El narcotráfico muestra un nuevo rostro

17 oct. 2009 - buen recaudo en las islas Caimán o en Barbados se invierte más tarde en algún negocio “limpio” en Panamá. “Cartelitos”. A pesar de los ...
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EXTERIOR

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Sábado 17 de octubre de 2009

EL FLAGELO DE LA DROGA s CAMBIO DE MODALIDAD DE UN ENEMIGO LETAL

El narcotráfico muestra un nuevo rostro Para hacer frente a la ofensiva en su contra, los carteles se reinventaron, diversificaron sus negocios y establecieron nuevas rutas

 

 

 

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Despenalizar el consumo, una cuestión candente

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La ONU lo considera “un error colosal”

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Camaleónicos, los carteles de la droga se han adaptado a los nuevos tiempos como pujantes multinacionales del delito en un mundo globalizado. Nuevas rutas para burlar los controles fronterizos; sofisticados medios de transporte; nuevos mercados; alianzas transnacionales; diversificación de los negocios ilegales; finanzas a buen seguro en paraísos fiscales… El narcotráfico, más violento, segmentado y audaz que nunca, pierde algunas batallas, pero sigue ganando la guerra. El nuevo rostro de ese flagelo letal que es el narcotráfico luce lentes de marca y ropa informal. Vive alejado de los frentes de guerra de la droga y cerca de donde se huele el dinero. Evita la ostentación, huye del protagonismo y se desvela por la seguridad. A Vicente Carrillo Leyva le dicen “Ingeniero”, y es hijo de Amado Carrillo Fuentes, el legendario “Señor de los Cielos”. Antes de que lo apresaran este año, mientras hacía jogging en la lujosa colonia de las Lomas de Chapultepec de Ciudad de México, Carrillo Leyva arrastraba una doble vida. Para la mayoría, era un empresario más del sector del automóvil. Para unos pocos, el “número dos” del cartel de Juárez, liderado por su tío, Vicente Carrillo. La evolución del narcotráfico en los últimos tiempos se expresa en esa imagen de Carrillo Leyva, tan alejada de la de aquellos capos de leyenda, como su propio padre, supuestamente fallecido en una operación de cirugía plástica. O como los hermanos Arellano Félix, dueños y señores de la Tijuana más pendenciera. Mención aparte del líder del cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán (“Chapo”), el indiscutible jefe de jefes del siglo XXI, apenas quedan ya capos como los de antes. Pero con narcocorridos o sin ellos, el narcotráfico nunca ha dejado de ser un negocio floreciente. El mercado mundial de la droga mueve más de 300.000 millones de dólares por año, según la ONU, cifra cercana al PBI de la Argentina. Sin embargo, los expertos de la ONU son optimistas respecto a la lucha contra el crimen organizado. “La producción de coca en 2008 fue la más baja en cinco años; la crisis por el crecimiento desmedido de la década del 90 está ahora bajo control”, comenta a LA NACION Amado Philip de Andrés, responsable de programas para América latina de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés). Según el informe mundial sobre las drogas de 2009 de Naciones Unidas, la producción de coca se redujo un 15% en 2008, principalmente por la fuerte caída en el cultivo y la producción en Colombia, de donde sale la mitad de la coca que se consume en el mundo. Pero expertos de varios países consultados por LA NACION coinciden en que la caída en la producción (tanto de coca como de opio) que apunta el informe no significa que se esté ganando la guerra contra el narcotráfico. Ricardo Soberón, del Centro de Investigación Drogas y Derechos Humanos de Lima, afirma: “El narcotráfico ha sufrido cambios inimaginables para adecuarse a las posibilidades que le ofrece un mundo asimétricamente globalizado. Hoy, el negocio se ha segmentado”. Según Soberón, los

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nuevos capos de la droga suelen estar cerca del dinero y lejos de la droga. Los carteles tradicionales, como los de Juárez, Sinaloa o Tijuana, aprendieron que en la diversificación estaba el éxito y ahora cuentan con un profuso muestrario de actividades delictivas: tráfico ilegal de migrantes, mujeres y órganos humanos, contrabando de armas, secuestros y extorsión, venta ilegal de combustibles, control de negocios relacionados con la violación del medio ambiente, como la tala ilegal de árboles o el vertido de desechos tóxicos, etcétera. Los carteles también han renovado sus rutas. La cocaína que se produce en Colombia, Perú y Bolivia está encontrando caminos nuevos a través de Venezuela, Brasil y Surinam, y de ahí da el salto hasta Europa, con escala en el oeste de Africa, principalmente en las costas de Guinea Bissau. Hacia Estados Unidos, el sendero preferido es a través de Centroamérica, donde las pandillas callejeras armadas se ocupan de que los cargamentos fluyan

hacia el Norte. La ruta del Pacífico continúa activa. La novedad en los últimos tiempos es la utilización de “narcosubmarinos” que salen de los puertos de Sudamérica hacia las costas de México y Estados Unidos. Como los estupefacientes, el dinero también cruza fronteras. Los bucaneros de la droga encontraron en los paraísos fiscales las islas del tesoro perfectas para lavar sus turbias fortunas. El dinero que se guarda a buen recaudo en las islas Caimán o en Barbados se invierte más tarde en algún negocio “limpio” en Panamá.

“Cartelitos” A pesar de los ingentes gastos en lucha contra el narcotráfico que destinan Estados Unidos y Europa (unos 100.000 millones de dólares anuales), los carteles no parecen haberse resentido demasiado. Simplemente, se han reinventado a sí mismas. La organización vertical de productor a consumidor (como la que creó el malogrado capo colombiano Pablo

Escobar) ha ido desapareciendo hasta transformarse en lo que Ivan Briscoe, investigador del think tank español Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (Fride), denomina “cartelitos” o baby cartels, que compiten a brazo partido buscando nuevos mercados. “La impresión general –explica Briscoe– es que hay un florecimiento de células interconectadas que suministran droga de forma entrecruzada [anfetaminas y éxtasis desde Europa, cocaína desde América latina].” Las relaciones entre mafias, según Briscoe, son extremadamente fluidas. Sicarios colombianos actúan estrechamente con bandas mafiosas en España, mientras los mexicanos han labrado fuertes vínculos con grupos como la ‘Ndrangheta calabresa. Tras el derrumbe de los carteles de Cali y Medellín, los narcos colombianos aprendieron de los errores de Escobar y los hermanos Rodríguez Orejuela, y crearon microcarteles que para la policía son muy difíciles

La Argentina, ahora productora Los carteles de la droga también se adaptaron a los nuevos hábitos de consumo. En su último informe, la ONU estima que en el mundo hay entre 18 y 38 millones de adictos dependientes. A partir de los años 90, con la irrupción de las drogas sintéticas, se tiende hacia lo que los expertos denominan “policonsumo” de estupefacientes. Las anfetaminas, metanfetaminas y éxtasis se convier-

ten en las drogas más solicitadas en los países en vías de desarrollo. Mientras algunos mercados tradicionales se estabilizan o se debilitan, los carteles han encontrado nichos nuevos e insólitos, apunta Briscoe, como es el caso de la gran penetración de la coca entre la elite de Nueva Delhi o de la heroína en Estonia. O, como el caso de la Argentina, donde se registra la tasa más alta

de consumo de cocaína en Sudamérica, según la ONU. El país pasó de una tasa del 1,9 por ciento en 1999 al 2,6 por ciento en 2006-07 entre la población de 12 a 65 años. Al mismo tiempo, desde la llegada de los carteles colombianos y mexicanos, la Argentina pasó, con los años, de ser ruta de paso de la droga a laboratorio de producción de coca y metanfetaminas.

de detectar. “Trabajan como células clandestinas; si cae una, es reemplazada por otra, y así la red siempre sigue adelante […]. La seguridad se convirtió en el primer mandamiento”, precisa la profesora Rossi. Para José Luis Piñeyro, de la Universidad Autónoma de México, los narcos mexicanos, que se hicieron con el negocio de la distribución cuando cayeron los colombianos, han optado por métodos más violentos para hacerse con el negocio. Los 10.000 narcoejecutados desde 2006 avalan esta tesis. “Los carteles han reclutado a desertores de las fuerzas armadas y policiales, y han formado grupos paramilitares para responder a la presión policial”, asegura. Los expertos consultados, a excepción de Philips, de la ONU, coinciden en que 30 años de guerra contra el narco han sido “infructuosos”. Para la ONU, los gobiernos deben aplicar los acuerdos internacionales que ya existen sobre la lucha contra la delincuencia, mientras que algunos expertos independientes apuntan a otro tipo de medidas, como la progresiva despenalización de las drogas blandas, la aplicación de políticas de reducción de daños para productores y consumidores, y una acción decidida de los gobiernos contra los paraísos fiscales. Soberón resume así una impresión generalizada: “Hoy en día la droga se encuentra más disponible, más barata y es más riesgosa para todos”. A juicio de los especialistas, el único que ha ganado en esta guerra es el empresario narco, ese que luce lentes de marca, ropa informal, vive lejos de la droga y muy cerca del dinero.

Con distintos matices sobre las cantidades y el tipo de droga, la despenalización del consumo de algunos estupefacientes es ya una realidad en países como España, Alemania, Australia o México, entre otros. En la Argentina, la Corte Suprema abrió recientemente la vía para esa despenalización al declarar inconstitucional una sentencia contra cinco jóvenes que habían sido condenados por posesión de unos cigarrillos de marihuana, fallo con el que el gobierno de Cristina Kirchner podrá avanzar ahora en el proyecto de modificación de la ley de drogas. Para las Naciones Unidas, sin embargo, la despenalización no es el camino por seguir. “Las drogas no son dañinas porque se fiscalicen. Se fiscalizan porque son dañinas”, señala Antonio María Costa, responsable máximo del último informe de la ONU sobre drogas. “Poner fin a la fiscalización de los estupefacientes sería un error colosal […]. Un mercado de drogas libre desencadenaría una epidemia, mientras que uno regulado crearía un mercado negro paralelo”, añade. A su juicio, la política por seguir no es despenalizar, sino mejorar las políticas de lucha contra la delincuencia organizada. Para el experto colombiano Antonio Vargas, de la asociación Acción Andina, la política de mano dura de los Estados para derrotar al narcotráfico (como el Plan Colombia o la militarización en México) no ha dado los resultados buscados. “No veo salidas por el lado de la prohibición –dice Vargas–. Se debería volver a poner sobre la mesa el debate de la legalización. El primer paso sería la despenalización gradual.” Adriana Rossi, de la Universidad de Rosario, apunta que la despenalización del consumo de drogas blandas, como la marihuana, gana terreno en el mundo. “Al principio aumentará el consumo. Pero con el tiempo se estabilizará, y el mercado negro, aunque no desaparecerá, al menos se reducirá”, sostiene. El especialista peruano Ricardo Soberón no tiene dudas sobre el fracaso de las políticas de “demonización” de las drogas. “La represión penal no disuade a la producción, al tráfico o al consumo, y solamente tuguriza nuestros tribunales y cárceles”. Para Soberón, se deberían encontrar fórmulas que permitieran el uso gradual de algunas sustancias. Esa progresiva despenalización del consumo debería ir acompañada, según los expertos, de políticas permanentes de rehabilitación de drogadictos y de campañas de información y prevención sobre el consumo.

EDICION DEL 17 DE OCTUBRE DE 2009 INDICE 1 Primera Exteriorlibros&cho 2 Políticalibros&cho 12 Culturalibros&cho 23 Salud 28 Inf. General 30 Loterías 35 Editoriales 36

EDITORIALES 2 Economía 3 Deportes 4 Espectáculos Cartelera

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Un juez que no merece serlo. Faggionatto Márquez perdió la protección del kirchnerismo y deberá afrontar un juicio político que puede destituirlo. Pág. 36

Guía de servicios

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LA FRASE DEL DIA

5 Campo 6 Clasificados 7 Countries

7 secciones / 192 páginas para Capital, Gran Bs. As., los partidos de Campana, Zárate, Capitán Sarmiento, Luján, Mercedes, La Plata y Chascomús. 5 secciones / 136 páginas para el resto del país.

“Me sacaron del medio porque, evidentemente, estaba pisando algún interés.” Del juez Federico Faggionatto Márquez, suspendido por la Magistratura. Pág. 19

MAÑANA EN LA NACION Las notas más leídas de ayer 1. Recuperen el decodificador. 2. Blatter: “Abriremos un expediente por los dichos de Maradona”. 3. Maradona y las palabras. 4. Pobre Diego. 5. Israel: descubren huellas de 1700 años debajo de un mosaico.

Personajes de la ciudad. Por más de 30 años, Juan Carlos López Almendros recolectó productos de la industria cervecera. videos.lanacion.com.ar

Ricardo Arjona. Especial multimedia dedicado al cantante y compositor guatemalteco. especiales.lanacion.com.ar/multimedia/

Salir del pozo Historias contadas por personas que lograron escapar del circuito de dependencia y destrucción que genera el paco. Era la droga de los pobres y hoy se extendió a otros sectores. LNR