fresa, deficiencias y síntomas nutricionales “una guía visual para

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FRESA, DEFICIENCIAS Y SÍNTOMAS NUTRICIONALES

“UNA GUÍA VISUAL PARA FERTILIZAR” Luis Febronio Díaz Espino Pedro Antonio Dávalos González Alba Estela Jofre y Garfias Talina Olivia Martínez Martínez

ISBN: 978-607-37-0775-6 Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas y Pecuarias Centro de Investigación Regional Centro Campo Experimental Bajío Celaya, Guanajuato, México Folleto Técnico Núm. 36

Forestales

Septiembre 2017

SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENTACIÓN LIC. JOSÉ EDUARDO CALZADA ROVIROSA Secretario LIC. JORGE ARMANDO NARVÁEZ NARVÁEZ Subsecretario de Agricultura M.C. MELY ROMERO CELIS Subsecretaria de Desarrollo Rural M.C. RICARDO AGUILAR CASTILLO Subsecretario de Alimentación y Competitividad LIC. MARCELO LÓPEZ SÁNCHEZ Oficial Mayor LIC. VÍCTOR HUGO PINEDA MARTÍNEZ Delegado Estatal en Guanajuato

INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS DR. LUIS FERNANDO FLORES LUI Director General M.C. JORGE FAJARDO GUEL Coordinador de Planeación y Desarrollo DR. RAÚL GERARDO OBANDO RODRÍGUEZ Coordinador de Investigación, Innovación y Vinculación M.C. EDUARDO FRANCISCO BERTERAME BARQUÍN Coordinador de Administración y Sistemas DR. EVARISTO AGUILA TEXIS Director General Adjunto de la Unidad Jurídica CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL CENTRO M.C. FRANCISCO JAVIER MANJARREZ JUÁREZ Director Regional M.C. MARCO ANTONIO AUDELO BENÍTEZ Director de Investigación C.P. ARTURO FLORES SÁNCHEZ Director de Administración CAMPO EXPERIMENTAL BAJÍO DR. VÍCTOR PECINA QUINTERO Jefe de Campo

FRESA, DEFICIENCIAS Y SÍNTOMAS NUTRICIONALES “UNA GUÍA VISUAL PARA FERTILIZAR”

Dr. Luis Febronio Díaz Espino Programa de Fertilidad de Suelo y Nutrición Vegetal INIFAP-CE Bajío

Dr. Pedro Antonio Dávalos González Programa de Fresa INIFAP CENGUA

Dra. Alba Estela Jofre y Garfias Centro de Investigación y de Estudios Avanzados Campus Irapuato Cultivo de Tejidos Vegetales

Dra. Talina Olivia Martínez Martínez Programa de Biotecnología INIFAP-CE Bajío

INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL CENTRO CAMPO EXPERIMENTAL BAJÍO CELAYA, GTO., MÉXICO

FRESA, DEFICIENCIAS Y SÍNTOMAS NUTRICIONALES “UNA GUÍA VISUAL PARA FERTILIZAR”

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias Progreso Núm. 5, Barrio de Santa Catarina, Delegación Coyoacán, C. P. 04010, Cd. de México Tels. (55) 3871 – 8700 y 01 (800) 088 2222

ISBN: 978-607-37-0775-6

Folleto Técnico Núm. 36 Primera Edición 2017 Hecho en México

No está permitida la reproducción total o parcial de esta publicación, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otro método, sin el permiso previo y por escrito a la institución.

CONTENIDO

Tema

Página

Enfermedades abióticas

1

Nitrógeno

1

Fósforo

6

Potasio

8

Azufre

11

Fierro

12

Zinc

15

Calcio

16

Magnesio

17

Manganeso

19

Cobre

23

Boro

26

Molibdeno

28

Cloro y sodio

30

Conclusiones

31

Confirmación del diagnóstico visual por análisis

32

químico Bibliografía

33

FRESA, DEFICIENCIAS Y SÍNTOMAS NUTRICIONALES “UNA GUÍA VISUAL PARA FERTILIZAR” Luis Febronio Díaz Espino Pedro Antonio Dávalos González Alba Estela Jofre y Garfias Talina Olivia Martínez Martínez

ENFERMEDADES ABIÓTICAS Las enfermedades que no son ocasionadas por un agente causal o parásito

se

denominan

enfermedades abióticas, ya que su origen

se

debe

nutrimentales,

a

deficiencias

susceptibilidad

varietal y más comúnmente a una interacción entre la variedad y las condiciones

que

problema.

En

este

exponen

problemas

causan trabajo

el se

abióticos

observados en cultivo de fresa en la zona

de

Irapuato,

Guanajuato

(Dávalos et al., 2005a, 2005b). NITRÓGENO Función del nitrógeno en la planta y síntomas de deficiencia El nitrógeno es un macronutriente que se obtiene de forma natural por fijación simbiótica y por suelo. Las plantas absorben la mayor parte del nitrógeno como iones nitrato (NO3-) y en menor proporción como amonio (NH4+), es el constituyente de un gran número de compuestos orgánicos, que son esenciales en el metabolismo de la planta. La presencia del nitrógeno guarda una relación directa con la cantidad

1

de hojas, tallos, brotes y macollos debido a que es necesario para la síntesis de clorofila y por lo tanto, para el proceso de fotosíntesis. Además, forma parte de proteínas, ácidos nucleicos y vitaminas.

La poca disponibilidad del macronutriente afecta el crecimiento y desarrollo de la planta, la cual se debilita, sus hojas permanecen pequeñas, adquieren una notable rigidez y toman un color verde amarillento, el pecíolo se acorta y las nervaduras son más pronunciadas y el desarrollo de las partes suculentas se retrasa. En los casos de grave deficiencia, las hojas toman una coloración anaranjada, púrpura o violácea en los bordes y la floración es muy escasa. Debido a que el elemento es movible en las plantas, la deficiencia se observa primero en las hojas más viejas y de ahí hacia las hojas más jóvenes (Figura 1). La deficiencia de nitrógeno viene acompañada de una maduración acelerada del fruto y de la disminución del rendimiento (Figura 2). Cuando no se administran cantidades adecuadas de

este elemento,

la

superficie foliar disminuye

notablemente, las yemas tardan en abrir, los brotes jóvenes no crecen y los frutos son pequeños y ácidos con un color más intenso, debido al aumento del fósforo en condiciones de deficiencia de nitrógeno. El nitrógeno se caracteriza por su alta movilidad en el suelo y por tener distintas vías de pérdida, como en el drenaje de los fertilizantes aplicados, fijación del nitrógeno por rizobios en las raíces de leguminosas, pérdidas gaseosas (volatilización), bacterias fijadoras libres, desnitrificación por microorganismos consumidores de NO3, precipitaciones, erosión y cosechas. Por ello, el uso de fertilizantes incorporados al suelo, aplicación de compostas con una relación carbono-nitrógeno menor de 21 a 1, o arriba de 1.8% de nitrógeno, son herramientas con las que cuenta el productor para mantener los nutrientes en el suelo.

2

Figura. 1. Deficiencia de nitrógeno en fresa var. Nikté (Díaz-Espino, 2016).

Por otra parte, cantidades excesivas de nitrógeno originan plantas suculentas, con pocas partes leñosas, disminución muy marcada en el desarrollo de las raíces y con un amplio desarrollo aéreo. Las hojas toman un color verde oscuro y la maduración se retrasa (Figura 3). En algunas variedades se alarga el período de crecimiento, lo que trae consigo una mayor proporción de materia verde en relación al fruto. Mientras que los frutos exhiben una piel gruesa, bajo porcentaje de jugo y poco contenido de vitamina C (Sauchelli, 1964). El crecimiento de la planta es acelerado y utiliza rápidamente otros elementos disponibles, además, se presenta mayor susceptibilidad a enfermedades y factores abiótico como sequías y heladas (Walker, 1973).

3

Figura 2. Deficiencia de nitrógeno en frutilla de fresa var. Nikté (Díaz-Espino, 2016).

Figura 3. Exceso de nitrógeno en fresa var. Nikté (Díaz-Espino, 2016).

4

Medidas correctivas Con base en el análisis de suelo y de tejido, se recomienda utilizar 300 kilogramos por hectárea de nitrógeno, aplicando la mitad de la dosis antes del trasplante. El resto debe fraccionarse al menos en cuatro partes cuando se riega por surcos. Cuando se utiliza riego por goteo el nitrógeno restante se fracciona en cada riego (Dávalos et al., 2005a, 2005b). En la Figura 4, se muestra la distribución recomendada de nitrógeno basándose en las curvas de desarrollo para fresa según Blanney-Criddle (Aguilera-Contreras y Martínez-Elizondo, 1986).

300

Nitrógeno Kg ha-1

250 200 150 100 50 0 1

107

123

143

179

199

Días Figura 4. Distribución del nitrógeno en el suelo de acuerdo con las curvas de desarrollo para fresa según Blanney-Criddle.

5

FÓSFORO Función del fósforo en la planta y síntomas de deficiencia Es un nutriente importante para el desarrollo de las raíces y se caracteriza por su poca solubilidad; por lo tanto, es escasamente asimilable por los cultivos, es poco móvil y no tiene una vía natural de reposición, lo que aumenta la importancia de la fertilización. El movimiento del fósforo en el suelo está limitado a distancias cortas y generalmente es lento, se acentúa en condiciones de sequía. Esta baja movilidad hace que sea muy importante la ubicación del fertilizante, ya que debe quedar en contacto con la zona de exploración radical para facilitar su absorción por parte de las raíces. Además, esta característica permite que aquella fracción que no sea aprovechada por el cultivo fertilizado quede disponible para el siguiente. El fósforo es necesario para el almacenamiento y transferencia de energía en la planta, es fundamental para el crecimiento temprano de raíces y parte aérea. La fertilización con fósforo es clave, no sólo para restituir los niveles de este nutriente en el suelo, sino también para obtener plantas más vigorosas, con mayor desarrollo de raíces y por lo tanto más resistentes a la falta de agua. Todo esto se traduce en el aumento del rendimiento, pues el fósforo interviene en procesos bioquímicos tales como: biogénesis de los glucósidos, biosíntesis de los lípidos, síntesis de clorofilas y compuestos carotenoides, en la glucólisis y el metabolismo de los ácidos orgánicos (Ensminger, 1950). Los síntomas generales de la falta de fósforo están ligados a un desarrollo anormalmente débil del vegetal, tanto en su parte aérea como en el sistema radical. Ello es consecuencia, tal como se ha visto, de que el elemento es un participante básico en casi todos los procesos de crecimiento y síntesis de sus compuestos constituyentes. Las características más notorias de la deficiencia de este nutriente

6

son a nivel de las hojas, las cuales se observan delgadas, erectas, específicas, menor tamaño y con nervaduras poco pronunciadas. Las hojas antiguas son las primeras que presentan tonos pardos rojizos, se necrosan y caen precozmente. La madurez del fruto se retrasa y aumenta la acidez (Figura 5). Cuando hay falta de fósforo, la cosecha puede reducirse 50 % y el contenido de vitamina disminuye (Cooke, 1959).

Figura 5. Deficiencia de fósforo en follaje y frutilla de fresa var. Nikté (Díaz-Espino, 2016).

Medidas correctivas Se recomienda utilizar 150 kilogramos de fósforo por hectárea aplicando la tercera parte antes del trasplante. El resto debe fraccionarse al menos en dos partes, cuando se riega por goteo. En la Figura 6, se muestra la distribución de fósforo recomendada siguiendo las curvas de desarrollo para fresa según Blanney-Criddle (Aguilera-Contreras y Martínez-Elizondo, 1986).

7

300 250

Fósforo kg ha-1

200 150 100

50 0 1

107

179

Días Figura 6. Distribución del fósforo en el suelo de acuerdo con las curvas de desarrollo para fresa según Blanney-Criddle.

POTASIO Función del potasio en la planta y síntomas de deficiencia El potasio está implicado en la acumulación de hidratos de carbono y grasas en los frutos, así como en los procesos de transpiración, en el movimiento de agua en la planta y en la regulación de la apertura y cierre de estomas. La mayor demanda de potasio se produce a medida que se desarrollan los frutos, mismo que acumulan grandes cantidades de este elemento durante el periodo de maduración, ocasionando deficiencias temporales, incluso en suelos relativamente bien provistos de este nutriente. El potasio interviene en procesos bioquímicos como: la fotosíntesis, economía hídrica, activación enzimática, síntesis de glúcidos y metabolismo del nitrógeno (PPI/PPIC/FAR, 2002).

8

Ya se ha indicado el carácter móvil del potasio en la planta. Por esta razón, cuando empieza a manifestarse en ella la deficiencia, el elemento que está almacenado en las hojas tiende a desplazarse a las más jóvenes para cubrir sus necesidades. Son las hojas viejas las que presentan los primeros signos visibles de la deficiencia. Inicialmente, la falta de potasio origina un retraso general del crecimiento, que se hace sentir especialmente sobre los órganos de reserva: “semillas frutos o tubérculos”, órganos que deben formarse con el concurso de los glúcidos. Estos signos de deficiencia se observan netamente cuando su contenido en potasio es de tres a cinco veces inferior al normal (menos del 0.5%), los tallos son más delgados, ya que todo el elemento es utilizado en el ápice vegetativo. Esta particularidad puede ocasionar un debilitamiento y rotura del tallo, con las consiguientes pérdidas en fruta (Figura 7).

Figura 7. Deficiencia de potasio en líneas avanzadas de fresa (Díaz-Espino, 2016).

Si la deficiencia de este compuesto se agudiza, se aprecia en las hojas los síntomas más claros, se inicia un moteado de manchas cloróticas y prosigue por el desarrollo de amplias necrosis en la punta y en los bordes. En muchos casos, las hojas tienden

9

a curvarse hacia el envés, en forma de teja, enrollándose cada vez más a modo de cigarro, la planta en su conjunto adquiere un aspecto de quemado. Bajo el punto de vista agrícola, en cuanto a desarrollo, conservación y producción de cosecha, la deficiencia potásica origina una notable reducción de los órganos de reserva, falta de resistencia a enfermedades; una prolongación del periodo vegetativo y retraso de la maduración, frutos notablemente ácidos sin aroma y con fuerte coloración, menor resistencia al frío, tendencia al marchitamiento, retraso en el crecimiento radicular; y descenso general de los rendimientos (McLean y Watson, 1985).

160 140

Potasio kg ha-1

120 100 80 60 40 20 0 1

123

179

Días Figura 8. Distribución del potasio en el suelo de acuerdo con las curvas de desarrollo para fresa según Blanney-Criddle.

Medidas correctivas Se recomienda utilizar 150 kilogramos de potasio por hectárea aplicando la tercera parte antes del trasplante. El resto debe fraccionarse al menos en dos partes,

10

cuando se riega por goteo. En la Figura 8, se muestra la distribución de potasio que se obtuvo siguiendo las curvas de desarrollo para fresa según Blanney-Criddle (Aguilera-Contreras y Martínez-Elizondo, 1986). AZUFRE Función del azufre en la planta y síntomas de deficiencia En líneas generales, la deficiencia de azufre en la planta presenta una notable similitud con la del nitrógeno; retraso de crecimiento, clorosis uniforme de las hojas y tendencia a formar gradualmente coloración bronceada con necrosis en las puntas. A diferencia de la deficiencia de nitrógeno, las plantas deficientes en azufre presentan clorosis inicialmente en las hojas jóvenes (Figuras 9 y 10).

Figura 9. Deficiencia de azufre en fresa Tioga (Ulrich et al., 1980).

Las alteraciones por exceso de sulfatos y por salinidad en general pueden observarse cuando el valor en hoja es menor a 100 ppm, expresado en sulfatoazufre (Rasmusen y Kresge, 1986).

11

Medidas correctivas Incorporar yeso en dosis de 1 a 4 T ha-1 y más 4 T ha-1 de composta de estiércol vacuno antes del trasplante o en bandas después de este (Sprague, 1964).

Figura 10. Deficiencia de azufre en línea avanzada de fresa (Díaz-Espino, 2016).

FIERRO Función del fierro en la planta y síntomas de deficiencia Es una deficiencia frecuentemente observada en la zona de Irapuato, especialmente en suelos someros, cuya capa de suelo no excede de un metro de profundidad y donde el estrato inferior está formado por suelo rico en compuestos de calcio (Castellanos-Ramos et al., 2005). Los síntomas en la fresa pueden presentarse desde los primeros meses del trasplante o bien cuando inicia la época calurosa (marzo a junio). Si se presenta en

12

los primeros meses, y su presencia tiende a ser en todo el lote, se trata de un problema agudo de deficiencia. Los casos menos severos están asociados al amarillamiento por manchones y su aparición coincide con la temporada de calor y excesos de humedad (Díaz-Espino y Dávalos-González, 2015). Las plantas afectadas por la deficiencia de fierro presentan hojas jóvenes con un amarillamiento intervenal, donde solo las venas presentan el color verde y el resto del tejido amarillo (Figura 11). A mayor deficiencia de fierro la clorosis es más intensa, lo que provoca un retraso en el crecimiento de la planta y aún su muerte en caso de problemas agudos. En el caso de los frutos son de menor tamaño y de fuerte coloración (Figura 12).

Figura 11. Deficiencia de fierro en fresa var. Nikté (Díaz-Espino, 2016).

La corrección del problema suele ser difícil ya que la deficiencia generalmente es el resultado de la interacción de diferentes compuestos como el exceso de calcio en el suelo y en el agua, pH alcalino y falta de aireación del suelo, lo que dificulta la asimilación de fierro por la fresa.

13

En la región del Bajío Guanajuatense no todos los suelos son aptos para el cultivo de fresa, por lo que se recomienda, escoger suelos con pH inferior a 7.5, y evitar suelos donde el sorgo presenta deficiencias de fierro (Díaz-Espino y DávalosGonzález, 2015).

Figura 12. Deficiencia de fierro en frutilla de fresa var. Nikté (Díaz-Espino, 2016).

Medidas correctivas Se recomienda utilizar 100 kilogramos por hectárea de sulfato ferroso en la fertilización pretrasplante, además se sugiere aplicar sulfato de fierro soluble a dosis de 8.2 g por litro de agua y aplicado en aspersión sí el análisis foliar indica valores menores a 40 ppm, o existen deficiencias visuales. Para promover la absorción del nutriente deberá agregarse un adherente-penetrante a dosis de 100 a 200 cc por 200 litros de agua y aplicar riegos ligeros pero frecuentes para evitar aumentar el problema de la deficiencia (Ulrich et al., 1980).

14

ZINC Función del zinc en la planta y síntomas de deficiencia Es una deficiencia que también suele presentarse en la fresa. Los síntomas inclusive pueden confundirse con la deficiencia de fierro, sin embargo, lo que permite identificar la falta de zinc, es la clorosis intervenal de las hojas jóvenes con una coloración verde casi normal alrededor del borde de las hojas (Figura 13), condición que no se observa en la deficiencia de fierro (Boawn et al., 1960). Por otra parte, las frutas son huecas y de poca coloración (Figura 14).

Figura 13. Deficiencia de zinc en fresa var. Nikté (Díaz-Espino, 2016).

Medidas correctivas Se recomienda utilizar 50 kilogramos por hectárea de sulfato de zinc en la fertilización pretrasplante, además se sugiere aplicar sulfato de zinc soluble a dosis de 4.4 g por litro de agua y aplicado en aspersión sí el análisis foliar indica valores menores a 16.5 ppm, o existen deficiencias visuales, y agregar adherentes como se recomendó anteriormente para fierro (Díaz-Espino y Dávalos-González, 2015).

15

Figura 14. Deficiencia de zinc en frutilla de fresa var. Nikté (Díaz-Espino, 2016).

CALCIO Función del calcio en la planta y síntomas de deficiencia En las plantaciones comerciales de fresa es común observar plantas que presentan las puntas de las hojas jóvenes quemadas y las hojas adultas deformadas (Figura 15). La anormalidad ocurre principalmente entre marzo y junio, periodo de temperaturas cálidas. Se ha notado que hay diferencia varietal en la susceptibilidad, la cual por la sintomatología se presume que es debido a una deficiencia de calcio. Esto es apoyado de manera indirecta, ya que en las plantaciones de fresa manejadas mediante fertirrigación y aplicación de compuestos de calcio, la deficiencia no se presenta. Bajo las condiciones del Bajío, se desconoce cuándo pudiera afectar la deficiencia de calcio la productividad y calidad de la fresa. No obstante, algunos agricultores realizan aplicaciones de fertilizantes a base calcio para evitar este problema asumiendo a priori que hay un efecto negativo.

16

Figura 15. Deficiencia de calcio en fresa. Fotografía: Jofre y Garfias (2016).

Medidas correctivas Se recomienda utilizar una asociación de 4 T ha-1 de materia orgánica humificada y 4 T ha-1 de yeso (sulfato de calcio) en el pretrasplante y posteriormente si existen deficiencias foliares aplicar en banda en la cama de siembra entre 600 a 1200 kg ha-1 de yeso (Bingham, 1982). MAGNESIO Función del magnesio en la planta y síntomas de deficiencia En la planta el magnesio es un constituyente de la clorofila, pigmento esencial para que las plantas verdes puedan llevar a cabo el proceso de la fotosíntesis. Los síntomas típicos aparecen en las hojas durante el verano y se manifiestan en la clorosis en algunas zonas del limbo, dispuestas con cierta simetría respecto al nervio principal, los tejidos cloróticos necrosan con rapidez, los síntomas se

17

manifiestan en las hojas más viejas después en las más jóvenes. En ambos casos pueden aparecer en ellas coloraciones púrpuras brillantes, las hojas alteradas se desprenden prematuramente quedando sólo las ramas con hojas en las partes terminales a esto se le denomina enfermedad del pincel (Figura 16 y 17). Alteraciones por exceso de magnesio son poco conocidas, los síntomas que se presentan son necrosis, deformaciones en las hojas jóvenes, síntomas claros de daños a las raíces y está muy asociada con deficiencias de fierro y zinc.

.

Figura 16. Deficiencia de magnesio en fresa var. Nikté (Díaz-Espino, 2016).

Medidas correctivas En realidad las deficiencias por magnesio son un daño colateral del desbalance nutricional creado por la reducción de las relaciones iónicas óptimas de fierro, zinc y manganeso, este último es favorecido por el incremento del pH y la salinidad del suelo, que reduce los contenidos de magnesio, fierro y zinc en las plantas (DíazEspino, 1986); por tanto su medida no es tanto correctiva, sino preventiva, evitando que la planta manifieste insuficiencias de fierro y zinc, esto mediante un manejo

18

agronómico con materiales que eviten el incremento en la alcalinidad y salinidad, como el uso de compostas orgánicas y ácidos polihidroxílicos que mejoren la calidad de los suelos. Al respecto, Ulrich et al. (1980) recomiendan prevenir esta deficiencia con la utilización de 56 a 112 kg ha-1, con sulfato de magnesio, aplicados en el pretrasplante.

Figura 17. Deficiencia de magnesio en fresa var. Tioga (Ulrich et al., 1980).

MANGANESO Función del manganeso en la planta y síntomas de deficiencia En la zona productora de fresa en el Bajío es común encontrar deficiencias férricomanganésicas, que inducen al desbalance de los nutrimentos mayores y menores. Al respecto, se han observado deficiencias en las variedades Tioga, Douglas y Camarosa (Dávalos et al., 1985; Dávalos y Castro, 1987). En estudios con la variedad Nikté se han observado insuficiencias nutrimentales, que pueden ser corregidas con una fertilización calculada con base en un análisis de suelo (Figura 18 y 19). Los primeros síntomas de la deficiencia de manganeso (valores menores a 25 ppm) se observan en las hojas jóvenes, aparecen decoloraciones que van

19

desde el verde pálido a amarillo, manchas cloróticas entre las nervaduras (Figura 20 y 21). El exceso puede presentarse en suelos ácidos donde es altamente disponible, y se manifiestan en la aparición de manchas de color marrón en las hojas. Los síntomas son similares a molibdeno, azufre y fierro (Hernando y Casado, 1974), excepto por la reducción en el tamaño del fruto; el manganeso no tiene un efecto apreciable en la apariencia y calidad de la fresa.

3

ppm

2.5 2 1.5 1 0.5 0 Análisis Suficiencia

N 2.5

P 0.5

K 1.5

Ca 1.25

Mg 0.4

S 0.25

3

0.7

2.5

2

0.7

0.4

Figura 18. Análisis nutrimental de elementos mayores en fresa Nikté, con deficiencias férricomanganésicas. Campo Experimental Bajío. Celaya, Guanajuato, México. Ciclo Primavera-Verano 2014-2015 (Díaz-Espino, 2016).

En realidad, el manganeso ejerce un daño colateral al producir clorosis férricas cuando las relaciones iónicas Fe/Mn, son menores a 1.5 y esto se puede deber a múltiples causas sobre la reducción de la disponibilidad de fierro, como la precipitación de este en suelos calizos y la formación de hidróxido férrico. Se puede presentar la interferencia en la asimilación del hierro por la presencia de cantidades excesivas de otros metales como manganeso, iones de bicarbonato y fosfatos.

20

250

ppm

200 150 100 50 0 Análisis

Fe 121

Zn 20.8

Mn 210

Cu 4.81

Bo 66.1

Mo 1.86

Suficiencia

150

80

70

15

70

0.12

Figura 19. Análisis nutrimental de elementos menores en fresa Nikté, con deficiencias férricomanganésicas. Campo Experimental Bajío. Celaya, Guanajuato, México. Ciclo Primavera-Verano. 2014-2015.

Figura 20. Deficiencia férrico-manganésica en fresa var. Nikté (Díaz-Espino, 2016).

21

Medidas correctivas Ulrich et al. (1980) recomiendan realizar aplicaciones foliares de 0.08 a 0.16 g L -1 de agua o tratar al suelo con 1 a 2 g m-1 con sulfato de manganeso, sin embargo, intentar corregir las deficiencias férrico-manganésicas con aplicaciones foliares o al suelo es prácticamente imposible (Aguilar-García, 2015) y lo que debe hacerse es realizar prácticas de mejoramiento de suelo que rehabiliten el contenido de materia orgánica, reacción del suelo (pH), salinidad y conductividad hidráulica, y lo más importante es utilizar variedades generadas bajo éstas condiciones como la fresa mexicana variedad Pakal (Figura 22). Por tanto, las recomendaciones son similares a las mencionadas para magnesio y evitar excesos de humedad que favorecen el dominio del manganeso en la planta causando desbalances nutricionales tanto en elementos mayores como en menores (Díaz-Espino y Dávalos-González, 2015).

Figura 21. Deficiencia de manganeso en fresa var. Tioga (Ulrich et al., 1980).

22

Figura 22. Fresa mexicana var. Pakal tolerante a clorosis férrico-manganésica (Díaz-Espino, 2016).

COBRE Función del cobre en la planta y síntomas de deficiencia Las funciones del cobre en la planta están asociadas a un gran número de enzimas. Dentro de sus funciones, interviene en la fisiología de la planta, en la biosíntesis de alcaloides, la fotosíntesis, etc. Su carencia se observa en la deformación y muerte de las hojas jóvenes, después de aparecer la clorosis, manchas pardas y necrosis en los bordes y ápice (Figura 23), las alteraciones en los frutos se caracterizan por la aparición de puntos y manchas más o menos amplias con un color variable entre marrón-gris y negro. La toxicidad por exceso de cobre se incrementa en suelos ácidos y se manifiesta en las raíces que tienden a perder vigor, adquieren un color oscuro y a engrosarse (Henkens, 1962).

23

Figura 23. Deficiencia de cobre, en fresa Tioga (Ulrich et al., 1980).

Medidas correctivas En la región fresera del Bajío y recientemente en Zacatecas, las clorosis por exceso de cobre se presentan con mayor frecuencia por errores humanos en el manejo de la fertirrigación, ya que en el afán de combatir las algas en los depósitos de rebombeo que taponean las cintillas de riego, utilizan compuestos de sulfato de cobre para eliminarlas, lo que produce fuertes desbalances nutricionales en elementos mayores y menores, además de su interacción con el ion manganeso, que probablemente sea el protagonista del desequilibrio químico nutricional en la fresa bajo esta circunstancia. En las Figuras 24 y 25, se muestra el desbalance nutrimental en suelo y planta cuando se sobreaplica cobre.

24

4

1= BAJO

3 2 1 0 N

P

K

Ca

Mg

Na

Fe

Zn

Mn

Cu

Figura 24. Rangos de suficiencia elemental, en análisis de suelo, en la localidad de Luis Moya, Zacatecas, con fresa de la var. Festival, regada con aguas tratadas con cobre. Campo Experimental Bajío. Celaya, Guanajuato, México Ciclo Primavera –Verano 2013 (Díaz-Espino y Dávalos-González, 2015).

5

3=ALTO 5=EXCESIVO

4 3 2 1 0 Fe

Zn

Mn

Cu

B

Figura 25. Rangos de suficiencia elemental, en análisis nutrimental en planta, en fresa de la var. Festival, regada con aguas tratadas con cobre. Campo Experimental Bajío. Celaya, Guanajuato, México. Ciclo Primavera –Verano 2013 (Díaz-Espino y Dávalos-González, 2015).

25

Sin embargo, en caso de que se presentara alguna deficiencia Ulrich et al. (1980),

recomienda realizar aplicaciones foliares con sulfato de cobre en dosis moderadas de 0.075 a 0.15 g L-1 de agua o al suelo en cantidades de 1 a 2 g m-1.

BORO Función del boro en la planta y síntomas de deficiencia El boro es absorbido por la planta en distintas formas del ácido bórico B4O7-2, BO3-3, BO3H-2 o BO3H2-, mediante su aparato radicular o por vía foliar. La fuente principal de boro en el suelo es la turmalina, mineral completamente insoluble y muy resistente al humedecimiento, es un borosilicato que contiene 3% de boro y algunos metales, la liberación del boro bajo la forma de boratos es lentísima y no puede suministrar las cantidades que los cultivos requieren. Su absorción se puede bloquear en suelos secos o pH alto. El boro es esencial para la síntesis de los elementos de la pared celular, en la circulación de los azúcares dentro de la planta, participa también en la síntesis del almidón. Las características de deficiencia (contenidos menores a 25 ppm) se evidencian en una disminución del crecimiento, superficie foliar, concentración de la clorofila, y por lo tanto en la reducción del tamaño de la flor, polinización deficiente, resultando frutos pequeños y deformes; aunque en ocasiones los síntomas son similares a los causados por daños de chinches y trips. Medidas correctivas Es importante señalar que la fresa es extremadamente sensible a las aplicaciones excesivas de boro y las correcciones pueden variar en la época de desarrollo de la planta, clima y condiciones del suelo, por lo que se sugiere realizar pequeñas pruebas antes de aplicar a todo el cultivo. Se recomienda realizar aplicaciones

26

foliares de 0.100 a 300 g/l de agua y tratar al suelo con productos que reduzcan los valores de pH superiores a 7.5 (Ulrich et al., 1980).

Figura 26. Deficiencia de boro en fresa var. Tioga (Ulrich et al., 1980).

Figura 27. Deficiencia de boro en fresa Nikté (Díaz-Espino, 2016).

27

MOLIBDENO

Función del molibdeno en la planta y síntomas de deficiencia Este elemento forma parte de la enzima nitrato reductasa, la cual acelera la reducción de nitrato; la carencia de este nutriente permite la acumulación de nitratos y el descenso en la concentración de aminoácidos, principalmente, ácido glutámico y glutamina.

El Mo, también es constituyente de la nitrogenasa, lo que influye en el rendimiento y velocidad de fijación del nitrógeno atmosférico; participa en la sulfito reductasa y en la xantín oxidasa. Sus requerimientos en la planta son menores a 1mg kg-1 de material seco, equivalente a 40-50 kg/ha.

Los síntomas de la deficiencia de molibdeno están siempre relacionados con el metabolismo del nitrógeno, es corriente la clorosis ya sea parcialmente en forma de manchas marginales o alcanzando la totalidad de la hoja, varían de una especie a otra, pero por lo general aparecen primero en las hojas adultas y luego lentamente en las hojas jóvenes. La deficiencia de molibdeno se presenta frecuentemente en suelos ácidos, pero raramente se observa en los alcalinos. En la fresa es muy difícil distinguir las deficiencias por molibdeno ya que se confunden fácilmente con aquellas causadas por nitrógeno y azufre. Sin embargo, las hojas maduras muestran un color verde intenso, con quemaduras y enrollamiento marginal de la hoja y en el interior de esta (Figura 28).

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Es recomendable el análisis foliar y si se determinan valores menores a 0.4 ppm, entonces se descartan las deficiencias de nitrógeno y azufre (Davies et al., 1956).

Figura 28. Deficiencia de molibdeno en fresa var. Tioga (Ulrich, 1980).

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CLORO y SODIO Función del cloro y sodio en la planta y síntomas de deficiencia Aun desarrollándose en soluciones nutritivas con concentraciones extremadamente bajas no se han detectado deficiencias; por ello se asume que los requerimientos de estos elementos son bajas concentraciones. Se ha observado que la fresa es una planta excretora de la salinidad y el daño en las hojas se observa como quemaduras en los bordes (Figura 29) y se manifiesta cuando los contenidos de sodio y cloro son mayores del 0.5% o más de 1 ds m-1 (milimhos cm-1) a 25 °C (Maas y Hoffman, 1977). Medidas correctivas Las medidas correctivas están sujetas a aquellas técnicas de mejoramiento de los suelos salinos para el desplazamiento de los excesos de salinidad, que se refiere a la descripción de las regularidades del proceso de lavado de los suelos salinos (Díaz-Espino,1986).

Figura 29. Efecto de salinidad en la etapa vegetativa de fresa Nikté (Díaz-Espino, 2016).

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CONCLUSIONES La observación de los síntomas de deficiencia nutricional en un cultivo, constituye una valiosa guía visual para evaluar su estado nutricional y como primera estrategia se debe incluir la fertilización para la aportación de los macro y micronutrientes necesarios para la planta; sin embargo, se recomienda tomar como base la información referente a un análisis de laboratorio y establecer los parámetros nutricionales para corregir las deficiencias que en el cultivo se presenten. Por otra parte, existen algunas pautas para distinguir síntomas de deficiencia de nutrientes de lo que puede ser un síntoma provocado por alguna plaga. En general, los síntomas aparecen en un único tipo de hojas, ya sea jóvenes o viejas, en las cuales se muestran en forma simétrica y relacionados a las nervaduras. Los síntomas se producen gradualmente, no son cambios bruscos que se dan en la planta. Los límites son difusos, sin formas angulares. Tampoco hay ruptura de cutícula, salvo deficiencia extrema en donde se producen necrosis y hasta muerte de la planta. También se producen en las zonas más distantes de la nervadura principal (zonas intervenales, puntas márgenes).

Figura 30. Ejemplo referente a sintomatología por deficiencias nutrimentales. Fresa Nikté (DíazEspino, 2016).

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Con la información de este trabajo se pretende que el lector sea capaz de identificar las deficiencias nutricionales en el cultivo de fresa y las dosis necesarias distribuidas a lo largo del desarrollo del cultivo. CONFIRMACIÓN DEL DIAGNÓSTICO VISUAL POR ANÁLISIS QUÍMICO Para determinar el estado nutricional de plantas de fresa, se sugiere consultar el Cuadro 1, el cual indica las recomendaciones realizadas por Ulrich et al. (1980). Cuadro 1. Valores de análisis de planta de fresa para determinar el estado nutricional (Base de peso seco). Nutrimento

Órgano

Concentración

Valor de

Valor de no

muestreado

tentativa crítica

deficiencia

deficiencia

Boro

Hoja

25 ppm

18-22 ppm

35-200 ppm

Calcio

Hoja

0.3 %

0.08-0.20 %

0.4-2.7 %

Cloro

Peciolo

-------

< 0.07 %

0.07-0.4 %

Cobre

Hoja

3 ppm