¿Es la fe en Dios una muleta? - ObreroFiel

Robert Pirsig, un escritor y filósofo norteamericano, quien tipificó a los seguidores de Freud, dijo, “Cuando una persona sufre de un delirio, se le llama locura.
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¿Es la fe en Dios una muleta? Artículo escrito por: GotQuestions.org Jesse Ventura, el ex gobernador de Minnesota, dijo una vez, “La religión es una farsa y una muleta para personas con mente débil que necesitan reforzarse en números.” Secundando su declaración, el pornógrafo Larry Flynt comentó, “No hay nada bueno que pueda decir sobre eso [la religión]. La gente la usa como muleta.” Ted Turner dijo una vez que simplemente, “¡El cristianismo es una religión para perdedores!” Ventura, Flynt, Turner, y otros que piensan como ellos, ven a los cristianos como seres emocionalmente débiles y necesitados de un apoyo imaginario para ir por la vida. Su alusión, es que ellos son fuertes y no tienen necesidad de un supuesto Dios que los ayude con sus vidas. Tales declaraciones dan lugar a varias preguntas: ¿Dónde se inició tal opinión? ¿Hay alguna verdad en ello? Y ¿cómo responde la Biblia a tales aseveraciones? ¿Es la fe en Dios una muleta? – El impacto de Freud Sigmund Freud (1856-1939) fue un neurólogo austriaco endemoniado, quien fundó la práctica del psicoanálisis, un sistema que expone la teoría de que los motivos inconscientes determinan gran parte del comportamiento humano. Aunque defendiendo el ateísmo, Freud confesó que la verdad de la religión no puede ser refutada y que la fe religiosa, ha proporcionado consuelo para un sin número de personas a través de la historia. Sin embargo, Freud pensaba que el concepto de Dios era ilusorio. En una de sus obras religiosas, El Futuro de una Ilusión, escribió, “Ellos [los creyentes] le dan el nombre de „Dios‟ a alguna vaga abstracción, que ellos han creado para sí mismos.” En cuanto a la motivación para la creación de tales ilusiones, Freud creía dos cosas básicas: (1) la gente de fe crea un dios, porque tiene fuertes deseos y esperanzas dentro de ellos, que actúan como un consuelo en contra de la dureza de la vida; (2) La idea de Dios, viene de la necesidad de una figura paterna idílica, que eclipse ya sea a un padre no existente o a un padre real imperfecto en la vida de una persona de mente religiosa. Hablando del supuesto factor del cumplimiento de un deseo en la religión, Freud escribió, “Éstas [las creencias religiosas] son ilusiones, realizaciones de los más viejos, fuertes y urgentes deseos de la raza humana. Le llamamos creencia de una ilusión, cuando el cumplimiento de un deseo es el factor predominante en su motivación, y al hacerlo, descuidamos su relación con la realidad, puesto que la ilusión misma no establece ningún factor para la verificación.”

Para Freud, Dios no era más que una proyección psicológica que servía para proteger a un individuo de la realidad que él no quería enfrentar y no podía manejar por sí mismo. Después de Freud vinieron otros científicos y filósofos, quienes aseguraban lo mismo, y decían que la religión es solo una ilusión/engaño de la mente. Robert Pirsig, un escritor y filósofo norteamericano, quien tipificó a los seguidores de Freud, dijo, “Cuando una persona sufre de un delirio, se le llama locura. Cuando muchas personas sufren de un delirio, se le llama religión.” ¿Qué sucede con las acusaciones anteriores? ¿Hay algo de verdad en las aseveraciones hechas por Freud y los demás? Examinando los reclamos de la “muleta de las multitudes” Cuando hacemos un examen honesto de estas opiniones, lo primero que debe reconocerse, es lo que aquellos que hacen tales afirmaciones están reivindicando acerca de sí mismos. Los críticos de la religión, dicen que los cristianos son propensos a factores psicológicos y de cumplimiento de deseos, que ellos, los escépticos no tienen. Pero ¿cómo lo saben? Por ejemplo, Freud vio la necesidad de un Dios Padre como el resultado de personas emocionalmente necesitadas, deseosas de una figura paterna, pero ¿podría ser que Freud mismo, tuviera una necesidad emocional de que no existiera una figura paterna? Y tal vez Freud obtuvo un resultado del cumplimiento de un deseo, que se manifestó en no querer que existiera un Dios Santo y un juicio en el más allá, un deseo de que el infierno no fuera real. Demostrando la credibilidad de tal razonamiento, tenemos el escrito del propio Freud, que una vez dijo, “La parte mala de ello, especialmente para mí, radica en el hecho de que la ciencia de todas las cosas, parece demandar la existencia de un Dios.” Sería razonable concluir, como Freud y sus seguidores han argumentado en su opinión, que la única forma en que una persona podría superar “la exigencia” de la evidencia blanco-y-negro de algo, es creando una esperanza ilusoria que supere la comprobación de la existencia de Dios; y sin embargo ellos no consideran que ésta sea una posibilidad para ellos. Sin embargo, algunos ateos, han admitido honesta y abiertamente esta probabilidad. Sirviendo como ejemplo, el profesor y filósofo ateo Thomas Nagel, dijo una vez, “Quiero que el ateísmo sea verdad y me inquieta el hecho de que algunas de las más inteligentes y bien informadas personas que conozco, sean creyentes. No es solo que no crea en Dios, y naturalmente espero que tenga razón en mi creencia, ¡Es que espero que no haya ningún Dios! No quiero que haya un Dios allí; no quiero que el universo sea así.” Otra consideración que hay que tener presente, es que no todos los aspectos del cristianismo son reconfortantes. Por ejemplo, la doctrina del infierno, el reconocimiento de que la humanidad como pecadora, que es incapaz de complacer a Dios por sí misma, y otras enseñanzas similares que no son del tipo cálidas y reconfortantes. ¿Cómo explica Freud la creación de estas doctrinas? Una consideración adicional que brota de esta última pregunta, es ¿por qué, si la humanidad simplemente inventa el concepto de Dios para sentirse mejor con ella

misma, inventaría a un Dios que es santo? Tal Dios parecería ser opuesto a la naturaleza, deseos y prácticas de la gente. De hecho, tal Dios parecería ser la última clase de dios que se les ocurriría. En cambio uno esperaría que la gente creara un dios que fuera de acuerdo a las cosas que por naturaleza ellos quisieran hacer, en vez de oponerse a las prácticas a las que ellos mismos (por alguna razón que aún está por explicarse) etiquetan como “pecaminosas.” Una última pregunta es, ¿cómo explican los que lo califican como “muleta,” que hay gente que inicialmente era hostil a la religión y se resistía a creer? Tales personas aparentemente no tenían ningún deseo de que el cristianismo fuera verdad, sin embargo, después de un examen honesto de la evidencia, y un reconocimiento de su “veracidad,” se hicieran creyentes. El erudito inglés C.S. Lewis es una de tales personas. Lewis es famoso por decir, que no había converso más reacio en toda Inglaterra que él mismo, que él fue literalmente arrastrado hacia la fe, pateando y gritando, lo que difícilmente sería la declaración que uno esperaría de una persona comprometida con una fantasía del cumplimiento de un deseo. Estas cuestiones y preguntas, parecen estar en oposición a los calificativos de la “muleta” de las multitudes, y son convenientemente ignoradas por ellos. Pero ¿qué tiene que decir la Biblia acerca de tales argumentos? ¿Cómo responde a estas acusaciones? ¿Es la fe en Dios una muleta? - ¿Cómo responde la Biblia? Hay tres respuestas principales que dice la Biblia, ante la acusación de que la gente ha inventado la idea de Dios como muleta para ellos mismos. Primero, la Biblia dice que Dios creó al hombre para Él Mismo y diseñó a la humanidad para que por naturaleza deseara una relación con Él. Sobre este hecho, Agustín escribió, “Tú nos has hecho para ti mismo, oh Dios, y nuestros corazones están inquietos hasta que encuentran su descanso en ti.” La Biblia dice que la humanidad está hecha a la imagen de Dios (Génesis 1:26). Si esto es verdad, ¿no es razonable creer que sintamos un deseo por Dios, porque fuimos creados con este deseo? ¿No debería existir una huella divina y la posibilidad de una relación entre la criatura y su Creador? Segundo, la Biblia dice que la gente realmente actúa de manera contraria a lo que Freud y sus seguidores afirman. La Biblia dice que la humanidad está en rebeldía contra Dios y por naturaleza lo aleja en vez de desearlo, y que tal rechazo es la razón de que la ira de Dios venga sobre ellos. La realidad es que la gente por naturaleza hace todo lo que puede para suprimir la verdad acerca de Dios, que es algo sobre lo que Pablo escribió: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios.” (Romanos 1:18-22). El hecho de que Dios es claramente evidente para

todos por medio de la creación, como lo declaran las palabras de Pablo, es muy bien sintetizado por C.S. Lewis, quien escribió: “Podemos ignorar, pero no podemos evadir en ninguna parte, la presencia de Dios. El mundo está lleno de Él.” Freud mismo admitió que la religión era “el enemigo,” y así es exactamente como Dios representa a la humanidad, antes de ser espiritualmente iluminada – como enemigos de Dios. Esto es algo que Pablo también reconocía: “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” (Romanos 5:10, énfasis añadido.) Tercero, la Biblia misma declara que la vida es difícil, las dificultades son comunes, y el miedo a la muerte es experimentado por todos. Estas son verdades que son fácilmente apreciadas en el mundo que nos rodea. La Biblia también dice que Dios está allí para ayudarnos a pasar a través de tiempos difíciles y nos asegura que Jesús ha vencido el temor a la muerte. Jesús Mismo dijo, “En el mundo tendréis aflicción,” lo que habla del hecho de que las dificultades en la vida existen, pero Él también dijo, “Pero confiad, yo he vencido al mundo.” y dijo que Sus seguidores deberán venir a Él para la victoria final (Juan 16:33). La Biblia dice que Dios cuida y ayuda a Su pueblo y que Él ordena a Sus seguidores que se ayuden unos a otros, y que sobrelleven unos las cargas de los otros (Gálatas 6:2). Hablando del cuidado de Dios por la gente, Pedro escribió, “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1ª Pedro 5:6-7, énfasis añadido). La famosa declaración de Jesús también habla de este hecho: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” (Mateo 11:28-30). Además de la ayuda diaria, el temor a la muerte también ha sido vencido por Cristo. A través de Su resurrección, Jesús probó que la muerte ya no tiene poder sobre Él, y la Palabra de Dios dice que la resurrección de Cristo fue la prueba de la resurrección y la vida eterna de todos los que ponen su confianza en Él. (1ª Corintios 15:20). La liberación del temor a la muerte, es una verdad proclamada por el escritor de Hebreos, quien dice, “Así que, por cuento los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.” (Hebreos 2:14-15, énfasis añadido). Así que ciertamente, la Biblia habla sobre el cuidado, preocupación y ayuda de Dios hacia Su creación. Tal verdad realmente brinda un consuelo, pero es un consuelo que está basado en una realidad, y no en un mero deseo de realización de un deseo. ¿Es la fe en Dios una muleta? - Conclusión

Jesse Ventura estaba equivocado cuando dijo que la religión es solo una muleta. Tal declaración habla de la naturaleza orgullosa del hombre y personifica el tipo de gente reprendida por Jesús en el libro del Apocalipsis: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.” (Apocalipsis 3:17) Las reclamaciones sobre la realización del deseo de Freud, Ventura y otros, solo actúan como una acusación contra ellos mismos, y exhiben su deseo de rechazar a Dios y Sus estatutos para sus vidas, lo cual es exactamente lo que dice la Biblia que hace la humanidad caída. Pero a esta misma gente, Dios les pide que reconozcan sus verdaderos deseos y se ofrece a Sí Mismo, en lugar de la falsa esperanza del humanismo al que ellos se aferran. Las declaraciones de la Biblia respecto al hecho y evidencia de la resurrección de Cristo, conlleva un consuelo y una esperanza real – esperanza que no decepciona – y nos instruye para andar de una manera que confiemos en Dios y reconozcamos nuestra verdaderamente “débil” posición ante Él. Una vez que eso se logra, nos volvemos fuertes, así como Pablo lo dijo, “Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2ª Corintios 12:10) ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.