UNIVERSIDAD AUTÓNOMA "GABRIEL RENÉ MORENO" FACULTAD INTEGRAL DEL CHACO CARRERA DE INGENIERIA DEL PETROLEO Y GAS NATURAL
ASIGNATURA: SIGLA:
ECONOMIA PETROLERA ECO 500
NIVEL:
NOVENO SEMESTRE
PROFESOR:
CARLOS MIRANDA PEÑA
Camiri, Marzo de 2013
UNIDAD II CICLO ECONÒMICO Y GAS NATURAL
Conceptualización Fases de los ciclos económicos Etapas de los ciclos económicos Casos de Estudio: Crisis económica en México Crisis en el mundo Inflación y deflación global Guerra de divisas y guerra comercial El Impacto de las Exportaciones de Gas Natural en Bolivia
Una de las teorías más importantes en Economía, tiene que ver con los ciclos económicos. Sin embargo fue olvidada e incluso refutada debido al gran avance de la economía norteamericana de la década de los noventa. Cuando los países desarrollados entran en una recesión, la teoría de los ciclos cobra una vigencia importante.
1. Conceptualización Los ciclos económicos son periodos que se repiten una y otra vez, con fases de recesión (el PNB baja) y de prosperidad (el PNB sube), cuyos efectos se sienten en todo el país. Debemos distinguirlos de las variaciones estacionales (carencia de ventas de abrigos en el verano) y tendencias seculares a largo plazo (en las que los aspectos demográficos deben tomarse en cuenta, por ejemplo la explosión de la tasa de natalidad en los años 60). Las fases de un ciclo económico son auge, contracción, recesión, depresión, recuperación, y expansión. La existencia de un ciclo económico se puede observar más claramente cuando en las épocas de recesión la gente pierde sus empleos y es difícil encontrar uno nuevo. Cuando la economía comienza a recuperarse es más fácil encontrar empleo. Y si la economía presenta una expansión o un mayor crecimiento las personas pueden permitirse el lujo de escoger dónde quieren trabajar, debido a las múltiples oportunidades que se ofrecen.
2. Fases de los Ciclos Económicos En la evolución a lo largo del PIB se pueden distinguir cuatro fases:
2.1. Tendencia Es la dirección que presenta a largo plazo
2.2. Ciclos Económicos Desviaciones que se producen de la tendencia y que se repiten con una cierta periodicidad. Suelen durar varios años.
2.3. Variaciones estacionales Movimientos recurrentes que se producen en cada ejercicio
2.4 Variaciones Aleatorias Variaciones de carácter irregular
3. Etapas de los Ciclos Económicos Podemos distinguir cuatro etapas:
3.1. Valle-Depresión-Crisis Es el punto más bajo del ciclo: se caracteriza porque la capacidad productiva esta infrautilizada hay un alto nivel de desempleo y una baja demanda de los consumidores en relación con la capacidad productiva de bienes de consumo. Los precios bajan o permanecen estables. Los beneficios empresariales descienden e incluso muchas empresas incurren en perdidas. La crisis iniciada en el 2008 ha sido señalada por muchos especialistas internacionales como la «crisis de los países desarrollados», ya que sus consecuencias se observan fundamentalmente en los países más ricos del mundo. Por crisis económica de 2008 a 2011 se conoce a la crisis económica mundial que comenzó ese año, originada en los Estados Unidos. Entre los principales factores causantes de la crisis estarían los altos precios de las materias primas, la sobrevalorización del producto, una crisis alimentaria mundial y energética, una elevada inflación planetaria y la amenaza de una recesión en todo el mundo, así como una crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados. La causa raíz de toda crisis según la Teoría austríaca del ciclo económico es una expansión artificial del crédito. En palabras de Jesús Huerta de Soto «esta crisis surge de la expansión crediticia ficticia orquestada por los bancos centrales, y que ha motivado que los empresarios invirtieran donde no debían». Algunas de las principales causas o cosas que propician la crisis mundial son por ejemplo: ELEVADOS PRECIOS DE LAS MATERIAS PRIMAS.La década de los años 2000 fue testigo del incremento de los precios de las materias primas tras su abaratamiento en el período 1980-2000. Pero en 2008, el incremento de los precios de estas materias primas —particularmente, subida del precio del petróleo y de la comida— aumentó tanto que comenzó a causar verdaderos daños económicos, amenazando con problemas sociales en los países que se encuentran en vías de desarrollo , la estanflación y el estancamiento de la globalización.
En enero de 2008, el precio del petróleo superó los US$100/barril por primera vez en su historia, y alcanzó los US$147/barril en julio debido a fenómenos especulativos de alta volatilidad que condujeron a un fuerte descenso durante el mes de agosto. Otro tanto sucedió con uno de los principales metales industriales, el cobre, que venía experimentando un vertiginoso aumento en su cotización desde 2003, principalmente por la cada vez mayor demanda de las nuevas potencias emergentes, como China e India, sumada a otros factores como inventarios decrecientes y conflictividad laboral en las minas cupríferas de Chile, el primer país portador a nivel mundial del mineral. En enero de 2008, la cotización del cobre en la London Metal Exchange (Bolsa de Metales de Londres) superó por primera vez en su historia los US$ 8000 la tonelada. A principios del mes de julio alcanzó US$ 8940 la tonelada, récord absoluto desde que se tienen registros de su cotización en la LME, a partir de 1979. Este valor a niveles históricos fue un 272,5% mayor que el antiguo récord absoluto de US$ 3280 la tonelada registrado el 24 de enero de1989 —sin ajuste por inflación—. Luego de este máximo y en línea con la conducta del petróleo, la cotización del cobre registró una abrupta caída de más del 50% desde el récord de julio (a octubre de 2008) en un marco de volatilidad nunca antes visto. Materiales esenciales en la producción, como el ácido sulfúrico y la soda cáustica vieron también incrementados sus precios hasta un 600%. La crisis del petróleo y de los alimentos fue objeto de debate en la 34ª Cumbre del G-8.
3.2. Recuperación o expansión Es la fase ascendente del ciclo: Se produce una renovación del capital que tiene efectos multiplicadores sobre la actividad económica generando una fase de crecimiento económico y por tanto de superación de la crisis; comienzan a aumentar las ventas y los beneficios, el desempleo desciende, se vuelve a invertir, los precios comienzan lentamente a crecer.
3.3. Pico-Auge Es el punto álgido de la fase de recuperación: determina el momento en el que: bien por la existencia de rigidez o por haber alcanzado el pleno empleo en la fase anterior se interrumpe el crecimiento de la economía. La capacidad productiva está plenamente utilizada lo que dificulta mantener el ritmo de crecimiento, las tensiones sobre los precios empiezan a ser muy fuertes; hay dificultades para encontrar mano de obra cualificada, las expectativas empresariales comienzan a deteriorarse ante el repunte de la inflación, repercutiendo negativamente sobre las inversiones previstas.
3.4. Contraccion-Recesion Una recesión es una intensa disminución de la actividad económica. Tal disminución generalmente provoca un gran desempleo. Si la recesión es muy seria, se conoce como depresión. Algunas causas de la recesión son la sobreproducción, la disminución del consumo (atribuible a la preocupación sobre el futuro, por ejemplo), la carencia de innovaciones y de formación de nuevo capital, y fluctuaciones casuales. La peor recesión que se recuerda es la de los años 30. Aproximadamente una de cada cuatro personas (casi el 25%) estaba en paro. La penuria fue más allá de la mera carencia de ingresos y, para algunos, tuvo como resultado la disolución familiar y el fracaso personal.
BIENES DURADEROS NO REEMPLAZADOS Los ciclos económicos se ven afectados perceptiblemente por los cambios en ventas de artículos que duran varios años, porque su compra se puede posponer con mantenimiento y reparación adicionales. Tales artículos son esencialmente bienes duraderos y nuevo capital. A menudo la compra de un automóvil se retrasa cuando no existe seguridad en el empleo, ya que en caso de despido, puede haber problemas para pagar los plazos del préstamo, con el consiguiente riesgo de perder el vehículo.
DESEMPLEO El desempleo es la situación de la mano de obra que busca trabajo y no puede encontrarlo. El coste del desempleo se puede medir por la pérdida de producción, renta y consumo de bienes necesarios que un país dado podría alcanzar si su población activa estuviese trabajando. Un coste menos tangible, pero más significativo, es la pérdida de valor social y cultural de las personas incapaces de desempeñar un papel activo en la sociedad. Parte de los desempleados han sido despedidos, mientras que el resto son personas en busca de su primer empleo, como por ejemplo jóvenes que acaban de terminar sus estudios.
INFLACIÓN La inflación es una subida general de los precios. La tasa de inflación es igual a la tasa de cambio en un índice de precios, como el índice de precios al consumo (IPC). Históricamente, la inflación se considera grave cuando se acerca o excede el 10% anual. El ir de compras y descubrir precios más caros es inflación. Algunos países están acostumbrados a tasas de inflación muy altas: más del 100%, lo que significa que el precio se duplica en el plazo de un año.
DEFLACIÓN La deflación es una disminución generalizada de precios. Históricamente, la deflación es menos común que la inflación, pero también es preocupante, porque la pérdida de ingresos de una gran cantidad de empresas puede dar lugar a quiebras y a la disminución de la actividad económica (como sucedió, por ejemplo, durante la gran depresión de los años 30). En general, las recesiones van acompañadas de un descenso en los precios, ya que los consumidores pierden gran parte de sus ingresos y las empresas deben reducir sus precios de manera continua para poder vender. Los períodos de deflación han sido escasos en la mayoría de los países del mundo. Durante la gran depresión de los años 30, los precios bajaron. Las consecuencias fueron absolutamente devastadoras: muchas empresas se arruinaron por falta de ingresos.
INFLACIÓN POR EXCESO (O TIRÓN) DE DEMANDA Una de las posibles explicaciones de la inflación es la demanda excesiva de los consumidores cuando las empresas no pueden incrementar su producción por encima de su capacidad productiva. Esta inflación se denomina inflación por exceso de demanda.
Durante los años 60, los Estados Unidos experimentaron un período de gran actividad económica a consecuencia del desarrollo económico general y de la guerra de Vietnam. Los productores no podían aumentar su producción, mientras que los consumidores deseaban comprar más, debido a sus ingresos más altos. El resultado fue un periodo de inflación por exceso (o tirón) de demanda
INFLACIÓN POR AUMENTO DE LOS COSTES DE PRODUCCIÓN (O TIRÓN DE LOS COSTOS) Una causa corriente de la subida de precios es el aumento de los costes de producción. Por ejemplo, las demandas sindicales de salarios más altos se han considerado como inflación producida por los salarios. Otras veces, los aumentos del precio de las materias primas producen inflación, tal como ocurrió en la crisis del petróleo de los años 70. La crisis del petróleo de 1979-1980 hizo que los precios del crudo se disparasen a principios de los años 80. El coste creciente del combustible se trasladó a los consumidores en forma una subida en los precios. En buena parte, ese periodo inflacionista se debió a la inflación por el aumento de los costes de producción.
4. Casos de Estudio: Crisis económica en México Debido a la alta dependencia de la economía mexicana en su comercio exterior con los EE.UU. y a la continua caída en las remesas producto de la desaceleración de la economía norteamericana (segunda fuente de divisas después del petróleo), México no tardó en resentir los efectos de una crisis económica en el país vecino, el efecto dominó que esto tuvo en todos los sectores tardaron unos meses en hacerse presentes. El desempleo abierto en México subió a 4,06% en enero de ese año, comparativamente mayor con la tasa del año anterior que se encontraba en 3,96%, y solo en enero de 2009, 336 mil personas se quedaron desempleadas en México. La debilidad estructural de las finanzas del gobierno mexicano altamente dependientes del precio del petróleo y la constante caída en la producción de este recurso tuvieron una repercusión presupuestal que obligó a elevar impuestos como el Impuesto al Valor Agregado, el Impuesto Sobre la Renta y a instaurar impuestos nuevos a las telecomunicaciones, desafortunadamente estos ingresos no van encaminados a nuevas inversiones o proyectos productivos, sino a mantener la estructura gubernamental que consume el 80% del presupuesto, esto plantea nuevos escenarios de crisis en un mediano plazo. El año 2009 ha sido especialmente difícil para la economía mexicana. Al iniciar el año, las expectativas oficiales pronosticaban un crecimiento exiguo a lo largo de 2009. Sin embargo, al pasar los meses las expectativas fueron tomando derroteros más pesimistas y en ocasiones contradictorios, por ejemplo, entre los pronósticos de la Secretaría de Economía y el Banco de México. Después de la epidemia de gripe A(H1N1), se comenzó a hablar de una afectación de la actividad económica en el país, especialmente en el caso del sector turístico que es la tercera fuente de divisas para el país. El titular de la Sectur apuntaba en mayo de 2009 que la ocupación de los hoteles en los principales destinos turísticos del país oscilaba entre 10 y 30% a lo que se sumaba la cada vez más frecuente cancelación de vuelos. Ante ese panorama el secretario Rodolfo Elizondo Torres pronosticaba una pérdida de más de 100 mil empleos en el sector. Por otro lado, desde 2008 el peso mexicano entró en una serie de depreciaciones frente al dólar estadounidense que lo llevaron a perder alrededor del 25% de su valor hacia 2009. Si en 2006 (año de inicio del gobierno de Felipe Calderón) el dólar se compraba en 10,77 MXN, en enero de 2009 se compraba en las ventanillas bancarias al precio de 13,48 pesos por dólar. Entre las medidas que se tomaron para contener la devaluación del peso se aplicó la subasta de una parte de la reserva de divisas internacionales, lo que llevó al país a disminuir dichas reservas extranjeras en más de 20 mil millones de dólares estadounidenses.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) apuntó en su reporte anual que México sería el país más afectado por la crisis económica en la región al presentar una contracción de 7% en su producto interno bruto (PIB). La actual crisis, tiene sus inicios en 1968 y se profundizó por políticas desacertadas, como las impuestas en México desde hace 20 años y en Estados Unidos desde hace ocho. "Las hipotecas de casas en Estados Unidos, era uno de los elementos mucho más débiles de la cadena, pero era toda la cadena la que estaba mal. En los últimos años se crearon, a partir de este tipo de hipotecas mal otorgadas, una serie de instrumentos financieros para satisfacer la codicia de algunos y no para satisfacer la vida social" enfatizó el investigador. Asimismo, se refirió a las consecuencias que ya se comienzan a notar en México, como la caída del peso, tema del que dijo, "el gobierno estuvo manteniendo el peso en un nivel que no era el suyo, la devaluación actual del peso, implica simplemente que está pasando a su nivel real. Podría devaluarse sin que esto fuera catastrófico para el país". Sin embargo, lo que podría agudizar la crisis económica en México es la falta de capacidad de las autoridades para enfrentar la problemática, cuestión que será notoria cuando crisis abandone las bolsas de valores y alcance al común de la gente.
5. Crisis en el mundo La crisis se extendió rápidamente por los países desarrollados de todo el mundo. Japón, por ejemplo, sufrió una contracción del -0,6% en el segundo trimestre de 2008. Australia y Nueva Zelanda también sufrieron contracciones. Cabe destacar que es cada vez mayor la preocupación sobre el futuro de los países con economías pujantes y emergentes, tal como lo es la incertidumbre respecto a países tales como China e India en Asia; Argentina, Brasil y México en América y Sudáfrica en el continente africano, cada uno de ellos líderes en sus regiones y, también afectados por la actual crisis económica. En el primer trimestre de 2009, las bolsas de Estados Unidos y Europa fueron superadas por las de países en desarrollo como China y Brasil. Brasil y Rusia aumentaron sus índices un 9% en moneda local; el índice de India pasó a ser positivo y el índice compuesto de Shanghái, en China, aumentó un 30%, lo cual se justificó por la fortaleza y estabilización de los sectores financieros de dichos mercados y por la búsqueda de inversiones de riesgo. Los flujos bajaron de US$1,2 billones (2007) a US$707 000 millones (2008) y se espera que bajen a US$363.000 millones para el 2009. En abril de 2009 se reporta que como consecuencia de la crisis el desempleo en el mundo árabe se considera una «bomba de tiempo». Asimismo, se reporta que Egipto teme por el regreso de 500.000 trabajadores de países del Golfo. En marzo de 2009 se reportó que, a raíz de la crisis, el mundo árabe perdió 3 billones de dólares (que corresponden en el mundo anglosajón a 3 trillones de dólares). A raíz de la crisis el Banco Mundial prevé un duro año 2009 para los países árabes. En mayo de 2009 se informa que Naciones Unidas reporta caída de la inversión extranjera en el Medio Oriente. PIB e indicadores de mercados laborales en países de desarrollo
Crecimiento del PIB
6. Inflación y deflación global En febrero de 2008, Reuters informó que la inflación había subido a niveles históricos por todo el mundo. A mediados de 2008, los datos del FMI indicaban que la inflación se hallaba en máximos en los países exportadores de petróleo, debido al aumento de las reservas de divisas extranjeras. Pero también en muchos países subdesarrollados. La inflación también aumentaba en los países desarrollados, si bien no tanto en comparación. Para 2009 el problema era el inverso: el panorama económico apuntaba a la deflación, lo que, por ejemplo, llevó a la FED a situar el tipo de interés en prácticamente el 0%.
7. Guerra de divisas y guerra comercial En octubre de 2010 aparecen señales claras de una posible guerra de divisas (dólar, euro, yen y yuan). Los países rebajarían la cotización de sus monedas en busca de ventajas competitivas `para facilitar la exportación- que ayuden a salir de la crisis, pero, si se produce una guerra de divisas y un círculo de rebajas se acentuaría el enfrentamiento comercial llegándose a una guerra comercial que acinturaría y retrasaría inevitablemente la recuperación. Precisamente también hubo una guerra comercial durante la Gran Depresión, iniciada por Estados Unidos y Gran Bretaña. En esta ocasión los ojos se dirigen a China quien podría corregir el problema, si lo desea, apreciando su moneda. Para Immanuel Wallerstein la pérdida de peso del dólar es real y puede producirse una caída repentina que genere un caos extraordinario o una caída suave que vaya sustituyendo el dólar como moneda de referencia.
ALGUNAS DE LAS CONSECUENCIAS POR LA CRISIS ECONÓMICA SERIAN Las crisis económicas se acompañan de peor salud (por el aumento del paro y de la pobreza, y por el incremento de la diferencias entre pobres y ricos) pero no siempre se acompañan de mayor mortalidad. Las crisis económicas no aumentan las muertes en general, sí aumentan las muertes por suicidio en todos los países y situaciones. El desempleo se asocia a suicidio. En España los suicidios están aumentando y son ya la tercera causa de muerte, tras la mortalidad cardiovascular y el cáncer. En el mundo, el suicidio es la segunda causa de muerte, tras los accidentes de tráfico, entre los 10 y 24 años. Se puede evitar el aumento de los suicidios, con el rechazo a las políticas que hacen caer el sistema de previsión social, la educación, la sanidad, la cultura y el medio ambiente. La crisis económica impondrá un sufrimiento muy grande a México, porque habrá desempleo, caída de remesas y la posibilidad de mayor violencia, pero al mismo tiempo, dará una enorme posibilidad de cambio, pues exigirá reacciones sensatas de la sociedad.
La gran depresión Esta fue una crisis económica mundial que se prolongó durante la década anterior a la Segunda Guerra Mundial. Su duración depende de los países que se analicen, pero en la mayoría comenzó
alrededor de 1929 y se extendió hasta finales de la década de los años treinta o principios de los cuarenta. Fue la depresión más larga en el tiempo, de mayor profundidad y la que afectó a más países de las sufridas en el siglo XX. En el siglo XXI ha sido utilizada como paradigma de hasta qué punto puede disminuir la economía mundial. La depresión se originó en los Estados Unidos, a partir de la caída de la bolsa del 29 de octubre de 1929 (conocido como Martes Negro, aunque cinco días antes, el 24 de octubre, ya se había producido el Jueves Negro), y rápidamente se extendió a casi todos los países del mundo. La Gran Depresión tuvo efectos devastadores en casi todos los países, ricos y pobres. La renta nacional, los ingresos fiscales, los beneficios y los precios cayeron, y el comercio internacional descendió entre un 50 y un 66%. El desempleo en los Estados Unidos aumentó al 25%, y en algunos países alcanzó el 33%. Ciudades de todo el mundo se vieron gravemente afectadas, especialmente las que dependían de la industria pesada, y la construcción se detuvo prácticamente en muchas áreas. La agricultura y las zonas rurales sufrieron la caída de los precios de las cosechas que alcanzó aproximadamente un 60 por ciento. Ante la caída de la demanda, las zonas dependientes de las industrias del sector primario, con pocas fuentes alternativas de empleo, fueron las más perjudicadas. Los países comenzaron a recuperarse a mediados de la década de 1930, pero sus efectos negativos en muchos países duraron hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. La elección como presidente de Franklin Delano Roosevelt y el establecimiento del New Deal en 1932 marcó el inicio del final de la Gran Depresión en Estados Unidos. Sin embargo, en Alemania, la desaparición de la financiación exterior, a principios de la década de 1930, y el aumento de las dificultades económicas, propiciaron la aparición del nacional-socialismo y la llegada al poder de Adolf Hitler.
Causas Hacia 1925, la economía mundial se hallaba bastante equilibrada, la producción había vuelto al nivel de antes de la Primera Guerra Mundial, la cotización de las materias primas parecía estabilizada y los países que atravesaban un periodo de alta coyuntura eran numerosos. Sin embargo, no era un retorno a la belle époque. Una serie de equilibrios tradicionales quedaban alterados: la producción y el bienestar progresaban de manera espectacular en unas partes (Estados Unidos, Japón), mientras que en otras, perdida la prosperidad anterior a la guerra, vivían abrumados por el desempleo y las crisis endémicas; en particular en el Reino Unido. Al propio tiempo, los estadounidenses complicaban de singular manera la posición de los europeos. La deuda internacional no podía pagarse sino con oro o mercancías, y los estadounidenses frenaban sus importaciones de Europa con nuevos y cada vez más elevados derechos de aduana, al tiempo que utilizaban su superioridad para imponer sus exportaciones a Europa. Por otra parte, los Estados Unidos disponían de las mayores reservas de oro del mundo, por lo que, para mantener el patrón oro, hubo de conceder cuantiosos préstamos a Europa. Tal fue el origen de los planes Dawes y Young. En 1914, la economía estadounidense vivía en plena era de prosperidad, y la guerra europea la acrecentó: durante tres años sucesivos, los Estados Unidos fueron los proveedores de un mercado casi ilimitado, mientras las potencias europeas se aniquilaban entre sí. La capacidad industrial de los Estados Unidos también había aumentado considerablemente, y su agricultura progresaba a idéntico ritmo. Desde 1925, la actividad de la Bolsa había evolucionado tan vertiginosamente como la producción industrial del país. La cotización de las acciones subía regularmente de año en año, y fueron numerosos los estadounidenses que hallaron en la especulación bolsística la fuente de una rápida fortuna: la fiebre de jugar a la Bolsa tentaba a todos los estratos de la población de modo irresistible, tanto rentistas y jubilados como aprendices, que ignoraban todo lo relativo a la industria, a la economía y a la misma Bolsa. Todo el mundo consideraba que la economía del país se encaminaba hacia niveles insospechados, y todos estaban persuadidos de que las "mejores acciones" podían conseguirse con muy poco dinero, pensando que debía aprovecharse de aquella buena suerte antes de que pudiera terminarse. La continuada demanda hizo subir las acciones a alturas increíbles, y pronto la cotización en Bolsa fue pura especulación, que nada tenía de común con la auténtica solvencia de una sociedad. Mientras sólo se trató, para el ciudadano medio, de invertir sus economías, la especulación siguió dentro de unos límites más o menos razonables, pero transcurrió el tiempo y los estadounidenses empezaron a jugar a la Bolsa con dinero prestado. Una acción de cien dólares nominales podía obtenerse sólo por diez, mientras el resto, llamado "excedente" -o sea, noventa dólares-, se pagaba a crédito. Si la acción seguía subiendo, todo iba perfectamente: un alza del 10%, esto es, que
pasara de 100 a 110 dólares proporcionaba al accionista un beneficio neto del 100% sobre los 10 dólares que en realidad había desembolsado. En cambio, si la acción bajaba en un 5 o un 10%, el corredor bursátil exigía nuevo pago al contado, y si el cliente no podía hacer frente al mismo, se veía obligado a vender con pérdida, con el fin de cubrirse él y cubrir a otros acreedores eventuales. Entre los pequeños especuladores -decenas de millares de ciudadanos- eran muy pocos los que poseían reservas de liquidez apreciable. EFECTOS DE LA CRISIS MUNDIAL
PBI estadounidense en el período 1910–60 con los años de la Gran Depresión (1929–1939) remarcados.
La depresión subsiguiente fue por mucho la peor de la historia estadounidense. Durante al menos tres años y medio todos los indicadores sociales y económicos reflejaron un progresivo deterioro de la situación. En 1932 el PBN había disminuido un 27% y la producción industrial un 50%. La inversión ni siquiera alcanzaba para el mantenimiento de las instalaciones existentes. Bajo estas presiones, el sistema bancario acabó por derrumbarse. Para el 1933, el desempleo llegó al 25%. Solo en 1940 se recobró el nivel de producción previo al 29 y esto se debió al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Durante los primeros años de la depresión, entre 1929 y 1932, el índice general de precios en Estados Unidos, disminuyó el 35,6%. Muchos economistas piensan que este proceso de deflación fue responsable de la profundidad y duración de la depresión y también parece probable que esta prolongada deflación sólo fue posible por la política del Sistema de Reserva Federal de disminución de la oferta monetaria. Los sectores más gravemente afectados por la depresión fueron la agricultura, la producción de bienes de consumo y la industria pesada. Esto provocó que ciudades como Detroit y Chicago, que dependían de la industria pesada, sufrieran la crisis con más intensidad.
A su vez, hubo ciudades dependientes una sola industria que terminaron totalmente arruinadas. En 1932 el nivel de actividad al que estaba funcionando la industria era tan bajo que incluso una eventual demanda del mercado podía ser satisfecha sin necesidad de inversión y sin recurrir a más mano de obra. De modo semejante, el sector de la vivienda estaba también saturado de casas vacías cuyos propietarios no habían podido hacer frente a las hipotecas. Pero lo que más se resintió fue la confianza de los empresarios quienes poseían grandes dudas sobre la utilidad de nuevas inversiones. El hundimiento de la bolsa fue además una causa directa de la reducción de los beneficios empresariales y destruyó el incentivo individual al ahorro, reduciendo así el volumen de los recursos destinados a la inversión. El nivel extraordinariamente bajo de los ingresos agrícolas fue decisivo y retardó considerablemente la recuperación. La agricultura fue el sector más deprimido de la economía y los productores habían disminuido sus ingresos en un 70%. Gran parte de las cosechas no se vendían y comenzaron a disminuir la producción demasiado tarde. A su vez, como la gran mayoría de los pequeños agricultores estaban endeudados, se veían forzados a vender sus productos o perder sus propiedades. El funcionamiento del sistema bancario americano fue el factor individual que mayor influencia tuvo sobre la profundidad alcanzada por la depresión. Los bancos se apoyaban en unas pocas industrias locales y eran muy susceptibles a las retiradas de fondos. Al producirse una corrida bancaria masiva, los ahorros se tornaron menores que los ingresos y los bancos no podían prestar dinero. A su vez, las garantías, como las casas, contra las cuales se habían vendido los préstamos eran invendibles. A pesar de la debilidad del sistema bancario, su derrumbamiento pudo haberse evitado, pero el gobierno no hizo nada para rescatar a los bancos. Es más, lo que se pensaba en ese entonces era que la depresión suponía una purga que desembarazaría a la economía de sus aspectos menos eficientes, siendo las bancarrotas y los despidos parte necesaria de este proceso de retorno al equilibrio.
Difusión de la crisis La depresión norteamericana de la actividad económica fue acompañada por una reducción adicional del préstamo hacia el extranjero y una fuerte contracción de la demanda de importaciones. Esto produjo una gran reducción del flujo de dólares hacia Europa y el resto del mundo. Dado la importancia de Estados Unidos en la economía mundial, el impacto de su crisis sobre el resto del mundo fue fuerte, es por eso que se dice que Estados Unidos exportó su crisis. Prácticamente todos los países padecieron declives tanto en la producción industrial como en el PBI, siendo la URSS la principal excepción al estar aislada de los estragos del capitalismo moderno. El siguiente cuadro muestra la caída de la renta y la producción industrial entre el comienzo de la crisis en 1929 y 1932, año que marcó el momento de mayor profundidad de los indicadores económicos. A principios del 1931, si bien persistía la deflación y la desocupación era alta, los países más afectados eran los exportadores de materias primas, varios de ellos debieron abandonar el patrón oro. Sin embargo, con la quiebra del CreditAnstalt, el principal banco de Austria, se produjo una fuga de capitales en Alemania, Gran Bretaña y en Estados Unidos quien decidió terminar con el patrón oro. Hacia fines del 1932, casi todos los países del mundo lo habían hecho. Alemania, logró una moratoria en el pago de las reparaciones de la deuda pero igual decidió aumentar las tasas de interés. Esto provocó una profundización en la caída de la actividad económica y un incremento de la desocupación. La devaluación del marco fue descartada por temor a la inflación. La alta desocupación creó un clima de conflictividad social y política que allanó el camino a la llegada de Hitler al poder. Gran Bretaña, por su parte, abandonó el sistema monetario tradicional dejando flotar la libra, esto produjo su depreciación. Esto fue la demostración del liderazgo británico y permitió que la economía británica se recupere de forma razonable librada de las condiciones impuestas por una moneda sobrevaluada y altas tasas de interés. En poco tiempo se produjo la desorganización y la destrucción parcial de la maquinaria que movía la economía internacional. Los países buscaron una salida individual a la crisis al desaparecer la cooperación financiera. Esto produjo un deterioro de los términos de intercambio y significó el descenso de los precios de las materias primas respecto a los productos manufacturados. En un contexto de escasez de crédito, el resultado para los países periféricos fue la pérdida de reservas y la depreciación del tipo de cambio. Los países periféricos adoptaron dos tipos de políticas: las pasivas y las activas. La pasividad fue el mantenimiento de la ortodoxia monetaria y cambiaria con respecto a los países centrales, y fue realizado por países pequeños con alta dependencia del
mercado como Haití, Honduras y Panamá. Las políticas activas fueron modificar el tipo de cambio, controlar las importaciones, intervencionismo estatal e industrialización por sustitución de importación. Estos fueron el caso de Argentina, Brasil y Uruguay.
Hundimiento del comercio internacional Uno de los factores de propagación de la crisis fue el hundimiento brutal del comercio internacional, que llegó a perder dos terceras partes del valor alcanzado en 1929. Este descalabro del comercio trasladó los efectos de la crisis hasta aquellos países que tenían sus economías abiertas al exterior. El hundimiento del comercio internacional se prolongó bastante en el tiempo. En 1938 el valor del comercio mundial se situaba todavía por debajo de la mitad del nivel del año 1929. La razón del mantenimiento de la caída fue la adopción generalizada de políticas comerciales proteccionistas encabezadas por Estados Unidos y Gran Bretaña que desencadenaron una guerra comercial que junto con la bajada de la demanda por la propia depresión redujo el comercio mundial. Durante la década se tomaron diversas medidas: Control de cambios: diferentes formas de restricciones oficiales sobre las transacciones privadas de divisas extranjeras. Los gobiernos exigieron de los exportadores las divisas recibidas por sus ventas entregándoselas a los importadores como pago de sus compras, en ambas operaciones el precio era fijado por el gobierno. Esto produjo aislamiento y favoreció el desarrollo de las industrias internas al limitar la entrada de mercaderías. Acuerdos bilaterales: buscaban el equilibrio entre las cuentas mutuas de dos países que querían mantener alto el nivel de comercio sin movilizar oro ni divisas. Un ejemplo son los acuerdos de compensación que consistía en una forma moderna de trueque en los cuales no era necesario ningún tipo de movimiento monetario. Otro tipo de acuerdo bilateral era el clearing, el cual consistía en abrir una cuenta en cada país a través de los cuales se efectuaban los pagos por importación e importación. Alemania fue uno de los que utilizó estos dos tipos de acuerdos. Finalmente, los acuerdos de pagos, que se establecían entre países con tipo de cambio fijo y países con controles de cambio, buscaban resolver los problemas de deudas congeladas e intereses impagos de los últimos países. Fueron utilizados preferentemente por Gran Bretaña. Aranceles al comercio: las tarifas fueron el mayor obstáculo para el intercambio internacional de bienes. Incluso Gran Bretaña, país con fuerte tradición liberal, aprobó una ley de derechos de importación que imponía una tasa del 10% sobre todas las importaciones fuera de la Commonwealth. El colapso en el que se encontraba la economía en 1932 fue extendiendo la idea de que era necesaria la colaboración internacional para combatir la crisis comercial y financiera. Por esta razón, se convocó a la Conferencia económica mundial en 1933. Pero como Estados Unidos salió del patrón oro convirtiendo al dólar en una moneda fluctuante, la reunión se clausuró sin ningún éxito. Tres años más tarde, con el dólar estabilizado, se produjeron nuevos intentos de cooperación internacional como el acuerdo tripartito entre Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, con el objetivo de regular los tipos de cambio.
Propuestas para solucionar la crisis Expansión fiscal y regulación financiera Para combatir la crisis global, EE.UU. propuso a que los países del G-20 iniciaran una nueva ronda de gastos, además de establecer una meta de crecimiento específica del 2%. Estas políticas fueron rechazadas. La cumbre de ministros de finanzas del G-20 acordó ejercer políticas monetarias y de expansión fiscal hasta que el crecimiento aumente. También se acordaron propuestas para ayudar a los países en desarrollo a través de donaciones al FMI y mejorar la regulación financiera, incluyendo requerir el registro de los fondos de cobertura y sus gestores.
Aumento de la natalidad Para el economista italiano GottiTedeschi, el verdadero origen de la crisis es «la caída de la natalidad en los países occidentales». Así lo afirman EttoreGottiTedeschi, conocido economista y presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR, conocido como el Banco Vaticano), en una
entrevista al informativo semanal Octava Diez del Centro Televisivo Vaticano. La baja natalidad del pasado, de la que se deriva el rápido envejecimiento de la población en los países occidentales, es lo que aboca a los países occidentales a empobrecerse. Fomento de la confianza y del consumo El Consejo Superior de Cámaras de Comercio y 18 grandes empresas españolas ha presentado 25 de febrero de 2010 su campaña publicitaria para contagiar confianza y fomentar las actitudes positivas entre la ciudadanía para hacer frente a la salida de la crisis económica, bajo el lemaestoloarreglamosentretodos.org. Aumento del déficit presupuestario y del gasto Para los economistas Paul Krugman y Robin Wells la inercia de las distintas autoridades económicas y políticas presagia una prolongación de la crisis con alto nivel de paro y escaso crecimiento si no se acometen soluciones que a corto plazo no eviten una recesión profunda haciendo que los gobiernos emitan deuda y gasten más. Para Krugman y Wells, cuando la situación de crisis es más intensa (momento Minsky, en honor al poskeynesianoHymanMinsky) los déficits presupuestarios no solo son buenos, son necesarios. Frente a la crisis cultural, ecología, feminismo y reconocimiento de las minorías Frente a la considerada como crisis económica de 2008-2010 el sociólogo Alain Touraine considera que Europa solamente muestra impotencia económica, política y cultural pero que esa impotencia no es consecuencia de la crisis, es su causa general. Para Touraien Europa debe tomar conciencia y romper el silencio, en caso contrario la crisis se profundizará aún más y Occidente perderá sus ventajas. Las soluciones existen, en el plano económico, la ecología política da respuestas frente al suicidio colectivo; en el plano social y cultural, el mundo feminista se opone a las contradicciones mortales de un mundo que sigue dominado por los hombres y en el terreno político, la idea novedosa es, más allá del gobierno de la mayoría, la del respeto de las minorías y su reconocimiento.
Apoyo a la agricultura En palabras de Benedicto XVI, «La crisis económica actual, de la que se ha tratado también en estos días en la reunión del llamado G20, debe tomarse en toda su seriedad: esta tiene numerosas causas y manda una fuerte llamada a una revisión profunda del modelo de desarrollo económico global (cfrEnc. Caritas in veritate, 21). Es un síntoma agudo que se ha añadido a otros también graves y ya bien conocidos, como el perdurar del desequilibrio entre riqueza y pobreza, el escándalo del hambre, la emergencia ecológica y, actualmente también general, el problema del paro. En este cuadro, parece decisivo un relanzamiento estratégico de la agricultura. De hecho, el proceso de industrialización a veces ha ensombrecido al sector agrícola, el cual, aún tomando a su vez beneficio de los conocimientos y de las técnicas modernas, con todo ha perdido importancia, con notables consecuencias también en el plano cultural. Me parece el momento para un llamamiento a revalorar la agricultura, no en sentido nostálgico, sino como recurso indispensable para el futuro.»
8. El Impacto de las Exportaciones de Gas Natural en Bolivia Los beneficios potenciales a derivarse de un incremento en ventas de Gas Natural se concentran principalmente en la provisión de un recurso de moneda extranjera, un recurso de ahorros para conducir inversiones privadas o proyectos de inversión pública y un recurso de rentas para el sector público. Sin embargo, existen impactos indirectos substanciales que resultarán de la gran infusión de moneda extrajera a la economía. En esta sección analizamos el impacto del Gas Natural en la economía boliviana comparando simulaciones generadas por el modelo CGE. Primero, comparamos el escenario que se construye utilizando el incremento esperado en las ventas de Gas Natural (en adelante GAS) con un escenario que mantiene las exportaciones de Gas Natural a los niveles de 1997 (en adelante NO GAS).
8.1. El Impacto sobre crecimiento económico Los aparentes beneficios del incremento en Gas Natural son substanciales. El crecimiento anual estimado es 5,2 por ciento más alto para el periodo en el cual las ventas de exportaciones crecen
rápidamente (Ver la Figura). En años subsecuentes, la mayor tasa de crecimiento anual desaparece en cuanto la tasa de crecimiento se retrae muy cerca al nivel predicho con no incremento en ventas de gas. Los beneficios estimados son persistentes en cuanto la economía continúa creciendo sobre una base económica más grande.
Incremento en las tasas de crecimiento del PIB debido a exportaciones de Gas Natural 3.0 2.5 2.0 1.5 1.0 0.5 0.0 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 Year
El PIB es 10 por ciento más alto después de 16 años en el escenario de GAS comparado al de NO GAS (ver la Figura). Este incremento en crecimiento es causado no solo por el incremento en ventas de combustibles fósil - el impacto del lado de la demanda - sino por un incremento en el ahorro nacional resultante de las ventas del petróleo, lo cual conduce a mayor inversión y mayores activos capitales - el impacto del lado de la oferta. El ahorro nacional y los niveles de inversión son estimados a aproximadamente 20 por ciento más alto en el escenario GAS. De nuevo, una porción substancial de este incremento se obtiene directamente del incremento en rentas del Gas Natural. Un recurso adicional de un mayor nivel de ahorro es resultado del crecimiento acumulativo: Mayores inversiones conducen a más alta actividad económica en general lo cual trae mayor ahorro agregado e inversión.
Incremento en PIB total debido a exportaciones de Gas Natural 1.140 1.120 1.100
Ratio of GDP
1.080 1.060 1.040 1.020 1.000 0.980 0.960 0.940 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014
Una porción substancial del incremento en la tasa de ahorros nacionales se compone del ahorro del gobierno, el cual se eleva a más del 20 por ciento de los ahorros nacionales totales, comparada a aproximadamente 12 por ciento sin gas (ver la Figura). Para mal o para bien, la inversión pública jugará un papel mayor en Bolivia.
Ahorros del gobierno en porcentaje de ahorros totales escenario de GAS versus NO GAS Government savings (in % of total savings)
25%
20%
15% GAS NO GAS 10%
5%
0%
Year
El incremento en acumulación de rentas de hidrocarburos al gobierno también crea una mayor dependencia de los recursos naturales en el sector público. La contribución de los mismos a la renta del gobierno es de aproximadamente 10% a 20% aproximadamente. Esto resulta no sólo del incremento en los impuestos a los hidrocarburos destinados al gobierno, sino también por una reducción en la percepción de impuestos en los sectores que son impactados negativamente por los cambios económicos. El incremento en rentas presenta muchas opciones para el gobierno, incluyendo una reducción de otros impuestos que son más distorsionarios o una expansión de proyectos de inversión públicamente financiados. Estos posibles beneficios son parcialmente contrabalanceados por la preocupación de una volatilidad incrementada en rentas públicas a la incrementada dependencia de las rentas de los combustibles fósil.
8.2. El Impacto sobre empleo El incremento en las tasas de crecimiento del PIB es acompañado de un cambio substancial en la estructura de la economía. Además del crecimiento en el sector de hidrocarburos y el sector público, la composición relativa de cambios en producción en respuesta a los cambios proyectados en la tasa de cambio real que ocurren con el flujo incrementado de moneda extrajera al país. Las simulaciones muestran una apreciación de la tasa de cambio real la cual se encumbra a un nivel que es casi 5% mayor que el escenario NO GAS. Esta apreciación real de la tasa de cambio es persistente, nivelando a un nivel 2 por ciento más fuerte. Este constituye un caso moderado de Dutch Disease - las importaciones serán más baratas y demandarán un mayor porcentaje de ventas
domésticas y la rentabilidad y ganancias por ventas de exportación en moneda nacional serán menores, suprimiendo a los sectores no exportadores de combustibles fósil. La apreciación tendrá el más grande impacto en los sectores de la economía que tienen un gran contenido transable como parte de su mezcla de producción. El modelo predice que la producción en los sectores minero y agrícola será reducida en los primeros años. Aparte de la industria de combustibles fósil, los sectores que más se beneficiarán de estos cambios son aquellos relacionados con el boom de Gas Natural y el incremento resultante en la inversión construcción y bienes capitales - y aquellos sectores con mayor contenido no-transable como parte de su perfil de producción como los servicios públicos y el sector de servicios. A pesar de la inicial caída en producción para los sectores agrícolas y bienes de consumo, resultante de la pequeña rentabilidad en los mercados de exportación y la mayor competencia de las importaciones, estos sectores eventualmente se recuperan y ultimadamente producen más en términos absolutos que en la ausencia del boom de gas. La recuperación de los sectores agrícolas indica que el impacto de la mayor inversión general y crecimiento en la economía puede ser mayor que el impacto de cambios de precios relativos debido a la tasa de cambio apreciante. El único sector en el cual la producción no es finalmente mayor es la minería. Sin embargo, los sectores agrícola y de bienes de consumo no crecen tan rápido como los menos-transables y los sectores relacionados a la inversión: construcción, bienes intermedios y bienes de capital.
Cambios en el valor agregado sectorial debido a las exportaciones de Gas Natural
Ratio of value-added (GAS/NO GAS)
1.25 1.2 Construction Capital goods Utilities Formal services Informal services Intermediate goods Coca Consumer goods Traditional agriculture Modern agriculture Mining
1.15 1.1 1.05 1 0.95 0.9 0.85
2014
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
0.8
Year
Estos cambios económicos traen consigo difíciles preguntas de política económica. La experiencia internacional muestra que los impactos negativos experimentados en algunos sectores de la economía han conducido en algunos casos a intervención del gobierno para mitigar las pérdidas sentidas en los sectores competidores de exportación e importación. Las intervenciones para amortiguar las pérdidas de corto plazo y facilitar periodos de transición son compresibles. Sin embargo, estos gastos son difíciles de eliminar una vez
que son introducidas, varios autores concuerdan que este tipo de gasto de apoyo es tremendamente derrochador y han contribuido al estancamiento e ineficiencia de la producción industrial en muchos países. El cambio de precios relativos que acompaña un boom de un recurso natural puede constituir un cambio permanente en la economía. Esto en sí mismo no es un problema. Las ventajas de una tasa de cambio real más fuerte -- como poder de compra incrementado a través de importaciones baratas -- compensan las desventajas si esta tasa reflejara apropiadamente los fundamentos económicos. En este caso, un ajuste más completo al nuevo contexto económico es preferible a mantener una estructura económica que ya no es competitiva en medio de esta nueva realidad. Como uno de los principales sectores exportadores en Bolivia, el sector minero probablemente va a sufrir una caída en rentabilidad debido a los efectos del Dutch Disease que surgen de exportaciones incrementadas de Gas Natural. Debido a que el sector minero en Bolivia tiene sindicatos de trabajadores fuertes, los cuales tienden a ser muy vocales, el gobierno probablemente va experimentar mucha presión para compensar el creciente grupo de mineros desempleados. No obstante, esto probablemente no debiera manejarse con una estimulación artificial del sector minero.
8.3. El impacto sobre pobreza y desigualdad Para evaluar el impacto distributivo del incremento de las ventas de Gas Natural en Bolivia, observamos la diferencia pronosticada en tasas de salarios y retornos a capital que acompaña el boom del recurso. En la Figura vemos que los salarios se incrementan para todos los estratos. Dados los fuertes beneficios agregados de las ventas de Gas Natural presentados en la Sección previa, esto no es una sorpresa. Empujados por mayor inversión, los crecientes activos capitales elevan la productividad marginal de la mano de obra, lo cual se traduce en tasas más altas de salarios. Esta alza en tasas de salarios relativos es contrabalanceada por una caída en el retorno a capital promedio. Los retornos decrecientes al capital predichos por el modelo son resultado de la relativa abundancia de capital en la asumida ausencia de ganancias en la productividad.
Cambios en salarios y retorno a capital debido a las exportaciones de Gas Natural 1.100 1.080
1.040 1.020 1.000
2014
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
2006
0.900
return 2005
labor 2004
0.920 2003
labor Informal
2002
0.940
2001
Unskilled
2000
Skilled
0.960
1999
0.980
1998
Ratio - Gas/No gas
1.060
labor
Capital
Dentro de las categorías de mano de obra, las tasas de salario suben más para trabajadores cualificados y no-cualificados en los sectores formales. Esto es de nuevo ligado al relativo éxito de los sectores que emplean estos grupos laborales. Los minifundistas y los sectores informales también experimentan un alza en ingresos, aunque no al mismo nivel (ver la Figura 9). Estos escenarios muestran un mejoramiento de ingresos para todas las clases laborales pero con una creciente disparidad en salarios. Esto no es el mejor o el peor de los mundos, con el alivio de la pobreza ocurriendo simultáneamente con un incremento en la desigualdad.
Ratio of factor incomes (GAS/NO GAS
Cambios en ingresos factor debido a las exportaciones de Gas Natural 1.15
1.1
1.05
1
0.95
Skilled Unskilled
workers urban
Capital Informal
income sector
Unskilled agricultural 0.9
Smallholders
Estas observaciones son reiteradas al observar la distribución de ingresos a través de hogares. Como vemos en la figura 10, los empleadores y los trabajadores no-cualificados tienen el mayor benéfico de una expansión del Gas Natural. Los trabajadores no- cualificados son empleados en muchos de estos sectores que más se benefician de los cambios económicos, particularmente construcción, bienes capitales y los sectores no- transables. Dentro de los sectores nocualificados, existe un movimiento de mano de obra hacia fuera de la agricultura a los empleos urbanos y manufactureros. Los minifundistas y el sector informal tienen la ganancia menor. Los minifundistas inicialmente sufren una baja en ingresos en cuanto el precio que ellos reciben por los productos agrícolas se deprime. Sus ingresos se recuperan a través del tiempo con la expansión de la economía. Hay un movimiento de más minifundistas hacia el sector urbano informal siguiendo la erosión de los precios agrícolas. A pesar de la caída en el retorno a capital promedio, el ingreso debido al capital se incrementa en cuanto más capital es traído a la producción. De aquí que el ingreso de los empleadores, los cuales devengan sus ingresos de los retornos a capital muestra un incremento significativo. Esto, por supuesto, implica que el retorno al capital existente es menor y que sólo aquellos quienes han invertido en los sectores más rentables de la nueva economía experimentan un incremento en ingresos. Los propietarios de capital en los sectores agrícola y minero experimentarán una caída en ingresos en este contexto.
Cambios en los ingresos de hogares debidos a las exportaciones de Gas Natural
Ratio of income (GAS/NO GAS)
1.2 1.15
1.1
Government Employers Non-agricultural workers
Public
enterprises 1.05
Employees Private enterprises
1
Urban
informals
Agricultural 0.95
workers Smallholders
0.9
En resumen, las exportaciones de Gas Natural parecen beneficiar a la mayoría de los grupos que inicialmente ganaban ingresos más altos, causando incrementos en la desigualdad. Sin embargo, esto puede ser superado si el gobierno invierte exitosamente sus rentas de hidrocarburos con la redistribución como meta especifica. En el lado positivo, las exportaciones de Gas Natural podrían potencialmente incrementar los ingresos para todos, aliviando la pobreza y creando más empleo.
8.4. Un escenario menos optimista Los resultados de las simulaciones presentados en la Sección 4 indican que el incremento en exportaciones de Gas Natural tiene el potencial de incrementar los salarios y los ingresos para todos los grupos estudiados en el análisis. Esto es bueno para el crecimiento y el alivio de la pobreza. La desigualdad, sin embargo parece incrementar. Los minifundistas y los trabajadores del sector informal no se benefician en el mismo grado que los trabajadores del sector formal, tanto cualificados como no-cualificados, y aquellos que reciben retornos de capital. Cabe recordar que estos resultados provienen de un modelo de optimización. En el modelo, todos los recursos son invertidos de una manera óptima, lo que talvez no refleja adecuadamente la realidad. La evidencia alrededor del mundo generalmente indica que países ricos en recursos naturales sufren niveles más altos de corrupción y comportamientos de búsqueda de rentas subproductivas (Tornell & Lane 1994; Karl 1997); desarrollan capital industrial y social más lentamente (Auty 1998); y son más inclinados a errores de políticas (Lal 1993). En las simulaciones anteriores se utilizó la convención que un boliviano de inversión crea un boliviano adicional de capital (ver Pritchard 2000). En realidad, los gastos de inversión son frecuentemente erróneamente
asignados, desperdiciados, mal apropiado o canalizado al consumo. De tal modo, los escenarios anteriores pueden ser mejor considerados como un estimado optimista de los beneficios de la expansión del Gas Natural en Bolivia, describiendo mejor los beneficios potenciales más que el resultado más probable. Para ver que pasa si las inversiones no son óptimas, hemos introducido en el modelo la posibilidad de inversiones desempeñándose pobremente. Para crear escenarios menos optimistas, consideramos el impacto de fijar un parámetro, que describe la eficiencia de gasto de inversión en la creación de nuevo capital, en 0.5 y 0.25 para el monto de inversión que se origina de las rentas gubernamentales de los combustibles fósil. La determinación del parámetro de eficiencia de creación de capital en 0.5 implica que la mitad de toda la inversión del gobierno derivado de las ventas de los combustibles fósil no tiene éxito en la creación de capital productivo. En estos escenarios, la economía aún disfruta todos los beneficios del lado de la demanda de las ventas de Gas Natural pero la expansión del lado de la oferta es reducida.
Incremento en el PIB con las exportaciones del Gas Natural pero ineficiente formación de capital
GDP ratio (GAS/NO GAS)
1.08
1.06 1.04
1.02 1
0.98 0.96 0.94
50% capital formation efficiency 25% capital formation ratio
Como puede verse en la Figura, la producción agregada es aún más alta con el incremento en las ventas del Gas Natural incluso con un desperdicio agudo por el gobierno de las rentas de los combustibles fósil. Los resultados de estos escenarios también reflejan el impacto de pasar las rentas a consumo más alto o a gasto presente - el gasto de inversión ineficiente es comparable al nivel agregado con el traslado de las rentas de los hidrocarburos al consumo presente o a la expropiación inapropiada de los recursos públicos. La posibilidad de que algunas de las rentas de los recursos naturales puedan escapar al extranjero efectivamente reduce el tamaño del boom, pero no cambia las dinámicas fundamentales. Vemos en estos menos optimistas escenarios que la consideración de los impactos distributivos de un incremento en las exportaciones de Gas Natural se hace más persuasiva. En la Figura presentamos la trayectoria a través del tiempo de la
proporción de ingresos promedio entre los dos escenarios para diferentes segmentos de la sociedad boliviana cuando 50 por ciento de la inversión del gobierno derivada de las rentas de combustibles fósil es improductiva. Observamos un periodo más largo con ingresos deprimidos para todos los segmentos de la economía y el ingreso total correspondiente a los trabajadores agricultores no-cualificados y minifundistas no recuperándose nunca al nivel de los ingresos sin un incremento en ventas de Gas Natural. En este escenario, la influencia del crecimiento general agregado no es suficiente para vencer el daño económico sufrido por algunos segmentos de la sociedad como resultado del Dutch Disease. En resumen, a menos que el boom en la producción de combustibles fósil pueda traer un incremento substancial en la inversión y el crecimiento, las implicaciones distributivas se hacen mucho más preocupantes con la posible reducción en ingresos para algunos de los segmentos más pobres de la población.
Ratio of factor incomes (GAS/NO GAS)
Cambios en ingresos factor con una formación de capital ineficiente.
1.040 1.020 1.000 0.980
0.960 0.940 0.920 0.900 0.880
Capital
Skilled Informal Unskilled
income
workers sector urban
Smallholders Unskilled agricultural
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Profesor: Carlos Miranda Peña Asignatura: Comercio Internacional
Las implicaciones prácticas de este análisis son que el gobierno de Bolivia debe caminar en una delicada línea entre política social progresiva y adherencia a rigurosas directivas de inversión. Bolivia debe evitar el pobre desempeño en inversión experimentado por tantos países al arribo de booms de recursos naturales. Para lograr esto, la mejor prescripción es invertir en la conducción de estricta evaluación de proyectos, asegurando adecuada revisión y supervisión y reconociendo efectivamente que este nuevo capital es verdaderamente valioso por lo escaso. La suavización del gasto público a través de un mecanismo de estabilización podría ayudar en este respecto (Andersen y Faris 2001). Sin embargo, inversiones en el desarrollo de los recursos humanos, particularmente gasto en salud y educación para los sectores más pobres de la sociedad son esenciales. Estas inversiones son más difíciles de evaluar dentro de los limites de un marco tradicional de beneficiocosto. Sin embargo, el seguimiento de proyectos y directivas fundamentales y los principios de responsabilidad y transparencia reducirá la mala asignación y el desperdicio.
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Ciclo económico y crecimiento económico
Analizando la evolución de las principales economías durante las últimas décadas, parece evidente que se van sucediendo, cíclicamente, periodos de crecimiento económico con otros de descenso de la actividad. Así, por ejemplo, en los últimos cincuenta años en España hemos tenido cuatro recesiones graves, sin contar la actual: 1. En 1959, el establecimiento del llamado Plan de Estabilización se tradujo en una fuerte caída de la actividad como consecuencia de los profundos cambios que hubo que realizar para liberalizar nuestra economía y tratar de acercarla a los patrones de comportamiento del resto de países occidentales. 2. En los años setenta, surgió la llamada crisis del petróleo, motivada por un rápido aumento del precio del crudo por parte de los países productores. España, país muy dependiente del oro negro, se vio muy afectado, y llegó a tener tasas de inflación del 20%. 3. A principios de los años ochenta, tuvo lugar una nueva crisis económica motivada por una segunda crisis del petróleo (iniciada en 1979), que situó a la economía en un año de recesión (descenso del PIB de 0,2%); posteriormente, en combinación con una fase expansiva de las economías industriales y la reducción de los precios del petróleo, se inició un ciclo alcista. 4. La crisis más reciente, anterior a la actual, se produjo en torno al año 1993, y se caracterizó por un elevado déficit público y unas constantes devaluaciones de la peseta. Las crisis económicas se suelen producir por agotamiento de las etapas de bonanza económica, al surgir desequilibrios como consecuencia del alto crecimiento económico: si
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la demanda crece a tasas muy elevadas, la presión sobre los precios aumenta y la inflación suele dispararse; en ocasiones, el alto nivel de consumo se traduce en un tirón importante de las importaciones, lo que produce abultados déficits en la balanza de pagos. Otras causas de las recesiones se alejan del llamado componente cíclico, ya que obedecen a motivos externos. Una brusca caída de las cotizaciones bursátiles, por ejemplo, puede generar el llamado efecto pobreza, consistente en que los agentes económicos perciben que su patrimonio financiero ha disminuido y, en consecuencia, tendrán que reducir sus niveles de gasto, lo que, a nivel agregado, se traducirá en una apreciable caída de la demanda. En otros casos, las recesiones pueden deberse a inestabilidad política o a accidentes de la naturaleza; estas circunstancias son más frecuentes en los países menos desarrollados. Sin embargo, los ciclos en economía suelen ser distintos entre sí, tanto en duración como en intensidad. Es lógico, además, que los países integrantes de un mismo espacio económico, por ejemplo la zona Euro, presenten ciclos similares. También es cierto que las características de un ciclo económico en un país determinado influyen decisivamente en el de los países relacionados comercialmente con él. Así, por ejemplo, la evolución de los Estados Unidos influye de forma muy significativa en los países de Europa, empezando por el Reino Unido. En realidad, las diversas fases por las que pasa un país durante un ciclo tienen mucho que ver con la actitud de los agentes económicos, es decir, con la psicología de masas. Si entre las familias y empresas se extiende la percepción de una próxima caída de la actividad, frenarán el consumo y la demanda de financiación (solicitud de créditos), con lo que indirectamente contribuirán al descenso de la actividad económica. Por el contrario, si los mismos agentes consideran que se aproxima una etapa de bonanza, su comportamiento económico y financiero de carácter expansivo contribuirá a que la actividad económica aumente. El crecimiento de la economía es siempre mayor si tiene lugar de forma constante en el tiempo, y no a saltos. Utilizando un símil, un coche recorrerá más camino si circula a una velocidad constante, que si lo hace frenando y acelerando continuamente. De ahí que las autoridades económicas intenten actuar mediante medidas estabilizadoras para enfriar los ánimos de la economía en las épocas donde la economía crece a un gran ritmo y anima la coyuntura en las situaciones recesivas. De lo anterior no cabe deducir que los ciclos se suceden en etapas alcistas y bajistas de forma natural, por lo que las autoridades económicas no deben pensar que tras una etapa recesiva llegará inevitablemente una expansiva. Otra cosa distinta es que las oscilaciones en la economía se sucedan, a veces, incluso de forma imprevisible; de hecho, por más que en las últimas décadas observemos periodos consecutivos de subidas y bajadas de la variación del PIB real, con una perspectiva de largo plazo, se comprueba que algunos países han alcanzado unos índices de bienestar más altos que otros. Por eso, una política económica adecuada es necesaria para favorecer, en el largo plazo, el crecimiento de la economía a través de incentivos en la productividad.
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Petróleo mundial
Profesor: Carlos Miranda Peña Asignatura: Comercio Internacional
y
ciclo
económico
Joel Virgen Rojano Los recientes eventos en el medio Oriente y en el norte de África han justificado un significativo repunte en la aversión al riesgo en los mercados globales. De hecho, dichos eventos han venido eclipsando las alentadoras señales de recuperación económica mundial sostenida. De nueva cuenta, los temores relacionados con la probabilidad de una nueva caída en el ciclo económico han impuesto alta volatilidad financiera caracterizada por movimientos de capitales hacia valores refugio en plazas desarrolladas (oro, bonos estadounidenses y alemanes, etc.). Sin duda, el epicentro del nerviosismo subyace en la probabilidad de que los altos precios internacionales de petróleo lleven a retrocesos en la recuperación económica global. Dichos temores no son injustificados, los precios internacionales han vuelto a niveles máximos en más de dos años ante el temor de que la interrupción en la producción en plazas como Libia, lleven a un problema de abasto con características más duraderas. En este escenario de riesgo (altos precios del petróleo) es posible que el gasto de los consumidores alrededor del mundo, que en el caso de algunas economías desarrolladas mostraban una incipiente recuperación, comience de nuevo a contraerse debido a mayores precios de combustibles. De hecho, los mayores demandantes de crudo en el mundo son Estados Unidos, China, Japón, India y Rusia. En este escenario, la probabilidad de un nuevo desplome en la actividad económica mundial se incrementa sustancialmente. En este punto, es importante recordar que en el pasado crisis asociadas a choques adversos en la producción de crudo a nivel global han desembocado en recesiones económicas. En el caso particular de Libia, su importancia en el mercado mundial de crudo radica en ubicarse como el tercer mayor productor en África y el mayor en términos de reservas, siendo Europa el principal destino para sus exportaciones del energético. En este contexto, consideramos que la probabilidad de una nueva crisis petrolera se encuentra acotada por la capacidad que otros productores tengan de cubrir un eventual paro total en la producción de Libia. En particular, será esencial el papel de Arabia Saudita, cuyo potencial para expandir su producción es la mayor en medio Oriente y el norte de África. De hecho, resulta alentador que este productor ya ha comenzado pláticas con los clientes de Libia en Europa. No obstante, este esfuerzo también implica que en el escenario de que un
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nuevo productor importante en la región se vea inmerso en la ola de movimientos sociales en la zona, no habría capacidad suficiente para enfrentar un desabasto de crudo. En el caso de México, el potencial efecto neto asociado a los eventos globales no es fácil de concluir. Por una parte, los mayores precios del petróleo a nivel internacional benefician a México en su perfil fiscal, reconociendo que más de una tercera parte de los ingresos públicos provienen del impuesto a la exportación de petróleo. Esto podría derivar en un descenso en los diferenciales de riesgo país y estabilidad cambiaria. En contraste, los altos precios de este energético incrementan los riesgos de una mayor inflación al incrementar a su vez la probabilidad de que el desliz en el precio de las gasolinas locales sea también incrementado. Por otra parte, de materializarse un nuevo retroceso económico en grandes demandantes de petróleo, como Estados Unidos, podría inducir una desaceleración productiva a nivel local.
Petróleo: precios vs. Ciclos económicos El negocio de los hidrocarburos se enmarca en ciclos de precios los cuales siguen las tendencias de Cuando el precio del petróleo estaba en 147 USD/barril, los analistas petroleros vaticinaron que llegaría a más de 200 USD/barril. Y ahora que está alrededor de 50 USD/barril pronostican que podrían bajar a menos de 30 USD/barril. Es el tipo de pronóstico que sigue los hechos en lugar de tratar de anticiparlos. Otra forma de ver el tema es entender que el negocio de los hidrocarburos se enmarca en ciclos de precios los cuales siguen las tendencias de la economía y los mercados. Cuando la demanda se incrementa, se consume más petróleo para alimentar el aparato productivo. Los precios suben hasta alcanzar el equilibrio entre la oferta y la demanda o, el mismo mercado reacciona ante el aumento de los costos de producción y se inicia la parte recesiva de la demanda y por ende de los precios. Durante la crisis energética de los 70, los sistemas de producción tuvieron que tragarse los precios altos los que pasaron de 10 a 90 USD/barril del año 2007. A mediados de los 80, con las mejoras en la eficiencia, los precios se redujeron a poco menos de 30 USD/barril del año 2007. Años más tarde, a finales de los 90, la recesión económica que comenzó en el sudeste asiático, tumbó los precios del petróleo a niveles inferiores a 15 USD/barril, por lo cual The Economist vaticinó el final de la era del petróleo. Sin embargo, los mercados iniciaron una expansión económica sin precedentes que llevó los precios del petróleo a 147 USD/barril con un alto componente especulativo motivado por temores sobre la insuficiencia de la oferta para atender una demanda que no conocía límites. Los mercados reaccionaron a los altos precios, la demanda cayó y lo anterior unido a la recesión a escala mundial ha reducido el precio a menos de 50 USD/barril al momento de escribir estas líneas.
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Profesor: Carlos Miranda Peña Asignatura: Comercio Internacional
Lo que sigue es una temporada de un año o más, con precios bajos debido a que la recesión económica tiene como consecuencia la destrucción de demanda de petróleo a corto plazo razón por la cual el precio probablemente caerá aún más que los niveles actuales. No obstante, los mercados no se van a quedar indefinidamente a bajas revoluciones, sino que tarde que temprano la economía volverá a levantarse y se reiniciará el ciclo expansivo debido a que la población mundial seguirá creciendo y eso implica la necesidad de alimentos, ropa, vehículos lo cual requiere de energía derivada del petróleo y gas natural para alimentar el aparato productivo. Y cuando los inversionistas salgan del 'closet' a canalizar sus recursos en nuevos proyectos del sector real, volverá el ciclo económico expansivo. En apoyo a lo anterior, la Agencia Internacional de la Energía ha señalado recientemente que los precios del petróleo llegarán a niveles de 100 USD/barril y muy probablemente en el 2030 estaremos en el doble de ese valor. Otros análisis llegan a la misma conclusión mediante la estimación del costo marginal de producción del último barril que se requiere a fin de que la oferta iguale a la demanda. Según este concepto, los barriles de menor costo como los de Arabia Saudita van en la base de la curva de demanda y se van añadiendo producciones de diferentes campos hasta llegar al equilibrio entre la oferta y la demanda. Se estima que el último barril que corresponde a crudo de Canadá (OilSands) tendría un costo del orden de 90 USD/barril lo que corrobora la hipótesis de que la era del petróleo barato terminó.
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