III. La preparación y el acontecimiento  de la Encarnación:  Un Dios que, siendo Perfecto,  eligió manifestarse en la debilidad humana eligió manifestarse en la debilidad humana  a través de los profetas,  hasta terminar asumiendo Él mismo hasta terminar asumiendo Él mismo la fragilidad humana al encarnarse.

La llamada de Dios a ser testigos de su Palabra: una desconcertante opción por la debilidad humana desconcertante opción por la debilidad humana

Razonablemente, buscamos personas confiables y competentes (doctores, abogados, etc) ¿Dios llama a los mejores para que colaboraren con su Plan de Salvación?  • Cátaros (s. XII, sur de Francia y Norte de Italia):  ↑ Maniqueos: Cuerpo y materia son malos.  q p y → Ellos se consideraban puros, pues se mantenían aislados  y no “contaminados” con el mundo. • En la Biblia, Dios opta, en cambio, por la humildad y fragilidad.  En la Biblia Dios opta en cambio por la humildad y fragilidad  No eligió a las grandes civilizaciones antiguas 

→ Israel se formó a partir de dispersas tribus nómades.   Tampoco prefirió el poderío militar de los grandes imperios T fi ió l d í ili d l d i i

Castillo Cátaro de Quéribus,  al Sur de Francia al Sur de Francia

→ Los judíos fueron conquistados por asirios, babilonios, persas, egipcios, griegos y romanos  Cuando elegía a sus profetas, éstos solían sentirse incapaces de llevar a cabo su misión.

• Jesús nació en un olvidado rincón del Imperio Romano, en un pesebre en la humilde Belén; creció  en Galilea, zona periférica y desdeñada por las autoridades de Jerusalén.   Los apóstoles fueron, en su mayoría, iletrados y sencillos; abandonaron a Jesús en el momento  p , y , y ; de su Pasión y se ocultaron, creyendo que todo había concluido; comprendieron cabalmente su  mensaje luego de su Resurrección y de Pentecostés.   Pedro, particularmente, traicionó a Cristo e, inicialmente, no comprendió que el Evangelio debía  p p q g abrirse a todos los pueblos.

Los profetas y su conciencia de sus miserias y limitaciones…

Elías: “¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida, porque yo no valgo más que mis padres!” (1Re 19,4). Amós: “yo no soy profeta, ni hijo de profetas, sino pastor y cultivador de sicómoros” (Am 7, 14). Isaías: “…¡Ay de mí, estoy perdido! Porque soy un hombre de labios impuros, y habito en medio de  un pueblo de labios impuros” (Is 6,5) JJeremías í : “¡Ah, Señor! Mira que no sé hablar, porque soy demasiado joven” (Jer 1,6). “¿Por qué es incesante mi dolor, por qué mi llaga es incurable, se resiste a sanar?” (Jer 15,18) “ ú “¡Tú me has seducido, Señor, y yo me dejé seducir! (…) Dije: ‘No lo voy a mencionar, ni hablaré  h d id ñ d jé d i ! ( ) ij ‘ l i i h bl é más en su Nombre’. Pero había en mi corazón como un fuego abrasador, encerrado en mis  huesos: me esforzaba por contenerlo, pero no podía” (Jer 20,7‐9).

… y la sorprendente respuesta divina • Al convocar a los profetas, Dios ignora las objeciones de los profetas, y les promete  socorrerlos en sus precariedades y miserias.   “Mira: [una brasa ardiente del altar] ha tocado tus labios; tu culpa ha sido borrada y tu 

pecado ha sido expiado” (Is p p ( 6, 7). , )  “No digas: ‘Soy demasiado joven’, porque tú irás adonde yo te envíe y dirás todo lo que yo 

te ordene. No temas delante de ellos, porque yo estoy contigo para librarte” (Jer 1, 7‐8).  • La vocación profética es un encuentro inesperado con la gracia de Dios,  que mueve a los profetas a una conversión interna.  El fruto de esta conversión es proclamar la Palabra Divina,  fruto de esta conversión es proclamar la Palabra Divina, • El que testimonian leyendo los signos de los tiempos.

Sorpresa y vacilaciones ante el llamado de Jesús Cuando Jesús invitaba a seguirlo, solía despertar una conciencia de debilidad e indignidad similar a la de los profetas del Antiguo Testamento. • Juan el Bautista exclamó cuando Jesús se acercó al Jordán para ser bautizado por él: “Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!” (Mt 3, encuentro! 3 13‐14). 13 14) • Pedro: “…Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: ‘Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador’ d ’ ” (Lc ( 5, 8). ) • Pablo: “ ‘¿Quién eres tú Señor?’. ‘Yo soy Jesús, a quien tú persigues (…) Ahora levántate, y entra en la ciudad: allí te dirán qué debes hacer’ ” (Hch 9, 3‐6). 

De modo similar a Jeremías, Jeremías Pablo exclamaba “¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!”(1 Cor 9,16).

“El Bautismo de Cristo” (1515) (detalle)  d J hi Patinir de Joachim P ti i

“La pesca milagrosa” (1515) (detalle)  de Rafael Sanzio

“La conversión de San Pablo” (1549)  de Miguel Ángel

En la “Parábola de los invitados al banquete de bodas” (Mt 22, 1‐10 y par) percibimos la clave de esta predilección: • Cuando los que habían sido invitados inicialmente a la Boda del Señor se excusan, éste manda a los servidores a salir a los caminos y plazas, para convocar a la Boda a “buenos y malos” y “a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los paralíticos”. • Como los profetas del AT, esta gente marginal será llamada y asistida por la gracia divina. • “…Jesús dijo a Simón: No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres Jesús dijo a Simón: No temas de ahora en adelante serás pescador de hombres” (Lc (Lc 5, 10). 5 10) • “Tres veces pedí al Señor que me librara, pero él me respondió: ‘Te basta mi gracia, porque  mi poder triunfa en la debilidad’. Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para  que resida en mí el poder de Cristo. (2 Cor 12, 8‐9)

• Cuando Dios asume nuestra propia fragilidad, no pretende resignarse a un “plan B” por  carecer fieles “calificados”.  → El Señor ha querido revelarse no a pesar de nuestros titubeos sino a través de ellos. • Jorge Bergoglio adoptó para su Pontificado el lema (ya elegido durante su arzobispado)  “Miserando atque eligendo” (“Lo miró con misericordia y lo eligió”).

La Encarnación del Hijo:  el desconcertante abajamiento divino. el desconcertante abajamiento divino.

La Encarnación de Jesucristo es la raíz primera de la originalidad de la fe cristiana. La Pascua, Pascua centro y punto de inflexión de la historia, historia es la realización de este misterio: → Mutua implicación: Encarnación redentora. • Es el escándalo fundamental del credo cristiano: → Dios Hijo, permaneciendo Eterno y Todopoderoso se hizo mortal, débil, desprotegido, naciendo en total dependencia de su Madre.  Pablo en el Himno inicial de su Carta a los Filipenses

“…El, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres…” (Fil 2, 6‐8). • Sin embargo, muchos cristianos consideran casi una herejía creer q que Jesús haya y experimentado p sentimientos humanos como risa, llanto, goce o temor.  Docetismo:

Negaban la Encarnación, pues consideraban indigno g de Dios haber asumido un cuerpo p corruptible. p

→ No perseguían redimir al cuerpo, sino redimirse del cuerpo, huyendo de la materia.

• El Nuevo Testamento atestigua tanto la realidad humana como divina de Jesús: 

El testimonio de su humanidad:  Nació por medio de un parto humano de su Madre; creció en sabiduría bajo  N ió di d h d M d ió bid í b j el cuidado de María; lloró ante la muerte de Lázaro; se angustió por la cercanía  de su propia muerte en el Huerto de los Olivos, etc. Luego de su resurrección,  mostró las llagas de la crucifixión a Tomás; comió con sus Apóstoles; compartió mostró las llagas de la crucifixión a Tomás; comió con sus Apóstoles; compartió  el pan con los discípulos de Emaús; y ascendió con su corporeidad junto al Padre. 



El testimonio de su divinidad:  SSan Pablo llama “Kyrios” (“Adonai”) a Jesús, para contraponer el título  P bl ll “K i ” (“Ad i”) J ú t l tít l dado al Emperador, a quien había que adorar como único “Kyrios” (Fil 2,11).  En el Evangelio de Lucas el Ángel anuncia el nacimiento del Kyrios a los  pastores Los Sinópticos muestran a Jesús con gestos reservadas a Dios pastores. Los Sinópticos muestran a Jesús con gestos reservadas a Dios  (perdón de los pecados, legislación sobre la Ley) y el Evangelio de Juan llama a Jesús el Verbo que es Dios y se hizo carne, y, ante el requerimiento de un  centurión en el Huerto de los Olivos, Jesús declara “Yo soy” (Jn y ( 18,4s). )

• Los Concilios Ecuménicos de los siglos IV y V (Nicea, Constantinopla, Éfeso,  Calcedonia) han profundizado estos datos, ante los intentos de considerar  a Jesucristo tanto un mero profeta como un Dios disfrazado de hombre a Jesucristo tanto un mero profeta como un Dios disfrazado de hombre.  

En el Concilio de Calcedonia (451) se proclamó que Jesús es Dios Hijo,  que unifica en su Persona sus realidades humana y divina:  



La Iglesia declara el Misterio de su doble naturaleza en su Única Persona:   → Cristo es totalmente hombre y totalmente Dios. 

• Luego de esta puntualización, procuremos redescubrir el asombro de la fe en la Encarnación. • Hay un punto donde los conceptos no pueden llegar → Resta vislumbrar el Misterio de la fe desde la periferia de nuestra inteligencia. inteligencia • San Pablo (†58?): “Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo que, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza” (2 Cor 8, 9). • San Gregorio Nacianceno (†389): “¡Qué admirable intercambio! El Hijo de Dios en persona, aquel que existe desde toda la eternidad, aquel que es invisible, incomprensible, incorpóreo, principio de principio, luz de luz, fuente de vida e inmortalidad (…) él mismo viene en ayuda de la criatura, que es su imagen: por amor del hombre se hace hombre...” (Sermón 45, 9.22.26.28). • San Jerónimo (†420): “…¡el que abarca al mundo con su mano es contenido en la estrechez de un pesebre!” (Epistolario, I, Carta 22 a Eustoquia, n. 39). • Papa San León Magno (†461): “…El inaccesible quiere ser accesible; él, que existe antes del tiempo, comenzó a ser en el tiempo; el Señor del universo, velando la grandeza de su majestad, asumió la naturaleza de siervo” (Sermón 2 sobre la Navidad, 2.1). • San Luis María Grignion de Montfort (†1716): “¿Cómo es posible que el Dios todopoderoso haya optado libremente por vivir una ‘debilidad’ como ésta? ¡El Dios altísimo, convertido en un niño pequeño y débil, necesitado de los cuidados y asistencia de su santísima Madre!” (Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, Virgen Cap. Cap II, II 2). 2) • Papa Juan Pablo II (†2005): “¡Oh Niño, que has querido tener como cuna un pesebre; oh Creador del universo, que te has despojado de la gloria divina…!” (Homilía de Nochebuena, 24/12/2003), n. 3). • Papa Benedicto XVI: “…en ese Niño, necesitado de todo como los demás niños, lo que Dios es: eternidad, fuerza, santidad, vida, alegría, se une a lo que somos nosotros: debilidad, pecado, sufrimiento, muerte”. (Audiencia General, 4/1/2012).

¿Puede vislumbrarse el sentido último del obrar paradojal divino en la Encarnación? • Una antigua fórmula acuñada por los Padres: “Lo que no  es asumido no es redimido”.  San Ireneo de Lyon ( Ireneo de Lyon (†202) 202) señalaba que la finalidad de la  señalaba que la finalidad de la • San Encarnación es otorgarnos la divinización: “El Verbo de  Dios (…) se hizo lo que nosotros somos, a fin de elevarnos  a lo que Él es” (Contra los Herejes, libro V, Prólogo).

Las llagas en el costado de  Jesucristo: testimonio del  realismo de su Encarnación

• La fe en la Encarnación no es una sutileza teológica  → Está en juego el paradigma del obrar mismo de Dios.  ¿Asumo que Él no haya querido ejercer su poder desde un  que Él no haya querido ejercer su poder desde un • ¿Asumo trono en el Olimpo sino desde el pesebre de Belén?  • ¿Estoy dispuesto a renunciar a una escala de valores  egocé t ca e de t ca e co u egocéntrica e identificarme con un Dios que ha querido  os que a que do revelar su potestad divina en la humildad y el servicio a  sus hijos? q p p • Un Dios Encarnado es un Dios que ha tomó partido por la  humanidad. • No se limitó a inspirar a sus profetas o intervenir “desde lo  p , alto”. Ha preferido rescatarnos viniendo a nuestro lado,  haciéndose hermano nuestro para redimir desde dentro  nuestra condición y conducirnos con él a su Pascua.

“La incredulidad de Santo Tomás”  (1621) de Il Guercino