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Duhalde ganó la interna de la Capital

Galmarini, Carlos Ruckauf, Julio. César “Chiche” Aráoz, Archivaldo. Lanusse, Graciela Camaño, Jorge. Todesca, Martín Redrado, Jorge Vi- llaverde, Carlos ...
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POLITICA

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RUMBO A OCTUBRE

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Lunes 4 de abril de 2011

EL PRIMER TEST EN LA PUJA DEL PERONISMO FEDERAL

Duhalde ganó la interna de la Capital Poca gente, pero mucha más que la esperada

Continuación de la Pág. 1, Col. 5 inclinaron por Duhalde, y 16.728 (49,63 por ciento) lo hicieron por Rodríguez Saá. Cada uno de los dos postulantes se quedó con 28 de los 56 congresales en juego, por lo que ambos conservan las mismas posibilidades de quedarse con el triunfo final en las internas escalonadas, cuyo capítulo final está previsto para el 29 de mayo, en la provincia de Buenos Aires. El resultado sorprendió a los duhaldistas, que esperaban una diferencia más amplia. Los números se conocieron sólo a las 23, tras varias horas sin información, en una tumultuosa conferencia de prensa compartida de Duhalde y Rodríguez Saá, en la Casa de San Luis, en la Capital Federal. “Es una jornada que nos llena de orgullo. El peronismo de la Capital nunca había hecho una elección interna con tantos votantes”, dijo Duhalde, vestido de jean azul y camisa blanca. “La idea nuestra es formar un equipo para ser una alternativa ante el gobierno nacional”, agregó, sentado al lado del gobernador puntano. Habían entrado juntos, en fila, abriéndose paso a los empujones entre los cientos de militantes que habían copado el salón destinado a la atención a la prensa. “Estoy feliz de haber participado en una instancia tan convocante. Que ni se nos ocurra fallarle a las esperanzas que estamos despertando”, afirmó, mientras el sudor le perlaba la frente. Cerró con un eslogan de campaña: “Argentina, te quiero, con trabajo y hambre cero”. No hubo menciones al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, a quien Rodríguez Saá había acusado de estar detrás de la candidatura de Duhalde. Más temprano, cuando se lo consultó sobre la propuesta de Macri de que la oposición postulara un solo candidato, el ex presidente se mostró distante. “No lo descarto. Pero es muy difícil”, dijo. Los resultados fueron anunciados oficialmente por Ramón Puerta, integrante de la mesa de conducción del Peronismo Federal y ex gobernador de Misiones. En 15 días, esa provincia será escenario de la segunda fecha de las elecciones internas del PF, junto con las de Chaco, Entre Ríos y Corrientes. Los candidatos estaban escoltados por dirigentes de sus respectivos sectores. Por Duhalde, estaban su esposa, Hilda “Chiche” Duhalde, Antonio Arcuri, Alberto Iribarne, Carlos Brown, Eduardo Amadeo, Fernando Galmarini, Carlos Ruckauf, Julio César “Chiche” Aráoz, Archivaldo Lanusse, Graciela Camaño, Jorge Todesca, Martín Redrado, Jorge Vi-

Ambos candidatos festejaron la asistencia JAIME ROSEMBERG LA NACION

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Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá se mostraron juntos en el momento de informar el resultado de los comicios internos

Resultados oficiales EDUARDO DUHALDE

ALBERTO RODRIGUEZ SAA

50,37%

49,63%

Sobre un total de 33.704 votantes, obtuvo 16.976 votos. Logró 28 delegados para el congreso que definirá el candidato presidencial.

llaverde, Carlos Campolongo y Carlos Tula, jefe de la comparsa de Carlos Menem. El militante tuvo un pequeño altercado, porque no lo dejaban entrar. “Estuve con Lorenzo Miguel, lo más grande del peronismo”, le espetó al encargado de la seguridad.

Con compañía Rodríguez Saá llegó acompañado de su novia, la modelo Delfina Frers. De su lado, estaban su hermano, Adolfo Rodríguez Saá, Liliana Negre de Alonso, Luis Lusquiños y José María Vernet, entre otros. Desde las 21 y hasta las 23, los dirigentes se paseaban por el hall de la Casa de San Luis, un palacete

Alcanzó 16.728 sufragios. La diferencia fue de 248 votos. Alcanzó 28 congresales en la primera instancia de la interna federal.

de pisos de madera y molduras talladas a mano. “Es un triunfo de la democracia”, repetía Adolfo Rodríguez Saá, con aquella sonrisa amplia que sacó a relucir durante la campaña presidencial de 2003. En un cuarto contiguo, trabajaba la junta electoral. La demora impacientó a un grupo de militantes, que empezó a corear “Duhalde, presidente”. Los dueños de casa respondieron con “Alberto, presidente”. Al final, todos cantaron la marcha peronista.

Encuesta. ¿Se interesó por ir a votar en la interna del Peronismo Federal? servicios.lanacion.com.ar/encuestas

Siete votaciones para definir la candidatura La interna del Peronismo Federal, que comenzó ayer con el ajustado triunfo de Eduardo Duhalde sobre Alberto Rodríguez Saá en el distrito porteño, se prolongará durante dos meses, con votaciones en distintas provincias cada domingo, hasta cubrir todo el país. Más que la suma de votos, el elemento que influirá en la proclamación del candidato será el número de congresales que obtendrá cada candidato. La reñida votación de ayer en la Capital arrojó 28 para cada uno. Al finalizar el proceso, el que sume más delegados obtendrá la candidatura para competir en la interna abierta y obligatoria de agosto. Se necesitan en total 330 congresales, sobre un total de 658. La cita siguiente será el domingo próximo en la región del NEA (Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes y Entre Ríos). Allí hay 3,3 millones de ciudadanos en condiciones de votar y se pondrán en juego 100 congresales.

La interna seguirá el 17 de abril en el NOA (Noroeste), con las elecciones en Jujuy, Santiago del Estero, Tucumán y Catamarca, donde el padrón reúne 3 millones de personas y se elegirán 98 congresales. La cuarta etapa será el domingo 8 de mayo en las provincias de Santa Fe y Córdoba. Habrá 4,8 millones de personas en condiciones de votar y se definirán 86 delegados. El 15 de mayo se votará en Chubut, Río Negro, Neuquén, La Pampa, Santa Cruz y Tierra del Fuego. El padrón será de 1,7 millones de personas y se elegirán 96 congresales. El 22 de mayo será el turno de San Juan, San Luis, Mendoza, La Rioja y Salta, con 2,2 millones de votantes y la elección de 76 delegados. El cierre será en el distrito bonaerense, en comicios desdoblados. El sábado 28 de mayo se votará en el interior de la provincia y el domingo 29, en el conurbano. Podrán sufragar 10 millones de personas y se pondrán en juego 146 congresales.

EL ESCENARIO

LAURA CANO

El triunfalismo K y la geometría de la oposición

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Continuación de la Pág. 1, Col. 5 que no que no supo apreciarlo en vida; sea porque, como juzgan sus detractores, él constituía una fuente inagotable de conflicto y malestar, lo cierto es que la muerte de Kirchner reseteó la política. El círculo que rodea a su viuda intenta, ahora, aprovechar la nueva atmósfera para emitir un mensaje más o menos subliminal cuyo primer objetivo es disciplinar al propio oficialismo: “La historia ya está escrita, ya ganamos”. Sin embargo, para que ese triunfalismo esté justificado, deberían despejarse dos grandes incógnitas: cuál es la propuesta electoral alternativa a la de Cristina Kirchner, y cuál es el estado de ánimo de los sectores medios respecto del Gobierno. Sólo cuando se contesten estas preguntas se podrá auscultar con algún rigor a la opinión pública. Sólo entonces el oficialismo podrá predecir su supuesta victoria. Se está por cumplir una década del derrumbe del año 2001 sin que la Argentina haya reconstruido su sistema político. Pulverizados los partidos, la única oferta nítida con que cuenta el electorado es la del Gobierno, que se confunde con el Estado. El resto es una infinidad de navegantes solitarios con enormes dificultades de coordinación. Basta observar que los dos instrumentos que la oposición ideó en 2009 –el Acuerdo Cívico y Social y la alianza entre Mauricio Macri, Francisco De Narváez y Felipe Solá—, a pesar de sus buenas prestaciones, fueron inutilizados meses después de aquellas elecciones. Más sorprendente: quienes destruyeron esas herramientas, se desviven ahora por recomponerlas. Como siempre en estos casos, el kirchnerismo sale en auxilio de sus rivales. Las obscenas extorsiones que se cruzan Hugo Moyano y la Casa Rosada, la persecución a los economistas que contradicen al Indec, los ataques a los medios de

comunicación independientes –los bloqueos a LA NACION y Clarín se extendieron ayer a La Voz del Interior, en Córdoba—y la celebración de estas propensiones en la figura de Hugo Chávez, indujeron a la oposición a explorar un acuerdo. Es un ciclo conocido: el oficialismo pelea por reconstituirse, cuando cree haberlo hecho se desborda, y al desbordarse despabila a sus adversarios, que consiguen aglutinarse. Pasó cien veces.

Convergencia La nueva convergencia la planearon los diputados Federico Pinedo, Patricia Bullrich, Gustavo Ferrari y Oscar Aguad. Mientras almorzaban, el martes pasado, calibraron el costo de no expresar a quienes se angustian por el avance autoritario del Gobierno. Allí surgió la idea de una declaración, cuyo borrador redactaron Bullrich y Pinedo. Ambos se aseguraron la firma de Elisa Carrió y Macri, quienes por primera vez suscribieron juntos un papel. Carrió invitó a firmar a Alfonso Prat-Gay. Después adhirió Felipe Solá. Aguad sumó a Ernesto Sanz. Graciela Camaño y Eduardo Amadeo, a Eduardo Duhalde. Jorge Triaca buscó a Alberto Rodríguez Saa, quien nunca respondió. Julio Cobos se negó con un argumento débil: como vice no podía adherir a una advertencia opositora. ¿Tiene razón, entonces, Cristina Kirchner, y la vicepresidencia pertenece al oficialismo? En cambio Ricardo Gil Lavedra convenció a Ricardo Alfonsín: “Firmo si también firma Pino Solanas” había dicho el precandidato radical, quien terminó rubricando el documento, aun cuando Solanas se negó. La proclama sirvió para sacar a la superficie las tratativas en curso para sintetizar la oferta electoral opositora. Los principales gestores son, fuera de la red de diputados, son Macri, Sanz, Duhalde, Cobos,

Enrique Nosiglia, Alberto Iribarne y Chrystian Colombo. La hipótesis preliminar es integrar una alianza en el marco de la cual todos competirían en las primarias obligatorias del 14 de agosto. Esa alianza debería inscribirse antes del 15 de junio. El obstáculo más importante de esta operación anida en la interna radical. Sanz y Cobos ven a su partido en una coalición capaz de imponerse sobre el kirchnerismo, y consideran que ese objetivo sólo estará asegurado si se suma al macrismo, a De Narváez y al Peronismo Federal. Alfonsín se opone, en principio, a ese formato. Si bien podría conversar con De Narváez –a su lado está Leopoldo Moreau, que fue empleado jerarquizado del candidato de Unión Pro y de José Luis Manzano--, pretende evitar el veto de Hermes

A casi una década de la crisis de 2001, la Argentina casi no reconstruyó su sistema político Binner (socialismo) y de Margarita Stolbizer (GEN), para quienes Macri es un límite. ¿La divergencia de Sanz y Cobos con Alfonsín fracturará a la UCR? Con los datos a la vista, imposible. Una de las infinitas martingalas que se esbozan en estas horas supone que Macri desiste de la presidencia para repetir en la Capital –como sueña su socio, Nicolás Caputo- y en la interna de agosto compiten Sanz-Michetti contra Alfonsín-Binner. El escollo es Macri, que presume ser más competitivo que cualquier radical para vencer a Cristina Kirchner. Otra opción es que Binner salga debilitado de las primarias obligatorias de Santa Fe, el 22 de mayo, y no pueda impugnar a Macri. Antonio

Nada de largas colas, aglomeraciones o esas acaloradas discusiones que forman parte del folklore electoral. El primer capítulo de la interna entre Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá transcurrió con tranquilidad, con escuelas semivacías y un clima de silencio en las 200 mesas habilitadas para votar en las 15 comunas de la ciudad de Buenos Aires. Luego de la larga jornada, se contabilizaron poco más de 34.000 votos, es decir, algo más del 1% del padrón total de electores porteños, que estaban habilitados en su totalidad para poder emitir su voto. De todos modos, y más allá de las tibias acusaciones que se lanzaron bien entrada la noche, desde ambos búnkeres festejaron los números finales, más allá de la euforia o la decepción que dejaron los resultados de la primera edición de la interna. La mayoría de las escuelas abrieron sus puertas a las 9, una hora después de lo pautado. El ritmo de votantes se mantuvo firme desde esa hora hasta el mediodía. A la escuela Provincia del Chaco, de Avellaneda al 2500, se acercaron a votar unas 600 personas hasta las 13, unas 150 por hora. El ritmo se mantuvo estable durante toda la jornada, y menguó entre las 18 y las 19, hora de cierre

Bonfatti, el candidato de Binner, está amenazado por su opositor interno, Rubén Giustiniani. Detrás corren el radical Mario Barletta y el macrista Miguel Del Sel. La definición llegará 24 días antes de que se inscriban las alianzas nacionales.

Un pacto Algunos negociadores se conforman con un pacto para una eventual segunda vuelta, el 20 de noviembre. Tampoco hay acuerdo sobre qué debilita más al Gobierno. ¿Un rival único, que polarice? ¿O dos candidatos, uno de los cuales robe votos de izquierda a la señora de Kirchner, y la obligue a un ballottage? Para vislumbrar hacia dónde va el poder no basta con conocer la geometría opositora. También deben desentrañarse las preferencias de las capas medias. Los estrategas del kirchnerismo exhiben los resultados de Catamarca y Chubut como premoniciones de un giro copernicano en su favor. Pero ellos saben que su mal está en otro lado: desde que enfrentaron al obispo misionero Joaquín Piña, en octubre de 2006, se han cansado de espantar a la clase media, urbana y rural. ¿Se revirtió esa inercia? Tres elecciones locales adelantarán información sobre ese enigma. Después de las primarias santafesinas del 22 de mayo, los porteños elegirán a su jefe de Gobierno el 10 de julio. Es, claro, una fecha vital para Macri. El 24 del mismo mes serán las generales en Santa Fe. Y el 7 de agosto se votará para gobernador en Córdoba, donde Luis Juez tensiona con José Manuel de la Sota, y tercia Aguad. Esos distritos constituyen una muestra aceptable para palpitar la orientación de un electorado esquivo para la Presidenta. Con el menú opositor, es una de las dos grandes incógnitas del año. Aunque nunca hay que olvidar una variable decisiva: la habilidad del kirchnerismo para convertirse en víctima de sus propios demonios.

La asistencia fue aceptable de los comicios; se totalizaron 1600 votos. En otras comunas, la afluencia fue algo mayor, con lo que el promedio fue de algo más de 2000 personas por centro de votación. ¿Quienes entraban a votar? Mucha gente de más de 50 años, la mayoría en pareja; llegaba y se retiraba casi sin esperar turno. Cada tanto llegaban grupos de seis o siete jóvenes, con gorritos y aritos ellos, con bebes en brazos ellas, y depositaban su voto entre risas despreocupadas, acompañados siempre por algún fiscal de Duhalde o de Rodríguez Saá. Al mediodía, también empezaron a llegar algunos dirigentes conocidos, como el economista Jorge Todesca, el gremialista Rodolfo Daer y la ex diputada Marina Cassese, todos del lado del ex presidente Duhalde en la interna. “Vengo a ver cómo va todo”, dijo Daer con una sonrisa, cuando LA NACION le preguntó si iba a votar. Cassese fue irónica con el Gobierno. “Me alegro porque [Florencio] Randazzo dijo que no iba a venir nadie. La gente quiere participar y dar su voto contra este gobierno”, se exaltó diciendo la ex legisladora. Por el lado de Rodríguez Saá se acercó la diputada Marcela Bianchi, viuda del ex futbolista de River Juan Gilberto Funes, y se mostró confiada en la chance de su candidato. El clima, entre los fiscales, era de armonía. De hecho, compartieron sándwiches de milanesa, gaseosas y un café que compraban en un quiosco improvisado por los alumnos del colegio. En las paredes, afiches escolares con alusiones al 24 de marzo y el 2 de abril llamaban la atención de los votantes, que se quedaban un rato más para leerlos. Las acusaciones, al caer la tarde, comenzaron a aparecer. “La Cámpora está yendo a votar para favorecer a Rodríguez Saá”, murmuraban los duhaldistas. “Está la gente de [Cristian] Ritondo [diputado de Pro] llevando gente a votar a Duhalde”, murmuraban en el moderno búnker de Rodríguez Saá, en Piedras al 700. Allí, todo eran bombos, redoblantes y festejos, pasadas las 21. “Ganamos por trescientos votos”, decía Rodríguez Saá eufórico, antes de la conferencia de prensa, con los resultados finales. Más allá del reparto de votos, ambos terminaron conformes.