Comercio Exterior
Página 4/Sección 5/LA NACION/Martes 1º de diciembre de 2009
Martes 1º de diciembre de 2009/Sección 5/LA NACION/Página 5
| TERMINAL DE CRUCEROS |
TRP
MAXIE AMENA
El Gobierno anunció nuevos planes para los buques blancos Continuación de la Pág. 1, Col. 1
La maqueta muestra el nuevo proyecto
Cambios en el actual edificio y adecuación en los espigones
Los cruceristas dejan en la ciudad, en promedio, mil pesos diarios
que se vuelven permanentes, más el agregado nefasto de la fuerte crisis local de finales de 2001, aquella estructura diseñada para atender un máximo de 120.000 pasajeros por temporada y con una capacidad máxima de 8000 pasajeros diarios, se vio desbordada ya en la temporada 2006-2007, cuando llegaron al puerto de Buenos Aires 129.722 pasajeros. Ni qué hablar de los años siguientes. La actividad de los barcos blancos creció a un ritmo que superó to-
El proyecto es sinérgico y aumenta el valor de cualquier otro alternativo que se haya presentado o pueda presentarse en el futuro
das las expectativas y proyecciones, tanto en cantidad de pasajeros como en recaladas y en el tamaño de los buques que amarraban aquí. De los 64.220 visitantes que desembarcaron en la capital argentina en 2002-2003, se pasó a 108.619 en la temporada 2005-2006; hubo 268.000 en 2008-2009, se estima que serán 310.000 los que lleguen entre 2009 y 2010, temporada para la que , según se informó, hay confirmados con día y hora de arribo, 143 cruceros. Las estadísticas muestran, al mis-
mo tiempo, un claro aumento de las recaladas de buques de gran tamaño en desmedro de los más pequeños. Para la actual temporada, la mayoría de los buques que recalarán en Buenos Aires tienen esloras de entre 220 y 330 metros. Además de la ampliación y remodelación del edificio para pasajeros, el proyecto oficial (que será financiado por el sector privado) prevé la modificación y extensión de espigones. La actividad de cruceros compite actualmente por los sitios de traque con las actividades de carga general y contenedores. Para la temporada actual será necesario contar con cuatro o más de cuatro muelles en forma simultánea en 21 oportunidades. Durante la temporada pasada, esa situación se dio nueve veces. Las previsiones oficiales indican que habrá dos días en los que llegarán seis barcos juntos, y otros tres días, siete buques al mismo tiempo.
A pesar de los proyectos para la nueva terminal, el panorama tapizado de e contenedores que ven los turistas al desembarcar en Buenos Aires no cambiará demasiado
sin esperar a que el Estado fije los parámetros, y otorga al PE la potestad de convocar a una licitación pública o adjudicarla en forma directa si así lo considera, por razones de interés general, no están muertos. Se trata de dos proyectos. Primero fue el ideado por el consorcio integrado por London Supply (compañía argentina especializada en la gestión y administración de aeropuertos), la constructora Decavial y las firmas de logística Rowing e International Trade Logistic. En 2005, presentaron como “Iniciativa Privada” al entonces presidente Néstor Kirchner, Megaport, una inversión de 1200 millones de pesos para construir una terminal de cruceros.
de 1100 millones de dólares. Se trata del proyecto urbano Bicentenario de la República, un complejo turístico, comercial y cultural que sería levantado sobre los viejos edificios del hotel y del sanatorio de los Inmigrantes, en la zona de Puerto Madero, y que contempla también la construcción de una terminal de cruceros. En qué quedan las inversiones privadas?, preguntó LA NACION a Schiavi. -Había dos, pero todas requieren norma urbana de la ciudad, lo cual seguimos trabajando, seguimos creyendo que siempre tienen que privilegiarse las políticas de Estado y estar por encima de las cosas. Hasta tanto tengamos eso y esté desarrollado, el
año que viene queremos tener este puerto bien. El planteo no es privativo del otro. El año que viene tenemos que lograr que el turista que venga tenga mucha comodidad porque estamos hablando de más de 300.000 personas que ojalá puedan convencer a una persona cada una, o como ha venido pasando, aumentar el 30% anual. Con la infraestructura actual estamos justos, con lo cual nos parece bueno que la gente de TRP invierta, haga una apuesta de invertir teniendo en claro como ellos pusieron que es probable que la Argentina defina ese puerto de cruceros que realmente necesitamos. -¿Cómo está la relación con la Ciudad en el conflicto por el puerto?
Los costos portuarios enciendden una luz de alerta
Abrir el paraguas Durante la presentación, se destacó que “el proyecto es sinérgico y aumenta el valor de cualquier proyecto alternativo que se haya presentado en el pasado o pueda presentarse en el futuro”. Traducción: las emprendimientos presentados bajo el paraguas del decreto 966 o Régimen de Iniciativa Privada, por el que el gobierno nacional promueve que el sector privado participe en proyectos de infraestructura, presentando propuestas
Una de las patas fundamentales de la iniciativa era la fase inmobiliaria porque, como explicó Francisco Heredia Lafuente, gerente comercial de London Supply, “por su estacionalidad, la terminal de cruceros sola no tiene repago”. El año pasado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió otra propuesta como Iniciativa Privada. Fue de manos del grupo inversor compuesto por la Corporación América, IRSA y las compañías de desarrollo inmobiliario Fernández Prieto y Asociados, y Vizora, propiedad del banquero Jorge Brito. En la reunión también estuvo también Juan Carlos López Mena, de Buquebús. Esa vez la inversión anunciada es
La visión sobre el futuro de los cruceros en Buenos Aires varía según el interlocutor. Si se escucha a los funcionarios, en 2010 se consolidará la tendencia de los últimos años: se incrementarán la cantidad de barcos y de visitantes. Si se escucha a los armadores, el panorama es bien distinto. Algunos, como Jorge Galván, gerente de operaciones de Multimar, estiman que la caída podría oscilar entre el 20 y 25 por ciento. ¿Efecto crisis? Un poco. Pero hay una razón de peso: los altos cos-
tos para operar en el puerto de Buenos Aires. “Un crucero puede pagar en conceppto de peaje 60.000 por el uso que hace de la Hidrovía”, dijo. Santiago Díaz Mathé, director de Shipping Services, dijo que esa cifra trepa hasta US$100.000 en algunos casos. “Entre el 35 y 40% del costo de la entrada al puerto recae en lo que hay que pagar a Hidrovía. Cuanndo se hizo la ecuación, hace 15 años, sólo contempló la dimensión del barco porque sólo se tuvo en cuenta a los cargueros (en
aquel momento no existían los cruceros) por lo tanto los cruceros que tienen poco calado y necesitan sólo 28 pies están pagando ahora por un calado de 34 y el año que viene lo harán por uno de 36 pies. Es imperioso estudiar este tema y encontrar una solución. Por eso estamos gestionando una reunión hace un par de meses con el secretario Schiavi”, explicó antes de comentar que los 173 pedidos originales de recaladas para la temporada 2010-2011 ya se redujeron a 110 y que algunas estimaciones del sector hablan de
que la cifra podría caer a 100. Al ser consultado por LA NACION sobre el tema, Schiavi dijo: “Sí, es un tema que nos han planteando y estudiaremos alternativas o posibilidades para que se pueda resolver la cuestión sin salir del marco jurídico del contrato. Queremos ver qué solución se encuentra. Para nosotros es sustantivo que los cruceros estén bien, funcionen y puedan encontrar en Buenos Aires atractivos para lo cual hay que darles un buen lugar y buenos costos”.
-No es un conflicto, a mi me toca mucho el diálogo con ellos. Venimos de firmar con ellos algo que habilita que pongan un colectivo articulado en la calle Juan B. Justo. No tenemos mala intención, ni frenamos ni paramos, creo que hay que trabajar mejor, quiero ser muy preciso con eso. Hay dos propuestas de Iniciativa, la Ciudad consideró que no son correctas esas presentaciones que se hicieron a la Nación. Necesitamos de la Ciudad en el sentido de que mucha normativa urbana que tiene que ver con eso la tienen que dar ellos. Por el cargo que tuve hace muchos años sé que es así y que es importante que eso ocurra, pero desde el gobierno nacional seguimos apostando a que lo mejor es tener procesos virtuosos que nos unan. A veces, el tema de cerrarse en una indefinición hace que nosotros no nos podamos parar. No podemos estar esperando a que tomen una decisión acerca de qué cosas les parecen bien o mal desde el punto de vista urbano cuando hay más de 300.000 personas que vienen todos los años a la Argentina y le tenemos que dar un servicio. El funcionario destacó que cada pasajero extranjero que visita Buenos Aires gasta en un día promedio mil pesos en comidas, taxis y compras. Además, durante la temporada de cruceros, en el puerto se generan unos 500 puestos de trabajo entre maleteros, personal de seguridad, conductores de micros y personal de limpieza. Todos motivos para “cuidar a la industria”.
DETALLES DEL PROYECTO
Meyer (Turismo) y Schiavi (Transporte) visitaron el MSC Música
DIFERENCIAS
Juan Pablo Schiavi, dejara en claro que el proyecto no significa privilegiar cruceros sobre contenedores ni que el Gobierno esté evaluando alternativas para desplazar la carga hacia otros puntos. “La obra que se plantea es para dar mayor productividad a este puerto entre los barcos de cruceros que llegan y toda la potencia para los contenedores. A futuro, cuando Buenos Aires y la Argentina definan su puerto de cruceros, quizá muchas de estas plazas se reconviertan a más contenedores, pero para eso tenemos proyectos, hay una licitación en marcha que es la de la Terminal 6. Seremos muy agresivos con el tema de contenedores y en términos de la política en relación con el Mercosur. Ni Buenos Aires ni la Argentina pueden perder ese lugar en el manejo de contenedores. Hoy tenemos un desarrollo muy importante de Montevideo -lo cual nos parece bien- pero sabemos que mucho de eso viene apalancado sobre cierto nivel de ineficiencias o inequidades en el servicio en la Argentina”, dijo Schiavi. El anuncio de la ampliación y remodelación de la actual terminal de cruceros se hizo con bombos y platillos -el acto estuvo amenizado por la banda de la Prefectura- pero tuvo una gran ausente: la presidente Cristina Fernández de Kirchner. Los pasacalles y letreros de bienvenida que habían preparado los gremios portuarios sólo sirvieron para dejar en evidencia el faltazo. La llegada del imponente y majestuoso MSC Música, el miércoles pasado, fue la excusa para realizar el acto de lanzamiento oficial de la temporada de cruceros 2009-2010 (aunque en rigor el primer barco de pasajeros había atracado en Buenos Aires el 31 de octubre). Todo comenzó con una conferencia de prensa a las 10, en la terminal Benito Quinquela Martín donde el gerente general de Terminales Río de la Plata (TRP), Gustavo Figuerola, se encargó de presentar el proyecto (ver “Cambios en el actual edificio y adecuación en los espigones”). Figuerola estuvo acompañado por Schiavi, por el secretario de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, y por el interventor de la Administración General de Puertos (AGP), Luis Angel Diez. Luego, a las 11, una breve ceremonia que dejó formalmente inaugurada la temporada de cruceros, y por último, una visita de las autoridades al buque de MSC, a bordo del cual hubo brindis con la tripulación. El anuncio de la ampliación de la actual terminal llega cuando el agua está por encima del cuello. El edificio actual fue puesto en funcionamiento en 2001 con la promesa de que en dos o tres años se buscaría una solución definitiva. Expertos en provisionalidades
Las instalaciones de la actual terminal de cruceros Benito Quinquela Martín se construyeron en 2001. Fueron, tal como se anunció por aquellos tiempos, una solución pasajera. Pero como suele ocurrir en la Argentina, lo provisorio se vuelve provisoriamente definitivo. Nueve años después, el Gobierno presentó otra solución -tampoco definitiva- pero algo más ambiciosa. Ahora se aclara que este parche servirá para los próximos diez años. “Durante los diez años que dure el alcance de esta inversión de dispondrá de un tiempo razonable para pensar e implementar una solución estructural al tema de cruceros”, enuncia uno de los slides de la presentación oficial. Pero, en ¿qué consiste el proyecto? Entre sus principales características figuran: * Edificio de 10.000 m² cubiertos distribuidos en dos plantas * Sala de espera confortable con capacidad para 2000 personas * Aire acondicionado central, audio y música funcional. * Dos sectores de check-in independientes con un total de 100 puestos de trabajo. * Amplio depósito para equipajes con capacidad para más de 12.000 valijas * Sector de migraciones con 25 puestos de trabajo * Sistema de seguridad de última generación * Oficinas administrativas, locales comerciales y servicios para el pasajero * Estacionamiento exclusivo para ómnibus, taxis y remises Para poder concretar el proyecto, se ampliará y remodelará el edificio actual de la terminal Benito Quinquela Martín con una inversión estimada en 23 millones de dólares, según la presentación que hicieron las autoridades portuarias la semana última, y se modificará el extremo este del tercer espigón, además de extenderse el lado norte y demolerse el lado sur. Se informó que pruebas de simulador han demostrado que los cambios permitirán el ingreso de buques de 300 metros de eslora, tanto en la dársena B como en la C, y que los prácticos del puerto de Buenos Aires expresaron su aprobación. La obra es ejecución rápida. Están previstos doce meses de trabajo, por lo tan-
to los cálculos oficiales indican que la nueva terminal estará operativa el año próximo, para la temporada 2010-2011 de cruceros. Se destacó por otra parte que se trata de una inversión 100% privada, que el Estado no aportará fondos y que, además, pospone la inversión necesaria del corrimiento de la escollera del puerto de Buenos Aires. “No se otorga la exclusividad a Terminales Río de la Plata (TRP, actual concesionario de las terminales 1, 2 y 3) para la explotación de la actividad de atención de buques de cruceros en el ámbito del puerto de Buenos Aires”, se dejó en claro. TRP también dio su versión. “En 2001 esta obra solucionó de manera adecuada las malas condiciones existentes, pero era una solución provisoria que debía durar por tan sólo tres años. Esta terminal fue diseñada para atender un máxi-
Durante los 10 años que dure el alcance de esta inversión se pensará en una solución estructural al tema de cruceros
mo de 120.000 pasajeros por temporada. La capacidad de gestión de la AGP y la flexibilidad de TRP posibilitaron que se duplicara el flujo previsto. La capacidad máxima del edificio de la actual terminal es de 8000 pasajeros diarios. Para la próxima temporada se esperan 310.000 pasajeros”, sostuvo el concesionario. Por otra parte, la empresa señaló que el “buque tipo” del puerto de Buenos Aires a inicio de las concesiones (1994) era de 180 m de largo, mientras que actualmente el mercado demanda buques de 300 metros en la costa de Sud América, tanto para buques de cruceros como para contenedores. Desde 1997, TRP “ha venido recibiendo permisos de uso por la actividad de cruceros de dos años cada uno, siendo este un plazo que limitaba el horizonte para plantear inversiones importantes“, añadieron.