editorial

LA REVOLUCIÓN MEXICANA

y Lombardo Toledano L

DIRECTORIO Directora Fundadora

Mtra. Adriana Lombardo Director Editorial

Luis Monter Valenzuela Consejo Editorial

Alicia Solís de Alba Elías Aguilar Vernardino Emilio Krieger† Javier Aguilar García Jorge Fuentes Morúa José María Martinelli José Pantoja Juan Ambóu† Laura Juárez Sánchez Max Ortega Raúl Álvarez Garín Redacción

Enrique Martínez Pérez Diseño

Gabriela Carmona Sánchez Distribución

Patricia Barrera García Impresión

Elihud Martínez López José Luis Robles Moreno Taller “David Alfaro Siqueiros” Fotografía

Colectivo UOMVLT

os objetivos sociales del movimiento armado que se inició en 1910 no han concluido; sus fines y propósitos continúan siendo demandas sentidas por la gran mayoría del pueblo que vive en la pobreza, en el desempleo y en la falta de oportunidades para acceder a la educación media o superior. Los problemas aumentan al ritmo de una población cada vez más numerosa, dejando atrás lo que se había logrado en las distintas producciones industriales, agrarias o en las operaciones mercantiles. Sin embargo, esto no justifica la ineficacia, la falta de previsión, la ausencia de una planeación a mediano y largo plazo y sí deja ver una incapacidad y una torpeza en donde sobresalen corrupciones, favoritismos y, cuando no, traiciones a los principios de la defensa de la soberanía económica para acumular fortunas escandalosas, por improductivas y dispendiosas en frivolidades públicas. Las condiciones negativas que se observan a lo largo y ancho del país llevan implícitas las soluciones. Bastaría con revisar lo que se había obtenido hasta antes del inicio de lo que se ha denominado globalización, para sustentar reivindicaciones y derechos laborales y agrarios. Pero, sobre todo, impulsar la educación pública para responder a los retos que la dinámica económica de otras naciones nos impone, los cuales nos hacen cada vez más dependientes de los centros financieros internacionales. Se puede salir del atraso en que estamos si aceptamos que es necesario reimpulsar la educación, pues ahí está la clave que nos permitirá abandonar el descenso a un país de millones de miserables en cuya cúspide se encuentre una elite de inmensas fortunas. Sin educación no existe el acceso a una vida nacional en donde el panorama de las desigualdades no sea lacerante. Este fue un objetivo y una de las grandes demandas expuestas a lo largo de toda la Revolución y una de las actividades intelectuales que expusiera el doctor Vicente Lombardo Toledano en todos los foros de su fecundo quehacer cultural. Esta lección de la historia como maestra de la explicación de nuestros orígenes inmediatos, es la plataforma para saber lo que nos proponemos ser en el futuro como Nación.