El auténtico sabor del Delta

se instalaron en las islas de la Primera. Sección del Delta ... se radicó definitivamente en las islas, vende su ... madre, hace ocho años”, cuenta Lucía. Noailles ...
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4 | TURISMO

| Domingo 30 De junio De 2013

Aquí nomás

El auténtico sabor del Delta Los Pelones, el vivero hidropónico Villa Mónica y el colmenar Fe y Esperanza, tres emprendimientos rurales y gastronómicos para internarse entre las islas de Tigre Texto: Andrea Ventura Fotos: Diego Spivacow

V

ivir en el Delta, entre la tupida vegetación y los arroyos, alejados del ruido y del estrés urbano fue prioridad en sus vidas. Así dejaron la ciudad y se instalaron en las islas de la Primera Sección del Delta de Tigre. Pero no se quedaron de brazos cruzados: tienen emprendimientos rurales de puertas abiertas al turismo. Tres lugares para descubrir un poco más los sabores típicos del Delta.

La miel de la vida

Miel con sabor al Delta, a ligustrina y zarzamora. “La miel tiene el color, olor y sabor según las flores con las que las abejas trabajaron”, explica Marta Mattone, entre muchos otros secretos, en las visitas guiadas que realiza a su colmenar en la zona de Tres Bocas, en el arroyo Santa Rosa. Esta apicultora, que hace 30 años se radicó definitivamente en las islas, vende su propia miel que se llama Fe y Esperanza, lleva a visitantes por sus colmenas, les sirve la merienda, da clases de apicultura y además ofrece cabañas en alquiler. Todo en Mi casa en el Tigre, como denomina a su lugar en el mundo. Trabajar en el Delta no es tarea sencilla. Recuerda cuando fumigaron contra los mosquitos y apenas sobrevivieron cinco colmenas y todavía no se explica los enigmas de la floración en esta exuberante zona, que se da a destiempo de la primavera, casi dos meses antes, y que le da la posibilidad de tener abejas reina antes que todos. La colmena está elevada, sobre pilotes, en una especie de puente de madera, a salvo de las crecidas del agua y rodeada de árboles y plantas. Muy cerca está su laboratorio, donde muestra paso a paso el proceso de elaboración de la miel, con la abejas revoloteando cerca. Marta recomienda quedarse quieto, si se hacen movimientos bruscos las abejas se asustan y pueden picar. Ella incluso sin protección y con mucha habilidad saca

los panales y muestra a las abejas en acción. Los visitantes ven donde vive la abeja reina y cómo trabajan día a día las 60 colmenas. Los visitantes pueden llegar de manera independiente con la lancha colectiva y después caminar por un largo sendero junto al arroyo o en excursiones, que combinan el viaje en lancha, una caminata didáctica por la zona, la visita a la colmena y la merienda con Marta, con muffins caseros y café en vajillas hechas por ella. A pasos del colmenar ofrece cuatro cabañas en alquiler con vista al arroyo.

Nueces y dulces

“En los alrededores de la casa que compramos en el Delta había nogales de nuez pecan que no se utilizaban, así que empecé a cosechar, pelar y vender las nueces en el taller de mi madre, hace ocho años”, cuenta Lucía Noailles, que siempre soñó que sus hijos se críen en un ambiente natural, alejado, pero lo suficientemente cerca de la familia. Ahora, al frente de

◗ DAToS úTileS Datos útiles ◗ Miel Fe y Esperanza. A 500 metros del muelle de Tres Bocas. Informes, (15) 6270-8300 y 4728-0782. Visita al colmenar $ 15. Con merienda, $ 60. En excursión, con trekking por el Delta y lancha, $ 250 (www.argentinaextrema.com). Alojamiento en las cabañas, por día, desde $ 430. www.micasaeneltigre.com.ar ◗ Los Pelones. Río San Antonio Nº 3. Muelle San Antonio Privado. Pedidos, 4728-4364. www.lospelonesdelta.com.ar ◗ Vivero Villa Mónica. Arroyo Espera 344. Informes, 4728-0519 y (15) 5710-5699. Visitas guiadas los domingos, $ 45. www.aldelta.com. ar. villamonica

Los Pelones está dedicada a producir dulces, conservas y bombones. Las nueces pecan se pusieron de moda, cada vez le pedían más, entonces decidió darle más vida a su proyecto y además de venderlas al natural comenzaron a hacer productos más elaborados. Se sumó Pablo, su hermano chef, que volvió de Europa. Primero nuez pecan acaramelada, glaseada con azúcar y limón, bañada en chocolate. Y después los dulces con los cítricos de la zona, granola y variedad de bombones. También se sumaron conservas como berenjenas en escabeche, tomates secos marinados en ajo y albahaca, aceitunas verdes marinadas y pesto de pecan y ajos asados (para que se sienta el sabor de la nuez, explica Pablo). Todo elaborado con productos regionales, orgánicos y de manera artesanal. Como las nueces de la zona ya no les alcanzaba empezaron a comprarles a otros productores locales. Los que se alojan en las cabañas cercanas a esta casa sobre el río San Antonio rodeada de juncos y plantas van directamente a comprar a la cocina misma, donde ahora se termina un chutney de manzana y un nuevo dulce de limón que están probando. En el verano, Lucía se pasea con un carrito ofreciendo sus productos y también se los pueda llamar por teléfono y los entregan por las casas de la zona. “El boca en boca es lo que más funciona. Tenemos muchos clientes fijos que cuando vienen al Delta nos llaman y nos piden, por ejemplo, hummus, que lo hacemos por encargo”, explica Lucía. Además están planeando una huerta flotante sobre una balsa para plantar aromáticas, como albahaca y laurel, y evitar que las subidas del agua arrase con todo.

Crecer en el agua

Mónica y Arturo Villahermosa tienen un parque de 10.000 m2, pero no usan ni un gramo de tierra para hacer crecer los cultivos de su gran vivero Villa Mónica. Son unos de los pocos del país

Abejas que trabajan en el colmenar abierto a los turistas, de Marta Mattone que desarrollaron un vivero-escuela hidropónico. ¿En qué consiste? “Son cultivos sin tierra, sin suelo, que se reemplaza con agua con sales minerales. Se contribuye a la conservación de los suelos y el aprovechamiento al máximo de las superficies y el agua”, explica Arturo, dentro de la gran carpa blanca que protege las plantaciones, frente al arroyo Espera. Los cultivos están sobre una especie de mesas por donde circula agua permanentemente, todo a la altura de la cintura, sin necesidad de agacharse. Las lechugas lucen bien verdes, la hojas de rúcula, enormes, diferentes. Hay una explicación: “Las hojas son más carnosas porque las raíces no tienen que buscar alimento y el gusto es más intenso”, cuenta Arturo. También hay cultivos sobre sustrato (turba y perlita) y en columnas verticales, como las frutillas, que optimizan el espacio. Por ejemplo en 25 x 25 cm se ponen 30 plantas de frutilla y en tierra, sólo una. Hace 10 años el matrimonio decidió que no quería vivir más en la ciudad y se instaló en la casa de fin de semana del Delta. Como medio de vida hicieron cursos y desarrollaron el particular vivero. Ahora ofrecen visitas guiadas y cursos para explicar y concientizar sobre este cultivo del futuro, como lo llaman. También tienen dos cabañas en alquiler en el gran parque, sin pileta, porque no hace falta, para refrescarse está el arroyo.ß

Las lechugas enormes y carnosas del vivero Villa Mónica

Para golosos, en Los Pelones producen dulces y bombones

Agenda invernal Durante las vacaciones de invierno, Tigre presenta el programa Primero los pibes. Talleres, obras de teatro y actividades serán gratuitos, y se desarrollarán en varios sitios. El teatro Niní Marshall ofrece El sapo Pepe, Frutillitas, Heavy Saurios y más historias que

atraparán a toda la familia. Juguetes de ayer. En Don Torcuato se realizará una muestra de juguetes y muebles antiguos para chicos, para que los papás puedan acercar a sus hijos los juguetes con los cuales ellos se divertían de chicos. Los menores de 12 años no pagan en compañía de un adulto en paseos por el Delta, visita a la reserva natural Delta Terra, acceso al Museo del Mate.