El padre James Martin: un novelista jesuita AWS

Venezuela—; los domingos por la tarde lo buscaba para ir .... las relaciones fueron muy difíciles; que Néstor Kirchner .... haitiano y español. El Instituto Pastoral de la Escuela de Evangelización de la Diócesis se dedica a la formación de los fieles bautizados para asumir diversos cargos de liderazgo en sus parroquias.
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NUESTRA VOZ

Diciembre de 2016

EN LA DIÓCESIS

@NuestraVozDOB

Fotos: Jorge I. Domínguez-López

El padre James Martin: un novelista jesuita Jorge I. Domínguez-López

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L PADRE JAMES MARTIN es quizás el único jesuita que haya presentado a la banda de heavy metal Metallica en televisión. Es subdirector de la revista católica America y tiene diez libros publicados. Ha aparecido en programas como The Colbert Report y Comedy Central y ha publicado en los principales medios de Estados Unidos. Colaboró con Philip Seymour Hoffman en la puesta en escena de Los últimos días de Judas Iscariote. Tiene unos 80,000 seguidores en Twiter y 40,000 en Instagram. James J. Martin es quizás el único cura que muchos millenials conocen. Es un tipo cool. En 2015 publicó su primera novela, que este año apareció en español: La abadía. Y ése fue el motivo de nuestra conversación, que terminó derivando a otros temas más allá de La abadía. En su oficina hay una carta de santa Teresa de Calcuta, enmarcada y colgada en la pared; hay una foto suya en África, donde estuvo como misionero; hay fotos de su familia y unas sillas de madera de los años cuarenta, un escritorio gris y anónimo y libros, suyos y ajenos. Es la oficina de un jesuita: hay un orden permanente, pero cierta disposición a la partida, cierta consciencia de que todo es transitorio excepto los negocios del alma. Y de los negocios del alma comenzamos hablando. Jorge Ignacio Domínguez: Usted se graduó de Contabilidad en Wharton, luego fue a trabajar a la General Electric. ¿Cómo va uno de ahí a ser novelista o “escritor jesuita”, como dice Wikipedia de Ud.? James Martin, SJ: Estudié negocios en Wharton y estaba muy entusiasmado con mi carrera. Luego conseguí un trabajo en GE. En realidad nunca nadie me preguntó: ¿A qué te dedicarías si pudieras hacer lo que quieras? Era más bien un deseo de ser independiente y ganar dinero. Trabajé para GE por unos años y al comienzo era muy interesante. Era principios de los años ochenta. Yo tenía un montón de dinero y me encantaba salir, ponerme buenos trajes. Pero cada vez más tenía la sensación de que ese trabajo no era para mí. Un día llegué a casa y encendí el televisor. Estaban transmitiendo un documental sobre Thomas Merton. Leer su libro, La montaña de los siete círculos me transformó, fue

lo que me hizo considerar dedicarme al sacerdocio y la vida religiosa. Luego conocí a los jesuitas, donde enseguida encontré mi lugar. Así que entré en la Compañía de Jesús, y fue una sorpresa para todos mis amigos y mi familia, quienes pensaron que yo estaba loco, literalmente. Lo de la escritura fue algo para lo que nunca me preparé. Pero cuando estuve en Kenia durante mi formación jesuita, trabajando dos años con los refugiados, escribí un artículo sobre los refugiados que había conocido, y America [la revista jesuita] lo publicó. JID: Hay muchos escritores jesuitas, pero pocos novelistas jesuitas. ¿Se ha metido en problemas por escribir novelas? JM: No. Esta es mi primera novela y no era algo que había planeado. Jamás pensé que podría escribir una novela, porque para esto hay que tener un don especial, para que se te ocurran buenas ideas. Y a mí lo que me sucedió fue que una noche tuve este sueño, que era prácticamente toda la historia. Me desperté y dije: “Esto podría ser un gran libro”. JID: La gente podría decir: “Si él es un buen novelista, se meterá en problemas con su superior; si es un buen sacerdote, se meterá en problemas con los críticos”. JM: Bueno, no hay nada en la novela que sea desagradable u obsceno. Tampoco hay escenas de sexo. Así que no hay motivos para entrar en conflicto con mis superiores. Es más una novela de descubrimiento espiritual y superación personal. Tres personajes que buscan su camino y descubren a Dios. Así que mis superiores están contentos. Los críticos, no lo sé... pero hay un montón de personas que se me acercan diciendo: “Queremos una segunda parte”. Y creo que voy en esa dirección.

El padre James Martin, SJ, es subdirector de la revista católica America, que publica la Compañía de Jesús. Tiene diez libros publicados y unos 80,000 seguidores en Twiter y 40,000 en Instagram. Es quizás el único cura que muchos jóvenes americanos conozcan.

“Sin católicos hispanos en Nueva York, la iglesia de Nueva York no sería esta iglesia”. como parece: “Cuando Ana se encontró con Dios su vida se solucionó y todo fue perfecto”. JID: Padre, ¿cómo surgió la idea de traducir la novela al español y por qué? JM: A mí me encantó la idea. Casi todos mis libros han sido traducidos al español, pero en el extranjero, por las editoriales Sal Terrae, Grupo Loyola, Mensajero... en España, en Argentina y otros países de habla hispana. HarperCollins está iniciando esta nueva aventura con la división HarperCollins Español, y me propusieron que el mío fuera uno de sus primeros libros. Yo quedé fascinado con la idea. Creo que a los católicos de habla hispana de Estados Unidos les encantará este libro.

JID: Bueno, y porque deja cosas en el aire.

JID: Padre, ¿quisiera enviar un mensaje especial para nuestros lectores, los católicos hispanos en Brooklyn y Queens, de toda la ciudad?

JM: Sí, lo hice por dos razones. Primero porque, como sabes, la vida no es limpia y pulcra, y no quería dejar todas las historias cerradas. Al personaje principal, Ana, le cuesta encontrar sentido a la vida después de la muerte de su hijo, y tiene problemas con este tipo que conoce, Mark, que es joven y un poco “fiestero”. Y segundo, porque tampoco quería que la gente se quedara con la idea de que la vida espiritual es tan clara

JM: Yo diría que sin católicos hispanos en Nueva York, la iglesia de Nueva York no sería esta iglesia. Sé que es un error generalizar, pero yo diría que los católicos hispanos aportan una enorme alegría y una chispa a la iglesia en esta ciudad. También trabajé con católicos hispanos en un colegio para chicos llamado Nativity School en el Lower East Side, y una de las grandes lecciones para mí fue que los

A la venta en amazon.com hispanos no son sólo una población. Aquí conocí dominicanos, puertorriqueños, mexicanos, colombianos... fue una experiencia muy interesante. Lo mismo celebrábamos Nuestra Señora de Guadalupe que la virgen de Altagracia. A mí me cambió la visión, antes yo pensaba que los católicos hispanos eran una especie de grupo homogéneo y no lo son. Y sus creencias y devociones son diferentes unas de otras. Esto es un llamado a los líderes católicos y trabajadores de la pastoral, a que en primer lugar entiendan que los hispanos no son un “bloque”, en segundo lugar, ellos no representan su país, sino su individualidad. Hay una anécdota simpática de cuando estaba en Nativity School, le pregunté a alguien: “¿Irás a la fiesta de la Guadalupe?” Me miró y me dijo: “Nos vemos el día de la fiesta de Nuestra Señora de la Altagracia”.

FrJamesMartin @JamesMartinSJ

4 Febrero de 2016

@NuestraVozDOB

Ser amigo de un santo

El escritor salvadoreño David Humberto Trejo nos habla sobre su libro Tavita y su amistad con monseñor Óscar Arnulfo Romero Jorge I. Domínguez-López

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ste otoño visitó nuestra ciudad el escritor, diplomático y político salvadoreño David Humberto Trejo. Venía a presentar en la Universidad de Nueva York su libro de relatos Tavita: cuentos mediocres, diálogos fútiles en el drama nacional. David Humberto Trejo fue secretario general de la Juventud Demócrata Cristiana de El Salvador y diputado a la Asamblea Constituyente de 1982. Redactó el preámbulo de la Constitución actual de El Salvador, firmada en diciembre de 1983. Ha sido Diputado al Parlamento Centroamericano y a la Asamblea Legislativa de su país, así como embajador de El Salvador ante las Naciones Unidas en Ginebra, así como ante varios países de América y Europa. La historia que cuenta en Tavita se desarrolla entre 1900 y 1970, en San Pedro Cacahuatique, hoy conocida como Ciudad Barrios, donde nacieron tanto el autor como el beato Óscar Arnulfo Romero. En el libro se narran los sucesos esenciales de la niñez, la adolescencia, la vocación y el sacerdocio del beato salvadoreño. En su niñez, David Humberto Trejo conoció a monseñor Romero, un joven sacerdote por ese entonces. Fue el inicio de una amistad que duraría hasta la muerte de monseñor Romero. De esa amistad y de ese libro trata la siguiente entrevista. Nuestra Voz: ¿Podría decirnos qué lo motivó a escribir Tavita y cuáles son sus principales rasgos? David Humberto Trejo: El motivo principal es buscar en las raíces históricas el porqué de la realidad que estamos viviendo en nuestro país, que es similar a otras realidades; y plantear, a pesar de lo áspero y tortuoso, un hálito de esperanza que pueda de alguna manera avivar el fuego intenso y generoso de nuestra gente,

para enfrentar el crimen, la marginación y el odio. NV: Monseñor Romero es uno de los personajes de su libro. ¿Por qué? DHT: Para mí, monseñor Romero —con su voz, su ferviente fe, su conocimiento profundo de la doctrina social de la Iglesia, su vida de testimonio evangélico—; asume la responsabilidad histórica de orientar la sociedad y la política por rumbos nuevos hacia la justicia social, la armonía social y la paz. NV: ¿Cómo conoció a monseñor Romero? ¿Puede

pero nunca lo había visto. Me impresionaron su serenidad y santa alegría: aquel hombre con su negra sotana, sentado en el suelo sobre la alfombra de hojas secas, almorzando con nosotros panes y refrescos, disfrutando el susurro de los pinos; su sencilla sonrisa, su apacible voz, narrando anécdotas y haciendo comentarios al poema “Los motivos del lobo”, de Rubén Darío, que me pidieron que recitara, pues ya andaba yo en eso de leer y decir poesías. Su caridad social y específica se traslucía por su fresca palabra evangélica, mariana; era oída a través de la radio Chaparrastique, en la zona oriental del país, en aldeas y pueblos. Esperaban la trasmisión de la misa dominical a las ocho de la mañana desde la Satedral de San Miguel. Las personas ponían a todo volumen sus radios y al pasar por las calles se oía su mensaje diáfano cargado de doctrina. Yo era un adolescente, continuaba mis estudios en el Instituto Católico de Oriente de los Hermanos Maristas, donde el padre Romero era el coadjutor. En 1970, siendo monseñor Romero obispo auxiliar de San Salvador —y habiendo yo regresado de mi exilio en

David Humberto Trejo.

[Díaz, la esposa de Mario] me dijo: “Los ángeles no lloran; usted es mi arcángel”. Abatido, fui a buscar consuelo donde monseñor Romero. Las madres carmelitas estaban arreglando para la misa la capilla del hospital la Divina Providencia. Monseñor estaba en oración en la habitación que habían acomodado por seguridad a unos pasos del altar donde cayó abatido. Le comenté que entraron hombres armados y encapuchados en la casa de Mario, minutos después que se había retirado el miembro de la Junta de Gobierno Morales Erlich. Ordenaron a todos colocarse boca abajo, que

radiomaria.org.sv

Monseñor Romero asume la responsabilidad histórica de orientar la sociedad y la política por rumbos nuevos hacia la justicia social, la armonía social y la paz.

Monseñor Óscar Arnulfo Romero

contarnos alguna anécdota sobre él que Ud. recuerde particularmente? DHT: La primera vez que lo vi, en 1952, [yo] tenía nueve años. Estábamos de vacaciones, elevábamos papalotes aprovechando los vientos de octubre, un ambiente fresco, agradable, cielo nítido azul. Esa mañana pasaron a mi casa las señoritas Escobar y otras personas muy católicas, invitándome a un paseo en “Omoma” con el padre Romero, párroco de la Iglesia Santo Domingo en San Miguel. Había oído varios comentarios y testimonios de las virtudes del niño Oscar Arnulfo, que era originario y se había criado en el pueblo,

Venezuela—; los domingos por la tarde lo buscaba para ir a dar un paseo en mi carrito Volkswagen, para visitar a su hermana Zaida o a otros parientes. Varias veces lo llevé a visitar enfermos y dar la extremaunción. NV: ¿Cuándo fue la última vez que vio a monseñor Romero? DHT: La última vez que conversé con él fue el lunes 23 de febrero de 1980 a las 4:45 a.m. Tiempo antes me había llamado Lolita Henríquez , amiga y correligionaria, para darme la dolorosa noticia del asesinato del entrañable amigo y correligionario Dr. Mario Zamora Rivas, Procurador General de Pobres. Angustiado, salí en el Volkswagen hacia la casa de Mario, donde habían estado celebrando el cumpleaños de un compañero. El impacto al llegar fue tremendo. Aronet

dijeran su nombre. Levantaron a Mario [y se lo llevaron]. Al retirarse los hombres armados, [los que estaban en la casa] comenzaron a avisar telefónicamente que habían secuestrado a Mario. Fue hasta cuando alguien fue al baño que hallaron el cuerpo sin vida — habían utilizado silenciadores. Comentamos sobre las amenazas que él había recibido, de los varios asesinatos de alcaldes y dirigentes locales del PDC; de las dinamitas colocadas y detectadas, la semana anterior, en la Iglesia del Sagrado Corazón, donde se celebraría una misa de acción de gracias con toda la dirigencia nacional del Partido Demócrata Cristiano. Me preguntó entonces si habían desfigurado a Mario. Le solicité su bendición y me retiré reconfortado. La última vez que lo vi fue la tercera semana de marzo de

1980. Pasé por la casa de retiros Nuestra Señora de Lourdes. Fue entonces que lo vi por última vez: caminaba despacio y con la frente inclinada entre los jardines. Fue su último retiro espiritual, una semana antes de su martirio. NV: ¿Cómo vivió la noticia de su muerte? DHT: La noche anterior a su asesinato, yo estaba en la casa de don Napoleón Duarte. Se sentía mal y salí a comprarle una medicina. Al regreso pasé frente al seminario San José de la Montaña y vi un cadáver tirado en la acera de enfrente. El 24 de marzo de 1980, salimos junto al Dr. Guevara Lacayo a San Miguel. Al regreso no alcanzamos a asistir a la misa en la capilla del hospital de la Divina Providencia en memoria de la Sra. Sara Meardi, madre del amigo Miguel Pinto, de la familia fundadora del Diario Latino, el decano del periodismo salvadoreño. Al llegar a casa había una llamada urgentísima: ¡Asesinaron a monseñor Romero! ¡Tremenda noticia! NV: ¿Qué significó su beatificación el 23 de mayo de 2015? DHT: El anuncio de la beatificación de monseñor para el 23 de mayo del año pasado, causó una gran euforia popular, los jóvenes artistas pintaron murales en ciudades, poblados pequeños y aldeas en diferentes estilos y expresiones. Cantautores improvisaban versos que recitaban en plazas y parques. Las visitas a la tumba de monseñor aumentaban. Cuarenta y ocho horas antes, los alrededores del lugar de la beatificación estaban llenos de peregrinaciones de todo el país, de Guatemala, México, Honduras, Nicaragua, EE.UU., de diferentes países de América Latina y Europa; permanecían en vigilia, entre oraciones y cantos; rogando al altísimo y clamando que el testimonio del nuevo beato fuera semilla para sembrar la concordia y la paz en la región y en el mundo.

10 Julio de 2016

@NuestraVozDOB

PRIMERA PARTE

COMUNICADO DE PRENSA

Programa de Fundamentos para los Ministerios a partir de septiembre El Instituto Pastoral de la Escuela de Evangelización ofrecerá su curso Programa de Fundamentos para los Ministerios, de 20 horas, durante 10 semanas a partir de septiembre, en tres idiomas y en varias sedes de la Diócesis. El programa está diseñado para hombres y mujeres que estén en el proceso de discernimiento para participar en el Programa de Ministerio Laico o que desean recibir un repaso de los conceptos teológicos esenciales para su ministerio. El programa se ofrecerá en inglés, criollo haitiano y español. El Instituto Pastoral de la Escuela de Evangelización de la Diócesis se dedica a la formación de los fieles bautizados para asumir diversos cargos de liderazgo en sus parroquias. El programa de 10 semanas incluye temas como Teología como campo de estudio, Papel emergente del laico, Jesús: su mensaje, su ministerio, y Teología moral. Quienes completen exitosamente el programa reciben un Certificado y podrían recibir créditos para el programa de formación de catequistas Viviendo y guiando en la fe. Las personas interesadas pueden inscribirse en la página web de la Escuela de Evangelización: www.bqonlineformation.org Este programa es ideal para miembros de consejos parroquiales, de comités parroquiales de planificación pastoral y para personas que ya participan en algún ministerio laical en su parroquia. Se recomienda hacer la inscripción cuanto antes, pues tenemos cupo limitado. Para obtener más información, visite la página web del Instituto Pastoral: dioceseofbrooklyn.org/getinvolved/pastoral-institute/ o comuníquese con Gerald Tortorella, Director del Instituto Pastoral, llamando al 718-2819556 o escribiéndole a : [email protected]

Entrevista al padre Carlos María Galli: ¿Quién es Francisco? Jorge I. Domínguez-López

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sta es la primera parte de una extensa entrevista que el padre Carlos María Galli concedió a Nuestra Voz.

El padre Carlos María Galli, de la arquidiócesis de Buenos Aires, visitó Nueva York el pasado mes de abril para ofrecer varias conferencias en la Universidad de Fordham. Es doctor en Teología y profesor de la Facultad de Teología de la UCA y del Instituto del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en Bogotá, Colombia. El padre Galli ha publicado cinco libros y ha editado más de treinta antologías y obras colectivas. Su libro más conocido es Dios vive en la ciudad. Hacia una nueva pastoral urbana a la luz de Aparecida y del proyecto misionero de Francisco. El padre Galli es amigo cercano del Papa, conoce a fondo se pensamiento y su estilo. Responde a las preguntas con largos párrafos en los que cada palabra tiene su peso específico. El texto íntegro de la entrevista puede leerse en el sitio web de nuestro periódico: http://nuestra-voz.org/

Jorge I. DomínguezLópez: Mucha gente dice que el Papa cambió tras su elección, que antes no era tan cálido. ¿A qué usted atribuye ese cambio? Padre Carlos María Galli: Muchos preguntan si Francisco es el mismo que Bergoglio, qué continuidad hay, qué novedad hay. La lengua castellana nos permite un juego de palabras para expresar una verdad. Yo digo: Él es el mismo, pero está distinto. Él es el mismo, es el mismo hombre de oración, es el mismo hombre que se va al discernimiento en presencia de Dios… las decisiones pequeñas o grandes… es el mismo hombre de la Iglesia misionera en salida, es el mismo que siempre tuvo el amor preferencial por los más pobres. En todo eso es lo mismo. Entonces, ¿en qué ha cambiado? Bueno, un primer cambio estuvo cuando fue hecho obispo y, evidentemente, recibió la gracia del ministerio para hacer de su vida un dono para el pueblo de Dios. Pero ahora eso se ha profundizado y yo creo que los cambios se advierten en tres aspectos: Primero, está más sonriente. La alegría la tuvo siempre, y yo podría mostrar textos donde él ha repetido una y otra vez durante cuarenta años la frase de Pablo VI: “La dulce y confortadora alegría de evangelizar, esa es nuestra alegría”. La alegría

la ha tenido siempre, la sonrisa es un don de Dios para su ministerio petrino. El afecto lo ha tenido siempre. La ternura expresada públicamente ante tantas personas es un aspecto del pastoreo universal de la Iglesia. La libertad interior la ha tenido siempre; la libertad para manifestar lo que piensa, por ejemplo, en entrevistas en los aviones, con la consciencia de ser el Obispo de Roma de pastor de la Iglesia universal. Sin embargo, esa libertad tiene una nueva dimensión, porque ya no sufre presiones locales o presiones curiales. Y él sabe que tiene una responsabilidad ante la Iglesia de discernir la voluntad de Dios y expresarla con la mayor claridad posible.

del papa Francisco en la historia de la Iglesia? Usted ha comentado sobre algunas similitudes y paralelos que se podrían establecer entre el papa Francisco y San Juan XXIII. CMG: Evidentemente, nadie esperaba que Juan XXIII fuera un papa que, movido por el Espíritu de Dios, proféticamente impulsara el nuevo Pentecostés del Vaticano Segundo. Y yo pienso que en eso son parecidos. Porque Bergoglio fue elegido a los 76 años, cuando muchos lo descartaban. No lo ponían no sólo en las apuestas: L'Osservatore Romano hizo veinte biografías de cardenales “papables” y él no estaba en ninguna, no le hicieron una biografía. Y otros pensábamos, como yo, en que ya no importa la edad en que uno es elegido. Él fue elegido con la misma edad de Juan XXIII, que en pocos años impulsó una gran reforma en la Iglesia. Se puede estar pocos años y hacer mucho. Y yo creo que la gran analogía entre los dos papas no es si expresan la caricia de Dios al pueblo. La gran analogía es que son dos papas reformadores a través del Concilio Vaticano II, uno iniciándolo y el otro asumiendo las reformas pendientes y tratándolas de realizar cincuenta años después. Ése es Francisco.

JID: La prensa ha dicho que el Papa de joven fue peronista; y que parecía sentirse más cómodo con una visita de Cristina que con una de Macri, que… ésa era la historia que contaban las fotos. CMG: Pero no han contado que de 2003 hasta 2013 las relaciones fueron muy difíciles; que Néstor Kirchner y Cristina Kirchner atacaron permanentemente a monseñor Bergoglio, y que de ninguna manera… se podría decir JID: A largo plazo, ¿cuál que él los apoyara —salvo usted cree que es el impacto en lo que hace a garantizar la institucionalidad de la Argentina. O sea, él no se sentía cómodo con eso. ¿Por qué se habría de sentir cómodo al día Él sabe que siguiente de ser papa? A mí me parece que la lectura tiene una mediática, con todo respeto responsabilidad de la foto, pero tiene que ver la película, si no, no muestra la ante la Iglesia realidad. La realidad está en la película, no en la foto. Las fotos de discernir la son flashes de un momento. Si él es un papa argentino y ella voluntad de Dios es la presidenta de Argentina, ¿cómo quieren que la reciba? Y si ella pide verlo tres veces en y expresarla visita de Estado, él no puede negarse. Fueron tres visitas de con la mayor estado. Después hubo otras tres claridad posible. ocasiones donde ella se coló, o sea se metió sin ser invitada por

el Papa, en viajes apostólicos donde ella les pidió a los presidentes del país —en Brasil, en Paraguay y en Cuba— que ellos la inviten para ella estar y hacerse sacar una fotito al lado del Papa, que dura un minuto porque el Papa la hizo bajar del altar. Entonces, hay que ver todo, no hay que ver la foto sonriente, hay que ver todo el proceso. Y hay indagar en un periodismo de investigación: ¿Qué otras más cosas quiso Cristina Fernández del Papa y que el Papa de ninguna manera le dio? Por ejemplo, visitas de ella o de su candidato previas a las elecciones nacionales. Entonces, yo creo que en esto, lamentablemente, en la Argentina —porque en mi país también pasa— y fuera, importa mucho la foto y un poco la sensación. “¡Oh, es un papa peronista!” La verdad es que no se puede decir que es peronista así no más. Otra cosa es que comparte, como muchos argentinos, valores del Movimiento Justicialista que fueron, por un lado, una encarnación de valores de la Doctrina Social de la Iglesia a nuestro modo. Y segundo, que fueron los que realmente mejoraron las condiciones de vida de los sectores más pobres y que se convirtió en una traba frente a la penetración del marxismo en sectores populares y eso pertenece a la historia argentina. Entonces, yo no diría que es peronista. Jamás se los escuché a él y jamás se lo escucharía. Y en segundo lugar que él no se expuso, consciente de la fragilidad psicológica de la presidente anterior —de lo cual podríamos hablar mucho tiempo porque hay datos irrefutables a nivel médico de una persona sin límites y sin inhibiciones. El papa quiso asegurar, desde su nuevo rol, la estabilidad institucional argentina y lograr la transición hacia un nuevo gobierno, sea del mismo partido que la presidenta o sea de otro partido, como finalmente fue, de Macri. Ahora, lo otro para mí son fotos. Lo que me importa son los procesos. Y, ciertamente, si Cristina estaba dos horas era porque ella hablaba… porque el Papa es sumamente parco. Habla medio minuto o un minuto, por experiencia propia lo digo. Y si estuvo media hora con Macri es porque los dos son parcos, varones parcos en su forma de expresión. Yo no creo que haya que medirlo por eso. Además, hay otras circunstancias en cada hecho que no viene al caso nombrar. Hay que ver los procesos de relación entre el Papa y los gobiernos argentinos.