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CIUDAD

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Miércoles 21 de diciembre de 2011

TRANSITO s UNA OBRA QUE IMPACTO A COGHLAN Y VILLA URQUIZA

 

      

  

   

     



      

    

 

         

  

      

    

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LA NACION

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ANGELES CASTRO

  

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El túnel debajo de las vías del Mitre permite a los conductores ahorrar hasta 10 minutos

   





     

   

   

    



   



   

La peluquera Nilda del Valle es una de las pocas comerciantes que sobrevivieron a la obra para abrir en la avenida Monroe un viaducto por debajo del Ferrocarril Mitre. “No sé cómo lo logré; en realidad, sí. Me endeudé. Si bien me manejo con clientas del barrio, que no dejaron de venir, tuve cortes de luz, de gas, de teléfono, de todo. Pese a eso, rescato que la obra da más seguridad; si no, habría más accidentes en las vías”, dijo en la puerta de su local de Monroe 3845, cercano a la salida del túnel habilitado hace casi 20 días. El testimonio de Nilda refleja un sentimiento de muchos comerciantes del vecindario: que el bajo nivel, que costó $ 71.522.000, es una obra más beneficiosa para el tránsito pasante y para la seguridad vial que para la vida cotidiana en ese rincón porteño donde confluyen Coghlan, Villa Urquiza y Belgrano. En efecto, el viaducto permite evitar las fastidiosas barreras que solían interrumpir el tráfico por la llegada de un tren cada 4 minutos en hora pico, según datos proporcionados por TBA. Voceros de la línea 114, una de las cuatro (las otras son la 19, la 76 y la 133) que atraviesan el túnel, informaron que sus unidades tardan 10 minutos menos en promedio en realizar el trayecto entre Barrancas de Belgrano y puente La Noria. Además, tal como constató LA NACION, un viaje en taxi desde Retiro hacia Villa Urquiza se completó fuera de la hora pico en 29 minutos, recorrido que, afectado por una bajada de barrera, hubiera demandado un 15% más de tiempo. El bajo nivel también facilitó que, desde el hospital Pirovano, las ambulancias atiendan urgencias del otro lado de las vías, en las que confluyen dos ramales del Mitre. “La barrera impedía la celeridad en la respuesta”, sintetizó el director del SAME, Alberto Crescenti. Antes de la obra –que se extendió por 11 meses–, autos y colectivos cruzaban a nivel en ambos sentidos, al igual que los peatones, que disponían de dos



      

El viaducto Monroe benefició el tránsito pero no la vida comercial

   

 

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Los pasos en obra y los que se proyectan MARCELO GOMEZ

Aunque la obra la afectó, la peluquera Nilda del Valle (aquí con su hijo) cree que el túnel evitará muchas muertes pasos de 50 metros. En ese momento, el estacionamiento sobre Monroe estaba permitido. Ahora todo cambió. “Nos dividieron el barrio en dos. La gente mayor ya no cruza porque tiene que caminar como 200 metros por la pasarela peatonal del túnel”, describieron Rubén Sanfilippo y su esposa, Norma, que atienden una cerrajería en Monroe 3633, sobre la colectora del bajo nivel, en la que ya no se puede estacionar. “El cambio no nos ayudó. Los autos entran en el túnel y no nos ven”, sintetizaron. Mientras duraron los trabajos, una veintena de locales situados sobre Monroe debieron cerrar por la clausura de la avenida al tránsito. Entre ellos, una veterinaria, una zapatería, una casa de diseño gráfico, una agencia de lotería, una fiambrería y una panadería.

Joaquín Casadio logró mantener su bar abierto en Monroe 3915, a la salida del bajo nivel. El comerciante aseguró haber perdido el 50% de las ventas mientras avanzó la obra. “Ahora volvió el tráfico, pero ya no pueden estacionar. No sé cómo va a evolucionar”, explicó. No todas las voces son negativas. Ariel Heredia se animó hace pocos meses a mudar su pet shop al 3854 de Monroe, en la colectora del túnel. “Quedó muy bien. Para mí es positivo que se hayan eliminado las barreras. Incluso, los vecinos ahora caminan más por acá, porque hay más tranquilidad”, opinó. El barrio también celebra la desaparición de los colectivos 114 y 133 sobre Naón al 2400. Antes, provenientes de Olazábal, doblaban por Naón para

tomar Monroe y cruzar las vías hacia el Pirovano. Ahora ese cruce lo realizan por una barrera provisoriamente abierta en la calle Melián. Toufic Arazi y Juan Rosales, frentistas de Naón, destacaron la tranquilidad que recuperaron y dijeron sentirse más seguros por la nueva iluminación colocada en el entorno del viaducto. Sobre Melián vive Alejandro Ricciuti, que enumeró beneficios aportados por el túnel: “Esta vía maldita mató mucha gente. Además, por las barreras, se formaban colas de autos sobre Monroe. Está mucho mejor”, expresó.

Más información. La versión completa de esta nota, con más testimonios, en www.lanacion.com.ar

Porque se salvan vidas, se reduce la contaminación y mejora la conectividad entre distintos barrios, en ese orden, el gobierno porteño defiende su plan para eliminar los cruces a nivel sobre las vías del ferrocarril. Desde que Mauricio Macri es jefe de gobierno porteño, inauguró ocho viaductos de distinta envergadura: en Esteban Bonorino y vías del Belgrano Sur, en Villa Soldati; en la avenida Sarmiento, en Costanera Norte, bajo vías del Belgrano Norte; en Soler (Palermo) y Dorrego (Chacarita), bajo la parrilla de San Martín; en los cruces de la calle Punta Arenas (Chacarita) y de la avenida Mosconi (Villa Devoto) con el ferrocarril Urquiza, y bajo vías del Mitre en Monroe (Coghlan-Villa Urquiza), y en Manuela Pedraza (Núñez), el más recientemente habilitado. “Siempre que se comienza una obra, y mientras se realiza, hay conflictos. Pero lo que resulta al final es que se ha mejorado la calidad de vida de los vecinos y de los que

pasan en su auto. No hay que olvidar que el primer bien a defender en la construcción de viaductos es la vida, porque se evitan muertes de peatones y de automovilistas; más en el caso de Monroe, que se eliminaron dos vías juntas. En segundo lugar, hay menos contaminación, ya que los vehículos no emiten gases mientras esperan en la barrera. En tercer lugar, se mejora la conexión entre los barrios”, dijo a LA NACION el ministro de Desarrollo Urbano porteño, Daniel Chain. El plan oficial de conectividad también prevé, para enero próximo, la apertura del bajo nivel de Crisólogo Larralde, en la línea Mitre. Hay cuatro más en ejecución –Ceretti, Arias, Besares e Iberá (Mitre)–, y el mes próximo comenzará la obra de otro sobre Olazábal (Mitre). En tanto, permanecen frenados por amparos vecinales otros 11 viaductos, planificados en Deheza, Quesada, Llavallol, Cuenca, Pacheco, Altolaguirre, Zamudio, Navarro, Varela, Empedrado y Marcos Sastre.