Encuentro de maestro y alumno

4 ene. 2007 - Charlotte von Mahlsdorf, que na- ció en 1928 y murió en 2002, decidió a los 14 años travestirse pero siguiendo un modelo muy particular, ...
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Espectáculos

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Jueves 4 de enero de 2007

Agustín Alezzo - Julio Chávez

Reposición

Encuentro de maestro y alumno La dupla de director y actor estrenarán pasado mañana Yo soy mi propia mujer

China Zorrilla y Carolina Papaleo, dos de las protagonistas

El camino a La Meca, en su 5° año China Zorrilla vuelve al Multiteatro “¡Quinto año con la misma obra! ¡No me lo hubiera imaginado!” China Zorrilla lo expresa entre sorprendida y feliz. Es que desde que se estrenó El camino a La Meca fue un éxito, pero ni sus productores ni sus intérpretes pensaron que podían hacer cinco años casi sin parar. Debutaron en enero de 2003, y estuvieron en cartel todo ese año, 2004 y 2005, en el Multiteatro. Y este año que se fue tuvieron una muy buena temporada en Mar del Plata y una gira importante por todo el país. “Paramos sólo un mes: cuando me fui a filmar Elsa y Fred. ¡Recorrimos todo el país en un micro comodísimo! Llevamos la obra a lugares de los que nunca había oído hablar, con salas y públicos estupendos. Fue una experiencia fantástica”, cuenta China. “El buen público, el inteligente, no está siempre en la calle Corrientes. También está en los pueblitos, donde te encontrás a espectadores atentos que entienden la obra perfectamente y te mandan cartas que parecen escritas por el mejor crítico porteño.” El camino a La Meca se reestrena hoy en el Multiteatro, con el mismo elenco que la representó el año pasado en gira y en la costa: China Zorrilla, Tony Vilas y Carolina Papaleo, dirigidos por Santiago Doria. “Al principio creí que no era una obra para este tipo de éxito. Es que no es una comedia. Te hace pensar. Son tres personas mayores y no hay romances ni idilios. Habla del apartheid y de cosas que la gente no conoce”, explica China. Sobre los últimos tramos de la obra, la actriz tiene un extenso y bellísimo monólogo que deja a los espectadores sin palabras y emocionados. Ella confiesa que la sensibiliza especialmente. “Me impresionó que la protagonista fuera escultora, y mi padre en la vida real era escultor. Sentí que era como hacerle un homenaje a papá. Esa mujer descubre que se le van las manos solas y que tiene esa necesidad de moldear en un monólogo

final que es el descubrimiento de su vocación. Fui postergando la comedia que quería hacer y me jugué a esta aventura con este asombroso resultado. El teatro es así, nunca se sabe. No hay recetas para hacer un éxito.”

Sudáfrica El camino a La Meca está brillantemente escrita por el escritor sudafricano Athol Fugard. Fue representada en los cinco continentes y, en 1992, se realizó su versión fílmica, con Kathy Bates en el rol protagónico. En 1999, Thelma Biral (quien estrenó la obra en Buenos Aires, junto con China y Juan Carlos Dual) la montó en El Galpón, de Montevideo, y su hijo Bruno Pedemonti la produjo acá. La obra está situada en Nieu Bethesda, una pequeña aldea en la región semidesértica del Gran Karoo, en el centro de Sudáfrica, en 1974. Allí vive Helen Martins, una señora mayor que realiza esculturas enormes en el jardín de su casa. Esas obras de arte generan un respeto especial entre la comunidad negra del lugar. Allí, a ese páramo, llega su amiga Elsa a visitarla, en un momento crucial de su vida. “Hace 60 años que hago teatro y ésta es una experiencia que no había tenido en la vida. Siempre queda algo”, confiesa China. En marzo se irá a España unos días para filmar Tocar el cielo, de Marcos Carnevale, y se preparará para protagonizar una comedia. “La hice en Montevideo hace tiempo. Es una tomadura de pelo a la cultura en manos del Estado”, adelanta.

Pablo Gorlero PARA AGENDAR

■ El camino a La Meca. Multiteatro, Corrientes 1283, miércoles, jueves y viernes, a las 21; sábados, a las 21 y 23, y domingos, a las 20.

Ellos se conocen hace años, pero pocas veces trabajaron juntos. Agustín Alezzo, el maestro y director, y Julio Chávez, el actor, preparan un espectáculo muy singular. La pieza se llama Yo soy mi propia mujer y pertenece al norteamericano Doug Wright. Este encuentro entre los creadores parece muy efectivo. Chávez no bien leyó el material decidió que sería Alezzo quien lo dirigiera, y cuando le envió la obra al director éste aceptó inmediatamente. Los dos vienen de realizar experiencias muy opuestas. Julio Chávez cumplió una exitosa temporada con Ella en mi cabeza, de Oscar Martínez, y Agustín Alezzo concretó en España, el año pasado, el estreno de El zoo de cristal, de Tennessee Williams. Desde hace aproximadamente un año y medio Chávez carga con este proyecto –que estrenará pasado mañana en el Multiteatro– que muestra aspectos de la vida de Lothar Bernfeide, un hombre que desde muy joven decidió travestirse y a quien toda Alemania conoció como Charlotte von Mahlsdorf. Para muchos, tal vez, un ser extravagante de Berlín del Este, pero de una interioridad sumamente atractiva. Eso lo descubrió el autor Doug Wright, quien se interesó por esa particular travesti y, durante los años 90, realizó numerosas entrevistas con ella tratando de descubrir aspectos de su vida íntima, aunque no pudo dejar de lado el contexto social y político –el nazismo y el comunismo– que la fueron determinando, moldeando o a los que tuvo que adaptarse. Charlotte von Mahlsdorf, que nació en 1928 y murió en 2002, decidió a los 14 años travestirse pero siguiendo un modelo muy particular, porque de continuo mostraba también sus rasgos masculinos, lo que promovía un juego con su sexualidad que resultaba muy provocador, a veces, muy desorientador, otras, y siempre muy inquietante. Durante años coleccionó muebles y objetos de la época de Guillermo II y hasta fundó un museo en Berlín que hasta hoy permanece abierto. Por este aporte al patrimonio cultural germano recibió la Orden Alemana del Mérito, luego de la caída del Muro. Pero algo oscureció la vida de Charlotte en el último tiempo. En 1992, cuando se abrieron los archivos de la Stassi, se descubrió que había sido informante y colaboradora del servicio secreto alemán.

La ambigüedad Después de varios años de no dirigir en Buenos Aires a causa de un problema de salud, Agustín Alezzo retoma su camino de director, ahora en el circuito comercial. La aclaración vale porque en los últimos tiempos siguió formando alumnos y dirigiendo en su escuela, donde montó piezas de Harold Pinter, Tennessee Williams y Woody Allen. Pero lo une a Julio Chávez una profunda amistad y no pudo resistirse a dirigirlo en esta experiencia –el primer unipersonal del intérprete–, también fascinado por esta pieza. “Me ha interesado muchísimo cómo el autor toma contacto con esta mujer y cómo se fue apasionando con su historia –comenta el director–. Charlotte es un ser humano que ha pasado por todo. Por

Chávez y Alezzo, con una pasión en común MARCELO GOMEZ

momentos aparecen aspectos de su comportamiento y de su personalidad que no son femeninos, sino de un hombre. Es un personaje muy ambiguo y no sólo desde el punto de vista de su sexualidad. Es interesantísimo, también, reconocer su responsabilidad en cuanto a lo que vivió. Lo importante es que el autor no toma partido, no la juzga, la muestra para que el espectador la descubra y él tome partido, si quiere.” Pero no sólo el creador se detiene en lo formal de este personaje alemán. Le importan ciertos relatos que asoman en la pieza y hablan severamente de las condiciones sociales y políticas que debió enfrentar Charlotte von Mahlsdorf. “Ella se refiere al nazismo e inevitablemente uno encuentra referencias a aquel momento en la actualidad, cuando aparecen los neonazis, cuando vuelve la homofobia. Ahí sus reflexiones adquieren una gran agudeza y revelan a ese personaje de una profunda vitalidad y, también, de una gran vulnerabilidad.”

Una decisión El actor Julio Chávez siente que este proyecto le impone un fuerte riesgo. No sólo está apasionado por este

personaje sobre el que ha leído muchísimo, sino también por su autor, porque ha logrado darle trascendencia a esa travesti de una manera inusitada. “Sobre lo que hay que hablar –destaca– es sobre el autor porque es él quien en escena presenta a Charlotte. Doug Wright conoció a Charlotte y quiere volver a experimentar esa sensación y, a la vez, hacértela experimentar a vos, espectador. El conoció a esa mujer y necesita que vos la imagines y comprendas la naturaleza de ese objeto que él encontró y que es fascinante.” –¿Qué es lo que más te fascina de ella? –Es un ser que vivió, que existió y que tuvo que sobrevivir a dos épocas muy particulares, con manchas dudosas acerca de su comportamiento, y finalmente la pregunta que se hace el autor, y traslada al público, es: cómo podemos conocer a ciencia cierta la existencia del ser humano, cómo se la puede juzgar. –Hay algo muy particular en ese ser que no era netamente una mujer, pero tampoco un hombre, que no se jactaba de su condición

Avatares de la historia La pieza de Doug Wright se estrenó con el titulo original de Yo soy mi propia esposa. Se representó en Broadway con dirección del venezolano Moisés Kaufman e interpretación de Jefferson Mays. Recibió en 2004 el Premio Tony como mejor obra y el Premio Pulitzer como mejor drama y en 2005 el Lambda Literary Award al mejor drama. La prensa norteamericana la destacó como “El evento dramático del año” (The New York Post), “Una obra cuya belleza va directo al corazón” (The Journal News) o “Es casi un milagro” (The Wall Street Journal).

La escritura de la que aquí se conocerá como Yo soy mi propia mujer tuvo sus contratiempos. Wright comenzó a trabajar en ella en 1990 y cuando en el 92 se descubrió que Charlotte von Mahlsdorf había sido informante y colaboradora del servicio secreto alemán, el autor entró en una profunda crisis, porque no quería intervenir la imagen de su personaje con esta conflictiva e inesperada situación. En 2000, Wright fue invitado al laboratorio teatral Sundance, que dirige Robert Redford, donde pudo completar el proyecto.

sexual, sino de ser coleccionista de muebles, por ejemplo. –Para un actor es bien interesante. De pronto usaba tacos altos; de pronto, pantalones de cuero. De joven salía por las calles de Berlín con las batas de su madre y con tacos, pero también mató a su padre en defensa de su madre. Este personaje es sumamente atrapante de leer y es muy inquietante poder articular esa personalidad. Sus características son muy especiales y uno debe tomar decisiones y eso conlleva riesgos. Estamos frente a la existencia humana, entonces, se debe ser muy respetuoso y al mismo tiempo muy libre, porque ella lo era. Decidió marcar su propio rumbo y, al hacerlo, olvidar algunas cosas y recordar otras, para poder sobrevivir. Ahí es donde más me siento relacionado e identificado. Creo que nuestra personalidad está formada de recuerdos y olvidos. –Pero aquí también hay una decisión que enfrenta a toda una época. –Su decisión acerca de su vida es muy poderosa por las circunstancias. No sólo se trata de una decisión individual, aquí hay unas circunstancias que pasaban por la mirada de la tribu y la tribu estaba feroz en ese momento, aunque la decisión o la inclinación sexual o el gusto sexual de cada ser humano es mucho más personal de lo que nosotros suponemos. Esta mujer se abalanza sobre una decisión porque además la escoge como manera de sobrevivir. Fijate que ya el mismo título de la obra conlleva un enigma: Yo soy mi propia mujer.

Carlos Pacheco PARA AGENDAR

■ Yo soy mi propia mujer. De Doug Wright. Multiteatro. Corrientes 1283. Miércoles a viernes, a las 21.30; sábados, 21.30 y 23.30, y domingos, a las 21.

Bodas de plata con el espectáculo Luis Aguilé lo celebra con un show “Me han venido a encuestar porque quieren saber qué esperamos de usted. Que la inseguridad con la que hay que acabar sea una prioridad. No sigamos igual, esto va para mal. Hay que entrar en razón: esto debe cambiar. Venga usted a gobernar, con firmeza y acción.” Lo dice Luis Aguilé. Y no es que hable en verso, sino que se trata de la estrofa de su canción “Señor Presidente”, que le ha dedicado a Néstor Kirchner. Integra el repertorio de Viajero y trovador, el nuevo show que estrena hoy en el Astral, sólo por 8 funciones. Dicen que hasta hace pocas semanas se presentó con éxito en el Casino de Madrid, la ciudad donde reside desde hace más de cuatro décadas. Pero ya es casi un clásico de los veranos porteños. Esta vez quiso hacer un show que es como un homenaje a sus propias bodas de oro con el espectáculo. A lo largo de casi dos horas, Aguilé hará un recorrido por toda su carrera a través de los hits de los años 60, 70, 80 y 90, que lo hicieron famoso en la Argentina, España y América latina. Junto a un grupo de cantantes-bailarines hará canciones de humor, como “El tío Calambre”, “Superfiesta”, “Flaco no te vayas, flaco vení” y “El laburante”; temas políticos como “De hombre a hombre”, “Mi pueblo es así” y el estreno mundial de “Señor Presidente”, y románticos como “Huellas”, “Camarero champagne”, “Miguel e Isabel”, “Ven a mi casa esta Navidad”, “El amor que tiene tanta fuerza” y “Mira qué Luna”. Aguilé también brindará sus cortinas de humor que lo hicieron

Luis Aguilé famoso en las temporadas en las que hizo revista en los escenarios de El Nacional y el Astros.

Invitadas Los organizadores anticiparon que Amelita Vargas, la reina del mambo, será una de las invitadas en el palco de honor para la primera noche, en la que el cantautor prometió dedicarle uno de sus hits: “Cuando salí de Cuba”. También se anticipó que estará uno de sus grandes amores y figura de la revista porteña: Mariquita Gallegos, cuyo romance ocupó tapas de revistas del corazón de los años 70.

Pablo Gorlero PARA AGENDAR

■ Viajero y trovador. Astral, Corrientes 1639. Jueves, viernes y sábados, a las 20, y domingos, a las 19. Desde 25 pesos.