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economía
| Domingo 28 De octubre De 2012
Estilo de vida
sin Corbata
Una ventana al océano en el hogar
acuarios. Las peceras marinas con arrecifes de coral son las más caras para los que quieren
tener una réplica de la vida acuática en el living de su casa; las grandes cuestan hasta $ 200.000 Carlos Manzoni LA nACIOn
Una tenue ola de agua marina acaricia el arrecife de coral, mientras que un grupo de peces multicolores merodea por las rocas vivas, en las narices mismas de un cangrejo ermitaño. La escena se produce en el living del hogar, pero no es parte de un documental sobre vida acuática: es un instante dentro de una pecera de lujo, lo más parecido a un pedazo de océano dentro de la propia casa. Hablar de acuarios premium es hablar de grandes estructuras vidriadas, que van desde los 500 hasta los 3000 litros, y que recrean el hábitat marino en torno de un arrecife de coral. Para darse el gusto de tener el mayor de ellos hay que contar desde el vamos con $ 100.000, sólo para comprar la pecera y todo el equipamiento que la hará funcionar correctamente. Completar el “álbum” con distintas especies demandará otros $ 100.000. “En una pecera de 3000 litros hay que destinar $ 50.000 sólo para la roca viva donde se apoyan los corales”, explica Mariano Sangiorgi, encargado de Acqus Acuario, una de las casas que arma a medida este tipo de productos en el país. “Después hay que desembolsar entre 10.000 y 20.000 para peces, y otro tanto para los corales e invertebrados”, agrega. Claro que la inversión en peces puede ser tan diversa como la cantidad de especies existentes. Uno de los más accesibles es el Amphiprion ocellaris, que cuesta $ 150. Curioso si se piensa que se trata del pez payaso, famoso por ser el protagonista de Buscando a Nemo. Otra “estrella” de ese film, el pez cirujano (Paracanthurus hepatus), se cotiza un poco más: $ 900. Ahora, si lo que se quiere es un tiburón hay que pensar en $ 1500 (el más barato) o $ 5000 (el más caro).
EMPrEnDEDorEs
the box JonáS MoSSe (33) Y eric LanDeSMan (33)
Fotos: Acqus AcuArio
Los acuarios marinos con arrecifes de coral son la opción más lujosa para los fanáticos de las peceras
Producto Investigaciones de mercado en una tienda física con suscriptores Año de inicio 2011 Inversión inicial US$ 500.000 Facturación anual $ 2 millones Ingresos Venta de estudios de mercado y membresías Cantidad de empleados Diez
Luján scarpinelli
Sebastián Mougenot, encargado de Polynesian Reef, otra casa de acuarios, explica que en muchos casos, el armado se encarece porque hay materiales que sólo pueden traerse de afuera. “La arena viene del Caribe o de Indonesia y tiene un precio local de $ 360 el kilo –dice–. Además, un filtro puede valer 1000 o 5000, según la marca y las funciones.” Construir una pecera de este estilo, que muchas veces se proyecta junto con la edificación de la casa, lleva tres meses, pero para que se pueda ver en ella algo de vida acuática interesante se debe esperar cuatro meses más. Tampoco es cuestión de llenarla de peces de golpe. “Hay que empezar con uno o dos a lo sumo”, comenta Leandro Escobar, encargado de Ichtys, otro acuario local. Por lo general, la casa que lo arma e instala se encarga del mantenimiento. Este servicio, que consiste en una visita semanal para revisar filtros, chequear el funcionamiento de los equipos, hacer la limpieza y proveer los insumos y la sanidad, cuesta entre $ 2000 y $ 4000 por mes. “El cliente no tiene que ocuparse ni siquiera de alimentar los peces, porque está todo automatizado”, destaca Sangiorgi. Dentro de un mercado bastante activo en el país hay alternativas más económicas, desde $ 15.000 hasta $ 30.000 para peceras de 500 litros. Escobar calcula que Ichtys vende un promedio anual de 10 acuarios medianos para peces marinos. “Pero varía por temporadas”, aclara. También está la opción de “agua dulce”, donde aun el más top, que es el “plantado”, cuesta cinco veces menos que sus símiles de agua salada. Como los organismos que lo habitan, el acuario está vivo y en constante crecimiento. Al año de instalado, su valor ya puede superar en varios miles de pesos su costo inicial.ß
Juan Manuel Cueto Director De WaLL chaSe Partner (ServicioS De recLutaMiento Para eMPreSaS)
“Me hubiera gustado ser Steve Jobs” ¿Usa Twitter, Facebook o alguna otra red social? –Todas las redes todo el tiempo. ¿Fútbol con amigos o salida romántica? –Me ponen en un aprieto, tengo que decir salida romántica… ¿A qué imagen de su infancia le sacaría una foto y la colgaría en su casa? –A la de un domingo con mi viejo en el autódromo. ¿Cuántas cosas de su casa arregla usted sin llamar a un especialista? –¡ninguna! Pero si tiene que ver con tecnología avísame que ahí sumo. Si pudiera elegir ¿en qué época le hubiera gustado vivir? ¿Por qué? – En esta. Disfruto viviendo el mundo digitalizándose. ¿Qué caso de la vida real elegiría para escribir un libro? –Los pensamientos e ideas de los creadores de Google. ¿Juega al fútbol? ¿Es “picapiedra” o “exquisito”? Un picapiedra exquisito. ¿Qué personaje histórico le hubiera gustado ser? ¿Por qué? – Steve Jobs. Porque convirtió en
la idea Club de productos
el secreto El negocio de la opinión
Después de algunos años en empresas de consumo masivo y retail, la dupla de ingenieros industriales se propuso como un nexo entre las empresas y los consumidores. “Creamos un nuevo canal de consumo con el fin de mejorar el sampling que funciona, por ejemplo, en el pasillo de un supermercado. Aquí, los consumidores retiran los productos y los prueban como y donde quieran, y la empresa obtiene una opinión”, explica Mosse. En la tienda, entre las avenidas porteñas Corrientes y Callao, los miembros de The Box retiran tres productos de diversos rubros a la semana, con la promesa de contestar encuestas y un pago semestral o anual.
Se basaron en un modelo japonés de tryvertising, una forma de promocionar productos a través de la experiencia. “En The Box –define Mosse– todos ganan: la gente puede probar productos por un costo mínimo y las marcas, con un stock de 3000 unidades, pueden mejorarlos a partir de las encuestas. Por ejemplo, una pasta dental cambió la tapa por las críticas recibidas.” La base actual de 7000 miembros permite investigar sin sesgo de cortesía, en el plazo de una semana, con más casos y precisamente sobre el target. La ubicación de la tienda, la muestra se forma con personas de distinto barrio y nivel socioeconómico.
oro todo lo que tocó. ¿Cuál sería la primera medida que tomaría si fuera presidente? –Hablar con la gente y escuchar qué necesita. ¿Cuál fue su reclutamiento más difícil? –Los excelentes profesionales que trabajan conmigo. ¿Cuál es el cargo gerencial que no puede faltar en una empresa? – Un líder con visión de negocios que maneje el rumbo de la compañía. ¿Qué cuenta más: el talento o la experiencia? – 100% talento. Con talento se puede aprender lo que sea. ¿A qué ejecutivo recomendaría con los ojos cerrados? – Tengo varios y todos ellos tienen algo en común: son honestos, con mucha energía y les gusta transpirar la camiseta de la empresa. A ellos los recomiendo con los ojos bien cerrados.
Lea la entrevista completa con Juan Manuel Cueto en www. lanacion.com.ar/economia
tres respuestas
1
¿Cuánto cuesta asociarse a The Box? –El pago para ser miembro es de $ 2000 por semestre, o $ 350 al año. Pero el negocio se basa en la venta de estudios de mercado para empresas de consumo. Una investigación básica puede rondar los $ 8000.
2
¿ Qué pasa con los datos de los miembros de The Box? –Son confidenciales. Los informes sólo precisan perfiles (sexo, edad, etcétera).
3
¿Planean abrir más tiendas? –Avanzarán en capitales del interior y países limítrofes.ß
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Trucos para ser más eficiente a la hora de hacer búsquedas en la Web practicidad. Google y Bing ofrecen herramientas que ayudan a
organizar viajes, efectuar cálculos y elegir restaurantes y películas thomas J. Fitzgerald THE nEW yORk TIMES
A esta altura de la era de Internet todos deberían saber cómo encontrar información en la Red con un motor de búsquedas como Google o Bing. Sólo basta tipear lo que busca en la ventana. Hay maneras incluso más fáciles. Google y Bing tienen herramientas como calculadoras, convertidores de monedas y diccionarios. Han desarrollado trucos para atravesar la gran masa de información y llegar a lo que se necesita. “Tratamos de que Bing sea un espacio que permita hacer cosas que tienen que ver con el mundo real”, dijo Stefan Weitz, director de Bing, motor de búsquedas de Microsoft
que es el principal rival de Google. Si se necesita más ayuda, Google también ofrece tutoriales online. Un modo rápido de encontrar orientación para llegar a un lugar manejando con Google es escribir lo que se quiere en la ventana de búsqueda. Así: del 1380 de la avenida Corrientes, en Buenos Aires, CABA, al 815 de la avenida Mitre en Avellaneda, provincia de Buenos Aires. El resultado es un mapa con la distancia, el tiempo y un vínculo con otras orientaciones. Si se planea un viaje en avión se puede buscar tarifas y ser orientado a sitios para comprar pasajes. En la ventana de búsquedas de Google hay que escribir los códigos de los aeropuertos así: BUE a COR. Aparece un listado inicial de vuelos, junto con calendarios
para elegir fechas. La herramienta de Bing para los viajes aéreos puede encontrarse usando el mismo formato de ingresar los códigos de aeropuertos y cuando se sigue la cadena de ventanas tiene opciones de compra de pasajes a través de Travelocity, Priceline y Expedia. Con Bing o Google se puede verificar la situación del vuelo así: Status de vuelo de Aerolíneas Argentinas 1512. También son útiles las herramientas de traducción de idiomas. En Bing o Google hay que usar este formato: traducir café al turco. El resultado, kahve, aparece, y si se cliquea el primer vínculo se encuentran herramientas para traducir a otros idiomas. La conversión de divisas también está disponible usando el siguiente formato en cualquiera de los dos bus-
Los buscadores concentran gran parte del tráfico en la Web cadores: 100 dólares de Estados Unidos a pesos argentinos. Para reservar en un restaurante, las búsquedas en una ciudad importante incluirán a menudo un vínculo con OpenTable, un proveedor de reservas. En redes sociales, tanto Google como Microsoft han estado tratando de descubrir cuál es la mejor manera de interactuar con el tesoro de información de las redes sociales como Facebook, LinkedIn y Twitter. Si necesita una calculadora, Google y Bing pueden hacer cálculos bastante sofisticados de matemática ingresando el problema en la ventana de bús-
queda, pero Google va más allá. Si se tipea 4*24 en Google la respuesta aparece cuando termina de tipear, y debajo surge una calculadora con funciones científicas. También se puede convertir la ventana de búsquedas de Google en una calculadora gráfica trigonométrica; se tipea por ejemplo cos(x) + cos(y) y se despliega un gráfico tridimensional rotativo. Convertir mediciones es fácil en ambos motores. Sólo hay que poner “pintas en un galón” o “centímetros en un pie”. Los precios de acciones están disponibles tanto en Google como en Bing y para obtenerlos basta ingre-
sar el símbolo de una acción, seguido de “acciones” si hay ambigüedad. Por ejemplo, “aapl acciones” o “sbux acciones” obtiene información sobre los precios de las acciones de Apple o Starbucks. En Google se puede usar directamente el nombre de la compañía: Tenaris acciones. Para encontrar las películas que dan en su zona, todo lo que necesita es el código postal: películas 1432. Si se tipea el nombre de un actor o director seguido de la palabra cine aparecen otras películas que hizo.ß Traducción de Gabriel Zadunaisky