Fairy Magic hizo la carrera de su vida en el espectacular

1 jul. 2007 - ney Nov puede pedir desquite. El stud y Ricardo lo tuvieron apenas un par de horas más tarde, con Storm Marco- polo, en el Sprint. Hasta allí ...
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Domingo 1º de julio de 2007

CARRERAS

Las Carreras de las Estrellas Empujan las patas blancas de Fairy magic (muserola) para ganarle a Honey Nov (a su derecha) y Latency

Fairy Magic hizo la carrera de su vida en el espectacular Classic // J. SA N DOVA L

El caballo criado en el haras La Quebrada superó por tres cuartos de cuerpo a Honey Nov y Latency resultó tercero, a medio largo Por Gustavo S. González De la Redacción de LA NACION

El encanto de un trofeo con la firma de Pallarols María Inés Olaviaga viuda de Hernán Ceriani Cernadas, entregó la copa que su familia encargó al notable orfebre en plata Juan Carlos Pallarols. “Vamos a dar una por año; en La Quebrada queda otra, en la que se grabarán los nombres de los ganadores”, contó Hernán, hijo del dirigente.

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staba en el aire. La nómina de las Carreras de las Estrellas aparecía flaca de figuras en los papeles y la tarde en San Isidro se ponía cada vez más fría, pero el espíritu de la serie que la Fundación Equina Argentina inauguró en 1991, a imagen y semejanza de la Breeders’ Cup estadounidense, salió a flote con hombres y caballos que en la cancha actuaron de acuerdo con el prestigio bien ganado en 16 versiones. Con finales espectaculares, con productos que están surgiendo y otros que se consolidan. Estuvo la esencia de todo lo que hizo por el turf Hernán Ceriani Cernadas, cuyo nombre lleva desde ayer adosado el Classic, la carrera cumbre de la tarde. Ganó Fairy Magic, un caballo criado en su cabaña, La Quebrada. Un hijo de Southern Halo, el padrillo que él trajo para que hiciera historia como el de más éxito en este país. Pero también hubo tributos a la me-

moria de Raúl Félix Lottero y Pedro Blaquier en las carreras para potrillos y potrancas que tienen sus nombres. Uno estuvo a cargo de Mach Glory, que heredó el número uno que le correspondía y le dio una alegría al stud S. de B., cuyos dueños llevan décadas de entusiasmo –e inversión– a prueba de resultados. El otro homenaje lo hizo Inca Noble, una yegua que ganó por siete cuerpos y se mantiene invicta, con los colores de Abolengo. Las señas particulares de Fairy Magic quedaron en evidencia una vez en carrera. Antes, las tres manos calzadas y el pelo alazán no conducían a Southern Halo; más bien se orientaban a Lookingforthebigone, su abuelo materno. “Es más lindo de arriba que de abajo”, admitían incluso cerca de La Quebrada. Las manos de Fairy Magic se abren antes de llegar al suelo y dicen que por eso sus dueños, Fernando y José Santamarina, lo enviaron al campo: “Lo pusieron un año en la manga, con los novillos, a ver si se enderezaba”, reveló, sonriente, José Luis Caldani, ex compañero de los

hermanos en la comisión de carreras del Jockey Club. No es el primero ni será el último sangre pura con ese defecto que puede ganar semejante gran premio. Tampoco será un caballo raro por venir de imponerse en una condicional. Un par de arrimes ante Husson, en Palermo, lo devolvieron al césped y a las pruebas comunes para tomar el impulso ganador que lo acompañó ayer. En el desarrollo no se lo vio hasta la recta y aun así le costó hacerse notar. Adelante corrieron Intiyaco y Potro Sahara. El resultado es claro en cuanto a lo que derivó de esa estrategia. Venía penúltimo en el codo Fairy Magic. Un poco más adelante y abiertos iban Honey Nov y Latency; un lance y el más ilustre de los competidores del Classic. Edwin Talaverano cerró a Latency y le tapó la calle a Juan Carlos Noriega, que allí todavía no sabía que estaba dirigiendo al ganador. Entonces, el cordobés abrió de golpe a Fairy Magic y chocó a Honey Nov. Así se juntaron los tres para el desenlace. Noriega se dio vuelta mientras se ale-

jaba, luego de dar un par de fustazos. Jorge Ricardo, que condujo a Honey Nov, se quejó por un supuesto golpe en la cara de su caballo y reclamó. Ya se sabe qué pasó con la demanda. “Soy yo el que me abro –confirma Noriega–; se le corrió la montura al mío con el golpe, pero creo que no lo toqué con el látigo.” Latency siguió; no se olvidó de correr en los seis meses de descanso. También él fue honorable con las Estrellas, con una actuación que conmueve, lo mantiene vigente y es coherente con su espectacular campaña. Rubio B. quedó tercero con Decency hace un año y ahora fue segundo. Honey Nov puede pedir desquite. El stud y Ricardo lo tuvieron apenas un par de horas más tarde, con Storm Marcopolo, en el Sprint. Hasta allí, la sensación térmica fue menos fría que la tarde. Todos se sintieron arropados con el delicioso clima de las Estrellas, con sus caballos de clase, sus esforzados jinetes vestidos para la ocasión y sus propietarios y criadores orgullosos. Ganando y perdiendo.

EL JOCKEY

Juan Carlos Noriega llegó a la montura del ganador casi a último momento “Corto, ¡qué asado te voy a invitar hoy!”, se escuchó minutos después de correrse el Classic. Las palabras eran de Juan Carlos Noriega, que había llevado a la victoria a Fairy Magic y estaban dirigidas a José Ricardo Méndez, el jockey al que ayer reemplazó en la montura del alazán que ganó la carrera más importante de la serie. Ambos jinetes se trenzaron en un abrazo en la antesala del cuarto de jockeys y en esa acción compartieron el triunfo. No-

riega heredó la monta una semana atrás y conocía al hijo de Southern Halo principalmente por haberlo enfrentado. Se sentó en la silla que dejó vacía Méndez, que lo había dirigido casi siempre y ahora no podía porque se había comprometido con anterioridad a apilarse en Rupit. “Tiene otro sabor cuando uno viene haciéndole la campaña al caballo y va palpitándola desde mucho antes, pero igual estoy contentísimo”, confesó el cordobés, instantes antes de quitarse la chaqueti-

lla de Las Hormigas, cuyos colores azul y oro coinciden con los que lleva Juan en el corazón, por Boca Juniors. No fue el único motivo por el que Noriega no disfrutó con intensidad esta conquista. “La incógnita por el reclamo tampoco permitió un festejo tan efusivo, pero no le hice nada a [Jorge] Ricardo. Es más, se me corrió la montura porque no quería molestarlo”, explica el piloto. La protesta había sido del brasileño, segundo al anca con Honey Nov.

Noriega llegó a los nueve éxitos en la serie de la FEAR y planeaba anoche celebrarlo junto con su familia y amigos en un restaurante en San Isidro. “Tengo suerte los días de las Estrellas”, dice, y se ríe, antes de subrayar las bondades de su dirigido por primera vez: “Vino manso y me ayudó a traerlo de menor a mayor. En la recta se abrieron algunos, se hizo lugar y cuando lo embalé respondió de la mejor manera” CARLOS DELFINO

Noriega, el ganador