Traducción de la Jutbah del día viernes 26 de Dhul Qa’dah de 1438H. acorde al 18 de Agosto de 2017, pronunciada por el Sheikh Ibrahim Alelfi en la Mezquita del Centro Cultural Islámico “Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas” Rey Fahd en Argentina

El peligro de los rumores y el pecado de ser partícipes en ello as alabanzas son para Allah, el Señor del Universo, el Eterno, Quien no tuvo principio ni tenL drá fin. A Él nos volvemos en arrepentimiento y le pedimos Su guía. En Él buscamos refugio del mal de nuestro ego y de nuestras malas acciones. Doy testimonio que no hay dios fuera de

Allah -el Sublime y Perfecto- y que Muhammad es Su siervo y mensajero, el sello de los profetas. Que la paz y la misericordia de Allah sean con él, su noble familia y discípulos, así como con todos aquellos que les siguen en el camino correcto del Corán y la Sunnah hasta el Día del Juicio final. Amen. Queridos hermanos: Uno de los asuntos a los que tenemos que acostumbrarnos a tener cuidado de no caer es el de tomar a la ligera los rumores que se dicen de nuestros hermanos y hermanas en la Fe. Podrán a veces parecer inofensivos, otras veces como una crítica normal de la persona, pero en otras ocasiones podrían ser falsos murmuras malintencionados o calumnias contra la dignidad de un honorable hermano o hermana. Todo eso debe evitar el musulmán. El creyente no habla de aquellas cosas que no son necesarias hablar. Siempre deja de lado aquellas cosas que no le incumben, así como el Profeta -la paz sea con él- lo exhortó.

Chismes y rumores, cotilleos y noticias vanas, todo eso es un enfermedad que si está presente en la cualquier comunidad la va a afectar muy negativamente. Nada de eso debe formar parte del comportamiento del verdadero musulmán.

El esparcimiento de los rumores es bien conocido por ser una herramienta de los hipócritas y de los que tienen en su corazón una enfermedad espiritual. Ya conocemos como se lastimó nuestra nación en sus orígenes. Gente que decía haber creído con sus bocas pero con corazones llenos de hipocresía, sembraron la enemistad y la discordia entre las filas de los musulmanes, discordia que desembocó en el sectarismo hasta el mismo día de hoy. Partieron a la nación. Nosotros, queridos oyentes, no podemos y no debemos seguir ese comportamiento enfermizo que no trae sino enemistad entre los musulmanes.

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1 Nuestra Jutba

Allah -glorificado sea- nos advierte enérgicamente de este comportamiento en Su Libro: [Cuando lo tomábais unos de otros con vuestras lenguas, hablando acerca de aquello que no tenías conocimiento y lo considerábais poca cosa cuando ante Allah era realmente grave] 24:15.

Si observamos que alguien prende una chispa de tribulación contando algo de alguien, debemos apagarla y no seguir soplando esa mecha. Lastimosamente siempre puede haber en la comunidad gente que es malintencionada, y por eso el Mensajero de Allah -la paz sea con él- dijo: “De lo que más temo para mi nación, es la lengua del hipócrita que es hábil con la palabra” (Ahmad). Hermanos en la fe: ¡Cuánto es lo que escuchamos y leemos de palabras que circulan entre la gente de las cuales no existe ningún beneficio repetirlas! Y si reflexionamos en ellas, pueden causar daño a nivel personal, familia y colectivo. A veces son como auto sentencias de muerte que el vivo las pronuncia en su propia contra... y luego le vemos caminar al individuo como si nada hubiese dicho en absoluto, ignorando lo que le espera en la otra vida. Hermanos en el Islam: ¿Cuántas veces hemos pasado falsas noticias por los medios de comunicación social? Eso por el apuro, por no verificar su autenticidad o simplemente por sensacionalismo... y eso basta para que se cuente como una mentira en nuestra contra. Pudimos haber causado pánico innecesario, engañado a alguna persona, distorsionado la verdad, cambiar una relación para mal o expuesto algo falso de la Religión, y eso muy grave también. Luego, una vez que nos damos cuenta de que no debimos haberlo hecho... es muy tarde. Es muy difícil de enmendar ese tipo de faltas que ya se han esparcido de este a oeste. La falta quedó cometida y el pecado registrado. Hermanos en la Fe: Con mucha frecuencia nos apresuramos más al mal que al bien. Debemos saber que es un deber y una obligación religiosa cuidar del honor y de la reputación de nuestros hermanos. No solo eso, sino de procurar su bienestar en la comunidad, sin importar si tenemos o no una buena relación con ellos. Allah nos va a agradecer por ello, no buscamos echar en cara a nadie lo bueno que hacemos a los demás. Se trata de salvarnos nosotros del castigo y de mejorar nuestra relación con el Creador. Quiera Allah Todopoderoso guiarnos a aquel comportamiento que le complace y nos conceda de Su Guía, con un obrar justo y recto. Amén.

*** Nota: todo lo citado del Sagrado Corán debe entenderse que es una aproximación al significado de la Palabra de Allah, la cual descendió en la lengua árabe; por tanto, no es Su Palabra exacta.

Nuestra Jutba

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