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PREVIEW

SÁBADO

TRES CANDIDATOS SE ENCUENTRAN SENTADOS uno al lado del otro en un sillón de cuero, en la recepción de una de las compañías más exitosas. Son los finalistas para el mejor trabajo que esta compañía ofrece, y están esperando ser llamados para tener su última entrevista. Se miran unos a otros disimuladamente, intentando evaluar la competencia. El primer candidato sonríe. "Estoy preparado", piensa. "Me gradué como primero en mi clase e hice prácticas en los lugares adecuados, haciendo las conexiones adecuadas". Tiene puesta una remera arrugada y pantalones cortos. No se afeitó y parece que se acaba de levantar. La segunda candidata tiene puesto un vestido rosado con lentejuelas y volados. Tiene el rostro maquillado con lápiz labial rojo, sombras oscuras y una espesa base líquida. "Mi papá es, prácticamente, el jefe de esta compañía, y dijo que puedo tener el trabajo que yo quiera". La tercera candidata está sentada en silencio. Viste un traje modesto. Su cabello está recogido y su maquillaje es natural. En el portafolio que descansa en su falda, están sus notas y sus investigaciones. Está preparada, y quiere el empleo. Cuando te presentas ante el Señor, debes estar preparado y debes ser sincero. En el Antiguo Testamento, el sumo sacerdote debía prepararse, arrepentirse y expiar sus pecados, además de los de los israelitas, antes de poder entrar en el Lugar Santísimo, donde se presentaba ante Dios. Gracias al sacrificio de Jesús, tenemos la posibilidad de lograr una relación directa con Dios. Pero ¿te has preparado para estar cara a cara con el Creador del universo?

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DOMINGO

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CADA VEZ MÁS CERCA A través del Santuario, Dios vivió en medio de su pueblo (Éxodo 25:8). Al encarnarse, Cristo tomó la humanidad y vivió con nosotros. Pero, en el proceso de estar cada vez más cerca de nosotros, el Todopoderoso se hace vulnerable. El Creador nos invita, en lugar de exigirlo, a que nos acerquemos a él. La elección es nuestra.

Más cerca del corazón de Dios (Éxodo 34:6; 2 Corintios 3:18; Gálatas 5:22. 23; Hebreos 10:22; Santiago 4:7. 8; 1 Juan 1:9)

¿Cómo respondemos a la Invitación de Cristo? El primer paso es aceptarlo (Mateo 22:1-14). Todos estamos Invitados, pero no todos decidiremos aceptar los regalos de la redención, la restauración y la sanidad que Jesús ofrece. El segundo paso es conocer mejor a Dios. La Biblia es el mejor lugar en que podemos aprender más de él. Primera de Juan 4:16 dice que "Dios es amor". Pasar tiempo con Dios nos ayuda a parecemos a él (2 Corintios 3:18). Al conocerlo más, nuestra condición miserable se vuelve más evidente. Al aceptar nuestra pecaminosidad, querremos confesar nuestros pecados y ser limpiados por la sangre de Jesús (1 Juan 1:9). Al invitar a Dios, día a día, a habitar en nuestros corazones y a cambiarnos, él nos ayudará a madurar en nuestro caminar cristiano.

El cambio máximo (Isaías 58; Mateo 5:44; Juan 13:34, 35; Romanos 14:19-21; Gálatas 5:13, 22, 23; Efesios 2:1-10) Experimentar el amor de Dios nos cambia. Nos ayuda a prestar más atención a los demás y a sus necesidades. Su amor es lo que nos ayuda a buscar aquello que nos traerá paz y que será constructivo para otros. En el Santuario, somos testigos de la mayor historia de amor que jamás se haya contado: la historia de Dios, que se acerca a su pueblo y lo invita a acercarse a él. Esta historia contiene todos los tipos de personajes que conocemos: el héroe, el villano, el rescatado y quien elige no ser rescatado. La pregunta es: ¿qué personaje eres tú?

Biblia en mano

Lee Hebreos 4:16; 6:19 y 20; y 10:19 al 21. ¿A qué tienen acceso los creyentes, y qué significa esto para nosotros? ¿Qué esperanza se ofrece aquí y, aún más importante, qué impacto debería tener esta esperanza sobre nuestra vida y nuestra fe?

¿Qué seguridad tenemos de que podemos tener una comunión estrecha con el Padre, por lo que Jesús ha hecho y está haciendo por nosotros? Medita en lo que significa que Jesús intercede por ti en el cielo. ¿Por qué necesitas tanto de esa intercesión?

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“ESTÁ ESCRITO”

LUNES

"Cuando el tentador ofreció a Cristo el reino y la gloria del mundo, se propuso que Cristo renunciase al verdadero reino del mundo y ejerciese el dominio sujeto a Satanás. Tal era la clase de dominio en que se cifraban las esperanzas de los judíos. Deseaban el reino de este mundo. Si Cristo hubiese consentido en ofrecerles semejante reino, lo habrían recibido gustosamente. Pero la maldición del pecado, con toda su desgracia, pesaba sobre él. Cristo declaró al tentador: 'Vete, Satanás, que escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás' ", "Así podemos nosotros resistir la tentación y obligar a Satanás a alejarse. Jesús venció por la sumisión a Dios y la fe en él, y mediante el apóstol nos dice: 'Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá. Allegaos a Dios, y él se allegará a vosotros'. No podemos salvarnos a nosotros mismos del poder del tentador; él venció a la humanidad, y cuando nosotros tratamos de resistirlo con nuestra propia fuerza, caemos víctimas de sus designios; pero 'torre fuerte es el nombre de Jehová: a él correrá el justo, y será levantado'. Satanás tiembla y huye delante del alma más débil que busca refugio en ese nombre poderoso" (El Deseado de todas las gentes, pp. 103, 104). La atracción del Espíritu despierta la mente, para llenar ese vacío que solo Dios puede llenar en cada alma. Buscamos un santuario, un amparo, de los embates de la vida, y deseamos encontrar refugio en el Dios que es amor. En el santuario de la Palabra de Dios vemos nuestra falta de amor. Pero, en ese santuario hay educación y crecimiento. La Palabra de Dios suple cada una de las necesidades de cada persona como si fuera la única por la cual Jesús murió. Entrégate a él, ya que nosotros no tenemos fuerza para vencer el mal. El pecado nos aleja del bien intencionado deseo de hacer lo bueno. Elijamos creer, confiar y obedecer. En Jesús somos nuevas criaturas. Su fuerza y su poder calman nuestra mente. Es en su fuerza que somos capaces de estar de pie. Su presencia dirige nuestros pasos. ¿No quieres venir a este lugar seguro con forma de cruz? ¿No te acercarás al corazón de Dios, donde hay paz?

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Biblia en mano

Lee Hebreos 10:22. ¿Qué condiciones se establecen en este versículo para acercarse a Dios en el Santuario celestial?

Debe quedar en claro que solo Dios puede limpiar nuestros corazones. La pregunta es: ¿qué elecciones dolorosas hacemos, para que tenga que hacer esta obra de gracia en nuestra vida?

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MARTES

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MENSAJES DE ESPERANZA A lo largo de la historia, ha habido tres grupos de personas que han tenido el mensaje del Santuario. Los israelitas fueron el primer grupo. Dios dio instrucciones a Moisés con relación a cada detalle del Santuario del desierto. Esos detalles eran importantes, porque representaban el plan de salvación. El Santuario brindaba una vislumbre del carácter de Dios y de cómo rescataría a la humanidad. También, daba al pueblo acceso a Dios. Era un lugar donde lo finito se encontraba con lo Infinito. Y en ese encuentro sucedía algo extraordinario: el pecador encontraba perdón y purificación del pecado. El segundo grupo que ha tenido el mensaje del Santuario fue la iglesia cristiana primitiva. El Nuevo Testamento está lleno de referencias al Santuario. Este grupo tuvo un mayor entendimiento del Santuario y de su significado, ya que el tipo y el antitipo se habían encontrado. El ministerio de Cristo en la Tierra aclaró la imagen de lo que representaba el Santuario. No solo eso, sino además podemos ahora acercarnos al Trono de Dios, gracias a la sangre de Cristo (Hebreos 4:16). Ya no necesitamos un sumo sacerdote como mediador terrenal, porque Jesús es nuestro Sumo Sacerdote (versículo 14). Hoy, el pecador encuentra la cura máxima no en los balidos de ovejas, sino en el derramamiento de la sangre de Jesús. El tercer grupo que posee el mensaje del Santuario es la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que se originó en el movimiento millerita de 1844. Luego de un estudio cuidadoso y de mucha oración, este pequeño grupo de creyentes llegó a entender el ministerio de Cristo en el Santuario celestial. De lo que no caben dudas en cuanto a estos tres grupos es que Dios está preocupado por reconciliarnos con él. Él anhela salvarnos. Este anhelo nos da la esperanza no solo de recibir perdón hoy, sino también de ver a Dios cara a cara algún día. Todo esto es gracias a la vida, la muerte, la resurrección y la mediación continua de Cristo por nosotros en el Santuario.

Biblia en mano

Hay otros textos en Hebreos que hablan acerca de la confianza y la certeza: Hebreos 3:6, 14; 4:16; 6:11; 11:1. ¿Qué clase de confianza describen estos textos?

¿Qué cosas en la vida desafían tu confianza en Dios, o tu plena certidumbre de su buena voluntad hacia ti? ¿Qué puedes hacer, para ayudar a protegerte de este peligro espiritual?

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FE VIVA

´MIÉRCOLES

Hebreos 11 registra la fe de grandes hombres y mujeres de la Biblia. Pero ¿alguna vez te has preguntado cómo vivir tu fe? Algunos elementos del Santuario nos enseñan cómo construir una relación viviente con Dios. Veamos. El altar de sacrificios. Aquí, los sacerdotes mataban los corderos como expiación por los pecados. Jesucristo, el Cordero de Dios, mu¬rió por nuestros pecados. Cada mañana, redediquemos nuestra vida a aquel que entregó su vida por la nuestra (Juan 1:29). La fuente. Los sacerdotes se lavaban las manos y los pies en este receptáculo, antes de entrar en el Lugar Santo. De la misma manera, Dios nos llama a limpiar nuestros corazones diariamente, gracias a la presencia del Espíritu Santo. Cuando el Espíritu Santo vive en nuestro corazón, la gracia y la misericordia de Dios siempre están disponibles (Santiago 4:7, 8; Hebreos 4:16). El pan sin levadura. Esos doce panes representaban a Jesús, cuyas vida y palabras deben alimentar diariamente nuestra alma. El candelabro. Este elemento nos enseña que somos la luz del mundo. Debemos permitir que Cristo brille a través de nosotros, en medio de la oscuridad de este mundo perdido. Ya sea en el trabajo, la casa, la escuela o en la calle, permanezcamos firmes en Cristo, para que otras personas que observen nuestra fe se sientan animadas (Mateo 5:14-16; Hebreos 10:23). El altar del incienso. Si la Biblia es el pan de vida, la "oración es el aliento del alma" (La oración, p. 12). Mantener una relación con Dios mediante la oración diaria nos da herramientas para superar cualquier obstáculo que se cruce en nuestro camino. La oración nos mantiene en contacto con la Fuente de la vida (Salmo 55:17; Lucas 18:1-8). El Lugar Santísimo. Aquí, aprendemos que Cristo nos ha reconciliado con el Padre con el propósito de que podamos comunicarnos directamente con él. Gracias a lo que Cristo ha hecho en la cruz y gracias a su trabajo actual en el Santuario celestial es que podemos habitar con él diariamente, y recibir al Espíritu Santo, que nos ayuda a vivir en armonía con sus instrucciones (Juan 14:16; Hebreos 10:1924). Quiera Dios que las lecciones que nos fueron dadas en el Santuario te ayuden a desarrollar una fe fresca y dinámica, como la de los líderes de antaño.

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Diciembre

Biblia en mano

¿Qué tienen en común los siguientes textos? ¿A qué deberían aferrarse los creyentes? Hebreos 3:6; 3:14; 4:14; 6:18; 10:23.

Es muy fácil desanimarse por causa de nuestros pecados. ¿Cómo podemos vencerlos y, al mismo tiempo, no renunciar cuando fallamos? ¿Por qué debemos aferramos de esas promesas, especialmente cuando fallamos?

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JUEVES

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LA SALVACIÓN: 2ª EDICIÓN Demasiado a menudo nos acercamos a Dios tímidamente. Es como si decidiéramos que no somos lo suficientemente buenos como para presentarnos ante él. Déjame ser claro en esto: no se trata de nosotros, se trata de Dios. Podemos acudir confiadamente a su presencia no por algo que hayamos hecho, sino por lo que Jesucristo hizo por nosotros. ¡Fin de la discusión! Hebreos 4:16 dice que debemos ir confiadamente al "trono de gracia". ¡Me encanta este versículo! Mezcla metáforas de manera perfecta: el poder de un Rey que podría tener tu cabeza con solo pensarlo; pero, a la vez, este Rey está dispuesto a otorgar gracia en lugar de pena de muerte, perdón en lugar de las consecuencias que nuestras acciones merecen. ¡Qué increíble! El problema con nuestra fe es que hemos creído demasiadas veces a Satanás, quien nos dice que no merecemos estar en la presencia de Dios; por esto no acudimos a él, aunque él nos invita a hacerlo (Mateo 11:28). Además de esto, solemos estar tan distraídos por otros mensajes que no escuchamos lo que Dios nos está pidiendo que hagamos. ¿Qué es la salvación, en su segunda edición? ¿Cuál es el mensaje del Santuario para nosotros hoy? Es simple: gracias a la sangre que Jesús derramó en la cruz, gracias a su muerte y resurrección, Dios nos permite, en su gracia, acudir a su presencia con una confianza reservada solamente para aquellos que confían en él.

Biblia en mano

Lee Hebreos 10:24 y 25. ¿Qué tienen que ver el "amor" y las "buenas obras" con las "congregaciones"?

¿A quién, en tu iglesia, deseas animar con tus palabras, acciones, o simplemente con tu presencia? Si has pensado en esto, puedes establecer una gran diferencia en las vidas de las personas y, a su vez, resultar bendecido tú mismo.

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RECUERDA

VIERNES

El pecado nos separa de Dios. Así que, a fin de tener una relación completa con él, debemos aceptar el regalo de la purificación. Cuanto más tiempo pasamos con el Señor, más llegamos a parecemos a él. Dios, en un esfuerzo continuo por conectarse con su pueblo, ha compartido el mensaje del Santuario desde los israelitas del Antiguo Testamento hasta la Iglesia Adventista del Séptimo Día, pasando por la iglesia primitiva del Nuevo Testamento. El Santuario nos muestra que podemos acercarnos confiadamente a la presencia de Dios, gracias a lo que Jesús obró por nosotros.

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CONSIDERA

» Dibuja el Santuario terrenal a escala. Señala las diferentes partes y su simbolismo. Ver Éxodo capítulos 25 al 27 y 30. » Vuelve a leer la descripción del Día de la Expiación en Levítico 16, y dedica algún tiempo a visualizar todo lo que está sucediendo en estos versículos. Imagina que estás allí.

» Piensa ideas que puedas usar a fin de animar a tus hermanos y her¬manas en Cristo. Vuelve a leer Romanos 14:19 al 21. Lleva a cabo una o dos de tus ideas.

» Haz una lista de versículos bíblicos que provean un "santuario" en contra de los ataques de Satanás y las dificultades de la vida.

» Dedica un poco más de tiempo, en tu devoción personal, a fin de pensar en el siguiente concepto: "No se trata de nosotros; se trata de Cristo". Deja de lado por un momento tu lista de pedidos y preocupaciones, y dedica algún tiempo a descubrir más sobre cómo es Dios.

AMPLÍA El conflicto de los siglos, pp. 405-416, 419-429; Patriarcas y profetas, pp. 313-326.

Colaboraron esta semana: Arthur Parrino, Avon, indiana, EE.UU.; Steven Manoukian, Avon, Indiana, EE.UU.; James L. Defibaugh, Brownsburg, Indiana, EE.UU.; Jill Manoukian, Avon, Indiana, EE.UU.; Elise Salvador, Clayton, Indiana, EE.UU.; Neil Richmund, Avon, Indiana, EE.UU.; Christy Yingling Gusse, Fort Worth, Texas, EE.UU.

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