fasciculo - Centro Nacional de Prevención de Desastres

29 nov. 1975 - frente a las Islas Filipinas, las. Islas Solomon, Tonga y. Samoa representan el mayor riesgo potencial de generación de tsunamis transpacíficos ...
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FASCICULO



No. 12

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Secretaría de Gobernación Sistema Nacional de Protección Civil

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SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN

NO. 12

TSUNAMIS

Lic. Emilio Chuayffet Chemor Secretario de Gobernación Lic. Juan Ramiro Robledo Ruiz Subsecretario de Protección Civil y de Prevención y Readaptación Social CENTRO NACIONAL DE PREVENCIÓN DE DESASTRES Dr. Roberto Meli Director General Dr. Servando de la Cruz Coordinador de Ltvestigación Lic. Ricardo Cícero Betancourt Coordinador de Difusión (t ;LE1ST

la. edición, diciembre de 1996

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SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN ABRAHAM GONZÁLEZ No. 48, COL. JUÁREZ, DELEG. CUAUHTEMOC,_ C.P. 06699, MÉXICO, D.F.

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CONTENIDO

© CENTRO NACIONAL DE PREVENCIÓN DE DESASTRES AV. DELFÍN MADRIGAL N° 665 COL. PEDREGAL DE SANTO DOMINGO, DELEG. COYOACÁN, C.P. 04360, MÉXICO, D.F. TELÉFONOS: 6 06 98 37, 6 06 97 39, 6 06 91 56. FAX: 6 06 16 08 AUTORES: M.C. Salvador F. Farreras Investigador Titular del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE) Dr. Ramón Domínguez Mora Área de Riesgos Hidrometeorológicos del CENAPRED

1 ---- ^•

Introducción y antecedentes Origen y características generales de los tsunamis

3

Propagación y tiempo de desplazamientos de los tsunamis

6

Arribo, evolución y efectos de los tsunamis

8

Los tsunamis en México

11

Vulnerabilidad de las costas de México a los tsunamis

15

Estrategia para la prevención y la reducción del Edición a cargo de: Ricardo Cícero y Violeta Ramos

impacto de los Tsunamis en México

16

Derechos reservados conforme a la ley.

Participación de México en el Sistema de Alerta de Tsunamis del Pacífico

20

IMPRESO EN MÉXICO. PRINTED IN MEXICO.

Recomendaciones a la población expuesta al impacto Distribución Nacional e Internacional: Centro Nacional de Prevención de Desastres.

por tsunamis

21

Bibliografía

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EL CONTENIDO DE ESTE DOCUMENTO ES EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE LOS AUTORES.

SISTEMA NACIONAL DE PROTECCIÓN CIVIL

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+) v Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

INTRODUCCI©N Y ANTECEDE

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1 término tsunami es japonés; internacionalmente se usa para designar el fenómeno que en español se denomina maremoto. Es una secuencia de olas que se generan cuando cerca o en elrfondo del océano Ocurre un terremoto; a las costas pueden arribar con gran altura y provocar efectos destructivos: pérdida de vidas y daños materiales. La gran mayoría de los tsunamis se originan por sismos que ocurren en el contorno costero del Océano Pacífico, en las zonas de hundimiento de los bordes de las placas tectónicas que constituyen la corteza del fondo marino (Fig. 1).

Figura 1. Perímetro costero de zonas de hundimiento de placas en el Océano Pacífico, generador de tsunamis.

Los tsunamis de energía inicial extraordinaria pueden atravesar distancias enormes del Océano Pacífico hasta costas muy alejadas; por ejemplo, los originados en aguas de Chile en mayo de 1960 y de Alaska en marzo de 1964, que arribaron a litorales de México y causaron daños menores. Toda la costa del Pacífico de México está expuesta al arribo de estos maremotos de origen lejano (riesgo menor). Sin embargo, para México un riesgo aún mayor son los tsunamis generados por

sismos en la Fosa Mesoamericana, que es la zona de hundimiento de la Placa de Cocos y de la Placa de Rivera bajo la Placa de Norteamérica, adyacente al litoral suroccidental. Por ejemplo, los ocurridos en: a) noviembre de 1925, que afectó Zihuatanejo (Guerrero) con olas de 11 metros de altura; b) junio de 1932; invadió Cuyutlán (Colima), con olas de 10 metros de altura, que causaron cuantiosos daños y pérdidas de vidas; c) septiembre de 1985, de Lázaro Cárdenas (Michoacán) a Ixtapa-Zihuatanejo (Guerrero), con olas de 3 metros de altura, y d) octubre de 1995, en varias poblaciones costeras de Colima y Jalisco, con olas de

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hasta 5 metros de altura que causaron algunos daños de consideración y una víctima. La costa occidental de México en los estados de Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas está expuesta al arribo de estos tsunamis de origen local (riesgo mayor). Debido a que los tsunamis no suelen repetirse en un mismo lugar con tanta frecuencia como los huracanes u otros tipos de desastres naturales, sino con recurrencia que a veces es de varios decenios, comparable a la longevidad humana, generacionalmente sus acciones de prevención suelen quedar en el olvido. Empero, los sismos en el entorno del Océano Pacífico, particularmente en la Fosa Mesoamericana, continuarán ocurriendo; en consecuencia, es de esperar que en estas costas mexicanas tarde o temprano arribarán tsunamis. Ante esta probabilidad, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), en colaboración con el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), dentro de su serie de fascículos incluye el presente documento, con la finalidad de aportar información especializada a los responsables de la planeación y de la ejecución de acciones de protección civil y prevención de desastres en las zonas expuestas a maremotos, así como a la población potencialmente afectable. El grado de desarrollo actual de la sismología NO permite aún pronosticar cuándo ocurrirá un tsunami; sin embargo, mediante acciones preventivas, de autoprotección y prudencia, SI podemos disminuir y mitigar sus efectos. La información que contiene este fascículo puede ayudar a salvar vidas y reducir daños materiales. Por favor tómese el tiempo necesario para leerlo; lo que aprenda compártalo con familiares, amigos y compañeros de trabajo. La experiencia indica que, en su mayoría, las víctimas de los tsunamis han sido quienes hicieron caso omiso a las recomendaciones.

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Agradecemos los comentarios y aportaciones que se consideren convenientes para enriquecer y mejorar esta publicación, enviándolos a: CENAPRED, Coordinación de Difusión, Av. Delfín Madrigal No. 665, Col. Pedregal de Sto. Domingo, Deleg. Coyoacán, C.P. 04360 México, D.F.

La información que contiene este fascículo puede ayudar a salvar vidas y reducir daños materiales. Por favor tómese e/ tiempo necesario para leerlo; lo que aprenda compártalo con familiares, amigos y compañeros de trabajo. La experiencia indica que, en su mayoría, las víctimas de los tsunamis han sido personas que desdeñaron las recomendaciones.

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ORIGEN Y CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS TSUNAMIS

La gran mayoría de los casos, el movimiento inicial que provoca la generación de los tsunamis es una dislocación vertical de la corteza terrestre en el fondo del océano, ocasionada por un sismo. En el transcurso del siglo actual, éste ha sido el origen de aproximadamente el 94% de los 450 tsunamis ocurridos en el Océano Pacífico. Otros agentes causales menos frecuentes han sido: erupciones de volcanes sumergidos, impacto de meteoritos, deslizamientos submarinos, y explosiones nucleares. En su zona de generación, mientras se desplazan por aguas profundas mar afuera, las olas de los tsunamis son de gran longitud (cientos de kilómetros) y exigua

altura (centímetros). No obstante que se propagan a gran velocidad (cientos de kilómetros/hora), visualmente esto los hace indetectables desde embarcaciones y aviones. Sus períodos (lapso de tiempo entre el paso de dos olas sucesivas) son de 15 a 60 minutos. NO se les ha de confundir con las olas cortas de tormentas generadas por el viento, que comúnmente llegan a las costas, NI con las ondas mucho más extensas de las mareas, que una a dos veces arriban todos los días. Para que un sismo genere un tsunami, es necesario que: a) el hipocentro del sismo, o una parte mayoritaria de su área de ruptura, esté bajo el lecho marino, a una profundidad menor a 60 km (sismo superficial; b) ocurra 3

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en una zona de hundimiento de borde de placas tectónicas; es decir, que la falla tenga movimiento vertical: que no sea solamente de desgarre con movimiento lateral, y c) en cierto lapso de tiempo el sismo libere suficiente energía, y que ésta se transmita eficientemente. El estado actual del conocimiento científico acerca de la condición c) es insuficiente: aún no existe algún modelo teórico ni método operacional totalmente satisfactorio que permita determinar si un sismo es tsunamigénico (generador de tsunami), ni de qué tamaño (magnitud, intensidad, o altura de olas). Corno indicador de certeza de generación de maremotos, tradicionalmente se había aceptado que la magnitud del sismo (Ms) fuera mayor que 7.5; sin embargo, para terremotos muy grandes o de gran duración (mayor que 20 segundos), este indicador no es confiable. En efecto, movimientos telúricos de Ms menor que 7.0 y de gran duración han provocado tsunamis anormalmente grandes respecto de lo esperable (se denominan sismotsunamis; un ejemplo es el ocurrido en la Fosa

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Mesoamericana frente a Nicaragua en septiembre de 1992, que fue destructivo). Actualmente hay consenso en que el valor del momento sísmico (Mo), que es proporcional al área de ruptura y a la dislocación vertical de la falla, determinado de los registros sismográficos de banda ancha, es el mejor parámetro para estimar la probabilidad de generación de tsunamis para Mo mayor que 1022 newton-metros. Los tsunamis se clasifican en el lugar de arribo a la costa, según la distancia (o el tiempo de desplazamiento) desde su lugar de origen, en: Tsunamis locales. El lugar de arribo a la costa está muy cercano o dentro de la zona de generación (delimitada por el área de dislocación del fondo marino) del maremoto; por tiempo de desplazamiento: a menos de una hora. Ejemplo: el generado por un sismo en la Fosa Mesoamericana frente a Michoacán el 19 de septiembre de 1985, que tardó sólo 30 segundos para llegar a Lázaro Cárdenas, y 23 minutos a Acapulco.

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Tsunamis regionales. El litoral invadido está a no más de 1 000 km o a pocas horas de la zona de generación. Ejemplo: el provocado por un sismo en las costas de Colombia el 12 de diciembre de 1979, que tardó 4 horas para llegar a Acapulco. Tsunamis lejanos (o remotos, transpacíficos o teletsunamis). El sitio de arribo está muy alejado, en el Océano Pacífico, a más de 1 000 km de distancia de la zona de generación, a aproximadamente medio día o más. Ejemplos: el ocurrido tras un sismo en Chile el 22 de mayo de 1960; tardó unas 13 horas en llegar a Ensenada (México). Y el maremoto generado en Japón el 16 de mayo de 1968; demoró 14 horas en arribar a Manzanillo (México).

Nótese que, al considerar la operación de un sistema de alerta de tsunamis, las diferencias que establece esta clasificación son muy importantes: en el primer caso (locales), después del sismo, para avisar a la población de la llegada del maremoto no hay tiempo o son pocos minutos; en el segundo (regionales) hay pocas horas, y en el tercero (lejanos) se dispone de aproximadamente medio día o un poco más. Al acercarse las olas de los tsunamis a la costa, a medida que disminuye la profundidad del fondo marino, también se desaceleran, y la longitud se acorta. En consecuencia, su energía se concentra, aumenta la altura, y al arribar al litoral las olas así resultantes pueden asumir características destructivas. En la figura 2 se ilustran la generación, la propagación y el arribo de un tsunami a la costa.

Figura 2. Generación, propagación y arribo a la costa de un tsunami.

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PROPAGACIÓN Y TIEMPO DE DESPLAZAMIENTO DE LOS TSUNAMIS

La longitud de las olas de los maremotos (varios cientos de kilómetros) es mucho mayor que la profundidad de las aguas oceánicas por las que se desplazan. Esta propiedad (denominada de onda superficial) hace que, en primera aproximación, su velocidad de propagación dependa exclusivamente de la profundidad. Esto permite determinar la velocidad de propagación correspondiente a todos los puntos oceánicos de los que se tengan datos batimétricos (profundidad), y a su vez cuantificar el tiempo de desplazamiento del tsunami entre dos lugares (en particular el de origen y el de arribo a la costa), a lo largo de una trayectoria que una esos puntos. La más cercana a la realidad es el arco de círculo máximo común a ambos puntos. Mediante la técnica anterior, un grupo de trabajo del Sistema de Alerta de Tsunamis del Pacífico calculó los tiempos de propagación a través de este océano, para los originados en 24 lugares; elaboraron cartas de tiempo de propagación de tsunamis transpacíficos, para uso de ese sistema. En la figura 3 se muestra la carta de tiempos de propagación de un maremoto originado en la Fosa Mesoamericana frente a Acapulco. Puesto que los tiempos de desplazamiento del origen al lugar de arribo y viceversa son los mismos, esta carta sirve también para predecir los tiempos de arribo a Acapulco de tsunamis provenientes de diversas regiones del Pacífico. En la Tabla I se anotan los tiempos reales (cronometrados) de viaje desde su origen hasta su arribo a Acapulco de varios tsunamis transpacíficos ya ocurridos; son muy similares a los indicados 6

en la carta. Los tiempos de arribo a Ensenada, B.C., y a Salina Cruz, Oaxaca (lugares casi extremos en la costa del Pacífico de México) son de 2:30 a 4:30 horas antes o después del arribo a Acapulco, según el lugar de origen del maremoto. En un sistema de alerta para poder avisar a tiempo a la población de la llegada de un tsunami cuya generación ya se haya confirmado, estas cartas constituyen un recurso muy útil (Tabla 1). La forma de las áreas de ruptura de los sismos en fosas como la mesoamericana es aproximadamente elíptica elongada; esto propicia que la mayor parte de la energía del tsunami se propague perpendicularmente a su eje longitudinal: hacia la costa cercana y

TABLA 1 TIEMPOS DE PROPAGACIÓN DE TSUNAMIS TRANSPACIFICOS DESDE SU ORIGEN HASTA SU ARRIBO A ACAPULCO

FECHA

ORIGEN

TIEMPO DE VIAJE

(horas:min) 09-03-1957

I. Aleutianas

10:51

22-05-1960

Chile

09:49

13-10-1963

I. Kuriles

15:22

28-03-1964

Alaska

09:29

16-05-1968

Japón

16:31

29-11-1975

Hawaii

08:11

14-01-1976

Kermadec

14:02



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hacia su opuesta en el otro extremo del Océano Pacífico, y la minoría se desplace paralelamente a ese eje: a lo largo del litoral. La evolución de todos los maremotos generados en la Fosa Mesoamericana frente a México se ajusta a este modelo; frente a su origen, a lo largo de la línea de costa hacia el norte y hacia el sur desde el punto del litoral, las olas paulatinamente disminuyen su altura y sus efectos destructivos (véanse las figuras 1 y 3).

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De los tsunamis lejanos, este fenómeno de direccionalidad Figura 3. Carta de tiempos de propagación para un tsunami en la Fosa Mesoamericana permite también inferir que, frente a Acapulco. para las costas de México, las zonas de ruptura sísmica frente a las Islas Filipinas, las Islas Solomon, Tonga y Samoa representan el mayor riesgo potencial de generación de tsunamis transpacíficos de efectos destructivos. Sin embargo, hasta ahora, estas zonas de ruptura no han mostrado ser muy activas en generación de sismos de gran magnitud propiciantes de maremotos.

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ARRIBO, EVOLUCIÓN Y EFECTOS DE LOS TSUNAMIS

F--1O.6 /m-1

Como se explicó 213km anteriormente, al acercarse las olas de los tsunamis a una costa de pendiente suave (ej.: una playa), a a(m) d (m) medida que disminuye la (Km) C(Km/h) 1.00 7000 282 942,9 profundidad del fondo marino 1.15 4000 213 712,7 también decrece su 1.36 2000 151 504,2 2.43 200 47,7 159,0 velocidad, las longitudes de 3.43 79,0 23,0 50 onda se acortan, la energía 5.14 35,6 10,6 10 se concentra y la altura se Figura 4. Disminución de velocidad de fase, acortamiento de longitud de onda, incrementa, con e incremento de la amplitud de una onda de tsunami de 18 minutos de período, por potencialidad destructiva. En asomeramiento. la figura 4 y su tabla anexa (calculadas mediante una teoría sencilla), este incremento de altura de las problema complejo y que, aún en distancias olas por disminución de la profundidad cortas, la altura máxima de sus olas varíe (asomeramiento) se ilustra numéricamente, considerablemente a lo largo de la costa. La para una ola de tsunami con período de 18 Figura 5 muestra esta variabilidad de alturas minutos que, al propagarse desde 4 000 de ola de 1.8 a 5.1 metros a lo largo de hasta 10 metros de profundidad, su altura solamente 160 kilómetros de la costa de aumenta de 1.15 a 5.14 metros. Jalisco-Colima para el caso del tsunami del 9 de octubre de 1995. No debemos Sin embargo, la interacción de las olas de los confiarnos por la pequeñez de las olas de tsunamis con la costa es mucho más un tsunami al llegar a una playa; a muy compleja que este asomeramiento. En la pocos kilómetros, en otro lugar costero puede costa la altura de los tsunamis depende de: haber olas de gran altura. Actualmente el a) las características de las olas en mar método más confiable y riguroso para evaluar abierto; b) la batimetría; c) la pendiente del y pronosticar con detalle las alturas máximas fondo marino; d) la configuración del contorno que alcanzarían las olas de un maremoto a lo de la costa; e) la refracción; f) la reflexión, y largo de una franja costera (ej.: una bahía) es g) el atrapamiento de sus olas en las diversas la simulación computacional de la formaciones fisiográficas costeras: bahías, generación, la propagación y su arribo. En golfos, penínsulas, islas, cabos, deltas México se comenzó a efectuar este trabajo fluviales, lagunas costeras, etc.). para los puertos industriales, turísticos, y La multiplicidad de los factores anteriores asentamientos humanos más importantes hace que la evaluación del comportamiento ubicados en la costa del Pacífico. local del arribo de un tsunami sea un ,I

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Al llegar el tsunami a la costa, su incremento de altura por asomeramiento provoca retiro o resaca del agua ante el frente de la ola (véase la parte superior derecha de la figura 4); grandes extensiones del fondo marino quedan al descubierto (secas). Es un aviso de que pocos minutos después llegará una ola a gran velocidad. No se acerque a la playa a mirar este retiro del mar ni a recoger peces y mariscos; cuando vea llegar la ola ya es demasiado tarde para huir. Antes del arribo del tsunami, en muy pocos casos NO se ha producido este recogimiento del agua del mar.

En las costas opuestas de bahías semicerradas (con forma semejante a una herradura), en el interior de las olas del maremoto ocurren reflexiones múltiples sucesivas, que al invadir las costas amplifican su oscilación y la altura. Este fenómeno se denomina amplificación resonante por formación de ondas estacionarias; se genera en olas de tsunami cuya longitud sea igual o múltiplo de las dimensiones horizontales (longitud y anchura) de la bahía. Es semejante al derrame que en un plato de sopa o en una taza de café sucede cuando el líquido se excita por oscilación.

Un tsunami no es UNA sola ola, sino una secuencia o TREN de olas que cada 10 a 40 minutos se suceden una tras otra durante un lapso de medio día, un día o más. Comúnmente, la ola de mayor altura y potencial destructivo NO es la primera ni la segunda, sino las siguientes: tercera, etc.

Por análisis de los registros mareográficos, se ha inferido la ocurrencia de amplificación resonante de olas de tsunamis en Ensenada, La Paz, Acapulco y Manzanillo, que son bahías semicerradas. Debido a este fenómeno, al arribo de los maremotos provenientes de Chile en 1960 y de Alaska en 1964 las alturas máximas de ola Si como resultado de una alerta autorizada el registradas en el mareógrafo de Ensenada, lugar donde usted se encontraba lo han B.C., fueron aproximadamente el triple de las evacuado, NO regrese a los lugares ocurridas en la costa abierta de la vecina inundables hasta que una autoridad localidad de La Jolla, California (USA), y responsable le indique que la mayores a las de otros puertos mexicanos. perturbación marina y la amenaza ya han Contrariamente a una difundida creencia, la terminado. presencia de islas en la boca de las bahías de Ensenada y de Acapulco no las protege de los tsunamis; estas islas incrementan el cerco y la extensión del contorno costero, que por reflexión interna É6 amplifica las 5 o o olas del c 4 o B 0o o 0 o ^ 3 maremoto, y 8 o oc áe 2 0 o limitan el ^ 0 escape de su 120 140 180 0 20 40 60 80 100 160 200 energía hacia Km mar afuera a Figura 5. Distribución de alturas máximas de ola del tsunami local del 9 de octubre de 1995, a lo largo través de la de la costa de Jalisco y Colima (las flechas en la parte superior indican la magnitud relativa de las alturas). boca. G

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Las olas de los tsunamis pueden penetrar por ríos, esteros, arroyos y/o lagunas costeras, y viajar a gran velocidad hasta varios kilómetros tierra adentro; se les denomina bores. Ejemplo: las que el 19 de septiembre de 1985 se propagaron aguas arriba por el Río Balsas, inundaron la zona portuaria de Lázaro Cárdenas; en tan sólo 18 minutos llegaron hasta el segundo puente de la ciudad, distante 8 kilómetros de la boca del río. Por lo tanto, al ocurrir un tsunami hay que alejarse de ríos, esteros, arroyos y lagunas costeras. A su arribo, los daños materiales pueden ser: a) Primarios: causados directamente por la acción estática del agua (inundación, presión, flotación) en las estructuras, o por su acción dinámica (corrientes, fuerzas de arrastre), y rompimiento de las olas o rebasado de sus aguas en muelles y rompeolas.

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b) Secundarios: ocasionados por: a) impacto de objetos flotantes o arrastrados por las aguas (embarcaciones, vehículos, etc.) en estructuras fijas; b) incendios o explosiones, inducidos por impacto de tales objetos flotantes en tanques de almacenamiento de combustible; c) líneas eléctricas caídas; d) derrumbe de edificaciones, por escurrimiento del material terrígeno de soporte de sus cimientos, y e) contaminación por líquidos y/o gases tóxicos, al romperse los recipientes o envases. También tienen impacto social, pues infligen: a) decesos y heridos; b) destrucción de construcciones; c) daños en vías de comunicación, hospitales y escuelas; d) interrupción de servicios públicos (electricidad, telefonía, etc.) y en las actividades cotidianas de la población; e) pérdida de viviendas, y f) desplazamiento y reubicación de asentamientos humanos.

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LOS TSUNAMIS EN MÉXICO

La estadística de maremotos ocurridos en la costa occidental de México se dificulta porque: a) excepto algunos lugares como Acapulco, antes del siglo XIX permaneció casi deshabitada, y b) la operación de la red de mareógrafos, en que tradicionalmente se registran los tsunamis, comenzó hace apenas 44 años (1952), y contiene vacíos notorios de datos. El Catálogo de Tsunamis en la Costa Occidental de México, documenta 49 tsunamis arribados desde 1732 hasta 1985: 16 de origen lejano y 33 de origen local, que se detallan cronológicamente (salvo 4 lejanos observados sólo visualmente) en la Tabla 2 y en la Tabla 3 respectivamente. De 1986 a 1991, en México no hubo registros; tal vez porque ninguno llegó, o por operación deficiente de los mareógrafos. A partir de 1992, el CICESE y la Secretaría de Marina de México, en colaboración con la NOAA (de USA) y el Sistema de Alerta de Tsunamis del Pacífico (de la UNESCO) instalaron y mantienen 3 mareógrafos, equipados para transmisión inmediata de señales a satélite, en Manzanillo, Isla Socorro y Cabo San Lucas; desde 1992 han registrado 4 maremotos, detallados en la Tabla 4. El más reciente tsunami local, acaecido el 9 de octubre de 1995 por un sismo de Ms = 7.6, con epicentro 4 kilómetros al suroeste de Manzanillo, afectó la costa de Jalisco-Colima; con olas de hasta 5.1 metros de altura, inundó las localidades de Barra de Navidad y Boca de Iguanas; en La Manzanilla y Boca de Iguanas causó daños considerables, y en Melaque un deceso. Nueve días después, un grupo internacional México-USA efectuó una prospección del

lugar, y recabó los datos aportados en la Tabla 4. Ninguno de los tsunamis de origen lejano registrados u observados, tanto recientes como de tiempos remotos, ha tenido más de 2.5 metros de altura máxima de olas en las costas de México; esto sugiere que el riesgo implicado es menor. Excepto el tsunami de octubre de 1995, que alcanzó alturas de olas de hasta 5.1 metros, los otros 9 locales más recientes (posteriores a 1950) tuvieron alturas menores a 3.0 metros. Esta información, de sólo un corto lapso de tiempo, puede conducir erróneamente a la conclusión de que los maremotos locales no constituyen amenaza importante; la información histórica de tsunamis locales observados visualmente en los últimos tres siglos, incluido el reciente de octubre de 1995, indica lo contrario. Casi la mitad (16) de los tsunamis de origen local anteriores a 1952 causaron destrucción considerable; el de noviembre de 1925, en Zihuatanejo, Guerrero, alcanzó alturas máximas de ola de 11 metros; el de junio 22, 1932, alcanzó 10 metros en Cuyutlán, Colima. Ambos causaron cuantiosos daños y pérdidas de vidas; de los ocurridos en México son los más destructivos que se conocen. Por lo tanto, para las costas del Pacífico de México, especificamente en los Estados de Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, los tsunamis locales son un riesgo mayor.

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TABLA 2 TSUNAMIS DE ORIGEN LEJANO POSTERIORES A 1950, REGISTRADOS EN MÉXICO

FECHA

EPICENTRO DEL SISMO

ZONA DEL SISMO

MAGNITUD DEL SISMO

4, Nov. 1952

52.8°N 159.5°E

Kamchatka

8.3

9, Mar. 1957

22, May. 1960

39.5°S 74.5°W

I. Aleutianas

Chile

8.3

8.5

La Paz, B.C.

0.5

Salina Cruz, Oax.

1.2

Ensenada, B.C.

1.0

La Paz, B.C.

0.2

Guaymas, Son.

1.1°N 147.6°W

51.3°N 179.5°E

Alaska

I. Aleutianas

8.4

8.2

Mazatlán, Sin.

0.1

La Paz, B,C.

8.0

LUGAR ALTURA MAX. DE REGISTRADO DEL OLAS (m) TSUNAMI

ÍNDICE DE VALIDEZ

Acapulco

4.0

4

Acapulco

5.0

4

Acapulco

3.0-8.0

4

Pochutla

4.0

3

Juquila

4.0

4, May. 1820

17.2° 99.6°

Guerrero

Acapulco

4.0

4

10, Mar. 1833

No definido

Guerrero

Acapulco

N/D

3

11, Mar. 1834

No definido

Guerrero

Acapulco

N/D

3

7, Abr. 1845

16.6° 99.2°

Guerrero

Acapulco

N/D

4

29, Nov. 1852

No definido

B. California

Río Colorado

3.0

3

4, Dic. 1852

No definido

Guerrero

Acapulco

N/D

4

11, May. 1870

15.8° 96.7°

Oaxaca

Puerto Ángel

N/D

3

23, Feb. 1875

No definido

Colima

Manzanillo

N/D

3

14, Abr. 1907

16.7° 99.2°

Guerrero

8

Acapulco

2.0

4

7.6

7.9

30, Jul. 1909

16.8° 99.8°

Guerrero

7.4

Acapulco

N/D

4

16, Nov. 1925

18.5° 107.0°

Guerrero

7.0

Zihuatanejo

7.0-11.0

4

22, Mar. 1928

15.7° 96.1°

Oaxaca

7.7

Puerto Ángel

N/D

3

16, Jun. 1928

16.3° 96.7°

Oaxaca

7.8

Puerto Ángel

N/D

4

3, Jun. 1932

19.5° 104.3°

Jalisco

8.2

Manzanillo

2.0

4

San Pedrito

3.0

Cuyutlán

N/D

San Blas

N/D

18, Jun. 1932

19.5° 103.5°

Jalisco

7.8

Manzanillo

1.0

4

22, Jun. 1932

19.0° 104.5°

Jalisco

7.7

Cuyutlán

9.0-10.0

4

Manzanillo

N/D

29, Jun. 1932

Cuyutlán

N/D

3, Dic. 1948

22.0° 106.5°

Nayarit

Jalisco 6.9

Islas Marías

2.05-5.0

3

14, Dic. 1950

17.0° 98.1°

Guerrero

7.3

Acapulco

0.3

4

28, Jul. 1957

16.5° 99.1°

Aguascalientes

7.9

4

Acapulco

2.6

Salina Cruz

0.3

3

11, May. 1962

17.2° 99.6°

Guerrero

7.0

Acapulco

0.8

4

19, May. 1962

17.1° 99.6°

Guerrero

7.2

Acapulco

0.3

4

23, Ago. 1965

16.3° 95.8°

Oaxaca

7.3

Acapulco

0.4

4

30, Ene. 1973

18.4° 103.2°

Colima

7.5

Acapulco

0.4

Manzanillo

1.1

Salina Cruz

0.2

La Paz

0.2

Mazatlan

0.1

4

29, Nov. 1978

16.0° 96.8°

Oaxaca

7.8

P. Escondido

1.5

14, Mar. 1979

17.3° 101.3°

Guerrero

7.6

Acapulco

1.3

Manzanillo

0.4

4

25, Oct. 1981

17.8° 102.3°

Guerrero

7.3

Acapulco

0.1

4

19, Sep. 1985

18.1° 102.7°

Michoacán

8.1

Lázaro Cárdenas

2.5

4

Ixtapa-Zihuat.

3

Playa Azul

2.5

21, Sep. 1985

17.6° 101.8°

Michoacán

7.5

Acapulco

1.1

Manzanillo

1.0

Acapulco

1.2

Zihuatanejo

2.5

3

4

Índices de Validez: 3 = tsunami probable / 4 = tsunami definido N/D = no disponible

13

Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

TABLA 4 TSUNAMIS RECIENTES OBSERVADOS O REGISTRADOS EN MÉXICO

FECHA

EPICENTRO DEL SISMO

ZONA DEL SISMO

1, Sep. 1992

11.8°N 87.4°W

Nicaragua (Regional)

30, Jul. 1995

9, Oct. 1995

21, Feb. 1996

14

24.2°S 70.7°W

18.9°N 104.1°W

9.6°S 80.2°W

Chile (Lejano)

México (Local)

Perú (Lejano)

MAGNITUD DEL

LUGAR REGISTRADO

SISMO

DEL TSUNAMI

7.2

7.8

7.6

7.8

ALTURA MAX m

Isla Socorro

0.29

Cabo San Lucas

0.28

Isla Socorro

0.23

Cabo San Lucas

0.10

Manzanillo

2.0

Cabo San Lucas

D.50

Isla Socorro

0.20

Barra de Navidad

5.10

Melaque

4.50

Cuastecomate

4.40

La Manzanilla

0.40

Boca de Iguanas

5.10

El Tecuán

3.80

Punta Careyes

3.50

Charnela

3.20

San Mateo

4.90

Pérula

3.40

Punta Chalacatepec

2.90

Isla Socorro

0.25

Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

VULNERABILIDAD DE LAS COSTAS DE MEXICO A LOS TSUNAMIS

Como se explicó anteriormente, para que un sismo genere un tsunami es necesario que ocurra en una zona de hundimiento de borde de placas tectónicas; es decir: que la falla tenga movimiento vertical y no sea solamente de desgarre con movimiento lateral. En la costa del Pacífico de México, esta condición permite diferenciar 2 zonas (véase figura 6): I)

Al norte de la Placa de Rivera, donde la Placa del Pacífico se desliza hacia el norte con respecto a la Placa de Norteamérica, a lo largo de la falla de desgarre del Golfo de California. Esto propicia que las costas de Baja California, Sonora y Sinaloa no sean fuentes de origen de tsunamis locales, sino únicamente receptoras de los lejanos, con alturas máximas de ola esperables de 3 metros.

II)

En el sur, la Placa de Rivera gira y la de Cocos se hunde bajo la Placa de Norteamérica a lo largo de la Fosa

Mesoamericana; constituye una frontera de colisión con hundimiento, generadora de tsunamis locales, algunos de los cuales han demostrado destructividad en las costas de los estados de Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, con alturas de olas máximas esperables de 10 metros. Esta zona también es receptora de tsunamis lejanos y regionales, con alturas esperables menores. A la segunda zona, en el Plan Nacional de Desarrollo Urbano de México se le considera área prioritaria para descentralización y desarrollo. Del país es la expuesta a mayor riesgo de tsunamis destructivos; por ser asiento de comunidades costeras densamente pobladas, importantes instalaciones portuarias, industriales y de almacenamiento de combustibles, también es la más vulnerable. Comprende los puertos de Manzanillo, Lázaro Cárdenas y Salina Cruz, y un corredor turístico de aproximadamente 1 000 kilómetros de longitud, que incluye Puerto Vallarta, Manzanillo, Cuyutlán, Ixtapa-Zihuatanejo, Acapulco, Puerto Escondido, Puerto Ángel y Bahías de Huatulco (véase fig. 7).

Figura 6. Escenario sismo-tectónico de la costa del Pacífico de México y su potencial para generación y recepción de tsunamis.

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Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

ESTRATEGIA PARA PREVENCIÓN Y REDUCCIÓN DEL IMPACTO DE LOS TSUNAMIS EN MÉXICO

Para disminuir pérdida de vidas, daños materiales, interrupción de servicios e impacto socioeconómico que maremotos futuros puedan provocar, antes de su posible ocurrencia es necesario que las autoridades federales, estatales y municipales de protección civil emprendan lo siguiente: » Evaluación del riesgo y de la

vulnerabilidad de las comunidades costeras susceptibles a su ataque. » Implementación de restricciones y

l M

^ 0



reglamentación de uso del suelo en zonas de alto riesgo, en sus planes de desarrollo urbano y de vivienda, e incorporación a sus leyes de asentamientos humanos y reglamentos de ordenamiento territorial, vigilando su acatamiento.

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W

» Instauración y operación de un

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CUYUTLAN: // m (1932)

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HUATULCO

O —14°N

O

TURISMO PUERTO INDUSTRIAL ZONAS DE DESARROLLO PRIORITARIO 80 % DE RECURSOS ACUIFEROS, ENERGETICOS, Y TURISTICOS

Figura 7. Puertos industriales y turísticos en la zona costera de desarrollo

prioritario según el Plan Nacional de Desarrollo Urbano, con alturas máximas de ola y fechas pretéritas de ocurrencia de tsunamis locales.

16

sistema o Servicio de Detección, Monitoreo y Alerta Temprana de Tsunamis a nivel regional, nacional y local, interconectado con el Sistema de Alerta de Tsunamis del Pacífico. La logística de las redes de telecomunicación de estos Servicios NO se ha de basar en comunicaciones telefónicas alámbricas NI en equipos de transmisión-recepción cuya energización no sea autónoma. Al ocurrir sismos de gran magnitud, en las comunidades costeras cercanas al epicentro el suministro de energía eléctrica y los servicios telefónicos se interrumpen precisamente en los momentos más cruciales para la emisión de mensajes de alerta de posibles tsunamis. La red de comunicaciones debe ser inalámbrica (vía radio o satélite), con equipo electrógeno mediante combustible, baterías o paneles solares.

Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

»

»

Establecimiento de enlace permanente [24 horas/día, 365(6) días/año], del centro de operaciones del servicio de alerta mencionado, con instituciones nacionales (universidades, centros de investigación) que operan las redes de instrumentación y monitoreo sísmico y de nivel del mar que permiten detectar y confirmar la generación de un tsunami al ocurrir un terremoto, y su propagación por el océano. Las autoridades deben apoyar la operación y mantenimiento de estas redes de instrumentación, de cuya información oportuna depende el funcionamiento del sistema de alerta. Elaboración de planes de contingencia (incluidos rutas de evacuación y refugios de emergencia y temporales) que aplicarán al ocurrir un tsunami, con énfasis en evacuación de escuelas y hospitales y de los núcleos habitacionales en que gran parte de la población duerme de noche. Institución de un programa de difusión, comunicación social y educación pública acerca de la índole y de la recurrencia de los tsunamis, métodos de prevención y recomendaciones para actuar durante su ocurrencia. Diseño, elaboración y distribución de material educativo impreso y audiovisual: trípticos, folletos, videos, manuales, etc.

»

Organización de conferencias y cursos cortos tanto en el ámbito del sistema educativo formal como en el de capacitación de las autoridades y del personal encargados de aplicar los planes de contingencia. La inclusión de información en los medios de divulgación (radio, televisión, periódicos) y en páginas de directorios telefónicos locales es también muy efectiva. El desarrollo de una cultura de autoprotección en la población es fundamental para la

efectividad de la estrategia de protección civil. »

Simulacros de evacuación en zonas potencialmente inundables por tsunamis, para evaluar los resultados de los planes de contingencia.

El método para la evaluación del riesgo y de la vulnerabilidad consta de las etapas siguientes: I)

Identificación de zonas expuestas a riesgo, carácter y magnitud de éste, según antecedentes históricos y sismotectónicos.

II)

En esas zonas, delimitación de áreas inundables por tsunamis, y de las alturas máximas de ola esperables.

III) Identificación de asentamientos humanos y de construcciones vulnerables, según su desarrollo socioeconómico presente y futuro. Como se explicó en la sección anterior, en las figuras 6 y 7 se detallan los resultados del análisis histórico y sismotectónico requeridos en la etapa I), que permite identificar un área de riesgo menor por arribo de tsunamis lejanos, en el norte de la Placa Rivera, y otra de riesgo mayor como consecuencia de los locales, en el sur de esta placa. Para el área del norte basta con un sistema de alerta en tiempo diferido; para la del sur es indispensable uno en tiempo real (de aviso inmediato). Esta última es la más vulnerable. Debido a la complejidad de interacción de los maremotos con la costa, y a la gran variabilidad de sus alturas de ola aún en distancias cortas, para determinar rigurosa y confiablemente éstas y la longitud de inundación requeridas en la etapa II, es necesario efectuar simulaciones computacionales de generación, propagación y arribo para cada localidad. El CICESE, de común acuerdo con el CENAPRED, actualmente está efectuando simulaciones 17

Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

rigurosas de inundación por tsunamis, en la supercomputadora de la UNAM, para varios puertos industriales, zonas turísticas y comunidades costeras del Pacífico de México. Los mapas de inundación resultantes de este estudio se entregarán a la Dirección General de Protección Civil (Secretaría de Gobernación) para su distribución a las autoridades estatales y municipales de protección civil de las comunidades afectables.

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Figura 8. Salina Cruz, Oax. Análisis de vulnerabilidad según usos del suelo, y recomendaciones para reducción del impacto por tsunamis, en la franja costera delimitada por la cota de 10 metros sobre nivel medio del mar.

A su vez, estas autoridades deben identificar los asentamientos humanos con alta densidad de población y las edificaciones (escuelas, hospitales, teatros, grupos habitacionales, centros comerciales, hoteles, restaurantes, oficinas públicas, plantas electrógenas, depósitos de combustible, centrales de comunicación y transporte, etc.) existentes en la zona de riesgo de inundación. Esta información y la contenida en los mapas de inundación se debe incorporar al Atlas local de riesgo de cada comunidad, analizarla y en éste incluir: a) Rutas de evacuación. Son vías que permiten evacuar las zonas inundables hacia las zonas seguras. Sus características más importantes son que deben ganar altura en la distancia más corta posible y tener anchura suficiente para no quedar bloqueadas por caída de construcciones ni por tráfico excesivo.

18

1 ^

Zona 'e Riesgo Explosión, Incendio y Dono Se con din()

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o u oao q á q á oFn^7^^ Acceso Eva

Rutas Secundarias de Evocuecion Pro tiestos

b) Refugios de emergencia: Edificios de 3 ó más pisos (ej.: hoteles), de estructura suficientemente sólida para no ser dañados por sismos, ubicados en la zona de inundación, donde se refugiarán personas (ej.: madres con muchos niños, ancianos, enfermos, minusválidos, etc.) que no hayan podido abandonar a tiempo esta zona de inundación. c) Refugios permanentes. Son instalaciones ubicadas fuera de la zona de inundación donde se albergará a los desalojados hasta que cese el arribo de la secuencia de olas del tsunami y el mar retorne a la calma (de medio a un día, o más). A fin de poder incorporar con suficiente detalle la información del mapa de inundación y de los asentamientos humanos, edificaciones, rutas de evacuación y refugios, para el Atlas local de riesgo se sugiere usar cartas topográficas a escala 1:5 000 (o en su defecto 1:10 000) de cada localidad.

Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

Puesto que la altura máxima de olas de los 2 tsunamis locales más destructivos que han ocurrido en México ha sido del orden de 10 metros, mientras no se hayan elaborado los mapas de inundación de todas las comunidades costeras, preliminar y aproximadamente es posible delimitar la franja costera entre la cota de 10 metros sobre el nivel medio del mar como la extensión del peor escenario esperable de desastre por este fenómeno. En la figura 8 se ilustra la probabilidad de este caso en Salina Cruz, Oaxaca, incluido un análisis de vulnerabilidad según los usos actuales del suelo y algunas recomendaciones para reducción del impacto por maremotos futuros. Así, a la espera de información más detallada y confiable que aportarán los mapas de inundación elaborados mediante computadora, se puede coadyuvar a la elaboración de planes de contingencia preliminares. La política de ordenamiento territorial para uso y ocupación de la franja costera expuesta a tsunamis se debe basar en: a)

la necesidad de ubicación de las actividades en la costa.

b)

su potencial para pérdida de vidas y obras materiales al ocurrir un tsunami, y

c)

la densidad de población.

2.

Aunque no sea necesario, puede ser deseable que se ubiquen en la zona costera: hoteles y restaurantes para turistas, empacadoras de pescado y mariscos, plantas de tratamiento de aguas residuales y de fosas sépticas, estacionamientos para automóviles, parques de recreación, tierras de cultivo agrícola, etc.

3.

Es innecesario que estén a la orilla de la costa, que sean muy vulnerables, o que por su alta concentración de población hagan difícil su evacuación, especialmente durante la noche: escuelas, hospitales, teatros, cines, mercados, correos, centros comerciales, cárceles, grupos habitacionales, oficinas públicas, plantas de generación o de distribución eléctrica, centrales de comunicación, estaciones de autobuses y ferrocarriles, aeropuertos, museos, archivos de documentación pública (catastro, judiciales), estaciones de policía y de bomberos, industrias no relacionadas con el mar, etc.

Para la ocupación de esta franja costera, a las diversas actividades se les han de asignar prioridades según las que, para cumplir sus funciones: 1. Imprescindiblemente deben estar a la orilla del mar o usufructuando la costa. Ejemplos: instalaciones portuarias y astilleros, marinas para embarcaciones turísticas, playas habilitadas para recreación, instalaciones de cultivo de especies marinas, etc.

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Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

PARTICIPACIÓN DE MÉXICO EN EL SISTEMA DE ALERTA DE TSUNAMIS DEL PACÍFICO

En 1965 la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO estableció el Sistema de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWS, siglas en inglés), con sede en Honolulu, Hawaii. Opera las 24 horas del día durante los 365(6) días del año; sus funciones son monitorear la actividad sísmica y las fluctuaciones excesivas y rápidas del nivel del mar registradas mediante una red extensa de instrumentos detectores, evaluar la existencia o la potencialidad de generación de un tsunami, y diseminar esta información por medio de mensajes de observación y de alerta a los países miembros. Al ocurrir un sismo de magnitud superior a 6.5 en el Océano Pacífico, el PTWS determina su epicentro, la potencialidad de que genere un tsunami, los posibles tiempos de arribo a localidades costeras vecinas, y emite un mensaje de observación. La primera confirmación proviene de las estaciones mareográficas cercanas a la zona del epicentro. Al recibirla, el PTWS envía un mensaje de alerta, con datos de altura máxima de las olas y de tiempos de arribo a otras localidades, cercanas y lejanas. Esta información se actualiza con mensajes de alerta subsiguientes, a medida que se monitorea el avance de las olas y su arribo a nuevas localidades.

20

México es miembro fundador de este sistema. Desde 1986, el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) actúa como agencia diseminadora de los mensajes del PTWS en el Estado de Baja California; recibe, evalúa, y difunde mensajes e información desde y hacia el centro de operaciones en Hawaii y, si es necesario, a las autoridades locales, estatales y federales de protección civil. En colaboración de la Dirección General de Oceanografía Naval, de la Secretaría de Marina y del CICESE, se han instalado, mantienen y operan 3 estaciones detectoras de nivel anómalo del mar en Cabo San Lucas, Isla Socorro y Manzanillo, conectadas por satélite en tiempo real al centro de operaciones del sistema. Para tener cobertura más amplia del litoral del Pacifico de México, se desea instalar 3 estaciones más, en: Ensenada, Isla Guadalupe y Salina Cruz. Acorde con los preceptos y lineamientos del Programa de Protección Civil 1995-2000 del gobierno federal, actualmente el CENAPRED está elaborando una proposición para estructurar un sistema o Servicio de detección, monitoreo y alerta temprana de Tsunamis en México.

Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

RECOMENDACIONES A LA POBLACIÓN EXPUESTA AL IMPACTO POR TSUNAMIS

Estas recomendaciones son aplicables si usted y su familia viven o trabajan cerca de la costa del Pacífico de México (a aproximadamente menos de un kilómetro o a diez cuadras). Recuerde que NO todos los terremotos causan tsunamis; solamente algunos. La experiencia indica que la mayoría de las víctimas han sido quienes despreciaron las recomendaciones.

PREVENCIÓN

MUCHO ANTES DE QUE OCURRA ALGÚN TSUNAMI

Acuda a la Unidad de Protección Civil o a las autoridades locales a saber:

» Si la zona en que usted y su familia viven, trabajan o estudian están sujetas a este riesgo.

»

Guarde fertilizantes e insecticidas en lugares a prueba de agua e inundaciones, pues en contacto con ella se contaminan.

»

Con familiares y compañeros de trabajo elabore un plano, con indicación de rutas de evacuación, lugares de refugio y de reunión posterior.

»

Si las autoridades le solicitan su colaboración, participe en simulacros de evacuación.

Cómo podrá integrarse a las brigadas de auxilio, si quiere ayudar.

»

En caso de tener niños o familiares enfermos o de edad avanzada, prevea cómo habrá de transportarlos.

Siempre tenga a la mano un botiquín para primeros auxilios, y un aparato de radio portátil con pilas.

»

Aprenda a interrumpir el suministro de gas y de electricidad de su vivienda.

Las rutas de evacuación a lugares altos. »

Qué lugares funcionarán como refugios: de emergencia y permanentes. Por qué medios recibirá los mensajes de emergencia.

»

Procure un lugar para proteger a sus animales y equipo de trabajo.

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21

Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

DURANTE EL TSUNAMI

Si SIENTE UN SISMO suficientemente FUERTE como para agrietar paredes, o que impida mantenerse de pie, es muy probable que en los siguientes segundos o pocos minutos llegue un tsunami. Primero protéjase de los efectos del terremoto: colóquese bajo una mesa o en el dintel de una puerta, lejos de cualquier objeto que pueda caerle. No espere aviso de las autoridades acerca de genaración de un posible tsunami, porque es posible que no haya tiempo suficiente. Considere el sismo como una alerta natural; aléjese de playas y zonas bajas de la costa, y de inmediato diríjase a un lugar alto. Si NO SIENTE NINGÚN SISMO O ÉSTE ES DÉBIL, pero escucha noticias de que en un lugar -cercano o lejano- del Océano Pacífico ocurrió un terremoto, manténgase alerta, con su radio o televisor encendido para recibir información e instrucciones de fuentes oficiales. Atienda y obedezca las indicaciones de las autoridades, conserve la calma y evite pánico innecesario. Si las autoridades le alertan de que se aproxima un tsunami, busque refugio en alturas superiores a 15 metros. Las autoridades y los servicios nacionales e internacionales de alerta de tsunamis no emiten alarmas falsas.

SOLAMENTE SI HAY TIEMPO SUFICIENTE

SI EL TIEMPO ES INSUFICIENTE

(tsunamis lejanos):

(tsunamis locales):

»

Alce, fije y amarre todos los objetos sueltos que pueda arrastrar el tsunami.

»

»

Para tener reserva de agua no contaminada, selle la tapa del pozo o del aljibe.

»

Desconecte los equipos de gas y energía eléctrica. Cierre bien las puertas y ventanas de su vivienda.

Olvídese de objetos, muebles, etc.; llévese solamente un botiquín de mano y algunos documentos personales importantes. HUYAN PARA SALVAR SU VIDA, la de sus familiares y la de sus animales. Vaya a un lugar de refugio que esté a lo menos un kilómetro tierra adentro de la costa o a 15 metros sobre el nivel del mar, o por lo menos al tercer piso de un edificio sólido que no haya sido dañado por el sismo. Si las autoridades le recomiendan evacuar la casa donde vive o su lugar de trabajo, ¡H nGALO!. Evacúe ordenadamente y en calma, sin pánico.

»

22

Si le indican que NO debe evacuar, porque está fuera de la zona de peligro, ¡NO EVACÚE!.

Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

La mayoría de los maremotos se inician con un retiro del mar, que deja grandes extensiones al descubierto (en seco). Es un aviso. No se acerque a la playa a mirar, recoger peces o mariscos, ni a esperar al tsunami. Inmediatamente aléjese. Éste llegará en pocos minutos, a gran velocidad, y será demasiado tarde para huir. Nunca vaya a la playa a observarlo; podría ser lo último que vea.

velocidades peligrosas, y a su paso arrastrar automóviles, embarcaciones, árboles, animales, rocas, escombros, etc. No se acerque a conductores eléctricos averiados; recuerde que el agua es conductora de la electricidad. »

Un tsunami no es UNA sola ola, sino una secuencia o TREN de olas que arriban espaciadas entre sí una tras otra cada 10 a 40 minutos. En un lapso de 12 a 24 horas puede haber 10 ó más olas destructivas. Si su vivienda o lugar de trabajo se encuentra en la zona afectada, NO debe regresar a ella hasta que las autoridades le indiquen que el peligro ya ha terminado.

»

En mar abierto, lejos de la costa, las alturas de las olas de un maremoto son muy pequeñas. Solamente al llegar a la costa son destructivas. Si usted se encuentra en una embarcación y siente un sismo fuerte o recibe aviso de ocurrencia de un maremoto, no se acerque a puerto; si está en uno, salga a mar abierto.

Los tsunamis pueden penetrar por ríos, arroyos, esteros y lagunas costeras varios kilómetros tierra adentro. Aléjese de esos cuerpos de agua. A lo largo de la costa, las alturas de las olas de un maremoto varían considerablemente, aún en distancias cortas. No debemos fiarnos del tamaño pequeño de sus olas al llegar a la playa; es posible que a muy pocos kilómetros de ahí sean muy altas. Evite caminar por sectores inundados. Aunque el nivel del agua sea bajo, rápidamente puede aumentar, desarrollar

DESPUÉS DEL TSUNAMI

» Conserve la

calma; tranquilice a sus

»

Mantenga desconectados el gas y la electricidad hasta asegurarse que no haya fugas ni peligro de cortocircuitos.

»

Antes de

familiares. Permanezca fuera de las áreas de desastre. Su presencia podría entorpecer las acciones de auxilio y rescate.

conectar sus aparatos eléctricos, cerciórese de que estén secos.

Pero si las autoridades se lo solicitan, preste completa ayuda a las organizaciones de socorro, protección civil, y autoridades militares y navales.

»

Informe de los daños al drenaje y a los sistemas de agua potable.

»

Acate las instrucciones emitidas por radio, televisión u otro medio de difusión.

Inmediatamente reporte los heridos a los servicios de urgencia.

»

No divulgue ni haga caso a rumores.

No tome agua ni coma alimentos que hayan estado en contacto con el agua del mar. 23

Fascículo No. 12 / 1996 / CENAPRED

BIBLIOGRAFÍA

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García, A.V., y Suárez, R.G., 1996. Los sismos en la historia de México, Vol. 1: 450 años de documentos. Fondo de Cultura Económica - CIESAS - UNAM. México, D.F. (en prensa).

Ortiz , M., González , J., Reyes, R., y Nava, C., 1996. Efectos costeros del tsunami del 9 de octubre de 1995 en la costa de Colima y Jalisco. Informe Técnico. CICESE, 20 p. (en prensa).

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24

SECRETARIA DE GOBERNACION SUBSECRETARIA DE PROTECCION CIVIL Y DE PREVENCION Y READAPTACION SOCIAL CENTRO NACIONAL DE PREVENCION DE DESASTRES