Política
Domingo 11 de marzo de 2007
Ecos de la visita de Hugo Chávez
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Chávez y Kirchner, anteayer, luego de haber firmado los acuerdos bilaterales
El acto en Ferro dividió al gabinete de Kirchner Cristina Kirchner y Alberto Fernández lo desaconsejaron Por Mariano Obarrio De la Redacción de LA NACION La visita del presidente Hugo Chávez dejó grietas en el gabinete de Néstor Kirchner. El “acto anti-Bush”, que anteanoche encabezó en Ferro el líder bolivariano, recibió críticas de Cristina Kirchner y Alberto Fernández, mientras que tuvo un fuerte respaldo del Presidente y de Julio De Vido, que estuvieron detrás de toda la organización. Trascendió que la primera dama y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, lideran el grupo de “moderados”. Recomiendan “guardar las formas” en la alianza con Venezuela. No se oponen a ella ni a la amistad con Chávez, pero desaconsejan los gestos negativos innecesarios contra Estados Unidos. Y el acto de Ferro, gestionado desde la Casa Rosada, se gestó para condenar la visita a la región del presidente de los EE.UU., George W. Bush. Según supo LA NACION, el canciller, Jorge Taiana, y el ministro del Interior, Aníbal Fernández, también militan entre los conciliadores con Washington. En declaraciones en el aeroparque Jorge Newbery, al despe-
dir a Chávez, Taiana dijo ayer que el Gobierno “no tuvo nada que ver” con el montaje del acto. Taiana suele verse en apuros ante la diplomacia de los EE.UU. cuando Kirchner sobreactúa con Chávez. Y el mitin de Ferro tampoco cayó bien en las cancillerías de Uruguay y de Brasil, países hermanos que visitó Bush. Cristina Kirchner amasa un proyecto presidencial; considera que se debe abrir el diálogo con Washington, con el Partido Demócrata y con la comunidad judía. Todos éstos tienen cuentas pendientes con Chávez. No fue menor el gesto de la senadora de no haber ido al último viaje de Kirchner a Venezuela y de aceptar una invitación de las entidades judías venezolanas. Las visitará el 24 del actual en Caracas y no se entrevistará entonces con autoridades bolivarianas.
La causa chavista Taiana aseguró ayer que estaba “muy satisfecho” por los acuerdos firmados entre Kirchner y Chávez. Sin embargo, el canciller sigue en un segundo plano la relación con Venezuela. Funciona en este tema una diplomacia paralela, que controla Julio De Vido. El ministro de Planificación hace y deshace los acuer-
dos de infraestructura, comercio, gas y petróleo. Es el más firme impulsor de los negocios con Caracas. Su operador es Claudio Uberti, titular del órgano de control de concesiones viales (Occovi). El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, otro embanderado de la causa chavista, organizó en persona el acto en Ferro. Se reunió con la Casa Militar venezolana; convocó a los dirigentes piqueteros y a los movimientos sociales kirchneristas: Federación de Tierra y Viviendas (Luis D’Elía); Barrios de Pie (Jorge Ceballos), Libres del Sur (Humberto Tumini), Frente Transversal (Edgardo Depetri) y Movimiento Evita (Emilio Pérsico). Todo bajo la orden de Kirchner. Se comunicó anteayer cada hora y media con los líderes sociales que estaban en Ferro; informó al Presidente y transmitió las felicitaciones de Kirchner a esos grupos cuando las 30.000 personas se desconcentraron sin incidentes. Supervisó las previas negociaciones con Quebracho y los partidos Comunista y Socialista de los Trabajadores. Kirchner felicitó por teléfono a Hebe de Bonafini, presidenta de Madres de Plaza de Mayo.
LA NACION/Página 15