Hace ya algún tiempo yo era una mujer dependiente, concretamente ...

vida, como dice la actriz Emma Suárez en la película Sobreviviré. Por eso siento que ahora llevo las riendas de mi destino. En las relaciones sentimentales, ...
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Hace ya algún tiempo yo era una mujer dependiente, concretamente dependía de los hombres. Mi estado de ánimo cambiaba en función de ellos. Cuando mi pareja me abandonaba me sumía en una depresión, cuando volvía conmigo me sentía feliz. Pero con el paso de los años caí en la cuenta de que si no aceptaba los acontecimientos que me deparaba el futuro entonces no estaba viviendo mi propia vida, como dice la actriz Emma Suárez en la película Sobreviviré. Por eso siento que ahora llevo las riendas de mi destino. En las relaciones sentimentales, carentes de un lazo biológico que una a las personas, nunca te pueden respetar más de lo que te respetas a ti misma. No se trata de belleza sino de autoestima. Si te valoras poco, inconscientemente das pautas a la otra persona de cómo tiene que valorarte. Pero cuando recuperas tu orgullo puedes tener a cuantos amantes quieras como si de un milagro se tratase. Hablo de relaciones en las que se ama sin perder la cabeza, sin peleas, sin discusiones. De las que se aprende muchísimo. Gracias a ello yo he podido poner en práctica muchas cosas y comprobar otras tantas. Cuando sólo piensas en tu querido cuando estás con él y dejas de preocuparte por lo que esté haciendo o dejando de hacer constantemente, le dedicas a cada cosa el tiempo que merece. Ratos en familia, de soledad, con la compañía de amigos… Disfrutar de los pequeños momentos de la vida nos hace sentir autorrealizadas. Como se suele decir no podemos cambiar el mundo aunque sí matizarlo. No se trata de ganar a los hombres la guerra de los sexos pero sí de salir invictas de cada batalla. Porque cualquier mujer sea cual sea su edad, rubia o morena, alta o baja, gorda o delgada, puede tener la victoria si se convence de una vez por todas que las mujeres somos poderosas. Tenemos el poder de decidir con madurez porque somos consecuentes, somos responsables, somos madres. Todas podemos conquistar al hombre escogido, podemos mantener vivo el deseo de nuestros compañeros o podemos estar solas si así lo queremos. Esta ha sido mi opción tras la intensidad de mi pasado sin cerrar las puertas a lo que acontezca, sin pensar que nunca voy a encontrar a nadie. Hoy soy una mujer independiente porque me he dedicado el tiempo que merezco para poder cumplir los objetivos propuestos. También he dejado de sufrir por amor porque pase lo que pase a mi alrededor yo siempre voy a estar en mi lugar. Un día vi una película antigua donde un apuesto caballero le decía a la protagonista que era una verdadera dama porque siempre mantenía la compostura. Se trata precisamente de eso, de no perder el control, de tener el control de nuestras vidas.