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espectáculos

| Jueves 3 de abril de 2014

El festival de la generación playlist

lollapalooza. Repaso de las más de 12 horas de música de la primera fecha del encuentro, en la que se escuchó

de la precisión inglesa de Jake Bugg al refinamiento de Arcade Fire, pasando por la apuesta arriesgada de Julian Casablancas Viene de tapa TRACK 01: CAPITAL CITIES.

La banda de Los Ángeles que sonó como soundtrack de este verano sorprendió bien temprano con su show festivo y, a pesar de tener un solo álbum editado, repleto de hits. El trompetista Spencer Ludwig fue la estrella del set.

mísimo Casablancas debajo de una de las cabezotas que formaron parte de la coreografía inicial del show de Arcade Fire.

Postales de una jornada al aire libre El Hipódromo de San Isidro resultó la sede ideal para un encuentro de música y algo más

TRACK 08: LORDE. La otra niña prodigio de la fecha (es neozelandesa y tiene tan sólo 17 años) funcionó perfectamente como el reverso del joven Bugg. Con carisma, pases de baile quebrados y su set de dark pop y voces superpuestas, dejó en el aire algunas de las postales más estéticamente bellas del encuentro.

TRACK 02: EL PREDIO. Cuatro escenarios, un espacio para niños (el Kidzapalooza entretuvo a padres y niños hasta las 18), una peluquería al paso y alguna que otra kermese sponsoreada. El Hipódromo de San Isidro volvió a abrir sus puertas a un encuentro musical multitudinario (allí se realizó la primera Creamfields de América latina, en 2001) y, más allá de un par de momentos en que el sonido de uno y otro escenario se mezclaron, resultó un buen anfitrión. De todas formas, el contenido extramusical del festival, comúnmente una apuesta fuerte del Lollapalooza, aquí, en Buenos Aires, apenas lució como una anécdota.

TRACK 09: ENCUENTRO CERCANO. El frontman de Imagine Dra-

gons, la banda de Las Vegas que se hizo popular alrededor del mundo a partir del corte “Radioactive”, inauguró la pasarela que se abría entre el escenario y el público para estar cara a cara con sus seguidores. Después, tanto el cantante de Phoenix como el de Arcade Fire aprovecharían esa cercanía para imitar a su colega en sus sets y entregarse al conocido “calor” latino.

TRACK 10: PHOENIX. La banda francesa liderada por Thomas Mars terminó de comprar al público argentino con solvencia escénica y melodías simples que podían devenir en hipnóticos pasajes sonoros o explorar su costado más dance, sin perder una pizca de su habitual elegancia.

TRACK 03: JAKE BUGG. Con su

blanca palidez y con el sol de frente, el músico de 20 años paseó su voz por los distintos estadios de su obra: el folk, el country, el blues, el mercybeat y el rock de estilo británico. Todo, sin despeinarse y con una obsesión por el sonido de cada una de las canciones, con permanente cambio de guitarras y apoyado en el ritmo preciso e implacable de su baterista Jack Atherton.

Convocatoria. Más de 50.000 personas, veinteañeros en su mayoría, disfrutaron del debut del festival en el país. Por la tarde, muchos de ellos aprovecharon el buen clima para recorrer las instalaciones o tirarse en el césped a tomar mate con la música como fondo.

TRACK 11: UNA ORDEN NO TAN NUEVA. No fue una buena

noche para New Order. Ni siquiera los hits del grupo electropop levantaron el escuálido sonido de la banda, liderada por Bernard Sumner y ya sin la carismática presencia del bajista Peter Hook. Una sombra de lo que fue.

TRACK 04: ARGENTINOS FOR EXPORT. Onda Vaga, Nairobi y Jua-

na Molina fueron los representantes locales de la primera fecha. Si bien actuaron todos en un horario menor (antes de las 15), desplegaron en escena la experiencia adquirida en varios festivales internacionales. TRACK 05: BOMBO EN NEGRA.

La clave que aunó a buena parte de la música que se escuchó en el día uno del festival fue la búsqueda de ese ritmo que desde la música electrónica potenció al rock en la última década. Con la pista de baile siempre presente, tanto Imagine Dragons como Arcade Fire e incluso Nine Inch Nails (NIN) se aseguraron de tener su momento de “bombo en negra” en su show.

Una muchacha y una guitarra. Acústica en mano, Bugg hizo delirar a “sus chicas”

Alternativo. La iconografía del festival cubrió el predio del Hipódromo de San Isidro

TRACK 12: NIN. Trent Reznor lo hizo de nuevo. En su tercera visita al país (luego de aquel demoledor debut en el Luna Park, en 2005, y de su paso como parte del lineup del festival Pepsi Music, en 2008), NIN hizo la diferencia de la primera jornada, con un show adrenalínico y plagado de atmósferas inquietantes, que también agitó al baile. Así, demostró por qué a más de veinte años de su debut en el Lollapalooza continúa siendo uno de los números más fuertes del festival.

Dragons. Con carisma, Dan Reynolds suplió la falta de contundencia de su banda

TRACK 06: JULIAN CASABLANCAS. El cantante de The

Strokes llegó acompañado por su nueva banda, The Voidz, y desde el caótico comienzo de su set dejó expuesta su intención: un heavy metal disonante atravesado por actitud punk que, sumado a un nivel sonoro muy por arriba de lo aconsejable, echó a buena parte del público que se había acercado con la intención de bailar aquellas melodías compinches de los Strokes. Así y todo, habrá que decir que Casablancas probablemente haya protagonizado el momento musical más “peligroso” de un encuentro que, en general, jugó sobre seguro.

Cara a cara. Thomas Mars, cantante de Phoenix, fue uno de los tantos que no se privaron de probar el “calor” del público latino

TRACK 07: CAMARADERÍA.

En esta gira sudamericana del Lollapalooza, los músicos mostraron una camaradería más allá de egos y divismos. Hubo alegres partidas de ping pong entre Jake Bugg y la voz de Arcade Fire, Win Butler; picadito futbolero de los franceses Phoenix con quien quisiera sumarse, y el mis-

Intenso. Julian Casablancas mostró su faceta más punk, acompañado por su nueva banda, The Voidz

Eterna vigencia. A más de veinte años de su debut en el festival, Trent Rezfotos: silvana colombo nor sigue siendo una pieza clave del Lollapalooza

TRACK 13: ARCADE FIRE. El cierre tan esperado a cargo de los canadienses tuvo altos y bajos. Luego de un comienzo confuso, que contó con la irrupción de Casablancas y obligó a Win Butler a desarmar el plan conceptual programado y volver a empezar, Arcade Fire tardó varios minutos en retomar el camino de su actual propuesta musical; en buena medida, gracias a un sonido que iba y venía según el viento y que parecía no estar a la altura de las circunstancias. En un permanente dilema entre la intensidad dramática y el baile sin complejos, el set de Arcade Fire fue de menos a más y dejó a muchos de sus seguidores con las ganas de poder disfrutarlo en un ámbito más acorde con sus refinadas y complejas composiciones. Lejos de ser una bestia de estadios que busca un estatus a la par de bandas como Coldplay o U2, Butler y compañía parecen construir su propio camino mezclando bases africanas con violines desgarrados y la épica rock con el reflejo de espejos de la pista de baile.ß

concierto

Diego Frenkel repasa su historia y graba un DVD en vivo El cantante recrea las canciones de todos sus discos solistas, desde el primero hasta su trabajo Celula, además de clásicos de La Portuaria. Con una banda en formato acústico y con invitados como Lisandro Aristimuño, Fernando Ruiz Díaz de Catupecu Machu,

Leo García, Charo Bogarín de Tonolec y Paula Maffia, entre otros, reversionará también clásicos del rock argentino. Todo el concierto de esta noche en la Sala Siranisush (Armenia 1353), será grabado para un futuro DVD en vivo. Entrada: $ 80.

ariel ardit

ciclo

El cantor y su orquesta típica

Ttributo a Leda Valladares

Luego de colmar el teatro Coliseo, Ariel Ardit se presenta con un doble concierto, mañana y pasado mañana, a las 21, en el Torquato Tasso, Defensa 1575. Al frente de su propia orquesta, con la que estrena repertorio nuevo y repasa clásicos de las orquestas del cuarenta y cincuenta, Ardit demuestra por qué es uno de los más fieles exponentes del cantor de orquesta típica y aprovecha para presentar su último disco Así lo canto hoy. Anticipadas desde $ 130.ß

Silvia Iriondo siempre ofrece una vuelta de tuerca en sus espectáculo. Ahora, esta intérprete y buscadora de cruces de lo folklórico con lo contemporáneo encuentra en Leda Valladares uno de sus proyectos con mayor identidad. En Anónima, la cantora se sumerge en una serie de versiones de cantos ancestrales recopilados por Leda, a quien está dedicado su último disco que presentará en la Casa del Bicentenario, Riobamba 985, a las 18.30, a partir de mañana, los viernes de abril. ß