INFORMACION GENERAL
Miércoles 17 de febrero de 2010
I
11
COLAPSO EN LA CIUDAD s DOLOR EN LOS BARRIOS AFECTADOS MACHADO AL 100
OLAZABAL Y MELIAN
CONDE AL 2300
DAMIAN UGLESSICH
BAEZ Y ARGUIBEL
MARIELA ATHABE
VICTORIA BRAVO
ALEJANDRA RODRIGUEZ
Los lectores de lanacion.com enviaron las imágenes que captaron durante el temporal y en la mañana de ayer
Quejas de vecinos
El drama de los que perdieron todo Hubo vecinos que se quedaron sin muebles ni artefactos eléctricos, autos perjudicados y comercios devastados Susana Valencia salió a la vereda y vació el enésimo balde con agua sucia de la mañana. En la entrada de su casa, donde además funciona una fábrica de muebles familiar, una computadora ya estaba en una bolsa de consorcio lista para formar parte de la gran montaña de basura que se acumuló ayer en la mañana en las anegada calle Yatay, en el barrio de Caballito. “Cuando regrese mi hijo, no va a poder creer que no está más la computadora. La lluvia no nos dio tiempo a nada, el agua subió en pocos minutos”, recordó la mujer mientras retorcía el estropajo gastado del intenso uso. El marido de Susana estaba en el escritorio con la guía de teléfono en la mano, en plena búsqueda de alguien que fuera a desagotar el sótano del taller donde el agua superaba el metro y medio. “Me está pidiendo 1200 pesos por venir con la bomba a desagotar”, comentó el hombre con cara de sorprendido. Susana lo miró con expresión de
➾ No podíamos salir del edificio, la calle parecía un río, los autos flotaban ➵ CARLOS BROESE VECINO DE PALERMO
impotencia y le dijo: “Si no hay otro, decile que sí”. “Nosotros tenemos un motor, pero lo tapó el agua y no se puede encender –le contó la mujer a LA NACION–. “La carpintería la heredamos de mi suegro. Se llama La Esperanza y trabajamos hace varios años acá. Con la tormenta se dañaron varios muebles listos para entregar. Perdimos cientos de pesos con la tormenta.” Pero en medio de la lucha para salvar sus bienes, una misión solidaria convocó a Susana y a sus vecinos, que dejaron de rescatar sus pertenencias para socorrer a un taxista que fue arrastrado por el temporal en el bajo a nivel de la calle Yatay. “Lo nuestro son pérdidas materiales que causan amargura. Pero entre todo eso que vivíamos los vecinos, tuvimos que ayudar al taxista que arrastró el agua porque sino, ese
hombre se moría”, afirmó Susana. “Lo tuvimos que sacar nosotros porque Defensa Civil desapareció. Esta vez fue la peor tormenta y estábamos solos. Nadie apareció. El taxi chocaba contra el puente y luego contra las paredes. Era un bote. Como ya tenemos experiencia en inundaciones, le tuvimos que decir qué hacer porque el hombre estaba agarrado del volante”, explicó la mujer. Los tres empleados del taller trataban de continuar con sus tareas normales de cada día, pero la falta de electricidad y los restos de agua y de barro les dificultaban cumplir con su labor. Susana interrumpió la charla y volvió a tomar el balde y el estropajo. El trabajo de mediodía no había alcanzado y aún le esperaban varias horas, quizá días, para tratar de dejar su taller en condiciones y retomar la vida normal. En Villa Crespo se repitió la escena en el nuevo viaducto de Dorrego al 600. Un taxista quedó varado dentro de su auto cuando quiso cruzar el paso bajo a nivel y quedó flotando en medio de las aguas que, hasta el mediodía de ayer, seguían estancadas allí. Carlos Broese lleva tres décadas viviendo en Castillo 404, en Palermo, y aseguró que nunca vio algo similar en todo ese tiempo. “No podíamos salir del edificio, la calle parecía un río, los autos flotaban y los vidrios de los negocios comenzaron a romperse.” Ayer por la mañana, el hombre abrió el portón de su garaje para ver cómo había quedado su auto Ford Escort, que tenía más de 60 centímetros de agua dentro. “Anoche, cuando bajé, ya había llegado el agua al sistema eléctrico, las luces se prendían y apagaban solas y el limpiaparabrisas funcionaba sin parar, por lo que tuve que sacarle la batería.” “Yo no pasé la peor parte, el auto puede esperar el arreglo. Pero los comerciantes de la esquina de Scalabrini Ortiz y Castillo perdieron todo. El muchacho de la veterinaria y el del quiosco de la esquina están devastados. Son personas que trabajan todo el día desde muy temprano y hasta la noche sin parar y sin hacer daño a nadie –relató Broese–. Eso es lo que más duele, que personas así tengan que pasar por una situación tan tremenda de quedarse sin el fruto de su esfuerzo.”
PABLO LEPORACE COMERCIANTE DE PALERMO
“Perdí, al menos, unos ocho mil pesos. El agua llegaba hasta el cuarto o quinto escalón. El agua subió rapidísimo.”
AMADEO WALKER TAXISTA ACCIDENTADO
“Nadie apareció a darnos una respuesta. Usted es el primero que viene después de 7 horas.” (Al ministro Diego Santilli).
TERESA SALANOBA COMERCIANTE DE BELGRANO
RICARDO PRISTUPLUK
Susana Valencia observa el agua dentro del depósito de su fábrica de muebles en Yatay 105, Caballito
El subsidio
GABRIEL TOMICH LA NACION
HORACIO RODRIGUEZ LARRETA
El partido de San Isidro fue el sector del conurbano más afectado por el temporal. Una de las zonas anegadas fue la de Las Lomas. Allí, vecinos y comerciantes vieron consternados cómo el agua trepaba hasta las veredas y, como pocas veces, afectaba a la Panamericana, donde hubo sectores intransitables. Ivonne Atkinson es una ama de casa de 49 años que vive en el barrio desde los 9. Indignada, contó a LA NACION que padeció ayer una de las noches más estresantes. “Tuve que quedarme una hora y media adentro del auto porque no podía abrir la puerta”, dijo, y agregó que “en la avenida Márquez era impresionante el agua que había. En todo el tiempo que hace que vivo acá, nunca había visto tanta agua en la calle”. Es que, mientras los comercios se encontraban con las persianas bajas, los automovilistas que intentaban regresar a casa se vieron con una gran complicación: el acceso a la avenida Márquez y las calles aledañas estaban totalmente anegadas. Por eso, muchos optaron por volver a ingresar en la Panamericana. Pero allí la situación era igual: largas filas de autos llenaban la mano hacia el Norte y se contabilizaron demoras
de más de media hora para transitar por esa vía. Desde Autopistas del Sol no pudieron precisar la cantidad de autos que quedaron demorados sobre la autopista, pero sí aseguraron que se prestaron los “servicios técnicos habituales”, como las grúas que trasladaron a varios automóviles que habían quedado varados. El embotellamiento lo padeció Natalia Eraso, una joven de 22 años que volvía con su madre a casa. “Estaba en la Panamericana a la altura de San Isidro cuando se inundó todo. No se veía nada porque la lluvia caía tan fuerte que era como una cortina. Entonces pusimos las balizas y viajamos durante kilómetros a paso de hombre atentas al camino y con miedo, porque de verdad no se veía nada”. Betina Stipelman, de 48 años, es una vecina que vive cada lluvia temiendo que el agua llegue a la puerta de su casa y entre. “La zona de Las Lomas es terrible, con estas lluvias tan fuertes las calles están siempre con agua hasta la vereda”, dijo. Según los vecinos, las lluvias en vez de traer alivio ante tanto calor, “en San Isidro, traen preocupación”.
Qué hacer si el auto resultó dañado
RAUL VECINO DE VILLA CRESPO
Debe llevarse a centros especializados para su limpieza; los motores nafteros, los más delicados
José María Costa
San Isidro también padeció por el agua
“En esta inundación perdimos, al menos, 10.000 pesos en ropa, pero no voy a ir a reclamar al gobierno porque sé que no se harán cargo.”
JEFE DE GABINETE PORTEÑO
➔ Cumplimiento de la ley. El jefe
de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, afirmó que el gobierno de la ciudad pagará subsidios a los vecinos que hayan sido afectados por el temporal, tal como lo exige la ley 1575. El monto dependerá del daño, hasta un máximo de 5000 pesos.
➔ El trámite. Podrán tramitarlo todas aquellas personas afectadas en bienes inmuebles, en bienes muebles registrables y bienes muebles. En los 15 Centros de Gestión y Participación Comunales (CGPC) se recibirán los reclamos, de 9 a 18. También en la avenida Regimiento de los Patricios 1142, PB, de 8 a 18. ➔ Requisitos. Se deberá presentar
el trámite dentro de los siete días de ocurrido el hecho. Si el vencimiento fuera en día inhábil, hasta el primer día hábil siguiente. Debe presentarse el certificado de libre deuda por ABL (para inmuebles) o patente (por vehículos). Si están al día con los pagos, no será necesario concurrir a Rentas para solicitar las certificaciones de libre deuda.
➔ Importante. Como para cada trá-
mite se requiere una documentación específica, es útil consultar sobre los requerimientos de cada trámite al 147 o a los distintos centros comunales.
El temporal de anteanoche puso en jaque a muchos automovilistas porteños, cuyos vehículos sufrieron en distinto grado los embates de la inundación. ¿Qué pueden hacer quienes resultaron afectados? En primer lugar, deberán llevar el vehículo a un lugar especializado. En estos centros de servicio antes que nada revisan el cableado de las butacas con regulación eléctrica o con calefacción. Si el vehículo no posee este tipo de asientos o esos dispositivos no fueron afectados, se procede a desarmar las butacas, alfombras, tapizados, fundas y revestimientos hasta dejar la chapa al desnudo para secar hasta el último rincón. En el trabajo se utilizan productos especiales como espumas y champú, además de secadoras eléctricas. Se debe considerar que muchos revestimientos son de fieltro o tela, que deben ser cambiados. El trabajo requiere entre 3 y 4 días y su costo varía de 400 (autos pequeños) a 900 pesos o más (alta gama y camionetas). Si el motor tiene componentes eléctricos y electrónicos (como en el caso de todos los vehículos nafteros), el agua puede afectarlos. En muchos casos, la humedad es letal para las centralitas electrónicas de inyección y encendido. Esto es válido también para los modernos motores diésel con inyección electrónica. En cambio, los diésel más antiguos, sin electrónica, se ven menos afectados, aunque también les cabe el problema del acceso de agua por la admisión. Después del incidente también habría que revisar y cambiar el lubricante del motor y el de la transmisión, que pueden también ser afectados por una inundación. Pero ¿cómo evitar este dolor de cabeza? En caso de anegamientos, si el nivel del agua cubre las ruedas del
vehículo no avance. Tampoco intente seguir a un colectivo u otro vehículo de mayor porte, porque estos tienen no sólo más despeje del suelo; también tienen mucho más alto el motor. Si al intentar atravesar una calle inundada el motor se detiene, no intente ponerlo en marcha otra vez. Bájese como pueda, ciérrelo y llame al auxilio. Lo más probable es que haya ingresado agua por la admisión. Si esto sucede con el motor girando a alto régimen, lo más probable es que se produzca una rotura mayor (una biela torcida, por ejemplo), porque el agua no se comprime dentro del cilindro. Si cree que el agua no tapa la entrada de admisión e intenta avanzar de todos modos, hágalo a baja velocidad, sin enfrentar la correntada (si la hubiese), para no “embarcar” agua.
Dificultades al frenar Cuando se maneja bajo lluvia intensa, en especial si se pasa por lugares muy anegados, tenga en cuenta que el vehículo casi no frenará al pisar el pedal. Esto se debe a que el agua forma una película entre el disco y las pastillas, y entre los tambores y las cintas, que funciona como si fuese un lubricante, por lo que el auto no frena. Por lo tanto, baje la velocidad y circule despacio. Si no tiene frenos, haga rebajes con la caja de cambios. Al pasar a una marcha inferior se produce el conocido efecto freno-motor, que reduce la velocidad. Esta técnica es muy utilizada en superficies resbaladizas, en las que los frenos no detienen el vehículo. Si ingresa agua en el interior del vehículo (con el consiguiente perjuicio en alfombras, tapizados, etcétera), no intente remedios caseros y lleve el vehículo a un servicio mecánico especializado. Además, revise cuidadosamente su póliza de seguro; muchas pueden contemplar este tipo de arreglos como un accidente.
“Los teléfonos de guardia no andaban, no había luz. Estábamos abandonados. Los vecinos fuimos quienes rescatamos a un taxista.”
SALVADOR COMERCIANTE DE VILLA CRESPO
“Hay que tirar toda la mercadería. Estamos desde anoche sin luz y nadie sabe responder cuándo se solucionará el problema.”
Más información. Autos a la deriva y agua dentro de las casas (testimonios). www.lanacion.com.ar/1233805 Fotogalería. Los lectores retrataron la tormenta. www.lanacion.com.ar/fotos/ Video. Los desastres que dejó la inundación. videos.lanacion.com.ar/video13501-1