Ciencia/Salud
Página 12/LA NACION
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Martes 18 de septiembre de 2007
Ya se registran muertes masivas de microorganismos
El calentamiento afecta el ecosistema antártico El excesivo sedimento provoca la muerte de salpas y krill Por Susana Gallardo Para LA NACION La reducción de los hielos antárticos por el aumento de la temperatura está afectando organismos microscópicos que son alimento de peces y de mamíferos marinos. “Encontramos millones de salpas varados en la costa, a lo largo de varios kilómetros”, afirma la doctora Verónica Fuentes, investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la UBA. Las salpas son organismos semitransparentes y nadadores que filtran el agua para alimentarse de algas unicelulares, es decir, fitoplancton. “En verano, cuando hay más derretimiento, el agua de mar se ve marrón por los sedimentos que los ríos de deshielo arrastran hacia la costa”, relata Fuentes. La excesiva cantidad de sedimento produce la mortandad de las salpas, según explica Fuentes. “La mortandad de estos organismos tiene consecuencias graves en el ecosistema”, subraya la doctora Graciela Esnal, investigadora del Conicet y directora del grupo de investigación que está registrando estas distorsiones en el ecosistema antártico. El problema de las salpas es que son una bomba de filtrar alimento. “En la Antártida el sedimento se acumula en el aparato digestivo y produce un taponamiento que los lleva a la muerte”, explica Fuentes, becaria posdoctoral del Conicet. Los investigadores recolectaron las salpas y determinaron que habían muerto por asfixia. “También
se ahogan cuando hay mucho alimento, por ejemplo, abundante fitoplancton”, aclara Esnal. Pero esos varamientos no eran sólo de salpas, sino también de krill. Ahora la pregunta es por qué muere el krill. Fuentes señala: “Al estar en un ambiente con mucho sedimento se ve afectada su capacidad de filtración, se vuelven débiles y esto, sumado a la baja salinidad del agua, también provocada por el derretimiento, termina por provocar muertes en masa”. El impacto es grande. En ambientes costeros, el krill, al igual que las salpas, produce paquetes fecales que son alimento de diversos organismos. Además, desde las aves hasta los mamíferos marinos se alimentan de krill, y la mayoría de ellos no los consume cuando están muertos.
Bombas de extracción Las salpas cumplen una importante función ambiental. “Son como una bomba de extracción de carbono de la atmósfera”, destaca Esnal. Dado que consumen fitoplancton, incorporan el carbono y lo exportan hacia el fondo en sus paquetes fecales. Además, cuando mueren, también sus cuerpos se van al fondo del mar, donde se conforma un depósito de carbono. Las salpas son muy particulares. Como la mayoría de los miembros de la familia (los tunicados), son hermafroditas: cada individuo produce gametos de ambos sexos, que se unen para dar lugar a la descendencia. Pero los individuos que nacen de huevos son asexuados y se reproducen por brotación. En síntesis, una generación se reproduce en forma sexual
y la siguiente, en forma asexual. Lo importante es que la brotación genera un aumento muy grande de la población. “Cada salpa que se reproduce por brotación da lugar a unos 800 individuos”, explica la doctora Cristina Daponte, docente en la FCEyN, que estudia la reproducción de estos organismos. Lo cierto es que, en el mar abierto, la mayor temperatura del agua favorece el aumento de la población de salpas. Pero en las costas, mueren por la abundancia de sedimentos. Pero las salpas no son las únicas que sufren los efectos del calentamiento global. También lo padecen unos parientes cercanos de éstas, pero que viven fijados en el fondo del mar, las ascidias. “Hemos visto que, en un período muy corto, estas poblaciones están disminuyendo”, afirma el doctor Ricardo Sahade, investigador de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y del Conicet, que integra el grupo que dirige la doctora Esnal. Lo curioso es que estas comunidades son muy estables y se han mantenido sin grandes modificaciones durante mucho tiempo. Algunas especies que hasta hace poco eran dominantes son superadas ahora por otras más resistentes a la carga de sedimentos del agua. “Algunos sostienen que estos cambios se deben a oscilaciones propias en las poblaciones, pero, si este proceso continúa, las comunidades antárticas se verán muy afectadas”, advierte Sahade. Por su parte, el doctor Marcos Tatián, de la UNC y miembro del equipo, señala que las colecciones de los
CEPRO-EXACTAS
Los investigadores Marcos Tatian, Graciela Esnal, Cristina Daponte, Fabiana Capitanio y Gastón Aguirre
museos de la Argentina y otros lugares del mundo permiten estudiar los cambios producidos comparando la diversidad actual en relación con los registros históricos y así determinar el posible reemplazo de unas especies por otras. “La pérdida de biodiversidad no se percibe en lo económico de manera inmediata, pero es grave en la medida en que se desconocen aún las posibles aplicaciones de lo que se pierde”, destaca. De hecho hay un anticancerígeno que se obtuvo a partir de una ascidia del grupo de los didemnidos, la sustancia se denomina didemnina y se encuentra en etapa de experimentación clínica. Sahade concluye: “Cuando se pierde la biodiversidad, uno no sabe qué está perdiendo”. Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA
VERONICA FUENTES
Salpa antártica
Por primera vez en el país
Crean una red de 21 laboratorios públicos Permitirá articular e integrar acciones (Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Laura García Oviedo).– Por primera vez, la Argentina tendrá una red nacional de laboratorios públicos, que articulará el trabajo de 21 laboratorios estatales de diferentes regiones del país que se dedican a producir medicamentos, entre otras actividades. Uno de los objetivos principales es impulsar el intercambio entre los laboratorios y el sector científico-tecnológico. Para aunar esfuerzos, estimular la inversión en investigación y desarrollar medicamentos a escala nacional, 21 laboratorios constituyeron la primera red de laboratorios públicos de la Argentina. El trabajo en red de los laboratorios estatales de diferentes regiones implicará concretar varias actividades en equipo, como por ejemplo realizar compras conjuntas de insumos y equipamiento para abaratar los costos de importación; intercambiar productos y servicios, y avanzar en la integración de la producción con el
sector de las universidades, los centros y los institutos de investigación y desarrollo. La iniciativa recibe el apoyo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Cátedra Libre de Salud y Derechos Humanos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, y el Programa Especial de Salud de la Secretaría de Ciencia y Tecnología (Secyt). “Desde hace más de tres años venimos madurando este proyecto entre los laboratorios públicos de medicamentos, la Secyt y otros organismos como el INTI, porque veíamos mucha dispersión de esfuerzos. Y para ser más eficiente hay que sistematizar esas estructuras –dijo Daniel Gollán, coordinador del Programa Especial de Salud de la Secyt–. Con esta red buscamos hacer más eficiente lo que se tiene, y lograr a través de la racionalización y la sistematización del gasto una articulación entre los laboratorios y los centros de investigación de universidades e institutos del país.”
Agenda
Pastillas
Festival de voces
BRUXISMO
■ Pallium Latinoamérica organiza el festival musical Voces para el Alivio 2007, el próximo 1° de octubre, a las 18.30, en el Colegio Northlands (Tucumán 3021, Olivos). El valor de la entrada (10 pesos) se destinará a la asociación, que asiste a enfermos oncológicos terminales.
Esclerodermia ■ La Asociación Argentina de Esclerodermia invita al VII Simposio Anual para pacientes, familiares y profesionales de la salud, el próximo 23 de octubre. Informes: (011) 4829-7191.
Ronquidos ■ El Club del Sueño organiza la charla gratuita “¿Qué es el ronquido?”, el próximo lunes, a las 19, en la Fundación Alfredo Thomson (La Rioja 951, Capital). Informes: (011) 4959-1500 int. 2651, de 10 a 14.
Estudiantes con los dientes apretados ■ (Agencia CyTA-Instituto Leloir).– Un estudio de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) halló que el 41% de un grupo de estudiantes universitarios evaluados padece bruxismo, el hábito de rechinar los dientes que en la mayoría ocurre al dormir, por estrés. El equipo de la Cátedra Práctica Clínica Preventiva I, de la Facultad de Odontología de la UNNE, dirigido por las doctoras María Julieta Faisal y Vilma Graciela Vila, realizó un estudio sobre 319 alumnos de la cátedra. Según el análisis de las historias clínicas, 132 pacientes (41,3%) tenían el hábito de rechinar sus dientes como una forma de liberar tensiones. El estudio demostró también que el bruxismo afecta más a los varones que a las mujeres (24,2%). Según las investigadoras, dado que el factor dominante del bruxismo es el estrés, los autores consideran que “es poco razonable pensar que un ajuste de la oclusión puede curar este hábito”. Las consecuencias incluyen deformación del sistema bucal, desgaste dental excesivo y cefaleas. El 50% de los casos de bruxismo por problemas de oclusión se puede curar rápido, mientras que el 12% con problemas articulares en los maxilares deben recibir asistencia médica.