, los altibajos en la serie de patentes concedidas por el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), entre 2007 y 2011, demuestran que no hay una correlación directa con el incremento de inversión en I+D, cuya tendencia resulta positiva en el período. Y no sólo es cuestión de cantidad. Aunque “la evolución es positiva en la última década en términos cuantitativos –detalla un trabajo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)–, debe ser matizada a partir de consideraciones cualitativas”. El organismo advierte, además, una dependencia en ese crecimiento de los títulos otorgados a no residentes, es decir, firmas extranjeras que protegen sus derechos en el país. En la región, donde el país está bien posicionado en inversión, también hay matices. “En el Global Innovation Index 2013 (WIPO/Naciones Unidas), la Argentina quedó detrás de Chile y Brasil en su capacidad de innovación relacionada con su producto per cápita equivalente (PPP, paridad de compra), que es algo superior al de ambos países”, observa Pablo Bereciartua, director de la Escuela de Ingeniería y Gestión del ITBA. Según el dato oficial, la inversión en innovación es de 0,7% del PBI, marca que ubica al país entre los primeros del vecindario y lejos de los líderes. En Japón y en Estados Unidos, el desembolso es cercano a 3%, y en Brasil ronda el 1,16 por ciento. La meta que aparece en los objetivos del Plan Argentina Innovadora 2020, presentado en marzo por Cristina Kirchner, es subir la tasa a 1,65 por ciento. En la actualidad, una parte del apoyo estatal se canaliza a través de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia, que administra el Foncyt, Fonarsec, Fontar y Fonsoft, un conjunto de fondos orientados a desarrollos de ciencia, tecnología y software. También aquí un dato expuesto como un logro palidece a la sombra de los recursos para el fútbol: entre 2008 y 2011, la agencia destinó $ 1731 millones a proyectos de investigación y desarrollo, mejoras de infraestructura y recursos humanos. La semana pasada, en la cena del Día de la Industria, la Presidenta pidió a los empresarios que aumentaran su inversión para innovar. Es que, como se ha dicho, el sector público es protagonista de los desembolsos. “Por cada dólar que invierte el gobierno norteamericano, los privados invierten dos. En Brasil es 50 y 50 por ciento. Aquí el Estado hace el esfuerzo porque no se les da a las empresas un ámbito para que inviertan. Pero son ellas las que aplican el conocimiento al mercado; el beneficio llega más rápido que cuando

está en manos del Estado”, explica Luis Dambra, profesor del área de Operaciones y Tecnología del IAE. Los empresarios argentinos cuidan sus billeteras. Como su colega académico, Juan Massot, director de Economía de la Universidad del Salvador, halla las causas en el contexto: “Hoy, las compañías no tienen previsibilidad. Hay variables, como el tipo de cambio que, al modificarse, complican proyectos de largo plazo. Algunas recortan gastos en I+D porque dejan de ser rentables por el atraso cambiario, el cepo, las restricciones a las importaciones. Otras más grandes, por ejemplo, farmacéuticas o firmas de biotecnología, trascienden la coyuntura porque tienen más espalda”. Eduardo Remolins, gerente de innovación en Wiener Lab Group, pone el foco en la composición del sector. “El hecho de que la Argentina no haya creado un número importante de grupos económicos multinacionales que puedan invertir en innovación, y tenga un sistema financiero averso al riesgo, hace que la tasa de innovación quede vinculada a esfuerzos individuales. Por eso hay ejemplos puntuales, pero no es la característica sistémica del país. Por otra parte, las multinacionales innovan en sus matrices y queda-

“La verdadera competitividad no es la basada en el tipo de cambio, sino una competitividad dinámica, basada en la capacidad de insertarse en el mundo con mayor diferenciación, calidad y productividad”, dice Pablo Bereciartua, del ITBA mos afuera”, indica Remolins. Sobre la innovación en las pymes, un estudio de la Cepal enumera tres principales limitantes: “Riesgos económicos excesivos, costos elevados y falta de financiamiento”. “Para que la innovación sea negocio –dice Lisandro Bril, socio de gestión del fondo AxVentures– hay que tener una mirada de largo plazo, y hoy la rentabilidad de una empresa depende de muchos factores macro que desalientan la inversión. Por ejemplo, la discrecionalidad en la política comercial. Las dificultades se ven, por ejemplo, en la caída del país en el indicador del Banco Mundial sobre la facilidad para hacer negocios.” La inflación impacta en la innovación, al igual que las trabas a las importaciones impuestas por Guillermo Moreno. “Distrae la agenda del empresario –afirma Dambra–, que se concentra en apagar incendios día a día, y quita esfuerzo a la innovación.” Esas dificultades para el desarrollo son parte del índice de competitividad del World Economic Forum, que pon-

Serio, pero no Solemne Juan Carlos de Pablo

Lejos de los pactos de la Moncloa o de otro acuerdo social Las reuniones de la Presidenta con dirigentes se parecen poco al diálogo, dice Fuentes Quintana

¿

En qué se parecen los pactos de la Moncloa y la teoría de la relatividad? En que muchísima gente se refiere a ellos, pero muy pocas personas saben exactamente de qué se trata. Algún día entrevistaré a

alguien para que explique la clave de la teoría de la relatividad, pero hoy en la Argentina resulta más relevante entender en qué consistieron los referidos pactos, por su probable aplicación a nuestro país.

dera a la innovación como una de sus variables. Hace pocos días se informó una nueva caída del país en el ranking. Claro que nada de eso es parte de la monumental muestra de innovación de Tecnópolis, un espacio reservado a las conquistas de 2003 en adelante. Los especialistas ven con buenos ojos la gestión de Barañao y el alza en los recursos. Pero cuestionan los resultados. Bereciartua observa que “el incremento en su inversión pública en I+D en los últimos años no generó resultados acordes especialmente en cuanto a la generación y promoción de empresas innovadoras”. Tampoco percibe cambios sustanciales en el perfil de exportaciones del país ni en la generación de patentes vinculadas con innovaciones relevantes. ¿Por qué? “La innovación no requiere sólo conocimiento, sino también de la capacidad de ponerlo en valor en los mercados. Es decir, la verdadera competitividad no es la basada en el tipo de cambio o la devaluación, sino una competitividad dinámica basada en la capacidad de insertarse en el mundo con una mayor diferenciación, calidad y productividad”, dice Bereciartua. Para que eso ocurra, considera esencial la acción del empresariado y el fomento a la creación de empresas. La innovación, propone, debe darse a través la investigación aplicada (a la creación de productos y servicios) y la innovación abierta (o sea, valerse de los conocimientos disponibles en el mundo), como en el caso de la soja: “Los productores fueron capaces de utilizar un desarrollo como la soja RR, junto con el glifosato y un modelo de gestión –la siembra directa– para alcanzar los más altos niveles de producción, ahora extendidos a otros países”. El marco ideal es el de un sistema integrado. “Las innovaciones son cada vez más el fruto de un entramado de relaciones entre instituciones y su evolución en el tiempo”, define Bereciartua. Aunque hay esfuerzos por unir las piezas, hoy impera la desarticulación. Para Santiago Siri, un exitoso emprendedor tecnológico, la innovación debe empezar en la formación inicial: “El analfabetismo literario ya está solucionado. Deberíamos medir el silicio per cápita e incorporar la programación en las escuelas”. Los recursos humanos son una fortaleza del país. “La ventaja competitiva sustentable de las naciones está en sus políticas de innovación y emprendedorismo que las capture. Aquí nos destacamos en proyectos de Internet, biotecnología aplicada a la agricultura y biocombustibles”, precisa Bril, que distingue una tendencia negativa para el país, como otra muestra de las contradicciones de una política de aliento con escollos: “La Argentina fue eficaz en repatriar científicos. Pero exporta cada vez más emprendedores”. La forma de explotar y retener las ideas, plantea el referente en el universo entrepreneur, es la creación de hubs tecnológicos. Pese a que otras ciudades de Chile, Brasil y Colombia la aventajan, Buenos Aires avanza en ese camino. El gobierno porteño estima que las industrias creativas representan 10% de la economía de la ciudad. Y trabaja en la creación de Distritos Creativos para generar sinergias, a partir de la clusterización. La innovación está en marcha, pero tendrá que ser hábil para saltar barreras y correr más rápido que la pelota.ß

Al respecto entrevisté al español Enrique Fuentes Quintana (19242007), abogado que a mediados del siglo XX ingresó en la administración pública de su país. Preceptor del rey Juan Carlos y hombre de la máxima confianza del presidente del gobierno español Adolfo Suárez, participó muy activamente de los tres eventos cruciales que tuvo la economía española durante la segunda mitad del siglo XX: el plan de estabilización de 1959, los pactos de la Moncloa de 1977 y la incorporación de España a la Unión Europea. –En los pactos de la Moncloa existe un componente político y otro técnico. –Ambos valiosos y complementarios. En el plano político, los pactos permitieron llegar a la Constitución. Enorme coraje tuvo Adolfo Suárez cuando convocó a líderes de todos los partidos políticos que tenían representación parlamentaria, sentando alrededor de una mesa desde Manuel Fraga Iribarne hasta San-

Proyectos con sello local que van al mundo

El desarrollo de ideas, en cifras REZAGO RESPECTO DE LOS PAÍSES AVANZADOS

Índice 100 global de innovación 80 Puntaje, sobre la base de la ponderación de diferentes variables 60

60,3 2,8 Alemania

56 4,3 Israel

U

Fuente: GII, IAE, Ministerio de Economía de la Nación, INPI, Ministerio de Ciencia y Tecnología de La Nación, Unesco / LA NACION

n nano satélite argentino fue puesto en órbita en abril pasado. El proyecto fue financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, producido por la empresa Satellogic, de Emiliano Kargieman, en colaboración con Invap. La Argentina tiene innovación. Muchos otros tantos casos provienen del campo. “Hay ejemplos. Tendríamos que multiplicarlos por 100. Innovar es integrarse más al mundo, pero no podemos pensar en fabricar todo; hay que focalizarse en cadenas industriales, porque podemos complementar lo que está surgiendo de novedoso”, opina Luis Dambra, profesor del área de Operaciones y Tecnología del IAE. Algunosde loscasosdestacadosson las firmas de Hugo Sigman, fundador de Chemo y CEO del Grupo Insud, y el de Tenaris, del grupo Techint. Esta última, fabricante de tubos de acero sin costura, se ubica en la posición número 81 del ranking de las compañías más innovadoras de Forbes, en el que escaló 11 posiciones desde 2011. “Ese lugar implica un reconocimiento de la potencialidad de Tenaris en términos de innovación, no sólo en lo relativo a productos y servicios, sino también al modelo de negocios, organización y estructura de la empresa para servir a sus clientes de manera efectiva y eficiente”, señala Marcelo Ramos, director de Tecnología de Tenaris. La firma, que posee centros de investigación en la Argentina y en otros cinco países con 200 científicos e ingenieros, invierte más de US$ 100 millones en su programa anual de I+D en el mundo. En la empresa funciona un Centro de Tecnología desde 1988. En 2011, inauguró un nuevo espacio en Campana. La inversión para el nuevo edificio de tecnología que cuenta con tres laboratorios fue de US$ 8 millones. La empresa creó también una universidad corporativa para integrar, alinear y promover el conocimiento en toda la compañía. Existen también iniciativas de innovación de mutinacionales en el país. Por ejemplo, 3M anunció una inversión de $ 40 millones para construir un centro de alta tecnología en Escobar. Kimberly-Clark desarrolló en Quilmes un centro de innovación regional en shopper marketing (para mejorar la experiencia en el punto de venta). Y Microsoft impulsa la innovación con programas para compañías de software nacientes y desarrolladores de aplicaciones. En el mundo, distintos rankings clasificanestavariable.Elrelevamiento entre 1000 empresas hecho por Booz & Company posiciona a Toyota, Novartis, Roche, Pfizer, Microsoft y Samsung, como líderes en inversión en I+D, con desembolsos anuales de entre US$ 9900 y 9000 millones. Según la percepción, el podio de las más innovadoras está integrado por Apple, Google y 3M.ß

tiago Carrillo. No se trató, por consiguiente, de un acuerdo corporativo, sino político. –Sentar a todos a una mesa fue importante, pero ninguno de ellos determinó el contenido de lo que se firmó. –Así es. El texto se debe al esfuerzo de un conjunto de economistas, funcionarios públicos que se fueron incorporando al gobierno presidido por Francisco Franco, desde algún momento de la década de 1950. No participé en la redacción, sino que supervisé el documento final. –¿Qué dicen los pactos? –Comienzan planteando restricciones a la emisión monetaria, al gasto público… –¡Milton Friedman no lo hubiera escrito mejor! –Los pactos reflejaron las circunstancias. La política económica siempre es un aquí y ahora, lo que en aquel momento había que hacer en España era corregir importantes desequilibrios. Lo cual quiere decir que en otras circunstancias probablemen-

tir del plan implementado por José Ber Gelbard). En los pactos corporativos los presentes les hacen pagar la cuenta a los ausentes, por ejemplo, a los ahorristas, los contribuyentes impositivos, los asalariados informales, etcétera. –La Argentina está lejos de los pactos de la Moncloa. ¿Está cerca del pacto social? –No parece. Hace algunos días la Presidenta de la Nación se reunió con representantes de algunos sectores, como industriales, constructores, banqueros y dirigentes obreros. Cada uno de estos últimos, naturalmente, luego de aplaudir el evento, formuló pedidos. La titular del Poder Ejecutivo aclaró que necesita hasta el último peso de la recaudación para financiar los gastos públicos, de manera que preguntó qué porción del sector privado financiaría la reducción del pago del impuesto a las ganancias que hoy realizan los asalariados. Esto se parece muy poco a un pacto social. –Don Enrique, muchas gracias.ß

52,8 52 2,2 Francia

37,7 Chile 0,7* 40,6 0,4 Argentina

Mide la innovación en los países. Está 40 elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad 20 Intelectual de la ONU

México 36,8 0,4

0

China

EE.UU. 55,8 2,9

2%

3%

44,7 1,7

Brasil 36,3 1,2

1%

Japón 52,2 3,4

4%

5%

Porcentaje del PBI destinado a I+D Datos de 2011 de la UNESCO. *Para la Argentina, dato del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

GASTO DEL MINISTERIO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA En millones de pesos

2013*

2008

2009

2010

2011

2012

Presupuestado 1244,95

1859,34

2246,17

2823,12

3702,58

4377,08

Devengado

1676,81

2019,53

2758,19

3382,30

2785,03

1124,86

(*) Hasta la fecha

PATENTES CONCEDIDAS Residentes

0

No residentes (extranjeros que protegen su producto o servicio con la ley local)

2324

970

1106

1155

1067

445 2007

244 2008

248 2009

211 2010

224 2011

PATENTES POR HABITANTES Número de patentes concedidas al año por cada millón de personas

Estados Unidos

Canadá

Australia

340

63

58

Argentina

6

INVESTIGADORES Y BECARIOS CON DEDICACIÓN EXCLUSIVA Becarios

28.518 0

Investigadores

29.612

32.057

32.962

10.391

11.393

12.497

13.967

2008

2009

2010

2011

te hubieran comenzado de manera diferente. Claro que a los economistas, como a los dentistas, se recurre cuando se llega al límite, y por esto los profesionales nunca tenemos buenas noticias. A propósito: los pactos funcionaron muy bien, las estadísticas económicas españolas muestran un quiebre en 1977. –Usted diferencia entre los pactos políticos y los corporativos. –En efecto. En la Argentina el Pacto Social de 1973 fue firmado entre la Confederación General Económica, la Confederación General del Trabajo y el Poder Ejecutivo. Fue un acuerdo corporativo, que congeló precios, tarifas públicas, tasas de interés y salarios (luego de un aumento), sin introducir restricciones monetarias y fiscales. Luego de varias modificaciones, un par de años después el Pacto Social terminó en el Rodrigazo (a Celestino Rodrigo se le podrá criticar que ignoró la debilidad del gobierno del cual formó parte, y que equivocó la dosis, pero no se puede analizar su gestión sin par-