Duendes y hadas

4 jul. 2014 - de verano, la comedia de William. Shakespeare, arranca con un golpe de efecto fuerte en la versión musi- cal de The Stage Company dirigida.
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espectáculos

| Viernes 4 de julio de 2014

Se entregaron los María Guerrero premios. Tierra del fuego, obra

de Mario Diament, la más galardonada Laura Ventura PArA LA NACiON

Una gran producción de Stage Company

Platea infantil Juan Garff

Duendes y hadas sueño de una noche de verano. ★★

regular. autores: Versión

libre de Alice Penn y Emilio Giménez Zapiola de la obra de Shakespeare. dirección:

Carla Calabrese. dirección musical: Lucas Crawley. intérpretes:

Andrés Bagg, Nicolás Abeles, Carlos Bernal, Carla Calabrese, Geraldine Farhat, Fernando Margenet, Luisina Quarleri, Macarena Rodríguez, Matías Taverna, Luciano Víttori, Tomás Martínez, Rosario Ferrari, Agustín Pérez Costa y Micaela Racciatti. música: Javier Giménez Zapiola. escenografía y vestuario: Alice Penn. coreografía: Alejandra Rappazzini. teatro: Maipo. funciones: martes, a las 20.30, sábados y domingos, a las 16.

P

uck, el duende del bosque, se descuelga desde el techo del teatro sobre la platea, para pasar al escenario de sus encantamientos. Sueño de una noche de verano, la comedia de William Shakespeare, arranca con un golpe de efecto fuerte en la versión musical de The Stage Company dirigida a niños y preadolescentes. La trama, despejada de varios personajes secundarios, se desarrolla con claridad, a pesar de sus tres planos paralelos y entrecruzados. La disputa matrimonial entre Oberon y Titania, los reyes de las hadas y duendes del bosque por un lado. Las dos parejas humanas de amores desencontrados que sin saberlo penetran en su reino, por el otro. Y entre ambos, el grupo de cómicos ambulantes que ensaya una obra dentro de la obra y termina prestándose involuntariamente a las travesuras de Puck, cuando convierte a uno de sus actores en el burro del que se enamorará Titania, gracias a otro embrujo. La comedia de Shakespeare se prestó desde siempre a la inspiración musical. Desde Henry Purcell,

pasando por Felix Mendelsohn y Benjamin Britten hasta Freddie Mercury compusieron en torno a la obra del vate de Stratford-upon-Avon. No parecía desatinado trasponerla al género de la comedia musical, con la vistosidad de sus caracteres protagónicos y la presencia de conjuntos corales liderados por ese especie de maestro de ceremonias que es Puck, interpretado por Andrés Bagg con un despliegue no siempre acompañado con igual intensidad. Pero en la puesta en escena de Carla Calabrese no se imponen las voces solistas para impulsar la obra desde lo musical. Por momentos incluso transitan por una afinación forzada aun cuando los coros de duendes y hadas, de factura convencional, agrega una nota de mayor armonía. Y el manejo del texto y la interpretación bordean riesgosamente el límite entre el humor y la caricatura. Llevar la obra a un público infantojuvenil implicaba sublimar en algún sentido la fuerza fáunica, erótica, de los juegos en el bosque. Pero en este caso se perdió también gran parte de la magia, que era quizás el puente entre Shakespeare y los chicos.ß

Alejandro Paker y Osmar Núñez, rivales en la terna al mejor actor, se daban un abrazo fraternal antes de la ceremonia de los premios María Guerrero. Walter Quiroz, de impecable traje, recomendaba ir a ver Amarillo, la obra con Sergio Surraco. La sala principal del Cervantes, que lleva el mismo nombre de la estatuilla que se entregó anteanoche, estuvo colmada por figuras del mundo del teatro. El periodista y locutor Martin Wullich condujo la ceremonia de los premios que otorga la Asociación Amigos del Teatro Nacional Cervantes. Los galardones se distribuyeron de modo parejo entre espectáculos del circuito comercial, oficial e independiente, pero sin lugar a dudas la gran ganadora de la velada fue Tierra del fuego (en cartel en El Tinglado), que se llevó el premio a la dirección (Daniel Marcove), a mejor autor argentino (Mario Diament), a mejor actor de reparto (Miguel Jordán) y a mejor música (Sergio Vainikoff, ternado también por su trabajo en Bajo un manto de estrellas). Los premios para los mejores actores de la temporada 2013 fueron para Marilú Marini (33 variaciones), quien subió con un elegante conjunto y anteojos oscuros, y para Daniel Fanego (El león en invierno), quien no asistió a la premiación. Verónica Pelaccini, ganadora del premio a la mejor actriz de reparto (Amadeus), tampoco asistió a la ceremonia, pero por un feliz motivo: hace algunos días dio a luz a su hija Sofía. Su marido, Lautaro Vilo, tampoco se hizo presente (su obra Cabaña suiza tenía muchas nominaciones). Quien retiró la estatuilla de Pelaccini fue Paula ransenberg, una de las ganadoras del premio revelación (Para mí sos hermosa, que regresa a Timbre 4 en breve, y Cabaña suiza). Elena Boggan (Emilia) y Ulises Pafundi (Hablemos a calzón quitado) también obtuvieron el premio revelación. El Premio Estímulo fue para la actriz María de Pablo Pardo (Claveles rojos) y para Nicolás Dominici (Hablemos a calzón

Marilú Marini mauricio cáceres

quitado), en su rol como director. En 2012 ya había obtenido esta distinción por su trabajo como actor. Además, Jorge Ferrari (33 variaciones y Cabaña suiza) recibió su reconocimiento a la mejor escenografía; Gonzalo Córdova (Querido Ibsen, soy Nora, Love, Love, Love y Cabaña suiza) recibió el premio a la mejor iluminación, mientras que en el rubro vestuario Mini Zuccheri fue la elegida (Amadeus, Noches romanas e Incendios). Como números de la velada no faltó el tango, a cago de los primeros bailarines del Ballet Estable del Teatro Colón, Natalia Pelayo y Edgardo Trabalón, e ivana rossi entonó “El lamento de una diva”, tema que ya había estrenado en Primeras damas del musical, y una canción en italiano que interpretó en Boccato di cardinale. La ceremonia tuvo un momento emotivo con los premios a la trayectoria que se entregaron a Haydeé Padilla –muy emocionada, apenas pudo pronunciar su agradecimiento– y a Eduardo “Tato” Pavlovsky. “Soy médico y el teatro me cambió la vida, y me enseñó psiquiatría”, dijo el actor, director y dramaturgo. La Asociación Amigos del Teatro Nacional Cervantes también entregó diplomas de reconocimiento a la Fundación Beethoven, Jorge Dubatti, Lito Cruz, Betty Gambartes, Carmen Larenas, Sylvia Cornejo, ronit Ketter, Yi Chong Yul, Andy Ovsejevich, Fernando Masllorens, Federico González del Pino y Domingo Agostini.ß