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INFORMACION GENERAL

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Jueves 18 de diciembre de 2008

POR LA CIUDAD

Y LA HISTORIA DE UNA LEYENDA

El mágico refugio ártico de Papá Noel Continuación de la Pág. 1 Col. 2 final de una gruta que recuerda a un descenso a las entrañas de la Tierra. Por el camino, uno va encontrando un primitivo mecanismo de ruedas dentadas en movimiento. Santa Claus, sentado junto a una enorme palanca unida al engranaje, dice: “Con este sistema puedo ralentizar la rotación de la Tierra cuando llega la Nochebuena”. Nos encontramos a 66 grados, 33 minutos, 7 segundos de latitud norte, sobre una línea que marca la diferencia entre la región polar ártica y el resto del globo. Temperatura: -10 grados centígrados. Laponia, el lugar donde los renos, más numerosos que las personas, cruzan la carretera a paso tranquilo y donde una alfombra de nieve confunde la ruta y los caminos. En esta autoproclamada “capital mundial de la Navidad” se encuentra también la Oficina de Correos de Santa Claus, abierta en 1984. Desde entonces llega hasta aquí casi cualquier carta dirigida a Papá Noel. Una que envió un niño inglés decía: “Santa, Polo Norte”. Y llegó. La muestra Male, una ayudante que se pasa el año vestida de elfa. Rebusca entre miles de sobres hasta dar con un fajo de cartas españolas. Son minoría, pero las hay (en 2007 recibieron 5000 escritas en español, frente a las 350.000 del Reino Unido). Male enseña una remitida por Samuel y Carlos Díez, con matasellos de Alicante. La elfa no permite leerla, pero apunta que desde que se abrió la sede postal se han recibido 12,5 millones de cartas de 147 países. Cuando se acerca Navidad, el ritmo sube hasta 30.000 diarias. Con 500.000 visitas al año, cerca de un tercio de esta ciudad de Papá Noel trabaja en el turismo. Rovaniemi, arrasada en 1944 por los nazis en su retirada de territorio finlandés, vive hoy de Santa Claus. Quizá por eso, aquí, y en el resto de Laponia, uno tiene la sensación de que la leyenda es infranqueable.

El origen del mito Pero cómo llegó a serlo resulta uno de los virajes más prodigiosos de la cultura popular. Su historia surge en Asia Menor a partir de otra leyenda, la del obispo San Nicolás, benefactor de la infancia. De San Nicolás se sabe que nació en Licea (Turquía), cerca del año 280, como cuenta Pepe Rodríguez en su libro Mitos y leyendas de la Navidad (Ediciones B, 1997). Fue un hombre generoso, nacido en una familia rica. Sus padres murieron cuando era niño,

T

AFP

La oficina de Papá Noel, al otro lado del Círculo Polar Artico, donde todos los años recibe a miles de niños y entonces regaló sus bienes e ingresó en el monasterio de Sión. Con 19 años fue ordenado sacerdote, lo llamaban “el niño obispo”. De entre las fábulas que rodean su vida y ayudaron a forjar el mito, una de ellas cuenta cómo San Nicolás auxilió a tres hermanas en edad de casarse, pero cuyo padre, arruinado, no podía darles dote. Al progenitor se le había ocurrido una solución: venderlas. Y cuando la transacción de la mayor estaba a punto de producirse, Nicolás, conocedor del asunto, decidió entregar a la joven una bolsa con monedas de oro. Para que nadie se enterase, lanzó su ofrenda desde la ventana de la casa, haciéndola caer adentro, en un calcetín que la muchacha había dejado a secar sobre la chimenea. Gracias al dinero, la hija mayor pudo casarse. Y repitió el procedimiento con las otras dos hermanas. Rápidamente, su fama se disparó. Y quienes más contribuyeron a la leyenda fueron los navegantes holandeses que volvían a casa desde los puertos del Mediterráneo narrando las historias

Ubicación

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Laponia: a la autoproclamada la “capital mundial de la Navidad”, todos los años llegan de visita más de 500.000 personas. Rovaniemi: allí está el refugio de Papá Noel, en una pequeña ciudad en las afueras de Laponia. Con sólo 50.000 habitantes, un tercio de la población trabaja en el turismo.

fabulosas. Pronto lo hicieron patrón de los marinos. Poco a poco, como el tiempo deforma las palabras, San Nicolás pasó a ser Sinterklaas. Con su nuevo nombre, el obispo se marchó a hacer las Américas en un buque holandés, según narra Pepe Rodríguez: cuando los emigrantes desembarcaron en 1621 en Nueva Holanda, hoy Manhattan, erigieron una escultura al patrón de los marineros. En 1809, el escritor neoyorquino Washington Irving escribió una sátira sobre el origen holandés de su ciudad, Historia de Nueva York, en la que plasmó a Sinterklaas como un holandés corriente, vestido con sombrero, calzones y fumando una pipa. Para llevar sus regalos cabalgaba sobre un caballo volador y descendía por las chimeneas. Los colonos ingleses adoptaron la fiesta, y el nombre de aquel Nicolás turco dio su giro definitivo: Santa Claus. La mecha de un nuevo personaje ya estaba prendida, pero fueron dos ilustradores de los siglos XIX y XX quienes le dieron los retoques y la fama

definitivos. En las Navidades de 1862 a 1886, el dibujante estadounidense Thomas Nast fue matizando el aspecto de Santa Claus con barriga, cinturón y la vestimenta de felpa rojo intenso. Santa Claus se había convertido en un “símbolo nuevo para un país que estaba naciendo”, reflexiona Pepe Rodríguez en su libro, “pero que resultaba familiar a todos, ya que entroncaba con antiguas leyendas y tradiciones de las culturas en Norteamérica”. The Coca-Cola Company apostó por este personaje feliz para su campaña navideña de la Gran Depresión, en 1931. Tal cual apareció entonces, dibujado por un ilustrador de raíces escandinavas, Habdon Sundblom, se exportó al mundo. En 1923, un locutor de radio finlandés le otorgó su residencia oficial en Korvatunturi durante un programa infantil. Y allí vive desde entonces.

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Siete de cada diez empresas sufrieron un delito digital en los últimos 12 meses La mitad perdió hasta el 20% de su facturación anual; los ataques más frecuentes son los accesos ilegítimos LA NACION Hace dos años, un programador de un banco encontró su nombre en la nómina de los próximos despidos y no vaciló en hacer una jugada a su favor. Operó el sistema informático y se llevó como si nada 2 millones de pesos de un cajero. Un alto ejecutivo empezó a recibir llamadas de clientes, familiares y conocidos que le preguntaban sobre mails que les habían llegado desde su casilla. La amante, despechada, envió correos electrónicos para poner en evidencia jugadas amorosas y otras no tanto desde la casilla de él. La encontraron luego de iniciar una búsqueda sobre los despachos. El grueso enviado desde cíber. Todos menos uno, enviado desde la casa de la señorita. * * * Estas historias son un par de las miles que conforman el reparto de delitos digitales, que este año golpearon al 73% de las empresas del país, según un estudio de la consultora Ernst & Young, que relevó 115 compañías de las cuales la mitad factura hasta 1000 millones de pesos al año. De acuerdo con el informe, la mitad de las empresas relevadas admitió perder hasta el 20% de su facturación este año por los diferentes tipos de delitos digitales, que desde mediados de 2008 forman parte del Código Penal. ¿Los favoritos de los atacantes? El primer lugar es para los accesos ilegítimos, entre los cuales se cuentan los virus, la violación de datos personales y la denegación de servicios. En los últimos 12 meses, el 29% de las compañías recibió estos ataques. Otro 24% sufrió la sustracción de dispositivos móviles, como smartphones, PDA, notebooks y dispositivos

CASTRO

De la nueva política al descrédito en Legislandia

SEGURIDAD INFORMATICA Y INFORME DE ERNST & YOUNG

MERCEDES GARCIA BARTELT

ANGELES

En detalle 29% de los delitos son accesos ilegítimos, que contemplan figuras como virus, utilización de datos y denegación de servicios. El 24% de los ataques están vinculados con la sustracción de dispositivos móviles como smartphones, PDA, notebooks y dispositivos externos de almacenamiento. 54% de las empresas investigó los delitos ocurridos, pero en la mayoría de los casos no se pudo identificar al autor de los hechos. 42% de las empresas atacadas no realizó una denuncia policial. Además, el 61 por ciento de las consultadas afirmó que no se dispuso la búsqueda y reguardo formal de los indicios para asegurar su valor probatorio en un probable proceso judicial. externos de almacenamiento. El 19% fue víctima de defraudaciones (manipulación de datos, robo de identidad por correo electrónico, etc.) y el 10% sufrió delitos extorsivos. El 8% de los ataques fueron al correo electrónico y el 6%, contra la propiedad intelectual. “Si bien hay un valor monetario para cada robo de un equipo, lo cierto es que no se le puede poner precio a la información que se llevan, y eso es lo más peligroso”, señaló Gabriel Zurdo, socio de Ernst & Young. “Lo terrible, además, es que muy pocas empresas se animan a hacer la denuncia por una cuestión de imagen”, añadió. Al respecto, el informe precisa que el 54% de las empresas investigó los delitos y sólo el 26,67% llegó a presentar la denuncia policial o judicial. Y recuerda que en la División de Delitos en Tecnología de la

Policía Federal se registraron este año unos 1400 delitos informáticos. Los bajos índices de denuncia están vinculados con el desconocimiento de la reciente ley 26.388, que tipifica estos delitos: sólo el 9% de los empresarios reconoció tener un conocimiento profundo de la norma y sus implicancias.

El enemigo en casa El informe muestra que sólo el 25% de las empresas atacadas logró identificar al delincuente digital, que en la mayoría de los casos era un empleado. “Hay una creencia de que siempre son los del departamento informático, pero no es tan simple. Por lo general, los ideólogos conocen muy bien los balances y están en todas las áreas, y pueden acudir para lo netamente operativo a la gente de sistemas”, explicó Zurdo. Por otro lado, detalló que “el bajo porcentaje de autores identificados responde en buena parte a la falta de evidencia”. Esto último es consecuencia de la poca información que deciden guardar las empresas y la ausencia de mecanismos de seguridad que dejen registrados los diferentes pasos del plantel de empleados. De acuerdo con Zurdo, las situaciones de crisis como la actual son “el caldo de cultivo ideal para los delitos digitales. Los despidos y el recorte de sueldos contribuyen a generar empleados descontentos y empujar gente sin trabajo a otras búsquedas. Lo peor es que también en estos momentos las empresas recortan los presupuestos de seguridad informática y son más vulnerables a los ataques”, afirmó. “Las inversiones se cotizan una vez que la empresa sufrió el delito. Ahí es cuando se da cuenta del peligro que corre y lo que puede perder simplemente porque alguien se robó el nombre de un empleado”, concluyó.

Actualización urgente para el Explorer 6 y 7 Los usuarios del navegador Internet Explorer, en sus versiones 6 y 7, pueden sufrir intromisiones no autorizadas en sus computadoras a través de la Web debido a una brecha grave de seguridad en el programa, que permite que luego de entrar en ciertos sitios, en su mayoría chinos, la PC del usuario pueda ser manejada remotamente por un pirata informático. Luego de que esta noticia se publicó en los medios anteayer, Microsoft lanzó ayer un “parche” que puede ser descargado de Windows Update, el sistema para mantener al día

BILL GATES

DUEÑO DE MICROSOFT

los programas de la compañía, o de manera manual. El nombre de la solución es “Actualización de seguridad para Internet Explorer (960714)”. Los “parches” corrigen vulnerabilidades que se encuentran en un programa informático luego de su lanzamiento al mercado. Pese a las primeras informaciones internacionales, Jorge Cella, gerente de la Iniciativa de Seguridad de Microsoft para la Argentina y Uruguay, comentó a LA NACION que “no existe

ningún ataque en América latina” y que “la explotación de esta vulnerabilidad nació en China”. La falla en el programa de Microsoft, la empresa de Bill Gates, permite que los delincuentes se apoderen remotamente del control de las computadoras, cuyos usuarios son engañados para que instalen en sus máquinas software que otorga el poder del equipo a un tercero. Aproximadamente 10.000 sitios se aprovecharon de esta falla la semana pasada, según el fabricante de antivirus Trend Micro. Las páginas web maliciosas son principalmente chinas. Cella, de Microsoft, destacó que la mayoría de los portales visitados incluían pornografía. De acuerdo con lo informado por Microsoft a LA NACION, desde las 16 de ayer los usuarios que tuvieran habilitada la actualización automática de sus sistemas ya disponen del parche. Aquellos que tengan dudas o prefieran hacerlo de manera manual pueden ingresar en este sitio de la compañía: www.microsoft.com/ latam/seguridad. Según la agencia AP, durante los días que el sistema estuvo desprotegido, expertos en seguridad les pedían a los usuarios de Internet Explorer que usaran otro navegador. Existen muchos disponibles gratis en la Web, como Mozilla Firefox (www.getfirefox.com), Google Chrome (www.google.com/chrome) y Safari de Apple (www.apple.com/ es/safari/).

Pablo Martín Fernández

uvo razón el diputado kirchnerista Juan Manuel Olmos al describir, durante la sesión del mea culpa tras el videogate en la Legislatura, por qué las irregularidades descubiertas en las votaciones habían generado tanta repercusión, a tal punto de que no fueron pocos los que compararon esta institución con su antecesor, el Concejo Deliberante. “Lo que la sociedad les reprocha es haber tenido esta conducta cuando dicen que son la nueva política y hablan tanto de la moral. Van a cuestionar mucho más a las fuerzas que utilizan esos discursos que a las que no hacemos esa religión”, sostuvo en clara alusión al macrismo y a la Coalición Cívica. Es que cuando los vecinos venían otorgándoles el beneficio de la duda a las huestes de Mauricio Macri y de Elisa Carrió, las pruebas visibles de que habían incurrido en comportamientos fraudulentos desataron la indignación ciudadana y la Legislatura quedó cubierta de un manto de sospecha, justo cuando se suponía que la mayoría del cuerpo había ingresado en él para un ejercicio transparente de la actividad legislativa. Tal vez por eso, durante la sesión de anteayer, en medio de la catarsis colectiva, se apuntara al ibarrismo en la comisión de supuestas maniobras poco santas. No fuera a ser que el espacio liderado por un jefe de gobierno destituido de su cargo fuera el único que quedara como garante de la calidad institucional, pareció ser la consigna. Hasta circuló otro video, en el que –se decía– el ibarrista Gonzalo Ruanova votaba por su par Raúl Puy. No es tan así: se ve a Ruanova con el brazo estirado sobre el tablero de votación de Puy, pero Puy llega a sentarse en su banca y a emitir su voto. También la legisladora Gabriela Cerruti aportó para explicar otra faceta de la reacción de la gente ante las irregularidades. Recordó la enseñanza de quien citó como su maestro en periodismo, Jacobo Timerman: “Nunca te acostumbres a lo que ves. Lo que para vos puede pasar a ser ordinario, para la gente puede ser extraordinario”. Así sucedió con el videogate: los diputados y sus asesores se habían acostumbrado a no respetar las formalidades y la solemnidad en el recinto. Hasta se había hecho habitual denominar despectivamente al Palacio Legislativo. “Que lo ocurrido sirva para que la Legislatura vuelva a ser el Parlamento porteño y no Legislandia”, dijo Cerruti al revelar el apodo en cuestión.

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Y PUBLICIDAD EXTERIOR

Dimitió un funcionario de Macri Cuando todavía no se acalló el escándalo legislativo por las votaciones irregulares, ayer el jefe de gabinete del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, Fabián Rodríguez Simón, renunció a su cargo luego de que Mauricio Macri vetara sólo parcialmente el Código de Publicidad Exterior. Allegados al ahora ex funcionario revelaron que algunos diputados, de los que no dieron nombre, “habrían cobrado dinero de las cámaras de anunciantes para introducir modificaciones al proyecto remitido por el Poder Ejecutivo”. En tanto, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Federación de Comercio e Industria de Buenos Aires (Fecoba) mostraron su “consternación y sorpresa” porque el veto de Macri no respeta “los acuerdos alcanzados con el Poder Ejecutivo, por medio de Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti, y con los presidentes de bloques legislativos”. Sostienen que los límites impuestos a las marquesinas por el veto afectarán los ingresos de 60.000 comercios porteños.