Política
Domingo 30 de diciembre de 2007
Copamiento piquetero en La Plata
Fue detenido el líder de la toma de un ministerio En su poder había escopetas, pistolas 9 milímetros y trotyl Por Pablo Morosi Corresponsal en La Plata LA PLATA.– Daniel Rodríguez, líder del Movimiento Popular 29 de Mayo (MP-29) que dos semanas atrás copó por la fuerza el Ministerio de Desarrollo Social de Buenos Aires, fue detenido ayer y en su poder se encontraron armas de guerra y trotyl, informó ayer el gobierno bonaerense. Según indicaron voceros del Ministerio de Seguridad provincial, Rodríguez fue, en realidad, apresado en su casa de Quilmes a partir de una denuncia de algunos vecinos que habrían alertado a la policía porque el sujeto golpeaba a su pareja, una joven de 21 años. Al realizar el operativo, la policía descubrió en la casa de Rodríguez un verdadero arsenal. Esto derivó en la apertura de una causa en el juzgado federal de Quilmes, a cargo de Luis Armella, por tenencia ilegal de armas de guerra. Ahora, Rodríguez deberá explicar al juez el origen del armamento hallado en su vivienda. Según lo consignado por la policía, el líder piquetero tenía en su poder cuatro escopetas 12/70; tres Mauser 7.65; 500 gramos de pólvora; 700 gramos de trotyl; 3 pistolas de grueso calibre (una 9 milímetros, una 3.80 y otra 11.25); 14 cargadores de pistolas 9 milímetros y 11.25, además de un chaleco antibalas robado a la policía hace un año, y 800 municiones de diverso calibre. En la nómina del material incautado figuraron también cuatro ejemplares de una publicación que es el órgano de prensa del MP-29, y llamó la atención que se consignara, asimismo, el secuestro de “un diccionario marxista”. Rodríguez está imputado, junto con otros 46 piqueteros que tomaron el Ministerio de Desarrollo Social provincial armados con bombas molotov y, por lo menos, dos pistolas calibre 45 por coacción agravada, privación ilegal de la libertad, portación ilegal de arma de guerra, lesiones agravadas e intimidación pública. En la causa, que es seguida por la
FACUNDO BASAVILBASO
Daniel Rodríguez, en una reciente entrevista con LA NACION
fiscal platense Ana Medina, Rodríguez y el resto de los procesados presentaron, a través del defensor oficial de turno, Ariel Ricciardelli, un pedido de eximición de prisión que fue denegado por el juez de Garantías Guillermo Atencio. Pero Ricciardelli apeló y, por lo tanto, la suerte de los piqueteros en este caso debe ser resuelta por la Cámara Penal de Apelaciones.
Ocupación violenta En una de sus últimas apariciones públicas Rodríguez anticipó que ninguno de los integrantes de su organización iban a presentarse voluntariamente a la Justicia. Rodríguez dijo, en declaraciones periodísticas, que los referentes del MP-29 “estamos dispuestos a dar la discusión que está pendiente” y “lamentamos que haya habido policías lastimados”, pero “no queremos que se haga una acusación exagerada a compañeros que ganan 150 pesos por mes y no hicieron más que reclamar un aguinaldo”. Incluso llegó a trascender que el MP-29 planeaba realizar otro ataque a alguna dependencia pública de la provincia, algo que, hasta el momento no ocurrió. Los incidentes en el ministerio
provocaron destrozos en los cinco pisos del edificio. La toma incluyó la utilización de armas y bombas de fabricación casera y gran cantidad de pirotecnia. Incluso se llegó a denunciar una presunta toma de rehenes. Hubo vidrios rotos, ascensores trabados, barricadas en las escaleras con muebles rociados con combustible. La peor parte se vivió en el cuarto piso. Además se registraron cuatro policías lesionados: Pablo Lozano, internado con el 40 por ciento del cuerpo quemado; Mauro Ravagliate y Amílcar Calase, y el vigilador privado Oscar David. Los militantes que tomaron el ministerio aseguraron a la prensa que sólo buscaban conseguir más planes sociales y bolsones de comida. Sin embargo, el ministro de Desarrollo Social provincial, Daniel Arroyo, dijo que se trató de un ataque con fines políticos más que un reclamo social. Fuentes de la cartera conducida por el ex funcionario kirchnerista reconocieron que se pudo tratar de una violenta demostración de fuerza de grupos que originalmente fueron oficialistas, pero que en los últimos tiempos perdieron protagonismo y, consecuentemente, gravitación en el escenario político.
LA NACION/Página 13